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18 Septiembre 2014, 07:40 AM, Comentarios
Guerra de abril de 1965 en la República Dominicana
Por
RAFAEL AUGUSTO MONTAS RAMIREZ - Monografías.com
La Guerra Civil Dominicana de 1965 constituye uno de los hechos más relevantes en la historia reciente de la República Dominicana. El conflicto se inicia cuando un grupo de oficiales jóvenes se propone restaurar el gobierno constitucional
del destituido presidente Juan Bosch, primer gobierno elegido
democráticamente en las urnas tras el ajusticiamiento del dictador
Rafael Leonidas Trujillo.
El profesor Juan
Bosch es derrocado siete meses después de haberse juramentado como
presidente constitucional de la República (el primer Presidente electo
democráticamente luego de los 30 años de la dictadura Rafael
Leonidas Trujillo), el 24 de septiembre de 1964, por una facción de las
Fuerzas Armadas liderada por Elías Wessin y Wessin [1] . Esto sucede
tras la promulgación de la Constitución de 1963, que establecía, entre otras cosas, la libertad religiosa y de expresión, la libertad política, el derecho a la vivienda, la igualdad entre hijos naturales y los nacidos bajo matrimonio, así como el retorno de los disidentes políticos y exiliados durante el régimen trujillista.
Prohibía, además, los monopolios, la apropiación de extensivas tierras y otros tantos proyectos innovadores
que provocaron que diversos sectores acusaran al profesor Bosch y a su
gobierno de comunistas. Asestado el golpe, Bosch sale al exilio a la
Isla de Puerto Rico.
Con
el auspicio de los partidos minoritarios que perdieron en las
elecciones de diciembre, las fuerzas armadas nombran un triunvirato para
gobernar el país presidido por Emilio de los Santos e integrado por los
doctores Ramón Tapia Espinal y Manuel Tavares Espaillat.
El 29 de noviembre de 1964 la Agrupación política 14 de junio se levanta en armas en las montañas dominicanas declarando la guerra abierta contra el triunvirato. El 21 de diciembre Manuel Aurelio Tavarez Justo, líder del movimiento y
viudo de Minerva Mirabal, asesinada por el régimen trujillista, es
fusilado en la sección Las Manaclas en la cordillera central, lo que
provoca una gran indignación popular y motiva, por otra parte, la
renuncia del presidente del triunvirato, Emilio de los Santos. En el
levantamiento guerrillero mueren 32 dirigentes y militantes de la
agrupación política 14 de Junio.
Con
el ascenso de del Dr. Donald Reid Cabral a la presidencia del
triunvirato la situación económica del País se deteriora; se llegan a
acuerdos con el Fondo Monetario Internacional mientras que la miseria
que sufrían los sectores marginados se agudiza.
Por otro lado la corrupción administrativa motivaron a un grupo de jóvenes oficiales que, bajo la coordinación del
brillante y joven oficial Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, se
sumieran en actividades conspirativas en los cuarteles con el fin de
atender el clamor popular cada vez más poderoso exigiendo la
Constitución del 63 sin elecciones, así hicieron sucumbir al triunvirato
presidido por el Dr. Reid Cabral.
El
campamento militar 16 de agosto, ubicado en la Autopista Duarte, y el
27 de febrero, en la margen oriental, se rebelan contra el gobierno de
Reid Cabral. El Dr. José Francisco Peña Gómez, hablando por una emisora
de radio, arenga al pueblo a levantarse en armas y lanzarse a las calles en apoyo al golpe de estado perpetrado
contra el triunvirato, y de ese modo restablecer el gobierno
constitucional de Juan Bosch. Este llamado fue suficiente para que el
pueblo se desbordara en las calles proclamando su apoyo a la acción y
reclamando el retorno a la constitucionalidad. Un grupo de militares
rebeldes leen una proclama donde exhortan al pueblo a respaldarlos. En
la noche, Donald Reid Cabral habla al país con el fin de conseguir que
los rebeldes depongan las armas.
En
las primeras horas de la mañana los militares constitucionalistas
entran a la ciudad de Santo Domingo y obligan a renunciar a Reid Cabral.
El pueblo se lanza a las calles ocupando el Palacio Nacional en
respaldo del contragolpe de estado.
En la sede del Palacio Nacional un grupo de militares forma el "Comando
Militar Revolucionario" encabezados por los coroneles Vinicio A.
Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez, Francisco Alberto Caamaño
Deñó, Eladio Ramírez Sánchez y Pedro Bartolomé Benoit, que asume el poder a las 10:30 a.m.
Esa misma noche se traslada el poder a una autoridad civil, en la persona del
Dr. Rafael Molina Ureña como presidente provisional y quien había sido
el Presidente del Senado durante el Gobierno de Bosch. Momentos después
se anuncia el reestablecimiento de la constitución del 1963 y el regreso
del profesor Bosch ese mismo día desde Puerto Rico.
Sin embargo, en la base aérea de San Isidro en el llamado "Centro de Enseñanza de
las Fuerzas Armadas (CEFA)" los generales Wessin y Wessin y el general
Imbert Barreras se oponen al retorno de Juan Bosch y al restablecimiento
de la constitución del 1963. De inmediato comienzan los bombardeos y
los ametrallamientos aéreos al palacio presidencial y otras posiciones
de los constitucionalistas.
Las organizaciones populares
exigen que se le entreguen armas al pueblo el cual ya se había volcado a
celebrar el retorno de la institucionalidad al país.
Durante
toda la mañana continuaron los bombardeos al Palacio Nacional y otras
zonas de la ciudad. En la Base Militar de San Isidro a 40 kilómetros de
la ciudad capital el General Elías Wessin y Wessin se mantiene firme preparando la entrada de sus tropas a Santo Domingo.
La
Marina de Guerra, hasta ese momento neutral en el conflicto, se une a
las fuerzas de Wessin, y sus barcos bombardean al palacio presidencial
donde se encontraba el Presidente Provisional, Rafael Molina Ureña. La fuerza aérea
arrecia sus bombardeos contra la ciudad. Para contrarrestar los
bombardeos los constitucionalistas instruyen al pueblo a que ponga
espejos encima de las casas para que los reflejos molesten a los
aviones.
La presidencia provisional, emite un comunicado: "El Poder Ejecutivo hace de conocimiento público
que en virtud de haberse establecido la vigencia de la constitución del
63 que consagra en su articulo 66 la imposibilidad de expulsar del país
a ningún dominicano todos los nacionales que fueron arbitrariamente
desterrados de la Republica pueden regresar libremente al suelo patrio,
se hace observar al ex presidente Joaquín Balaguer que en esos momentos
estaba exiliado que podía retornar a la brevedad posible al país para
hacerle compañía a su madre que ya estaba en su lecho de muerte".
Ante
la gravedad de la situación, el presidente provisional Rafael Molina
Ureña y miembros del alto mando constitucionalista entre los que se
encontraban los coroneles Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez,
Rafael Fernández Domínguez entre otros, y varios dirigentes del Partido
Revolucionario Dominicano, se dirigen a la Embajada Norteamericana para
tratar de conseguir su mediación para lograr un acuerdo con los
militares de San Isidro. Luego de una acalorada discusión el embajador
Norteamericano William Tapley Bennett[2] el embajador llama por teléfono a Caamaño diciéndole que solo falta él en la reunión, Caamaño respondió Dígale a Wessin que detenga los bombardeos pero él (Bennett) les dice a los constitucionalistas Este no es el momento de negociar, sino de rendirse de inmediato el presidente provisional Rafael Molina Ureña, renunció y procedió a asilarse en la embajada de Colombia.
Igual
camino siguieron otros dirigentes constitucionalistas. Cuando todos los
oficiales militares salían del despacho del embajador norteamericano,
El Coronel Francisco Alberto Caamaño Deño[3] llegó y se detuvo en la
puerta y le dijo: Permítame decirle que seguiremos la lucha suceda lo que suceda.
Al
salir de la embajada Caamaño junto a otros colaboradores cercanos, se
dirigió al puente Duarte donde las tropas de Wessin avanzaban hacia el
centro de la ciudad.
La presencia de Caamaño junto a otros militares en el Puente levantó la moral de
los combatientes e hicieron retroceder las fuerzas de Wessin. El
profesor Juan Bosch desde Puerto Rico y ante la imposibilidad de
regresar al país, delega sus derechos constitucionales al coronel Caamaño, y el congreso se reúne de emergencia y proclaman a Caamaño presidente de la República.
Miércoles 28 de Abril
Con los esfuerzos de la embajada de los Estados Unidos se
crea en la base aérea de San Isidro una junta militar presidida por el
Coronel Pedro Bartolomé Benoit. En las primeras horas de la mañana, los
constitucionalistas comandados por el Coronel Lora Fernández inician el
ataque de la fortaleza Ozama, cuartel general de los cascos blancos.
Esa
mañana el presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson anuncia el
envío de un pequeño contingente de soldados de la infantería
Norteamericana a Santo Domingo.
Su misión alegada: proteger
el perímetro de la embajada estadounidense y salvar la vida de los
ciudadanos Norteamericanos y de otras nacionalidades que lo solicitasen
Ese
día desembarcaron 400 infantes de la marina norteamericana e iniciaron
la evacuación de los ciudadanos norteamericanos y de otras
nacionalidades residentes en Santo Domingo.
En
la noche del 28 de abril el embajador norteamericano enviaba un cable
comentando sobre la situación el cual leía: "The generals at San Isidro
were dejected, several were weeping, and one was histerically urging
"retreat" (traducción libre:
Los generales en San Isidro estaban deshauciados, algunos llorosos, y
uno urgía histéricamente a "replegarse"). El embajador agregaba que
"elementos castroides" se llevarían la victoria. Con este comentario la administración norteamericana se posicionaba en contra de la causa rebelde.
Se iniciaba una campaña de descrédito para las fuerzas rebeldes al invocar el sentimiento anticomunista.
En la memoria norteamericana aún estaba fresca la crisis de los misiles y el confrontamiento con Cuba y la Unión Soviética, y la opinión pública norteamericana debatía a diario los enfrentamientos en Vietnam.
- Las noticias mundiales estaba enfocadas en la Guerra de Vietnam y en Santo Domingo. Es así que las agencias internacionales de prensa comienzan a difundir el 5 de Mayo una lista de 54 supuestos agentes del comunismo, infiltrados en el movimiento constitucionalista que según el gobierno Norteamericano pretendía convertir la República Dominicana en otra Cuba.
Los
constitucionalistas toman por asalto la Fortaleza Ozama, con su arsenal
de armamentos y hacen prisioneros a numerosos agentes de la policía. El
CEFA y los sectores opuestos a la revolución acusan a las tropas de Caamaño a estar dominadas por comunistas.
Mientras
tanto el entonces presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson
afirmó "Los Estados Unidos no pueden y no van a permitir el
establecimiento de gobiernos comunistas en el hemisferio occidental"
El
Presidente Lyndon B. Johnson, acusando a la revolución
constitucionalista de comunista ordena el desembarco de 42,420
marines[4] en Santo Domingo con el propósito de controlar la situación.
Las tropas de EU establecieron de inmediato un cordón de seguridad,
dividiendo la ciudad en dos zonas, cercando la parte constitucionalista
y a todos los combatientes que encontraba en la parte baja de la ciudad
en la zona rebelde, denominaron Operación Limpieza al operativo.
Mientras esto sucedía, el Coronel Juan Maria Lora Fernández jefe del estado mayor del gobierno patriota hablando por Radio, alentaba a los combatientes, Desde
la trinchera del honor los saludo en este día glorioso en que la patria
pequeña se agiganta el enfrentar con sus hombres a la fuerza bruta
de los Estados Unidos, pero si grande es nuestro enemigo mayor es
nuestro arrojo y decisión de salvar a la patria y de volver limpia sin
manchas y bochornos la dignidad de su bandera y la pureza de su escudo
Llegó
a Santo Domingo, John Bartlow Martin enviado especial de presidente
Johnson bajo cuyos auspicios quedó disuelta la junta militar presidida
por Benoit y se creó el Gobierno de Reconstrucción Nacional, bajo la
presidencia del General Antonio Imbert Barreras quien de inmediato tomó
juramento ante un juez de la Suprema Corte de Justicia y convocó una manifestación de respaldo a su gestión frente al edificio del congreso nacional.
Las palabras de Imbert al tomar posición fueron "Todo
el pueblo dominicano sabe que yo no me encuentro dirigiendo el Gobierno
de Reconstrucción Nacional por satisfacer las arduas ambiciones de poder, circunstancias ajenas a mi personal situación y a mi personales deseos pero revestidas de enormes trascendencias para el país, me colocaron en la obligación moral de aceptar el cargo que ahora ostento y desempeño, apenas estamos reorganizando las fuerzas armadas para comenzar una campaña ofensiva en contra los comunistas".
Siguiendo
los planes de Martin y las tropas estadounidenses, el general Imbert se
puso de frente para dirigir la llamada "operación limpieza" en la zona
norte de la capital donde
se efectuó un riguroso ataque casa por casa contra los combatientes
constitucionalistas, obligándolos a replegarse hacia la parte sur de la
ciudad donde se encontraban el coronel Caamaño. La lucha por el control de la zona norte dejó un considerable número de bajas en el lado constitucionalista así como en la población civil.
Mientras el conflicto bélico
en Santo Domingo se agudizaba, la opinión publica internacional comenzó
a condenar la invasión militar norteamericana en República Dominicana, y
comenzaron a producirse manifestaciones de protestas en casi todos los
países de Latinoamérica.
En New York, los dominicanos junto a otros latinoamericanos protestan
por la invasión yankee a Santo Domingo, mientras que en las Naciones Unidas la Unión Soviética, convoca de emergencia al consejo de seguridad para tratar el caso dominicano.
En
la reunión del Consejo de Seguridad interviene el embajador cubano
Pérez Tabío, quien denuncia la agresión norteamericana en la patria de
Máximo Gómez. Luego de la reunión el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas ONU, señor U Thang, decide enviar observadores a Santo Domingo para que le informen de la situación. Ante la presión internacional los EE.UU convocan de urgencia a una reunión de la OEA,
en la cual solicitan la creación de una fuerza interamericana de Paz
para enviarla Santo Domingo. De esta forma la invasión militar yankee en
Santo Domingo quedaría internacionalizada y amparada por la bandera de
la OEA, disipando la idea de la existencia de una intervención
unilateral y ocupación militar norteamericana.
La
asamblea de la OEA aprobó el envío de una fuerza interamericana,
comandada por el general brasileño Hugo Panasco Alvin e integrada por:
1,250 soldados de Brasil, 250 de Honduras, 170 de Nicaragua, 20 Policías de Costa Rica, y una Representación del Paraguay.
El 6 de Mayo el presidente de Francia De
Gaulle criticaba la intervención, urgiendo al retiro de las tropas
norteamericanas y anunciaba la posibilidad de reconocer al gobierno
rebelde encabezado por Caamaño.
El
19 de mayo un comando constitucionalista intenta tomar por asalto el
Palacio Nacional, en ese momento en poder de las tropas del Gobierno de
Reconstrucción. Cuando avanzaban hacia su objetivo fueron
sorprendidos por francotiradores norteamericanos quienes les abrieron
fuego haciendo fracasar la toma del palacio. En el intento de asalto
perdieron la vida el Coronel Rafael Fernández Domínguez ministro de
interior y policía del gobierno constitucionalista, el Dr. Juan Miguel
Román destacado dirigente de la Agrupación Política 14
de Junio, Euclides Morillo quien era un importante cuadro de la
Agrupación 14 de Junio y venia de las Guerrillas del 1963, Ilio Capocci
entrenador de los hombres ranas y otros constitucionalistas
destacados[5] .
El
15 y 16 de junio, fue la mayor ofensiva del las tropas estadounidenses a
la zona constitucionalista. Es el presidente Caamaño quien explica lo
sucedido: "De una forma sistemática, en horas de la mañana, las tropas
americanas intensificaron una ataque abierto por la parte norte, este y
sur de la zona del gobierno constitucional. Esto ha sido una genocidio
sin precedentes para la historia del país, contamos ante el momento 67 muertos entre hombres mujeres y niños y unos 165 heridos y aun faltan personas que deben estar muertas en sus casas, por las bombas de mortero".
El
28 de junio llegó al país el ex presidente Joaquín Balaguer con un
permiso de 72 horas otorgado por el gobierno de Antonio Imbert Barreras
para ver a su madre enferma, al término de este, el Dr. Balaguer
desafiando al general Imbert se negó a salir del país y manifestó su
intención de presentarse como candidato presidencial, cuando todavía no
había fecha para elecciones generales ni se sabia si se realizaría. En
los días siguientes la prensa norteamericana comenzó a hacerse eco, de
las aspiraciones presidenciales del Dr. Balaguer en la Republica
Dominicana.
El
12 de julio se cumplían 41 años de la salida en 1924 de las tropas
norteamericanas que habían invadido al país en 1916. Por tal motivo el
gobierno constitucional y el frente de organizaciones democráticas
realizaron una manifestación frente al Altar de la Patria durante el
acto se le hizo un homenaje a Gregorio Urbano Gilbert, uno de los héroes
de la resistencia armada
a la invasión militar norteamericana de 1916. Gilbert siempre se
mantuvo firme del lado de los constitucionalistas y condenaba la
agresión norteamericana.
En el informe enviado al presidente Lyndon B. Johnson sobre la crisis, Martin afirmó: El
gobierno de Imbert no es como se dice que es, nosotros no queremos
imponer una solución cualquiera que sea. El gobierno de Imbert
presentado a menudo como un gobierno de derecha, no lo es. Primero no es
una junta militar, en ese gobierno hay tres civiles conocidos y dos
militares que en realidad son liberales. Son gente progresistas que no
participarían en una junta militar
A
mediados del mes de agosto las negociaciones avanzaron y se perfilaron
en un posible acuerdo entre los sectores en conflicto. El 30 de agosto
se firmó un acuerdo con los auspicios de una comisión mediadora de la
OEA titulada Acta Institucional, mediante el cual se escogió al Dr.
Héctor García Godoy como presidente provisional y se acordó la
celebración de elecciones presidenciales para el año siguiente. Con la
firma del acta institucional quedó finalizada la guerra, se procedió a
retirar las trincheras que limitaba la zona constitucionalista y se
inició el desarme de la población por parte de las tropas
estadounidenses.
El
3 de septiembre Héctor García Godoy asumía la Presidencia Provisional y
el mismo día el presidente constitucional Francisco Alberto Caamaño
Deño presentaba renuncia ante 25,000 dominicanos que acudieron a una
manifestación en la plaza de la Fortaleza Ozama.
El 3 de septiembre en una gigantesca manifestación en la plaza de la constitución, el coronel Caamaño presentó renuncia como presidente constitucional. En una parte de su discurso dijo:
Porque me dio el pueblo el poder, al pue
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