Guaigüí y algo más
Las posibles soluciones planteadas para conjurar el déficit
de energía y del agua potable, así como mejorar el riego en nuestras
zonas agrícolas han sido diversas.
Sin embargo, factores de diversa índole se han conjugado para que
tales proyectos queden estancados o avancen con una lentitud en algunos
casos asombrosa.
La Presa de Guaiguí, es uno de esos proyectos que datan de hace
varios años, con rimbombantes anuncios de que fueron comenzados, como
sucedió durante la última administración del Presidente Leonel
Fernández, al iniciarse, los supuestos trabajos, que la misma costaría
US$115.281.027.69.
Según su diseño, la Presa almacenaría 50 millones de metros cúbicos
de agua para suplir al nuevo acueducto de La Vega, garantizar el riego
para la producción de alimentos, generar energía limpia y controlar las
crecidas del Camú a fin de preservar vidas y bienes.
En la misma forma en que los veganos han defendido Loma de Miranda,
un hecho consumado sin consecuencias positivas inmediatas, deberían
crear un gran movimiento para que la Presa de Guaiguí sea construida, a
fin de paliar uno de los acuciantes problemas que les afectan
relacionados con la agricultura. Se estima que 86,459 tareas
correspondientes a los sistemas de riego Canal Camú serían beneficiadas,
como Las Rosas y Hato Viejo, entre otros, aparte de que incorporará
otras 12,700 nuevas tareas a las tierras productivas. En cuanto a la
electricidad, generaría apenas 12.5 millones de kilovatios-hora, que no
dejan de ser un alivio para el sistema eléctrico.
Sitios como el lugar donde será construida la Presa de Guaiguí los
hay en muchos lugares de la República Dominicana. Son lugares excelentes
para construir pequeñas Presa, en vista de que el Gobierno carece de
fondos suficientes para emprender proyectos de gran envergadura. El país
es posiblemente el único en el mundo que siendo una pequeña isla
dividida, tiene tres cadenas de montañas, pero las aguas que caen en sus
cuencas van indefectiblemente a parar al mar, siempre que no se
aprovechen.
La Comisión Nacional de Energía tiene en sus archivos decenas de
diseños de pequeñas Presas, que se pueden construir con fondos
nacionales, esto es, sin recurrir a préstamos internacionales que
engrosarían la deuda externa.
Ignoramos por qué ya ni siquiera se habla de dicha Comisión, mucho
menos de los diseños que tiene archivados, que de ser ejecutados
ayudarían a resolver problemas en diversos lugares del país.
Hacer que llueva es algo fuera de control para todos, pero hacer una
pequeña Presa solo depende de una decisión política, que aproveche los
tantos escurrimientos que hacen es provocar daños por no dárseles
utilidad.
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