****EL
CASINO CENTRAL, DE LA CIUDAD DE LA VEGA
****RECUERDO
DE UN PASADO DE EXPLENDOR DE LA SOCIEDAD VEGANA
****SU
EDIFICIO SE ENCUENTRA ABANDONADO,
El surgimiento del
Casino Central Inc., de La Ciudad de la Concepción de La Vega, se debió a la
fusión de dos instituciones los clubes: La Unión y El Camú, el 4 de agosto de
1913, con la finalidad de dar recreación, cultura, y desarrollo intelectual, cívico y ético a
sus miembros.
Para realizar estos
fines sus miembros celebraban bailes,
fiestas, conferencias, certámenes, y
diferentes actos con fines educativos y de recreación para sus miembros y
familiares como también el fortalecimiento del culto a bien y las buenas
costumbres, como lo enumera el Art. 3 de
sus Estatutos
Esta nueva entidad
social de La Vega, albergo en su seno a las principales personalidades
veganas y extranjeros residentes, sin embargo esta institución no admitía
mujeres como miembros.
Los aspirantes a formar
parte del Casino Central Inc., de La Vega, según consta el Art. 5 de sus Estatutos, se requería; A) ser miembro
de familia social de La Vega, o en capitales de provincias, comunes y
municipios. B) Haber observado conducta
intachable, teniendo que ser persona culta y sociable como también tener más de 21 años de edad. C) Los extranjeros, podían
ser socios, cuando cumplieran los establecidos en la parte segunda del de este artículo 5, y tener por lo menos un año de residencia en La Vega.
A los hijos de los
socios se les requería cuando estos hacían la solicitud de membrecía al Casino
Central Inc. de La Vega. Tenían que ser hijos legítimos o reconocidos
legalmente, tener 18 años y menos de 25 años,
ser soltero, haber sido criado y
vivir bajo el techo de su padre, haber
frecuentemente la buena sociedad, observar conducta social intachable.
Casino Central Inc., de
La Vega, los socios estaban clasificados en: A) Socios activos propietarios. B)
Socios Pasivos. C) Socios transeúntes. Los Socios
activos propietarios son los propietarios
de los bienes del club, y los únicos que tenían voz y votos en las deliberaciones. En el Art.
9 de los Estatutos de la Institución
dicen de los Socios Pasivos, lo que disfrutaban de esa calidad no eran
copropietario de los bienes del Club ni tienen
voz ni voto. En relación a los
Socios Transeúntes, el Art. 10, para ser de esta clasificación el
individuo tenía que estar avalado tres de los socios activos por escrito,
acompañado de una suma de dinero y de las credenciales correspondientes que
prueben que el solicitantes pertenece a
la primera sociedad o centros sociales de igual categoría al Casino Central de La Vega. En el
párrafo I del referido artículo dice que la condición de Socios Transeúntes
solo es válida por seis meses, cesando automáticamente si ante de ese plazo
cambiare de residencia.
Toda persona que ingresara como socio del Casino Central de La Vega,
tenía que contribuir con una obra científica o literaria para enriquecimiento
de la biblioteca del Centro. La cual tenía que ser entregada a la
directiva en el momento de
prestar el juramento que le permitiría
disfrutar de su calidad d socio,
esta reglamentación esta contenida en el Art.
12 de sus estatutos.
En el Art. 20 de los
estatutos fundamentales, del Casino Central de La Vega, dice “Cuando un
aspirante fuere rechazado, no podrá proponerse nuevamente sino después de
transcurridos seis meses, y si es por segunda vez fuese repelido, no
podrá insistir en sus aspiración sino
hasta un año después. A la tercera solicitud se necesita para darle
curso, ser aprobada a unanimidad por la Directiva. Este último rechazamiento
imposibilita al candidato a presentar nueva solicitud hasta haber transcurrido cinco años.
Con relación a la
situación de un socio con problemas judiciales, el Art. 28, expresa “El socio que por desgracia
fuere condenado por sentencia judicial a penas aflictivas o infamantes, será borrado del
cuadro de los socios del Casino y perderá todos sus derechos en que gozara en él, así como el de volver a ingresar como socio, a menos que haya sido rehabilitados legalmente. En el
párrafo de este art. Dice “cuando un
socio cometiere en su vida privada una falta que diere lugar a la sanción de la
mayoría de los socios del Casino, será borrado
del cuadro de socios y perderá todos sus derechos, inclusive el de
volver a ingresar.
ÉPOCA
DE GLORIA DEL CASINO CENTRAL DE LA VEGA
Entre los positivos de
esta institución se puede señalar la
celebración de los Juegos Florales de los años 1915 y 1924 Una vez que tomó
posesión de su cargo la directiva, el vocal Lic. Gassó Gassó presentó ante
compañeros la idea de la fiesta y el plan de la misma siendo aceptados
inmediatamente. La directiva de cordialidad social estaba integrada por estos
socios del casino: Ml. M Meléndez, Manuel V. Ramos G, Emilio Espínola, J. Gassó
Gassó, Anselmo Brache, Aníbal Gómez, Ramón M. Calderón, Z. Héctor García, José
De Js Castro & Silvestre Guzmán Hijo.
En el plan esbozado se
hacía recomendación de celebrar la fiesta en unión de las sociedades locales la
progresista y amor al estudio y al ser notificadas a dichas sociedades la idea,
aceptaron gustosamente formar parte de la dirección de la fiesta proyectada,
quedando por lo mismo bajo los auspicios de las tres sociedades la realidad de
tal bellísima liga de espiritualidad.
En 1915, con motivo de
la celebración de los Juegos Florales de La Vega, fue premiada su composición
“Patria y La Mujer Dominicana”. En un concurso en ocasión de la coronación de
Nuestra Señora de La Altagracia, en el año 1922, logró el primer lugar con su
“Soneto a María”. Una de sus sobrinas, Doña María Ascensión Claudina de Moya,
testifica que Doña Trina fue una ferviente devota de la Virgen de Lourdes, cuya
imagen la pareja presidencial pidió a Francia para regalarla a la Iglesia de
Tamboril.
En 1924, a poco tiempo
de la inauguración de su local Ésta
institución convoco a un acontecimiento
cultural de gran relevancia en el país
DESCADENCIA DEL CASINO CENTRAL DE
LA VEGA.
Como todo lo que no se renueva y se pone de
espalda a el desarrollo, social, cultural, económico, artístico, y humano, y el
Casino Central de La Vega, sucumbió
al su directiva no tomar los correctivos correspondientes ponerse acorde con los
tiempos y los cambios que transformaron
la sociedad vegana, como consecuencia de una series de factores en especial el
factor político, que sin lugar a duda ha
sido el principal motivo que dieron al
traste con esta sociedad, que por centralismo de sus
directivos, se mantuvieron cerrado
a los nuevos cambios que se
producían dentro del conglomerado
vegano.
Una juventud con nuevas
ideas sociales y pensamientos más liberal, la emigración de muchas de las
familias tradicionales con arraigo de abolengo, que se trasladaron
principalmente a Santo D omingo, y
otras al exterior. La llegada de
personas de otras localidades del campo a la ciudad, con situaciones,
culturales diferentes a este conglomerados urbanos agrupados en esta sociedad.
Otro factor importante para la extinción de esta sociedad
y quizá la que mayor influencio en este
descalabro, que sin pensarlo se podría decir, fue la juventud, estos jóvenes hijos de socios pero con ideas más progresistas, que trataron de renovarlo y se encontraron con la rancia oposición a
cambios en las estructuras de esta
institución.
Esa juventud
restringida hizo camino propio embarcándose en
varios proyecto en lo que el más notable
es Valle Verde, hermoso proyecto,
que más notable es Valle Verde, hermoso proyecto, que aún no se ha
desarrollado en toda su dimensión, quizá
por falta de iniciativa o inversión que
lo lleven a su máximo desarrollo. Anterior a este, se quiso relanzar La Vega Country Club, pero
choco con conceptos ya establecidos por
la autoridades de esa institución, dando como resultado como hemos expresado
anteriormente lo que hoy conocemos como el Club Valle Verde.
Nota --- aún hay
diferentes motivaciones que llevaron al colapso esta emblemática institución,
no hemos querido llegar al fondo de
mismo, ya que esta líneas son a modo de ver una panorámica de su origen,
auge, gloria y descendencia de este centro que en tiempo lleno su cometido,
por sus salones desfilaron lo más
granado de esta nación, por el cual
revista vital importancia para esta
ciudad, la provincia y la región del Cibao, y también
para el país.
EDIFICIO
DEL CASINO CENTRAL.
El 12 de octubre de 1924,
la entonces emblemática sociedad denominada Casino Central, Inc. inauguró un
majestuoso edificio de dos plantas diseñado por el ingeniero Pedro Pablo
Bonilla y construido por el maestro Zenón de los Santos. Su estilo
arquitectónico se ajustaba a la tendencia del Art Nouveau, y su ubicación
corresponde al lugar donde el 4 de marzo de 1844 los veganos se proclamaron
independientes y donde al grito de ¡Viva la República Dominicana!, enhestaron
por primera vez en el Cibao la bandera nacional.
El edificio está
construido por sólidas paredes de ladrillo, como era la usanza de la época. La
primera planta está edificada por áreas destinadas a oficinas profesionales y
por años, la parte que conforma la esquina, albergó las oficinas de la entones
Rentas Internas, hoy Dirección General de Impuestos Internos.
Un amplio recibidor
conduce a la majestuosa escalera de caoba que da acceso a la segunda planta;
allí se destaca el antiguo salón de baile con piso en tabloncillos de madera y
cuyas paredes estaban adornadas con espejos de cristal de roca, cuyo destino
ignoramos. Por el otro lado, están el área social, el bar, el salón de juegos y
las dependencias de servicio.
Su peculiar fachada se
caracteriza por los arcos catalanes que muestra en alto relieve, balcones de
herrajes curvos apoyados sobre ménsulas y coronada por pináculos en forma
piramidal
Desafortunadamente, una
especie de desidia e irresponsabilidad colectiva parece haberse apoderado de
sus socios activos y vemos, con profunda pena, que el lugar donde se proclamó
aquí la independencia nacional, se enhestó por primera vez en el Cibao la
bandera nacional y los veganos recibimos alborozados -el 24 de junio de 1844-
la presencia del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte, aparte de estar en
proceso de deterioro, hoy albergue desenfadadamente una banca de apuestas.
Durante el último
decenio y producto de la evolución del país, cambios a los que no fue ajena
nuestra comunidad -el modelo de sociedad, en cierto modo elitista, que le dio
origen y vida a esa sociedad- fue desapareciendo y con él las instituciones que
ese modelo generó. Consecuentemente, la institución legal Casino Central, Inc.
parece estar sumida en una especie de limbo jurídico y vemos con preocupación
cómo su planta física se deteriora progresivamente, sin vislumbrarse una
solución que por lo menos permita a los veganos utilizar la emblemática
edificación en beneficio de la comunidad, a sabiendas que por su ubicación,
historia y características arquitectónicas y constructivas, sería un lugar
ideal para albergar los museos religiosos, de carnaval e historia de La Vega;
aparte de que también pudiera utilizarse como escuela para las artes.
Esa institución tenía
en su haber el prestigio de haber sido corresponsable de que La Vega fuera
conocida como “Ciudad Culta” al haber patrocinado, entre otras actividades
culturales, la celebración de los Primeros y Segundos Juegos Florales, en el
1915 y el 1924, respectivamente. Por años, esa benemérita institución continuó
siendo el centro de los más importantes eventos socio-culturales de esta
ciudad.
los que actualmente
administran los bienes de la inerte sociedad Casino Central, Inc., que en
correspondencia con los ideales beneméritos de sus fundadores del 1913 y de las
prescripciones de los Estatutos Fundamentales aprobados por ellos el 12 de
agosto de 1925, en consonancia con la Orden Ejecutiva No.520 del 26 de julio de
1920, procedan a convocar una Asamblea General que determine el destino de los
bienes de la sociedad -entre ellos y de manera principal su edificio-, a fin de
que puedan ser utilizados en beneficio de la comunidad. ¡No hacerlo
constituiría un crimen de lesa veganidad!
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