Arte rupestre en el Parque Nacional Aniana Vargas
Adolfo López Belando arqueoco@hotmail.com Arqueólogo, especialista en arte rupestreFuente, tomada la información;http://www.rupestreweb.info/aniana.html
RESUMEN
El
Parque Nacional Aniana Vargas es un área protegida de 118,6 km² que ha
sido creada para proteger y conservar una de las zonas con más alta
concentración de sitios con arte rupestre reportados en el Caribe. Unido
a su interés como un lugar cargado de importantes recursos culturales
de arte rupestre, el área presenta una interesante biodiversidad que se
desarrolla dentro del ecosistema de bosque tropical húmedo. Sus montes
están jalonados por innumerables cavernas en zonas de bosques
primarios, aun conservados en perfecto estado. Sin duda se ha creado uno
de los más interesantes parques nacionales del Caribe donde ya se han
documentado 21 cuevas y abrigos que contienen nada menos que 435
petroglifos y 711 pinturas prehispánicas.
La
declaración del área protegida Parque Nacional Aniana Vargas tiene como
motivación la protección y conservación de una de las zonas con más
alta concentración de sitios con arte rupestre reportados en el Caribe.
Unido a su interés como un lugar cargado de importantes recursos
culturales de arte rupestre, el área presenta una interesante
biodiversidad que se desarrolla dentro de ecosistemas de bosque
primario, aun conservados en perfecto estado. De la misma manera se
protege el reservorio de agua dulce más importante del Caribe después
del lago Enriquillo y toda la zona aledaña al mismo: la presa de
Hatillo.
Parque Nacional Aniana Vargas
Dados
los informes sobre la abundancia de arte rupestre presente en el área,
en el año 1995, Joaquín Balaguer, por entonces Presidente de la
Republica Dominicana, firmó un Decreto en abril del citado año (Decreto
Presidencial nº 100-95) creando una comisión que estudiase el área de
Sierra Prieta, en los alrededores del pueblo de Fantino y propusiera los
limites de una zona a proteger. Fue el Doctor Morban Laucer, a la sazón
Director del Museo del Hombre Dominicano, quien pocos días después de
la firma del ansiado Decreto, comisiono al arqueólogo Adolfo López
Belando para estudiar la arqueología del área y preparar un informe que
serviría para lograr la declaratoria de protección de los sitios de arte
rupestre de la zona (Comunicación del Museo del Hombre Dominicano n°
178-95).
Para
rastrear el área y localizar las cavernas con arte rupestre presentes
se conformó un equipo bajo la dirección del citado arqueólogo en el que
se integró a la Sociedad Ecológica de Fantino (SEF) y a algunas personas
interesadas en la salvaguarda del patrimonio cultural. Tuvieron
especial protagonismo en los trabajos realizados Franklin Ortiz, Vinicio
Santos, Fabeth Martínez y Jenny Polanco.
El
informe final se entregó al Dr. Morban quien al parecer lo presento a
la Comisión nombrada mediante el Decreto, pero los avatares de la
política acabaron enterrando la propuesta. No obstante ni la Sociedad
Ecológica de Fantino ni el arqueólogo responsable del informe cejaron en
el empeño. Apoyados por el Equipo Ambiental de la Academia de Ciencias
de la Republica Dominicana y dentro de su programa anual de trabajo, se
preparó una propuesta formal que fue presentada en 2009 a la
Subsecretarìa de Areas Protegidas, con todo lujo de información sobre la
zona propuesta como área protegida. Finalmente la propuesta fue
aceptada y hoy esta área protegida es ya una realidad.
El
Parque Nacional Aniana Vargas tiene una superficie de 119.6 km² y
engloba dentro de sus límites la totalidad de las cavernas con arte
rupestre que se han reportado en el área de Sierra Prieta, Comedero,
Hernando Alonzo y Caballero. Sin duda se ha creado uno de los más
interesantes parques nacionales del Caribe, pues además de las enormes
extensiones de bosques primarios y las cavernas, 21 de las cuevas y
abrigos protegidos contienen nada menos que 435 petroglifos y 711
pinturas prehispánicas. Igualmente engloba todo el embalse de hatillo,
los bosques de sus riberas y toda la cobertura forestal de los montes de
Sierra Prieta, Comedero, Hernando Alonzo y Caballero.
Mapa del área protegida Parque Nacional Aniana Vargas
Aun
queda mucho por explorar en el área protegida y en los próximos años es
seguro que el maravilloso Parque Nacional Aniana Vargas irá sacando a
la luz las joyas naturales y culturales que todavía esconde celosamente.
El Parque Nacional Aniana Vargas se ha considerado como una zona
primordial para generar un sistema da manejo ejemplar donde se conjugue
la protección de sus recursos naturales y culturales con el
aprovechamiento ecoturístico de los mismos. Las medidas de protección
que se ya se están creando en el nuevo parque nacional garantizarán la
supervivencia de su patrimonio cultural, único en su género, inmerso en
un marco natural prístino en la mayor parte de los casos.
DESCRIPCION GENERAL DEL AREA PROTEGIDA
El
Parque Nacional Aniana Vargas se encuentra localizado en el Cibao
Oriental, en la provincia de Sánchez Ramírez, al Sur del Pueblo de
Fantino y al Suroeste de la ciudad de Cotui. El área protegida engloba
la presa de Hatillo y las zonas montañosas que se elevan en su
periferia. Las elevaciones varían entre los 245 m. de la loma de La
Guacara (Sierra Prieta), pasando por los 425 m. de la Loma El Diviso
(Comedero – Sanabe) y los 229 m. de la Loma El Cojobal (Hernando
Alonzo).
Cavernas con arte rupestre localizadas dentro del área protegida
El
área protegida abarca cinco zonas principales que muestran una
particular biodiversidad entre la que se localizan importantes sitios de
arte rupestre.
-
Sierra Prieta: Corresponde al cerro denominado Loma La Guacara en el mapa topográfico 1:50.000.
-
Comedro Arriba: Corresponde a los montes que se sitúan en Comedero Arriba frente a Sierra Prieta.
-
Hernando Alonzo: Corresponde a la loma Cojobal y la que sigue a continuación de la misma en dirección Oeste hasta la altura de Hernando Alonzo.
-
Caballero: Corresponde a los montes que se encuentran a partir de Caballero, abarcando la loma El Diviso, la loma El Rancho, la loma Blanca y la loma de Los Brazos, lindando al Oeste con la presa de Hatillo.
-
Hatillo: Corresponde a al espejo de agua de la presa de Hatillo y todo el vierte aguas perimetral del embalse.
El
Parque Nacional Aniana Vargas ha sido declarado debido a una serie de
motivos de orden natural, cultural y social que exponemos a
continuación:
-
La cantidad, originalidad y estado de conservación de las muestras de arte rupestre prehispánicas presentes en las cavernas y abrigos de la zona. En total se han reportado hasta el momento en los sitios rupestres del área, 711 pinturas y 435 petroglifos.
-
El valor inestimable de de la biodiversidad del área debido a la presencia su riqueza biológica, pues alberga especies endémicas y nativas de la flora y la fauna, varias de las cuales se encuentran bajo una fuerte amenaza o presión.
-
La necesidad de proteger la zona, pues a pesar del buen estado de conservación de la mayor parte del área, ya una parte de la misma ha sido alterada en cuanto a su ecología y a las muestras de arte rupestre presentes en la zona. Hasta ahora los procesos de antropización y el vandalismo observado es reversible y por ello es necesario iniciar de manera urgente aplicar medidas de conservación para permitir la recuperación de los valiosos ecosistemas intervenidos y del arte rupestre afectado.
-
La singularidad del área, la cual posee especies en peligro que se concentran mayormente en ella.
-
La riqueza de la zona por tener cuencas hidrográficas, que son responsables de la producción y distribución de agua a las comunidades cercanas, así como a las ubicadas en las zonas bajas.
-
La inestimable aportación de la presa de Hatillo como el mayor reservorio de agua dulce de la República Dominicana.
-
La propiedad de la tierra, donde la mayor parte del terreno correspondiente al área protegida pertenece al estado dominicano.
-
Los actores clave de las comunidades de la zona, los cuales, principalmente el mayor núcleo de población, Fantino, han expresado la importancia de la protección de los recursos de arte rupestre de esta zona y de los lugares de producción de agua y de alta biodiversidad.
-
La existencia de la Sociedad Ecológica de Fantino, con amplio arraigo social en la zona que se ha ofrecido como soporte comunitario para el control de la situación del área protegida propuesta.
Las
lomas que constituyen el área protegida propuesta están formadas por
calizas duras del Cretácico Superior, fuertemente alteradas debido a los
procesos cársticos. Es precisamente el activo carst de la zona el que
ha generado una extraordinaria abundancia de cavernas y simas que en
ocasiones fueron utilizadas por los aborígenes para plasmar sus
pinturas, bajorrelieves y petroglifos. Las lomas se elevan sobre el
lecho aluvial en muchos de los valles y están circundadas en ocasiones
por corrientes de agua.
Hidrología
La
loma de Sierra Prieta está delimitada por el arroyo Botao al Este y el
río Piedra al Sur. Al pie de la zona de Comedero Arriba se encuentra la
confluencia de los ríos Piedra y Cuaya. En los montes de la zona de
Caballero nacen multitud de arroyos, como el Guardarraya, el Pancho, el
Jaguey y el río Cabirma. La zona de la presa de Hatillo embalsa las
aguas del río Yuan. En la zona de Hernando Alonzo encontramos los
arroyos La Cana y Los Charcos.
Vista del río Piedra, en la zona de Comedero
La
pluviometría media anual es de 1.766.6 mm., registrándose su valor
máximo durante el mes de mayo con 227.4 mm, y el mínimo el mes de enero
con 88.2 mm. La ocurrencia de lluvia tiene lugar todo el año, sin que se
definan estaciones lluviosas y estaciones secas, ni meses que puedan
considerarse como especialmente secos. Sin embargo, en algunos meses
caen cantidades de lluvia considerablemente superiores, definiéndose en
este caso dos periodos, uno lluvioso y otro relativamente seco. El
lluvioso se da desde el mes de abril hasta diciembre; después se
presenta un periodo relativamente seco, comprendido entre los meses de
enero a marzo. El promedio de número de días de lluvia al año es de
142.8. Los datos meteorológicos indican un balance hídrico positivo
durante casi todos los meses del año, con un exceso de agua que abarca
los meses de mayo a diciembre.
Temperatura
Las
temperaturas registradas son poco variables, la temperatura media
mensual es de 26.2°C., la máxima normal es de 31.8°C., y la mínima
normal es de 20.7°C. La diferencia entre el mes más caliente y el mes
más frío es de 14.8°C., siendo septiembre el mes más caliente con
33.3°C. y enero el mes más frío con 18.5°C. La evaporación arroja un
valor medio anual de 1.651.1 mm. Los valores máximos de ETP son de 162
mm., durante el mes de julio y la mínima de 80 mm., durante el mes de
enero.
Zonas de vida
El
área protegida mantiene unas características ecológicas uniformes que
corresponden al bosque húmedo subtropical, sin estación invernal bien
definida. El lago creado por la presa de Hatillo constituye un extenso
humedal de 50 km2 de superficie cuando alcanza su máximo nivel y una
cuenca de captación de 1.192 km2. Los terrenos situados en los valles
han sido en su mayor parte antropizados y en ellos alternan los
pastizales con cultivos típicos de la región, como piña, guineo, yuca
etc. En los ríos se mantienen algunas zonas de bosque ribereño y de
galería. Los pies de monte albergan extensos bosques de cacao.
Ya
desde muy antiguo se conocía la existencia de interesantes muestras de
arte rupestre en el área, pues el médico español Narciso Alberti Bosch,
afincado en la República Dominicana, publicó en 1912 un interesante
libro llamado “Apuntes Para la Prehistoria de Quisqueya”, donde se
estudian los petroglifos del impresionante abrigo rocoso y la cueva de
Sierra Prieta, reportando más de cien petroglifos de excelente factura.
Igualmente se describen en el libro algunas cuevas de Comedero y de
Hernando Alonzo.
En
el sitio rupestre de Sierra Prieta se realizaron trabajos arqueológicos
en el año 1977 por investigadores del Centro Dominicano de
Investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo, entre los que se encontraba el Dr. Marcio Veloz Maggiolo.
Posteriormente la cueva y el abrigo de Sierra Prieta fueron estudiados
en 1978 por Manuel García Arévalo, el Dr. José María Cruxent y Dato
Pagán Perdomo.
En
1980 se publica en el Boletín del Museo del Hombre Dominicano un
extenso artículo que pone a disposición de los investigadores datos
sobre las cavernas de la zona de Comedero y Hernando Alonso, en la
provincia Sánchez Ramírez. Los autores del trabajo fueron Manuel García
Arévalo, Julia Tavares, Leonel Castillo y Dato Pagán Perdomo. En este
momento se reportaron cuatro cavernas con pictografías en la zona de
Comedero Arriba y una gran caverna con centenares de pinturas rupestres
en la zona de Hernando Alonso: la guacara de Hoyo de Sanabe.
Durante
los años 1993, 1994 y 1995 el arqueólogo Adolfo López Belando, apoyado
por los integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino, realizó varias
campañas de trabajo espeleológico y arqueológico explorando el área con
el fin de lograr la re localización de las cuevas reportadas por garcía
Arévalo y Pagán en 1980, así como otras cavernas que no hubiesen sido
descubiertas con anterioridad.
Fruto
de estos trabajos fue, además de la localización de las cavernas
reportadas con anterioridad, el descubrimiento de un abrigo con
petroglifos y una cueva con pinturas en la zona de Comedero Arriba: el
abrigo de Vinicio y la guacara de Fabeth; una caverna con pictografías
en Sierra Prieta: la guacara de Los Pozos; dos cuevas con pictografías
en Hernando Alonso en la zona de Hoyo de Sanabe: la guacara de la SEF y
la guacara de Jenny y tres cavernas más con petroglifos en la zona de
Caballero: las guacaras de La Ventura, Los Caluche y Los Cacaos .
Boca de la guacara de Hoyo de Sanabe, en la zona de Hatillo
Durante
el año 1998 el Departamento de Arte Rupestre del Museo del Hombre
Dominicano dirigido por el arqueólogo Gabriel Atiles junto con la
Federación Espeleológica de Estudios del Carst Puertorriqueño, realizó
un trabajo de prospección en la zona de montes aledaños a la presa de
Hatillo que se denominó “Investigaciones espeleológicas en la presa de
Hatillo”, localizando gran cantidad de cavernas con arte rupestre.
Desafortunadamente el informe no se ha podido localizar por el momento.
Durante
los años 2005, 2006, 2007 y 2008 el mismo equipo formado por los
integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino y el arqueólogo Adolfo
López Belando localizaron tres nuevas cavernas con arte rupestre en las
cercanías del pueblo de Hernando Alonso, todas con petroglifos: guacara
de La Cuenca, guacara de La Cuenca Pequeña y guacara de Papo. También se
localizó en Caballero una cueva con pinturas: la guacara de Solimán.
El
área protegida, es por tanto conocida desde hace casi un siglo, como un
lugar donde reposan gran cantidad de muestras de arte rupestre
prehispánico. En ella se han realizado ya abundantes trabajos de
exploración y documentación de cavernas y sitios con arte rupestre, e
incluso algunas excavaciones arqueológicas en las Guacaras de Comedero
Arriba, Hoyo de Sanabe y Sierra Prieta.
Cuando
se construyó la presa de Hatillo, entre 1977 y 1984, algunas cavernas
quedaron inundadas en la zona del valle y los farallones de roca
aledaños y es de sospechar que algunas tuvieran arte rupestre. Del
patrimonio cultural que actualmente reposa bajo el agua no tenemos
noticia alguna.
RECURSOS CULTURALES
Los recursos culturales presentes en el área se centran fundamentalmente en el arte rupestre y los restos arqueológicos presentes en las cuevas y abrigos. Hasta el momento no se ha podido documentar la ubicación exacta de poblados prehispánicos en la zona, aunque sabemos que los hay, tanto por los sitios de arte rupestre como por multitud de piezas indígenas halladas dispersas en muchos campos del área protegida y su entorno. Solamente se han identificado restos arqueológicos “in situ” en las cavernas de la zona. Por ello nos limitaremos a realizar un listado de los sitios con arte rupestre de las 20 cuevas o guacaras con arte rupestre que constituyen el objeto de protección más importante del área protegida, debido a su abundancia y singularidad.
Los recursos culturales presentes en el área se centran fundamentalmente en el arte rupestre y los restos arqueológicos presentes en las cuevas y abrigos. Hasta el momento no se ha podido documentar la ubicación exacta de poblados prehispánicos en la zona, aunque sabemos que los hay, tanto por los sitios de arte rupestre como por multitud de piezas indígenas halladas dispersas en muchos campos del área protegida y su entorno. Solamente se han identificado restos arqueológicos “in situ” en las cavernas de la zona. Por ello nos limitaremos a realizar un listado de los sitios con arte rupestre de las 20 cuevas o guacaras con arte rupestre que constituyen el objeto de protección más importante del área protegida, debido a su abundancia y singularidad.
El
Parque Nacional Aniana Vargas engloba una cantidad espectacular de
cavernas con arte rupestre, pero además se encuentran representados
diferentes estilos de pintura, grabado y escultura que difícilmente
pueden encontrarse en tan reducida área en ningún lugar del Caribe. De
la misma manera algunos de los sitios cuentan con cantidades enormes de
pictografías o petroglifos, siendo la cueva de Hoyo de Sanabe la que,
con sus cerca de trescientas pinturas, se presenta como uno de los
sitios con arte rupestre más importantes del Caribe.
Sistematizando la importancia de los recursos culturales del área podemos realizar la siguiente división:
1 – Sitios rupestres en abrigos.
El
de mayor importancia es el que se localiza en el farallón calizo de
Sierra Prieta, con alrededor de 100 petroglifos geométricos de excelente
factura. Este sitio justifica ya por sí solo la protección de su
entorno, pues no se conoce en todo el Caribe un lugar con las
características estéticas e iconográficas como el que nos ocupa. Otro
sitio interesante se encuentra en Comedero Arriba, donde además del arte
rupestre, en algunas de las cuevas y abrigos se localizan abundantes
restos arqueológicos en superficie.
2 – Cavernas con petroglifos.
Este
es el recurso cultural más abundante en las cuevas de la zona, pero
alcanza su mayor exponente en la guacara de La Cuenca, en la zona de
Hernando Alonso. Esta caverna, con sus alrededor de 70 petroglifos, 5
bajorrelieves y 17 pictografías, no solo adquiere una importancia
particular por la abundancia de arte rupestre que contiene, sino por la
espectacularidad estética de sus auténticos bajorrelieves prehispánicos.
Hasta el momento no se ha localizado una caverna con la calidad y
cantidad de bajorrelieves que presenta el sitio. Solamente es
comparable a la cueva de Las Golondrinas, en Ciales, localizada en la
isla de Puerto Rico. Destaca también por la abundancia de petroglifos la
guacara de Comedero n°2, con 39 petroglifos.
3 – Cavernas con pinturas.
Sin
duda este tipo de representaciones rupestres son las que alcanzan mayor
importancia en la zona. Contamos con dos sitios principales, situados
en las zonas de Sanabe y Comedero Arriba. Por un lado las cuatro
guacaras de Comedero Arriba, que entre todas contienen casi 200 pinturas
rupestres. Por otro lado la Guacara de de Hoyo de Sanabe, auténtico
buque insignia del arte rupestre del Cibao con alrededor de 300 pinturas
y la guacara de La SEF, muy cercana a esta última, que contiene más de
100 pictografías, algunas de un interés excepcional.
En
la guacara de Hoyo de Sanabe hemos contabilizado alrededor de
trescientas pinturas, donde observamos escenas arrancadas del pasado
prehispánico de la isla. Desde animales ya desaparecidos como los perros
mudos, hasta máscaras rituales, aves, escenas funerarias,
representaciones de antiguos mitos arahuacos y un sin fin de dibujos de
gran calidad estética. Solo la presencia de esta caverna ya justificaría
la declaración de área protegida de la zona donde se encuentra.
RECURSOS NATURALES
Los
recursos naturales del área protegida propuesta corren parejos a su
importancia cultural. Podemos resaltar el interés paisajístico del haiti
de Sierra Prieta y el impresionante lapiaz jalonado de enormes simas
que se desarrolla en su zona más alta. Así mismo la exhuberancia de la
naturaleza que encierra: un bosque húmedo tropical intacto con toda su
fauna asociada, hace merecedor a esta formación caliza de la categoría
de manejo que se le ha concedido como área protegida.
Naturaleza en el Parque Nacional Aniana Vargas
|
Los zonas de Hernando Alonso, Sanabe y Comedero contienen el mismo tipo de ecosistema boscoso. No tenemos noticia de estudios de flora o fauna realizados en el área, pero resulta de extrema importancia el haber consolidado su protección legal, pues en los sondeos que hemos realizado en busca de cavernas hemos podido observar raras especies de fauna y flora que sobreviven en estos reductos de la naturaleza aun intocados.
A
pesar de que el área actualmente está bien conservada, se encuentra
amenazada debido principalmente a las actividades humanas. Entre estas
amenazas están la extensión y avance de la frontera agrícola,
principalmente las plantaciones de cacao y yautía y la proliferación de
conucos y potreros. También se habían concedido de manera irresponsable
algunas concesiones mineras que afectan a las zonas de cavernas y a los
bosques primarios del área. Algunas de las cavernas han sufrido
deterioros debido a la extracción de murcielaguina para ser utilizada
como abono y a la presencia en las cuevas de personas ignorantes del
valor del arte rupestre que contienen. La situación en que se encuentra
esta zona mejorará considerablemente como consecuencia de las medidas
que garantizarán la conservación en el largo plazo de los sitios
rupestres, al haber dotado a la zona con la Categoría de Manejo II:
Parque Nacional.
SITUACIÓN ACTUAL DE LOS SITIOS RUPESTRES
En
la actualidad el área protegida se encuentra en general en buen estado,
pero encontramos serios problemas en algunos lugares debido a la
actividad humana principalmente.
Algunas
cavernas que han sido sumamente afectadas por la actividad de vándalos
irresponsables y de recolectores de murcielaguina. La guacara de
Hernando Alonzo, reportada ya en 1912 por narciso Alberti Bosch ha sido
vandalizada, habiéndose cortado formaciones que contenían petroglifos.
También se han cubierto gran parte de las paredes de la cueva con
graffiti. Los estratos arqueológicos también fueron destruidos por los
extractores de murcielaguina.
La
guacara de Sierra Prieta también ha sido afectada por vándalos,
habiéndose pintado con pintura azul gran parte de los petroglifos y en
algunos lugares incluso se han arrancado trozos de roca par llevarse los
petroglifos. En cualquier caso la mayor parte de los daños sufridos por
este sitio rupestre son reversibles, pues la pintura se puede remover y
el lugar recuperaría su aspecto original casi en su totalidad.
La
guacara de Hoyo de Sanabe se mantiene en excelente estado de
conservación, a pesar de que alguna de las pinturas ha sufrido daños
debido a la actividad de grafiteros. La mayor amenaza que tiene es la
actividad de los mercaderes de cavernas, como los que destruyeron la
cueva de Las Maravillas y la cueva n°1 de Borbón, arrasando sus estratos
arqueológicos y destrozando la morfología de las cuevas. Los actuales
incumbentes de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente garantizan que
estas actividades no se volverán a repetir; esperemos que sus sucesores
también lo hagan.
Algunas
otras cavernas, como la guacara de Los Jaguales también han sido
seriamente dañadas, aunque la mayor parte de su arte rupestre se
encuentra en buenas condiciones. El resto de las cavernas están en buen
estado, a excepción en algunos casos de parte de su sustrato
arqueológico, perdido al haberse removido la murcielaguina y todo el
material arqueológico que se encontraba en el subsuelo.
La
valoración general del estado de los recursos de arte rupestre del área
protegida es buena, sobre todo la de sus principales exponentes, como
son la guacara de Hoyo de Sanabe y la guacara de La Cuenca. El abrigo de
Sierra Prieta es perfectamente recuperable a pesar de encontrarse hoy
por hoy en pésimo estado. Es por todo lo expuesto por lo que la
protección de la zona mediante su calificación como área protegida es
determinante para la conservación de los invalorables recursos
culturales que se encuentran en el Parque Nacional Aniana Vargas.
Según
los estudios que hemos realizado, hasta el momento se han contabilizado
las muestras de arte rupestre que detallamos a continuación:
TIPO DE ARTE
|
PETROGLIFOS
|
PICTOGRAFIAS
|
Abrigo de Sierra Prieta |
100
|
3
|
Guacara de Sierra Prieta |
12
|
|
Guacara de Los Pozos |
3
|
50
|
Guacara de La Cuenca |
76
|
17
|
Guacara de la Cuenca Pequeña |
4
|
|
Guacara de Hernando Alonzo |
35
|
|
Guacara de Papo |
5
|
|
Guacara de Fabeth |
30
|
|
Guacara de Comedero n°1 |
23
|
|
Abrigo de Vinicio |
24
|
|
Guacara de Comedero n°2 |
39
|
32
|
Guacara de Comedero n°3 |
8
|
95
|
Guacara de Comedero n°4 |
2
|
63
|
Guacara de Los Jaguales |
8
|
5
|
Guacara de La Ventura |
17
|
|
Guacara de Los Caluche |
18
|
|
Guacara de Soliman |
8
|
|
Guacara de Los Cacaos |
30
|
|
Guacara de Hoyo de Sanabe |
21
|
300
|
Guacara de La SEF |
5
|
100
|
Guacara de Jenny |
5
|
8
|
TOTAL: |
435
|
711
|
ZONAS Y SITIOS DE ARTE RUPESTRE
Zona de Sierra Prieta
Haití de Sierra Prieta, al frente el abrigo y la cueva con petroglifos
Coordenadas: 19°, 04, 26’ N., 70°, 19, 15’ W.
Situado
al pie del farallón rocoso de Sierra Prieta. El sitio fue reportado en
1912 por narciso Alberti Boch en su libro “Apuntes Para la prehistoria
de Quisqueya”. Contiene alrededor de 100 petroglifos y 3 pictografías.
Los petroglifos son en su mayor parte de tipo geométrico, formando
grecas y laberintos de excelente factura. También encontramos una gran
abundancia de cruces y otros símbolos aislados. Fueron grabados en la
roca profundamente mediante el método de la abrasión de la superficie
rocosa. Este tipo de representaciones tienen un claro paralelo en
pinturas localizadas en la zona de Comedero Arriba (guacara de Fabeth y
guacara de Comedero n°4) y en las cuevas de Borbón (cueva del Puente),
aunque en estos casos las representaciones se encuentran aisladas y son
poco frecuentes.
Petroglifos
geométricos similares, excluyendo las grecas y laberintos, se
encuentran en sitios como la piedra de Anamuyita en la provincia de La
Altagracia o en la roca de Guayabal en Padre Las Casas.
Destaca
por su abundancia el motivo de la cruz enmarcada que se repite una y
otra vez por multitud de sitios rupestres en Las Antillas y la zona
caribeña del continente. No sabemos con exactitud cual puede ser su
sentido en Las Antillas, pero en Centroamérica, concretamente en la
cultura maya, era el símbolo que identificaba al planeta Venus.
Petroglifos del abrigo de Sierra Prieta
|
Otro tipo de petroglifos localizados se refieren a sencillas “caritas” situados fundamentalmente en una formación característica situada cerca de la entrada de la caverna que se abre en el farallón rocoso y alrededor de la cual se localizan los petroglifos geométricos. Estas representaciones difieren tanto en su iconografía como en su factura de los petroglifos geométricos y probablemente fueron realizados por un grupo cultural diferente.
Destaca
por su interés un panel de petroglifos donde se conjugan los de tipo
laberíntico con varias representaciones antropo-zoomorfas. Concretamente
se trata de varios hombres pájaro grabados al más puro estilo
hierático. Destaca una figura de grandes dimensiones en relación con el
conjunto, unos 20 cm. de altura, claramente asociado al laberinto que lo
flanquea. Este tipo de representación tiene un claro paralelo en la
cueva de Mountain River, en la isla de Jamaica, donde aparece pintada
una figura del mismo tipo interactuando con otros hombres pájaro, al
igual que el panel de petroglifos de Sierra Prieta.
Petroglifos del abrigo de Sierra Prieta (a la derecha el gran hombre pájaro)
El
significado de los petroglifos del abrigo de Sierra Prieta se nos
escapa por el momento, aunque podemos establecer los siguiente: Las
cruces del tipo que se presentan en este sitio de asocian con el planeta
Venus en todo Centroamérica. Las grecas y laberintos han sido
identificados como diseños que se repiten en algunas pintaderas
utilizadas para decorar el cuerpo. Estos dibujos podrían reflejar la
marca de determinados clanes, tal como sucede actualmente en los pueblos
que sobreviven en la cuenca Orinoco – Amazónica. La figura del hombre
pájaro interactuando con otras figuras y el diseño laberíntico sugiere
la representación de algún mito ancestral relacionado con hombres
convertidos en pájaros o viceversa, muy comunes entre las culturas
arahuacas.
Las
pictografías se encuentran en un alero del abrigo que las ha protegido
de la lluvia. Su factura y pigmentación recuerda a las que se encuentran
en la vecina zona de Comedero Arriba. El interés y la importancia de
este sitio de arte rupestre es extrema, tanto por la plasticidad de sus
diseños, como por su variedad y por la rareza de los mismos.
2 – Guacara de Sierra Prieta. Coordenadas: 19°, 04, 26’ N., 70°, 19, 15’ W.
En
el abrigo de Sierra Prieta se abre una caverna que contiene alrededor
de 12 petroglifos en su interior, en general del mismo tipo de los que
se encuentran en el exterior. Narciso Alberti Bosch, en 1912, nos
informa que la caverna estaba llena de dibujos, pero en la actualidad,
si los hubo, han desaparecido. Solo se conservan varios petroglifos a
derecha e izquierda de la entrada, muy cerca de la boca de la caverna.
Petroglifos vandalizados en la guacara de Sierra Prieta
|
Se
sitúa en la parte más elevada de Sierra Prieta, en medio de un
intrincado lapiaz. Contiene alrededor de 50 pictografías y 3
petroglifos. Fue localizada en 1994 por el equipo formado por los
integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino y el arqueólogo Adolfo
López Belando. Ya en 1912 Narciso Alberti Bosch informa que los
lugareños decían que en lo más alto de la loma se encontraba la boca del
infierno, pues se decía que existía un pozo que no tenía fondo.
Efectivamente, la caverna tiene profundas simas y algunas cuevas con
galerías y salas laterales en las que se encuentran muestras de arte
rupestre del mayor interés.
Pinturas de la Guacara de Los Pozos
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Concretamente
localizamos una impresionante figura antropomorfa de gran tamaño que
puede corresponder a un “cemi”. Su estado de conservación es excelente y
representa una de las mejores muestras de arte rupestre que se
localizan en el área. Tras esta pared se abre una cámara donde existe un
gran panel lleno de pictografías que lamentablemente se encuentra en
mal estado debido a la humedad que en buena parte ha alterado los
pigmentos, disolviéndolos y difuminándolos en muchos casos. Es evidente
que en el panel se representa algún tipo de historia relacionada con la
mitología arahuaca.
Zona de Hernando AlonzoLos bosques de Hernando Alonzo
Coordenadas: 19°, 03, 42’ N., 70°, 15, 60’ W.
La
Guacara de La Cuenca es la caverna más importante que se localiza en el
área. Contiene aproximadamente 75 petroglifos, 1 pictoglifo y 17
pinturas. El arte rupestre que contiene supera con mucho las
expectativas que se presentan en un sitio rupestre de este tipo,
pudiendo considerarse como un lugar único en el Caribe.
La
mayor parte de los bajorrelieves que se habían localizado hasta ahora
en el Caribe eran de factura muy sencilla y casi la totalidad se
confundían con lo que hemos denominado como petroglifos escultóricos
(utilizan el relieve natural para generar volumen en las figuras). En el
año 2005 tuvimos la oportunidad de visitar por primera vez la Guacara
de La Cuenca, situada en las cercanías de Hernando Alonzo. Nuestros
guías locales, miembros de la Sociedad Ecológica de Fantino y vecinos
del lugar, nos llevaron a una cueva localizada a media ladera de un
monte donde según nos comunicaban “había muchas caritas de indio
pintadas en la pared”. Después de un corto trayecto desde la casa de los
informantes, cruzando hermosos campos sembrados de cacao y plátanos,
comenzamos a trepar por la empinada ladera de un monte vecino.
La
boca de la cueva se abría a mitad de la empinada ladera y de inmediato
aparecieron una serie de petroglifos en la misma entrada. Los
petroglifos se hallaban dispersos en paneles en varias zonas de la
cavidad. Tras la primera gran sala, de unos 30 metros de anchura por 20
de profundidad, encontramos otra pequeña sala, ya en semi oscuridad,
donde encontramos más petroglifos y algunas pinturas.
Bajorrelieves de la guacara de La Cuenca.
A la derecha de la entrada de la caverna pudimos observar con sorpresa la presencia de un hermoso bajorrelieve. El diseño rupestre preside la entrada de la cueva y representa una figura humana estilizada, probablemente femenina, con los brazos flexionados sobre el pecho y las piernas igualmente flexionadas sobre el vientre. Esta dotada de una corona y en el vientre se marca detalladamente el ombligo. La cabeza estilizada sigue el modelo habitual de la cara de la lechuza, localizada en multitud de figuras por toda la geografía de la isla de Santo Domingo. Las dimensiones de diseño son de 35 cm. de alto por 22 cm. de ancho.
En
la misma zona, pero más hacia el interior de la cueva, localizamos un
gran panel con petroglifos, uno de los cuales se encuentra igualmente
trabajado en bajorrelieve y representa la cabeza y los brazos de una
figura humana con un petroglifo grabado a la altura del pecho. Pero
nuestra sorpresa fue el observar que en una posición preferencial,
dominando todo el conjunto de petroglifos y arropada por la formación
rocosa, se presentaba la figura yacente, en prefecto bajorrelieve, de
una mujer embarazada de rasgos estilizados, con los brazos y piernas en
la misma posición que la figura que nos recibió a la entrada de la
caverna.
La
escultura tiene unas dimensiones de 60 cm. de longitud por 35 cm. de
anchura. Su tamaño sorprende en este tipo de trabajos, pues las
dimensiones de las piezas en estos casos suelen ser mucho menores. Está
coronada de la misma manera que la figura en bajorrelieve que preside la
entrada de la caverna. La roca ha sido trabajada en todo el perímetro
de la figura y se ha utilizado el relieve natural para resaltar el
vientre hinchado de la mujer. La expresión serena de su cuerpo, tendido y
visiblemente a punto de dar a luz ofrece a la figura una majestad
incomparable.
A
la derecha de la figura encontramos otro bajorrelieve perfectamente
delineado y profundamente grabado en una estalagmita de pequeño tamaño.
La figura, dotada de cara y torso, con los brazos recogidos sobre el
pecho, observa a la mujer embarazada que yace tendida frente a él.
Bajorrelieves de la guacara de La Cuenca
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En
definitiva, podemos observar que los bajorrelieves representan
importantes deidades prehispánicas, claramente relacionadas con la
fertilidad y probablemente también con la noche y la luna. No podemos
obviar la evidente relación de estas figuras con los mitos prehispánicos
de origen arahuaco que hablan de una deidad femenina que embarazada
vaga por la tierra con sus hijos aun encerrados en su vientre. Es una
constante que los niños, siempre gemelos o cuatrillizos, nacen después
de que la madre muere asesinada por algún oscuro personaje.
Los
bajorrelieves se encuentran relacionados entre sí, pues es evidente el
grupo que forman la figura esculpida en la estalagmita y la dama
embarazada. El bajorrelieve esculpido bajo la mujer sugiere ser una
copia de esta en posición diferente, pues en vez de tener los brazos
flexionados sobre el pecho los tiene extendidos y semi flexionados, pero
mantiene la corona y la misma cara que las otras dos representaciones
femeninas de la caverna.
En
la cueva existen multitud de petroglifos de interesante factura y en la
mayor parte de los casos de excelente acabado. Incluso uno de ellos
entra en la categoría de pictoglifo, al presentar el surco relleno de un
pigmento marrón. En total hemos contabilizado 75 petroglifos y 17
pictografías. Esta acumulación de arte rupestre confiere a la caverna un
carácter ritual excepcional dentro del conjunto de las cavernas
ceremoniales del Caribe.
2 - Guacara de la Cuenca Pequeña. Coordenadas: 19°, 03, 42’ N., 70°, 15, 62’ W.
A
pocos metros de la Guacara de la Cuenca se encuentra otra caverna de
menor envergadura en la que se han localizado 4 petroglifos. Están
situados en espeleotemas característicos y son de muy buena factura.
Petroglifos de la guacara de la Cuenca Pequeña
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3 – Guacara de Emilio o de Hernando Alonzo.
Coordenadas: 19°, 02, 96’ N., 70°, 14, 96’ W.
Coordenadas: 19°, 02, 96’ N., 70°, 14, 96’ W.
Petroglifos vandalizados en la guacara de Emilio o de Hernando Alonzo
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Situada
muy cerca del pueblo de Hernando Alonzo. Se llega a ella siguiendo el
camino que hay frente al play de la localidad. Contiene aproximadamente
35 petroglifos de buena factura. Una parte de los mismos se encuentran
grabados en una gran roca localizada en la entrada de la caverna. El
resto está disperso entra las formaciones próximas a la entrada de la
cueva. La caverna fue reportada en 1912 por narciso Alberti Bosch en su
libro “Apuntes Para la Prehistoria de Quisqueya”.
4 – Guacara de PapoCoordenadas UTM: 19 – Q 0367243; 2107456
La
guacara de Papo ha sido reportada recientemente, en el 2008, por los
integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino y el arqueólogo Adolfo
López Belando. La caverna es de pequeñas dimensiones y se localiza en
una cañada de difícil acceso. La descubrieron los lugareños al realizar
una tumba de monte con el fin de plantar un conuco. Contiene 5
interesantes petroglifos, cuatro de ellos situados en una formación
caliza de particular belleza. Están realizados mediante la técnica del
martillado y forman un conjunto de gran valor simbólico y estético.
Petroglifos de la guacara de Papo
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Zona de Comedero Arriba
1 – Guacara de Fabeth
Coordenadas: 19°, 03, 50’ N., 70°, 17, 95’ W.
La
caverna fue descubierta en el año 1996 por los integrantes de la
Sociedad Ecológica de Fantino, Fabeth Martínez y el arqueólogo Adolfo
López. El hallazgo se llevó a cabo cuando se rastreaba la zona para
localizar las cuevas reportadas por Manuel García Arévalo en 1980.
Contiene 30 pinturas aproximadamente. Las pictografías son excelentes y
resultan de gran interés documental y científico. Su factura e
iconografía es del mismo tipo que las de la zona de Hoyo de Sanabe y se
pueden adscribir a la escuela pictórica de las Cuevas de Borbón, a la
que pertenecen también las caverna del Parque Nacional Los Haitises.
Destaca
la escena, recurrente en el arte rupestre de la zona, de dos hombres
cargando a un tercero colgado de un palo. Este sistema era utilizado por
los tainos para transportar cadáveres hasta su lugar de enterramiento,
por lo que constatamos que al menos esta pintura presenta un carácter
funerario. Destacan igualmente dos interesantes máscaras rituales en
negro, una pictografía laberíntica al estilo de las localizadas en el
abrigo de Sierra Prieta y un ave. Precisamente esta última es la única
que ha sufrido los efectos del vandalismo, aunque en pequeña medida.
Pinturas de la guacara de Fabeth
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Petroglifos de la guacara de Comedero n°1
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La
cueva es muy pequeña y solamente contiene petroglifos, alrededor de 23
representaciones. Fue reportada por Manuel García Arévalo, Julia Tavares
y dato Pagan en 1978. En la caverna se excavó un enterramiento
prehispánico. Los petroglifos presenta la habitual conformación que
encontramos en la mayoría de las cuevas del país. Uno de los paneles de
petroglifos se encuentra plasmado rodeando una pequeña oquedad natural
que asemeja la entrada de una caverna a pequeña escala. Este tipo de
situaciones las encontramos con relativa frecuencia en las cavernas y
nos hacen pensar en la posibilidad de que la oquedad resaltada por los
petroglifos pudo ser el lugar donde se depositaban ofrendas a las
deidades. Esta práctica se documenta en las crónicas pero solamente en
los bohíos, donde los tainos depositaban ofrendas de comida al pie de
sus cemíes.
3 – Abrigo de VinicioCoordenadas: 19°, 03, 54’ N., 70°, 17, 79’ W.
El
Abrigo de Vinicio se encuentra a pocos metros de la Guacara de Comedero
n°1. El abrigo fue descubierto en el año 1996 por los integrantes de la
Sociedad Ecológica de Fantino y el arqueólogo Adolfo López. Contiene
alrededor de 24 petroglifos grabados de manera longitudinal en coladas
estalagmíticas particulares. Se encuentran muy alterados por los
factores naturales de erosión de la caliza. Representan básicamente
caras. El abrigo se encuentra en un paraje muy especial, a la orilla del
río Cuayá. Frente a él localizamos una gran roca muy escuadrada que
bien pudo servir de marco a antiguas ceremonias prehispánicas. En el
suelo del abrigo se observan “in situ” abundantes materiales
arqueológicos, lo que demuestra que el lugar aun se encuentra intocado
desde época prehispánica.
Petroglifos del abrigo de Vinicio
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La
Guacara de Comedero n°2 fue reportada por Manuel García Arévalo, Julia
Tavares y dato Pagan en 1978. Contiene aproximadamente 39 petroglifos y
32 pictografías. Los petroglifos se encuentran en la entrada de la
cueva, la mayor parte en una gran roca que se localiza casi a cielo
abierto. En la roca predominan las caritas; más al interior, pero como
es habitual, a la vista de la luz solar, encontramos otros petroglifos
de excelente factura y gran tamaño grabados profundamente en la roca.
Destaca la representación esquemática de la cara de una lechuza. Este
tipo de representación se repite regularme, grabado o pintado en
multitud de cavernas dispersas por toda la isla. La mayor parte de las
veces se presentan solo los ojos, como vemos en este caso.
Comparativo del modelo de petroglifo de ojos de lechuza de la cueva (abajo izda.).
Pinturas y petroglifo de la guacara de Comedero n°2
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En
la caverna fueron realizadas excavaciones arqueológicas en el año 1978,
localizándose abundante ajuar característico de grupos precerámicos.
Los resultados de las pruebas con C-14 realizadas dieron una fecha para
los restos encontrados de 825 años antes de Cristo.
Las
pinturas son sumamente interesantes. Se debe resaltar la presencia de
un grupo de cinco aves posadas sobre una rama, escena que se repite
también en otras cavernas de Comedero y la isla que probablemente
corresponde a una tradición mítica arahuaca.
Grupo de aves en la caverna y sus paralelos en otras cuevas (arriba derecha)
Grupos de aves alineadas sobre una rama pintadas en diferentes cavernas.
Muy
cerca de esta pintura encontramos una escena que se encuentra en
inmejorable estado de conservación, que muestra a un hombre subido sobre
un árbol y otro que permanece debajo de él. La identificación de la
figura del árbol se hace basándose en las que se encuentran en la cueva
n°2 de Borbón, donde hay una similar sobre la que revolotean pájaros.
Igualmente encontramos la misma representación en la cueva de La Cidra,
en el Parque Nacional Nalga de Maco, donde de manera inequívoca un
realista pájaro carpintero está agarrado a un tronco de árbol
representado por la figura que nos ocupa. También localizamos esta
figura en la cueva Potoo Hole, en la isla de Jamaica.
Arbol pintado en la cueva de Potoo Hole, Jamaica (derecha de la foto).
5 – Guacara de Comedero n°3
Coordenadas: 19°, 03, 47’ N., 70°, 17, 71’ W.
La
caverna fue reportada por Manuel García Arévalo, Julia Tavares y dato
Pagan en 1978. Contiene aproximadamente 95 pictografías y 8 petroglifos.
En la cueva discurre un río subterráneo que en época de lluvias hace
casi imposible el entrar en la caverna y completamente imposible llegar a
la sala de las pictografías. Para llegar al lugar de las pinturas hay
que adentrarse dentro del río y desplazarse por espacio de unos 100
metros dentro de estrechas galerías y grandes desniveles que hay que
salvar trepando. Esta circunstancia evidencia el carácter ritual e
iniciático del sitio donde se pinta en la cueva.
Las
pinturas son excelentes y se encuentran en muy buen estado. Destaca de
manera sorprendente una gran ave de casi un metro de altura que sostiene
una tortuga en su pico. El ave es un aura tiñosa, pájaro carroñero muy
frecuente en la zona. Está rodeada por diferentes figuras que se
integran en el mismo panel. Frente a ella aparece la misma figura del
ave pero a medio terminar. Esta circunstancia se da con bastante
frecuencia en el arte rupestre prehispánico del caribe y consideramos
que corresponde a la realización de bocetos o figuras desechadas a medio
trabajar que simplemente quedan abandonadas frente a la figura ya
definida y terminada satisfactoriamente.
Panel prehispánico y aura tiñosa, carroñera típica de la isla (Cathartes aura).
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Este
cuadro representa sin duda un antiguo mito. La figura de la rapaz es
frecuente en los mitos arahuacos y pudo ser extrapolado por un ave
carroñera en nuestra isla. Hemos recopilado uno que además involucra a
una tortuga que es muerta a picotazos por el ave, tal como se representa
en la escena presente en la caverna. Trata de la muerte de la tortuga a
manos una rapaz que después la descuartiza e invita al resto de las
aves de la selva al festín; de esta manera, comiendo las vísceras y la
sangre de la tortuga, los pájaros manchan su pico de rojo, sus plumas de
amarillo, etc, con la grasa o las vísceras del cadáver y adquieren los
colores que los caracterizarán para siempre. De esta forma los indígenas
explicaban el motivo del color de los pájaros.
En
la caverna se realizaron excavaciones arqueológicas en las que
aparecieron abundantes restos de carbón y muchos restos de la sustancia
que utilizaron los behiques (shamanes arahuacos de Las Antillas) como
pigmento para realizar las pinturas.
6 – Guacara de Comedero n°4Coordenadas: 19°, 03, 47’ N., 70°, 18, 02’ W.
La
caverna fue reportada por Manuel García Arévalo, Julia Tavares y dato
Pagan en 1978. Contiene aproximadamente 63 pictografías y 2 petroglifos.
Las pinturas de la caverna resultan sumamente interesantes; podemos
destacar la presencia de excelentes representaciones de fauna, como una
gran garza que se yergue en la pared de la cueva, la cabeza y parte del
cuerpo de un perro mudo, tortugas y diversas aves. También destaca por
su interés un conjunto de figuras humana danzantes. Otra de las
interesantes pinturas son un grupo de aves, con largos cuellos posados
sobre una rama, igual que en Guacara de Comedero n°2. En este caso el
tamaño de las aves hace pensar en el uso de la perspectiva, método
sumamente difícil de encontrar en la pintura taina, por lo que pensamos
que podría tratarse de una simple coincidencia. También aparece en la
caverna una pintura cuyo diseño es prácticamente igual que los que se
observan en los petroglifos de la Guacara de Sierra Prieta.
Añadir leyenda |
Aves pintadas en la guacara de Comedero n°4.
Montes de Caballero
Coordenadas: 18°, 59, 45’ N., 70°, 17, 06’ W.
Pinturas y bajorrelieve de la guacara de Los Jaguales.
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La
caverna se encuentra frente al río Cavimar. Contiene aproximadamente 5
pinturas y 8 petroglifos. Las pinturas siguen la tónica general de las
identificadas como pertenecientes a la Escuela de Borbón. Los
petroglifos siguen el patrón de los de tipo “carita”, pero con una
salvedad extremadamente importante: uno de ellos es una cabeza en
bajorrelieve de una calidad excepcional. Tal vez sea la mejor y más
naturalista representación de una cabeza humana de todas cuantas se
encuentran plasmadas en las cuevas antillanas. El artista aprovechó el
relieve natural de una colada estalagmítica y modeló a su vez el relieve
de la cabeza que sale de la misma roca; las facciones de la cabeza
están tratadas de manera excelente y el conjunto impresiona por su
realismo escultórico.
2 – Guacara de La VenturaCoordenadas: 18°, 59, 79’ N., 70°, 18, 91’ W.
La
cueva se encuentra cerca de la Guacara de Los Jaguales, fue localizada
en el año 2003 por los integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino y
el arqueólogo Adolfo López. Contiene alrededor de 17 petroglifos de
buena factura, fabricados con la técnica de la abrasión de la roca.
Representan “caritas” casi en su totalidad. Los petroglifos se
encuentran en buena parte alineados al disponerse sobre espeleotemas
característicos que caen del techo de la caverna.
Petroglifos de la guacara de La Ventura
|
La
Guacara de Los Caluche se encuentra en La zona Del Pie de la Loma. fue
localizada en el año 2004 por los integrantes de la Sociedad Ecológica
de Fantino y el arqueólogo Adolfo López. Contiene aproximadamente 18
petroglifos. Las muestras de arte rupestre son de gran calidad;
principalmente encontramos “caritas”, pero algunas de ellas han sido
dotadas de interesantes atributos, como coronas o rayos. También se
localizan algunas figuras humanas esquemáticas de cuerpo entero. La
caverna es francamente interesante y representa un lugar de culto
prehispánico de interesantes proporciones.
Petroglifos de la guacara de Los Caluche.
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4 – Guacara de Soliman
Coordenadas: 19°, 00, 76’ N., 70°, 17, 81’ W.
Boca de la guacara de Solimán y panel con pinturas.
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La
cueva se encuentra cerca de la Guacara de Los Caluche; fue localizada
en el año 2004 por los integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino y
el arqueólogo Adolfo López. Es de muy reducidas dimensiones y en su
interior se presentan 8 pictografías. El estilo de las mismas es el
común de toda la zona. Sorprende particularmente uno de los motivos
pintados, pues corresponde a un diseño que recuerda a un pez y que se
encuentra también, casi idéntico, en las guachas de Hoyo de Sanabe y La
SEF y en otras cavernas de la isla. El resto de las pictografías son en
su mayoría de tipo antropomorfo.
5 – Guacara de Los CacaosCoordenadas: 19°, 00, 82’ N., 70°, 19, 08’ W.
La
cueva se localiza em La zona del Alto del Samo. Fue localizada en el
año 2003 por los integrantes de la Sociedad Ecológica de Fantino y el
arqueólogo Adolfo López. Contiene alrededor de 30 petroglifos. La mayor
parte corresponden al tipo de “caritas” de sencilla factura. Destaca una
de ellas que fue fabricada en un relieve de la roca que la dota de un
volumen espectacular, dando la sensación de que toda la cabeza sale de
la roca.
Petroglifos de la guacara de Los Cacaos
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Zona de la presa de Hatillo
Presa de Hatillo
Coordenadas: 19°, 01, 00’ N., 70°, 15, 50’ W.
Esta
caverna es una de las más importantes del Caribe en cuanto al arte
rupestre que contiene. La caverna fue reportada por Manuel García
Arévalo, Julia Tavares y Dato Pagan en 1978. Contiene alrededor de 300
pinturas y 21 petroglifos. La calidad de las pictografías es
sorprendente, presentando auténticas obras maestras de arte
prehispánico. En sus paredes encontramos representaciones de deidades,
animales, máscaras rituales, objetos de uso cotidiano, representaciones
de ritos religiosos, escenas referentes a la mitología, etc. Una de las
más valiosas pictografías representa una canoa muy esquematizada, la
única que se ha localizado en el arte rupestre del Caribe insular.
Solenodon paradoxus, pintado en la cueva
Solenodon paradoxus, fotografiado en los montes dominicanos.
Las
pictografías corresponden a la Escuela de Borbón en todos sus aspectos,
tanto por la técnica empleada, como por la iconografía que presentan.
Hay algunos motivos recurrentes que se encuentran también en las
cavernas pintadas del área protegida, como son los hombres cargando un
cadáver, los personajes realizando el rito de la cohoba, grandes aves
presidiendo paneles, dibujos geométricos en piezas cuadradas o
rectangulares, grupos de aves posadas en una rama, etc.
Los
cuadrúpedos de la guacara de Hoyo de Sanabe son francamente
espectaculares. Destaca una figura muy realista pintada en gran tamaño,
casi ochenta centímetros de largo, sobre la que caminan dos aves y
asociada a una pintura de los gemelos divinos, que probablemente sea una
representación del jaguar. En los mitos continentales este animal se
vincula frecuentemente a la historia de los gemelos divinos. Las
máscaras rituales pintadas en pareja son de una belleza exquisita y
además de su perfecto estado de conservación, sorprende la viveza del
pigmento negro con se fabricaron. Igualmente resultan de gran interés
dos figuras femeninas que trepan por bejucos, probablemente haciendo
mención a mitos, frecuentes entre las culturas arahuacas, en los que los
habitantes de la tierra utilizaban los bejucos para subir al cielo.
Posible jaguar del Hoyo de Sanabe (abajo a la izquierda).
Una
excelente representación de los gemelos divinos, esta vez en forma de
hermanos siameses se localiza perfectamente conservada en las paredes de
la cueva. El mismo motivo lo encontramos pintado en la Cueva del
Ferrocarril en el Parque Nacional Los Haitises y grabado en las rocas
del río Chacuey en la provincia de Dajabon. Las parejas de aves
idénticas también las encontramos pintadas en la cueva del Ferrocarril.
Los personajes inhalando cohoba son tan frecuentes en esta caverna como
en la n°1 y n°2 de Borbón, al igual que las figuras de aves, siempre
hieráticas y de perfil, que también se repiten incesantemente en las
cavernas de Los Haitises y en la zona de Comedero Arriba. La identidad
de representaciones y del estilo con el que se realizan en puntos tan
distantes de la isla, nos confirma que la Guacara de Hoyo de Sanabe es
un importante lugar ritual prehispánico, que demuestra sin lugar a dudas
la identidad cultural de los grupos arahuacos que poblaban la antigua
Quisqueya.
Los gemelos divinos de Hoyo de Sanabe (arriba a la izquierda) y en otros sitios.
Durante
los trabajos arqueológicos realizados en la caverna por sus
descubridores en 1978 se localizaron algunos restos de cerámica taina de
tipo chicoide. También aparecieron restos alimenticios, parte de un
fogón y huecos de poste que sugieren la preparación de estructuras de
madera dentro de la cueva. Sin embargo no se observaron restos de la
utilización del sitio como vivienda.
Pinturas de la guacara de Hoyo de Sanabe: canoa y pareja de aves y máscaras.
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Indígena trepando por un bejuco y fotografía recreando el tema pintado.
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Posible pintura de jaguar en la guacara de Hoyo de Sanabe.
2 – Guacara de La SEF
Coordenadas: 19°, 00, 18’ N., 70°, 14, 31’ W.
Coordenadas: 19°, 00, 18’ N., 70°, 14, 31’ W.
Coco prieto (Plegadis falcinellus) asociado a un petroglifo en la guacara de La SEF.
La
Guacara de La SEF (Sociedad Ecológica de Fantino) es una de las
cavernas pintadas más interesantes de la isla de Santo Domingo; fue
descubierta en el año 1994 por los integrantes de la Sociedad Ecológica
de Fantino y el arqueólogo Adolfo López. Fue bautizada con ese nombre en
honor al dedicado trabajo realizado por los integrantes de la Sociedad
Ecológica de Fantino a favor de la conservación del arte rupestre y la
localización de cavernas en toda la zona. Contiene más de 100 pinturas y
aproximadamente 5 petroglifos.
Algunas
de las pinturas de la caverna son francamente impresionantes; destaca
una gran ave, de unos 60 cm., de anchura que representa un coco prieto (Plegadis falcinellus).
También encontramos dos figuras humanas en pareja, una mayor que la
otra, realizadas con gran naturalismo y de medidas impresionantes, pues
la mayor mide más de un metro de altura. Grandes máscaras rituales y
multitud de aves se suceden pintadas en los paneles de la caverna. Los
petroglifos son de gran calidad y uno de ellos, el mejor terminado
sugiere una relación con la pintura del gran ibis. Este ibis ocupa todo
un panel preferencial que lo enmarca en su totalidad, dando la sensación
de hallarnos ante un cuadro enmarcado por la roca.
La
morfología de la cueva es espectacular, pues posee dos niveles
comunicados por un impresionante pozo. Tiene dos entradas donde se
localizan pinturas. Cuenta con abundantes espeleotemas e interesantes
coladas y el conjunto de la caverna y su arte rupestre presenta una
belleza escénica.
Pez pintado (arriba izquierda) y sus paralelos en otras cavernas.
Un
interesante pez se localiza en la cueva. Esta pintura se repite casi
idéntica en otras cavernas de la isla, lo que nos demuestra que se trata
de algún tipo de representación mitológica de gran importancia.
Panel con pinturas de la guacara de La SEF.
Coordenadas: 19°, 00, 15’ N., 70°, 14, 55’ W.
La
Guacara de Jenny es una pequeña caverna pintadas situada muy cerca de
la Guacara de La SEF; fue descubierta en el año 1994 por los integrantes
de la Sociedad Ecológica de Fantino, Jenny Polanco y el arqueólogo
Adolfo López. Contiene unas 8 pinturas muy alteradas por las condiciones
naturales y aproximadamente 5 petroglifos. Las pictografías siguen la
tónica general de la zona, al igual que los petroglifos. Estos se
encuentran en bastante buen estado y están muy definidos. Destaca una
representación esquemática de la cara de la lechuza.
CONCLUSIÓN
El
arte rupestre del Parque Nacional Aniana Vargas es una muestra
invalorable del nivel de sensibilidad con que contaban los pueblos
prehispánicos de Las Antillas. Las técnicas de la pintura, el grabado y
la escultura que encontramos fueron puestas al servicio de la religión y
de la conservación del acervo cultural por excelentes artistas
plásticos. Gracias a su dedicado trabajo de estas personas, hoy
anónimas, contamos con la posibilidad de conocer cuales fueron las
costumbres ancestrales de los indígenas caribeños, qué animales
convivieron con ellos y qué creencias religiosas consideraban
fundamentales en su teogonía.
Espero
que después de este somero paseo por la nueva área protegida los
investigadores se animen a visitarla y a estudiarla en la medida que se
merece un recurso cultural que esperamos sea declarado en un plazo breve
como Patrimonio de la Humanidad.
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo citar este artículo:
López Belando, Adolfo. Arte rupestre en el Parque Nacional Aniana Vargas
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/aniana.html
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/aniana.html
2010
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