JUAN DOMINGO PERÓN EN REPÚBLICA DOMINICANA
27 DE ENERO DE 1958: LLEGA PERÓN A LA REPÚBLICA DOMINICANA.
Perón e Isabelita, junto a Roberto Galán y su esposa -detrás, debe estar el edecán que le nombró Trujillo, el teniente coronel Montás Guerrero (personaje escapado de la novela de Vargas Llosa "La fiesta del chivo")- en el hotel Jaragua de Santo Domingo.
Un rol clave en toda la estrategia política que desembocará en el acuerdo Perón-Frondizi fue el jugado por el asesor económico del último, el empresario Rogelio Frigerio. Éste era partidario de un programa económico y social desarrollista, que pretendía transformar el país a través de la expansión de la industria nacional. En los últimos meses, Frigerio había tratado de obtener el respaldo de Perón para constituir una alianza electoral que apoyara su programa. Perón, sin embargo, no estuvo convencido de respaldar los planes frondizistas hasta fines de 1957.
En el primer día de 1958 Caracas es un hervidero. Ese día estalló una rebelión contra el dictador Pérez Jiménez, en la base aérea de Maracay. Aunque el gobierno la aplasta, sus días están contados. Al promediar el mes se producirá un nuevo alzamiento, que deterinará su caída definitiva el 21 de enero.
Mientras tantos digamos que las negociaciones con el candidato de la UCRI al gobierno argentino se llevaron a cabo en Caracas, donde Frigerio viajó dos veces. La primera vez llegó el 3 de enero de 1958 y la segunda el 18. En la última circunstancia se produjo la revolución que derrocó al dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, por lo cual las tratativas se suspendieron, dado que Perón debió trasladarse a Santo Domingo por su seguridad y la de toda su comitiva argentina; y Frigerio regresó a Buenos Aires.
El embajador dominicano, Rafael Bonnelly, transmite a Perón una invitación del "Chivo" Rafael Trujillo para que disponga de la embajada de ese país. El 23 de enero, se traslada con Isabel a la sede diplomática de Santo Domingo, donde poco después se le reunirán Cooke, Américo Barrios, Kelly, Gilaberte, Landajo, Oliva y Roberto Galán.
El grupo permanece en la legación dominicana hasta el 27, con bastente sobresalto -por cierto- pues personas no identificadas perpetran un ataque contra el edificio con armas de fuego, siendo rechazadas por el personal de custodia.
Tras una rápida consulta telegráfica con Trujillo, el embajador Bonnelly adoptará las previsiones necesarias para el traslado de Perón a Santo Domingo. El mismo día 27, a las 17.50, aborda una aeronave que lo depositará en ciudad Trujillo (actual Santo Domingo) a las 20.45.
El ex presidente argentino se alojará en el hotel Jaragua, donde días más tarde se reunirán Isabel, Cooke y Américo Barrios. Poco después, el grupo se trasladará a un hotel más económico y tranquilo: el Paz. El "generalísimo" Trujillo ha puesto a disposición de Perón un edecán militar, el teniente coronel Montás Guerrero, con quien trabará una relativa amistad.
Mientras tanto en Buenos Aires se ultimaban los detalles del documento a firmarse que sellará el pacto Perón-Frondizi, siendo éste remitido a Santo Domingo el 5 de febrero por medio de un enviado especial.
Cabe mencionar aquí que el embajador argentino en Venezuela, general Carlos Toranzo Montero, desempeñó un rol activo en la preparación del golpe que derrocaría al dictador Pérez Jiménez. Esta intervención llevó al gobierno de Venezuela a declarar persona no grata al embajador argentino y a retirar a su embajador en la Argentina. El 6 de julio de 1957, el gobierno argentino daba a conocer la interrupción de las relaciones con Venezuela, fundamentando la decisión en la negativa del gobierno de ese país en atender las peticiones para que "reprimiera las actividades delictuosas que se llevan a cabo desde su territorio en forma sistemática contra el pueblo y el gobierno argentino, incitando al terrorismo y a la subversión", lo que aludía a la residencia de Perón en ese país y a las negociaciones que éste realizaba desde allí. Por cierto, instaurada la Junta Militar Revolucionaria, presidida por el contraalmirante Wolfgang Larrazábal, quien tenía una antigua amistad con el almirante Rojas desde que había sido agregado naval en Buenos Aires, el gobierno argentino reanudó inmediatamente las relaciones diplomáticas. Esta evolución de los acontecimientos explicaría el hecho de que Perón haya debido salir rápidamente de Venezuela al conocerse el golpe, temiendo por su seguridad.
La situación se repitió con la República Dominicana, al instalarse Perón en Santo Domingo. El gobierno argentino juzgó como una desconsideración de ese gobierno el que no fueran atendidos sus reclamos por la "injerencia que desde ciudad Trujillo ha tenido en la política el ex dictador Juan Domingo Perón, que allí ha encontrado asilo después de su fuga de Caracas". En consecuencia, el 9 de abril de 1958, se declararon suspendidas las relaciones diplomáticas con el gobierno dominicano.
Publicado por Daniel Chiarenza
27 DE ENERO DE 1958: LLEGA PERÓN A LA REPÚBLICA DOMINICANA.
Perón e Isabelita, junto a Roberto Galán y su esposa -detrás, debe estar el edecán que le nombró Trujillo, el teniente coronel Montás Guerrero (personaje escapado de la novela de Vargas Llosa "La fiesta del chivo")- en el hotel Jaragua de Santo Domingo.
Un rol clave en toda la estrategia política que desembocará en el acuerdo Perón-Frondizi fue el jugado por el asesor económico del último, el empresario Rogelio Frigerio. Éste era partidario de un programa económico y social desarrollista, que pretendía transformar el país a través de la expansión de la industria nacional. En los últimos meses, Frigerio había tratado de obtener el respaldo de Perón para constituir una alianza electoral que apoyara su programa. Perón, sin embargo, no estuvo convencido de respaldar los planes frondizistas hasta fines de 1957.
En el primer día de 1958 Caracas es un hervidero. Ese día estalló una rebelión contra el dictador Pérez Jiménez, en la base aérea de Maracay. Aunque el gobierno la aplasta, sus días están contados. Al promediar el mes se producirá un nuevo alzamiento, que deterinará su caída definitiva el 21 de enero.
Mientras tantos digamos que las negociaciones con el candidato de la UCRI al gobierno argentino se llevaron a cabo en Caracas, donde Frigerio viajó dos veces. La primera vez llegó el 3 de enero de 1958 y la segunda el 18. En la última circunstancia se produjo la revolución que derrocó al dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, por lo cual las tratativas se suspendieron, dado que Perón debió trasladarse a Santo Domingo por su seguridad y la de toda su comitiva argentina; y Frigerio regresó a Buenos Aires.
El embajador dominicano, Rafael Bonnelly, transmite a Perón una invitación del "Chivo" Rafael Trujillo para que disponga de la embajada de ese país. El 23 de enero, se traslada con Isabel a la sede diplomática de Santo Domingo, donde poco después se le reunirán Cooke, Américo Barrios, Kelly, Gilaberte, Landajo, Oliva y Roberto Galán.
El grupo permanece en la legación dominicana hasta el 27, con bastente sobresalto -por cierto- pues personas no identificadas perpetran un ataque contra el edificio con armas de fuego, siendo rechazadas por el personal de custodia.
Tras una rápida consulta telegráfica con Trujillo, el embajador Bonnelly adoptará las previsiones necesarias para el traslado de Perón a Santo Domingo. El mismo día 27, a las 17.50, aborda una aeronave que lo depositará en ciudad Trujillo (actual Santo Domingo) a las 20.45.
El ex presidente argentino se alojará en el hotel Jaragua, donde días más tarde se reunirán Isabel, Cooke y Américo Barrios. Poco después, el grupo se trasladará a un hotel más económico y tranquilo: el Paz. El "generalísimo" Trujillo ha puesto a disposición de Perón un edecán militar, el teniente coronel Montás Guerrero, con quien trabará una relativa amistad.
Mientras tanto en Buenos Aires se ultimaban los detalles del documento a firmarse que sellará el pacto Perón-Frondizi, siendo éste remitido a Santo Domingo el 5 de febrero por medio de un enviado especial.
Cabe mencionar aquí que el embajador argentino en Venezuela, general Carlos Toranzo Montero, desempeñó un rol activo en la preparación del golpe que derrocaría al dictador Pérez Jiménez. Esta intervención llevó al gobierno de Venezuela a declarar persona no grata al embajador argentino y a retirar a su embajador en la Argentina. El 6 de julio de 1957, el gobierno argentino daba a conocer la interrupción de las relaciones con Venezuela, fundamentando la decisión en la negativa del gobierno de ese país en atender las peticiones para que "reprimiera las actividades delictuosas que se llevan a cabo desde su territorio en forma sistemática contra el pueblo y el gobierno argentino, incitando al terrorismo y a la subversión", lo que aludía a la residencia de Perón en ese país y a las negociaciones que éste realizaba desde allí. Por cierto, instaurada la Junta Militar Revolucionaria, presidida por el contraalmirante Wolfgang Larrazábal, quien tenía una antigua amistad con el almirante Rojas desde que había sido agregado naval en Buenos Aires, el gobierno argentino reanudó inmediatamente las relaciones diplomáticas. Esta evolución de los acontecimientos explicaría el hecho de que Perón haya debido salir rápidamente de Venezuela al conocerse el golpe, temiendo por su seguridad.
La situación se repitió con la República Dominicana, al instalarse Perón en Santo Domingo. El gobierno argentino juzgó como una desconsideración de ese gobierno el que no fueran atendidos sus reclamos por la "injerencia que desde ciudad Trujillo ha tenido en la política el ex dictador Juan Domingo Perón, que allí ha encontrado asilo después de su fuga de Caracas". En consecuencia, el 9 de abril de 1958, se declararon suspendidas las relaciones diplomáticas con el gobierno dominicano.
Publicado por Daniel Chiarenza
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