viernes, 5 de diciembre de 2014

El arte y los tejidos en la edad de oro de la cultura Taina, en la Isla de Santo Domingo



El arte  y los tejidos en la edad de oro de la cultura Taina, en la Isla de Santo Domingo
En el período de esplendor de Haití que ha  hurgado más reciente investigación y a que alude la misma crónica  los tainos introdujeron los  tejados de algodón  y lino para sus vestidos y túnicas, respectivamente, y  se ocuparon de sus toscas e incipientes industrias. El arte  brilló en  una Edad de Oro de su Cultura, según la tradición.
Al nacer las industrias bajo el reinado de Behique II, se ocuparon los indígenas de fabricar con algodón hilado “cairos”, o sea fajas o ligas que usaban en las piernas, y especies de faldetas o faldellines  los que servían de vestidos a las mujeres. “Estas indias, dice Fernando Colón, traen  las piernas fajadas con algodón hilado, para que parezcan gordas, y llaman CAIRO a este adorno, el cual, tiene por gran gentileza, y  se le aprieta de tal suerte que si por algún motivo se desfajan   queda la parte de la pierna desfajada muy   delgada (Se ha dicho como las “naguas” que usaban las casadas no eran sino faldillas de algodón  que las cubría desde la cintura hasta la media pierna…… Salieron delante 30 mujeres, escribe el Obispo de la Casas las que tenia por  mujeres  el rey Bohechio, todas desnudas en cueros, sólo, cubierta sus vergüenzas con unas medias faldillas de  algodón  blancas y muy bien labradas en la tejadura de ellas, que llamaban naguas, que las cubrían desde la cintura hasta media piernas .. Vol. II. P. 139.. hoy se dice enaguas y  son  de habitual  uso para todas las mujeres)
Se fabricaban, además, sillas hermosas, negras y bruñidas como si fueran azabaches, y  todas las otras cosas  para servicio de  mesas (presento  esta señora (Anacaona ) a Don Bartolomé muchas sillas, las más hermosas que eran todas negras y bruñidas como  si fuera azabache; de todas las otras cosas para servicios de mesas,  y naguas de algodón ( que eran como una faldillas que  traían las mujeres desde la cintura hasta media piernas,  tejidas y con labores del mismo algodón  blanco o maravilla, cuantas  quiso llevar y más la agradaban ( Casas Vol. II. P. 1489). Agrega Las Casas, y hamacas (traída a das a colación en  otra parte de esta obra), que no eran sino cama colgantes de los indios sujetas por hilos (Algunas cosas que hacían de algodón, como eran las hamacas en que dormían, cama   harto buenas para tierra donde hace frio, hechas por muy buen artificio, y las naguas  (Las Casas, Apologética, p. 157), “ Hico, cuerda de donde  penden las hamacas ( Oviedo, Historia, Vol. I p. 131)  y Sumario, p. 464) y (Tejera, p.277)
Entre estos objetos que constituían  el menaje de la casa hay que destacar el “DUHO” o DUJO que es un taburete o banqueta baja de  madera, que los caciques lo tenían de muchos lujo como refiere Oviedo ( Salieron a recibirlos y los llevaron en brazos a la ciudad dándole para alojamiento un  gran  casa de aquellas, donde los hicieron sentar en unos asientos hechos de una pieza extraña forma y semejante a un animal que  tiene brazos y las piernas corta y la cola un poco levantada para apoyarse, la cual no es menos larga que el asiento, para estar con más conveniencia, con  una cabeza en la facha y en los ojos y orejas de oro. A estos  asiento llaman los indios DUCHE (F. Colón. Vol. P. 120)  (Oviedo los  llamas dujos ( Vol. II, p. 25)  “ Hicieron  asentar al Almirante en un silla con  su espaldar, baja de la que  ellos usaban, que son muy lindas y bruiñidas y relucientes, como si fuesen de azabache, que  ellos llaman  duhos ( Casas Vol., I p. 409). Estos dujos los citas  en su Prehistoria de Puerto Rico” el historiador Cayetano Coll y Toste  que  atribuye también al primitivo indio borriqueño,  “ Entre los  restos del primitivo pueblo al primitivo indio borriqueños  llamaban dujo. En  formada esta sillica de una  sola pieza  y suele tener algunos trabajos de ornamentación, al capricho ( p. 47).  Y los de hueso y ornamenta personales de piedra.  (En la colección  de la Caleta  de Youmans se cuenta una gran espátula vómica en la figura de  cocodrilo, tallada en una  costilla de manatí, la  cual tiene una longitud de 230 mils.. el cual se debía usar como medidas  para  el polvo que aspiraban  o fumaban, mezcla de cohoba o cojoba ( tabaco) y otra  planta narcótica.)
Se tejía con las hojas de guano o de cana una  cesta  que figuraba en todo “ eracrá” o especie de bohío indio. Esta cesta se denominaba como  un fruto muy nutritivo, esto es, “ haba” o hava de palma que se  llenaba ordinariamente de oro ( Y llévenlas  ( las hamaca)  en  estas partes e indias los  hombres de guerra  dentro de unas  cestas como sus tapaderas ligeras,  que acá se llaman  havas y en  otras partes destas  indias se dicen estacas, según se dirá adelante, las cuales hacen de los bihaos, e así van guardada e limpias ( Oviedo. Vol. I. O. 132)
Manufacturaban el lino con el cual  hacían  las túnicas que se tiraban arriba sobre el cuerpo probablemente cubierta con  otra prenda de vestir, los grandes dignatarios, caciques y representativos de esta isla del Caribe. Los héroes se echaban a las espaldas mantas que los distinguían en las batallas, escaramuzas, combates singulares o peleas llamadas “guazabaras o guarzaguara (“Batalla, escarnamusa, combate significa guasábara. Voz general muy generalizada en todo el continente americano y aún en las islas de Cuba y Haití (Oviedo, vol. IV, p. 599). Dichas  mantas de hilo o mantas de hilo o túnicas cuando eran más sobrias se tejían con cabuyas y henequén que era más suave y delgado ( Los que dicen lino, debe querer decir la cabuya, que son unas pencas como las zavilla, de que se hace hilo y se puede hacer tela o lienzo de ello, pero más se asemeja al cáñamo  que  al lino, hay dos maneras de ello; la cabuya y nequén, la cabuya es más gruesa  y áspera, y el nequén más suave y delgado, ambos son vocablos de esta isla Española ( Casas, vol, p. 315)
En cuanto a su arte, el taino culto a que se está aludiendo, era muy hábil en la fabricación de ollas o postizas, y objetos de barro cocido que ornamentaba admirablemente como de modo prolijo se describió y relacionó en esta obra al tratar de su cultura artística
Trabajaba este indio culto y refinado, tal cual lo hace el alfarero moderno, con la arcilla, la que cocía al fuego indirecto y endurecía para dar a ella consistencia de concreto, y con este material forjaba vasijas de todas clases  cazuelas, burenes


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