La Iglesia Romana
El origen de ésta organización político religiosa se remonta al año 300 después de Cristo; los cristianos se habían multiplicado en el Imperio Romano en proporciones alarmantes para la clase dominante romana.
La sociedad y la estructura del poder político se basaba en esa época en el despotismo, había una clase dominante, los ciudadanos romanos y dentro de ella una pirámide de poder, de acuerdo al poder económico y político de susmiembros.
Debajo de ésta clase estaba una sociedad de dominados o esclavos, que no tenían derecho a nada y sus vidas estaban a merced de sus amos, los ciudadanos.
La clase dominante ejercía el poder en forma despótica, cruel y despiadada.
En el año 300 después de Cristo, mandaba el emperador Constantino, gobernante que se caracterizaba por su crueldad, malicia, y habilidad política maligna que eran muy notables.- El poder político y la estabilidad del Imperio romano se tambaleaban , esa estructura de poder, se basaba desde hacía muchos siglos en la crueldad, el odio, el irrespeto a la vida de los esclavos, no había piedad para los dominados, que eran la gran mayoría, las matanzas y ejecuciones, eran diarias y eran una diversión para los romanos.
Las enseñanzas y doctrinas del Cristo basadas en el amor, la piedad, el respeto por la vida, el temor a Dios y a sus Mandamientos, se había divulgado por todo el orbe y los seguidores de esas enseñanzas eran centenares de miles. Estas enseñanzas eran subversivas y peligrosas para la estabilidad del Imperio romano como tal.
Los nobles o ciudadanos romanos que simpatizaban con ellas, liberaban a sus esclavos y les enseñaban que tenían derechos como seres humanos, se negaban a apoyar las ejecuciones y matanzas de esclavos, los soldados que aprendían éstas enseñanzas se negaban a combatir y a matar, los esclavos se sublevaban y el Imperio era un polvorín que amenazaba derrumbarse. Las matanzas de cristianos en los circos se hicieron comunes, pero ello aumentaba su número, pues su abnegación, su fe, su heroísmo al morir atraían cada vez más, especialmente a las clases bajas.
Constantino que era un político y gobernante cruel, inteligente para el mal y despiadado, ideó, junto con otros esbirros, colaboradores suyos, un plan diabólico para neutralizar el peligro cristiano.
Ellos elaboraron las bases de una religión, que sería impuesta como obligatoria, ésta religión debía tener ingredientes del cristianismo, para engañar a la gente, pero en el fondo, tenía que ser lo suficientemente perversa, intrigante y con una extrema malicia, como para neutralizar a esa subversión que significaba el verdadero cristianismo gnóstico, para el Imperio romano.
Roma era el imperio del odio, véase que Roma es amor al revés y la doctrina del Cristo se basaba en el amor al prójimo.
Se mezclaron en la nueva religión las doctrinas cristianas originales gnósticas deformadas y amañadas a lo que convenía, con doctrinas paganas. Se hicieron imágenes del Cristo clavado en la cruz, de los apóstoles, del pesebre, del niño dios, de la virgen, etc.
Se omitió, la niñez y la juventud del Cristo, sus reales enseñanzas, las doctrinas que dió en su viaje por la India, Medio Oriente, China, Egipto, etc., las cuales están en los Apócrifos (léanse los Apócrifos de la Biblia), y éstos versículos de la Biblia fueron recortados, suprimidos de las Biblias y prohibidos como apócrifos, que quiere decir, ilegal mentiroso, nocivo, etc.
En el 314 D.C. cuando los demonios con cuerpo físico, que idearon éste plan diabólico, hubieron reunido la suficiente información, sobre la vida de Cristo y su obra, se reunieron en el Concilio de Nicea y sentaron las bases de lo que sería la Iglesia Católica apostólica y romana, diferente al verdadero cristianismo gnóstico y Esenio.
Dentro de la ideología, que publicaron estaba la que se hicieran imágenes de yeso, palo, etc., de dioses paganos y cristianos, como apóstoles, Cristo en la cruz, los santos, la virgen madre, etc., de yeso, palo u otros materiales.
Ellos sabían bien que las imágenes estaban prohibidas en la Biblia, que pasaba a ser desde ese momento, el libro más subversivo y delincuencial que existía, según los decretos emitidos por el gobierno romano, desde ese momento. Tan grave era leer la Biblia que la persona a la que se le encontrara una Biblia en su casa, o entre sus pertenencias, era quemado vivo con todos los que vivieran bajo el mismo techo, y demolida la casa.
Al aprobarse el Concilio de Nicea, al aprobar sus estatutos, se firmó la muerte del verdadero cristianismo gnóstico, y esa era en el fondo, la finalidad. Se hizo obligatoria, por parte del Imperio, ésta religión, que se llamó católica (que quiere decir universal), el que no aceptara la religión católica, era considerado reo peligroso y era muerto, y todo el mundo debía pagar el diezmo, de todo el dinero que ganara, a la iglesia católica de Roma y se debía arrodillar ante las estatuas de yeso o madera que había exhibidas en las iglesias y asistir obligatoriamente a éstas, cantar los himnos, que se inventaron y demás ritos.
El que no cumpliera con todos esos requisitos era considerado delincuente y era muerto, y lo mismo el que no pagara el diezmo completo de lo que ganara, era muerto.
Como religión infernal, creada e ideada para destruir al verdadero cristianismo gnóstico, lo primero que pusieron en práctica fue prohibir la Biblia, bajo pena de muerte, lo segundo importante fue que, con los primeros meses de diezmos, recogidos en todo el orbe, hasta donde alcanzaban los dominios del Imperio romano, con todo ese dinero, formaron un gran ejército de mercenarios, sicarios, asesinos a sueldo, o como se les quiera llamar y les ordenaron perseguir y asesinar y apresar a los verdaderos cristianos gnósticos.
Las matanzas de cristianos fueron enormes, la nueva iglesia católica romana, organizó una enorme carnicería a nivel mundial, en todas las provincias y territorios dominados por el imperio romano, estos ejércitos de asesinos contratados por la iglesia de Roma, buscaban a los cristianos y los mataban.
Para financiar estas matanzas, usaron los primeros diezmos, recaudados como impuesto obligatorio del Imperio romano, la iglesia católica romana, poco a poco, con crueldades y asesinatos sin límites, fue sofocando la subversión que provocaba el cristianismo en el Imperio.
Los sucesivos papas de Roma, fueron consolidando el poder político de éste monstruo, hibrido religioso creado con la perversa finalidad de destruir a los discípulos del credo cristiano gnóstico, e ir borrando de las mentes de las masas, el verdadero credo y doctrina cristiana.
Con el correr del tiempo, el Imperio romano se desmoronó y se fueron creando, en lo que ahora es Europa y Medio Oriente, reinos diversos, los visigodos, los teutones, los sajones, etc.
La Iglesia católica romana no cayó con el Imperio romano, se fue consolidando en los diferentes reinos, al principio con bajo perfil, pero con el tiempo fue adquiriendo poder político y económico.
Los poderosos económicamente en cada país, se fueron asociando con los líderes de la iglesia católica romana y se creó una oligarquía de poder en cada país, donde el poder temporal, representado por la oligarquía económica política, formada por el rey, los nobles, los terratenientes o señores feudales, que se asociaron con el poder de la iglesia católica de Roma. Se organizaron, entre el clero católico y los nobles de cada país, las cruzadas que eran expediciones a la tierra santa para rescatar esas tierras de manos de los árabes o sarracenos.
Pero la finalidad de la iglesia católica, en el fondo era ir depredando y saqueando los tesoros de los países o reinos que se encontraban a su paso, en el viaje de los cruzados al santo sepulcro. Con estas cruzadas logró la iglesia católica, con sede en Roma (Vaticano), reunir una enorme riqueza en oro, joyas, y tesoros de todo tipo, producto del robo, el pillaje, el asesinato de centenares de miles de personas que, por el único pecado de encontrarse en el paso de estos depredadores, comandados por la santa iglesia católica apostólica romana, fueron masacrados y sus riquezas robadas pasaron a manos de ésta iglesia.
Centenares de miles de inocentes cayeron víctimas de las espadas asesinas de los cruzados, dirigidos y comandados por la iglesia católica, que con la excusa de ir a rescatar las tierras santas, de manos de los infieles, iba depredando y asesinando a todos los que encontraban a su paso. Estos cruzados eran en realidad hordas de delincuentes y asesinos guiados y al mando de sacerdotes católicos, los hechos ponen de manifiesto las intenciones ocultas.- Ya la Iglesia católica al caer el imperio romano, por el año 500 a 600 D.C.
tenía una inmensa fortuna, en tierras en todo el mundo, oro, tesoros, etc. producto del cobro de diezmos obligatorio que impuso Constantino y los distintos papas y emperadores romanos a todas las provincias del imperio, de los robos y el pillaje de las cruzadas y de las presiones que la santa iglesia ejercía sobre los reyes gobernantes de los distintos reinos, para que le regalaran o donaran bienes y oro a la misma.
La iglesia católica tenía templos, enormes extensiones de tierras, un inmenso tesoro en oro en el Vaticano y en las sedes centrales de todos los países. Con esa enorme riqueza crearon ejércitos poderosísimos, hubo papas que fueron, al mismo tiempo que papas o jefes de la iglesia, generales de los ejércitos católicos. Estos se asociaban a los nobles y clases dominantes de cada reino y creaban un gobierno híbrido, en el que mandaban o tenían el poder político, los prelados de la iglesia católica, los nobles y los señores feudales más poderosos, entre los que elegían el rey, y ellos, los prelados de la iglesia católica, lo coronaban ante el pueblo y se establecía en ese país la santa alianza, entre el poder político – económico de la nobleza y el poder político- religioso y económico de la iglesia católica.
Pero siempre la iglesia católica romana estaba por encima de los reyes, quien mandaba en realidad en casi todos los países era el mando de la iglesia católica, el papa, los cardenales de roma y los obispos que se nombraban en cada país y que ordenaban a los reyes lo que debían hacer.
Así pasaron mil años, del año 500 al 1.500 D.C., época terrible, oscura en conocimientos, en ciencia, en amor al prójimo, donde como decíamos, la iglesia católica designaba a los reyes, a los señores feudales o nobles, que poseían inmensas extensiones de tierra y en cada una, tenían una población esclava, que laboraban la tierra como esclavos y recibían como pago de las cosechas del señor feudal, una paga miserable que les permitía, medio comer.
No cambió mucho el sistema injusto y esclavista del imperio romano en esos 1000 años oscuros, injustos y tenebrosos de la llamada baja edad media, donde los reinos se dividían en feudos, propiedad de un noble o señor feudal, que era el amo despótico y absoluto de la población que habitaba en esa extensión de tierra llamada feudo.
Los señores feudales obedecían al rey y cuando alguno se sublevaba y no quería o era renuente a pagar el tributo al rey y a la iglesia católica, que era un gran porcentaje de la producción agrícola, ganadera, artesanal del feudo, el ejército del rey y la iglesia católica se encargaban de hacer entrar en razón a ese señor feudal, que si era muerto por su rebeldía, ese feudo se lo repartían entre el rey y la iglesia.
El poder y la opresión lo ejercía la iglesia católica romana en forma despótica y terriblemente injusta, las ejecuciones eran comunes, la muerte en la hoguera, más cruel que la muerte en la cruz, fue adoptada por la iglesia católica. Las ejecuciones masivas eran comunes, pueblos enteros que se rebelaban contra la injusticia y la opresión impuesta por los prelados católicos, eran ejecutados en las formas más crueles posibles, la iglesia perfeccionó métodos de tortura que los romanos no habían ideado.
La crueldad y el refinamiento para hacer sufrir a los pueblos y mantenerlos en el temor y en el terror, llegó a niveles increíbles, inventaron sistemas de tortura como el potro, que era una máquina en donde la víctima era estirada por los brazos y piernas y terminaban arrancándole los miembros, en medio de terribles dolores.
Estas torturas se hacían en público, en las plazas y era obligatoria la asistencia de las gentes; en otros casos, amarraban a las víctimas a cuatro caballos, cada brazo y cada pierna a un caballo y les daban látigo a éstos, hasta que les arrancaban los miembros a las víctimas, por supuestos éstas ejecuciones eran bendecidas y dirigidas por los sacerdotes católicos, colgaban a las pobres víctimas, que eran acusadas por simples sospechas o por denuncias anónimas, de los pulgares y les ponían grandes piedras en los pies y en los testículos, los freían en aceite, en grandes sartenes, o en planchas calentadas al rojo vivo, etc., el que dude de éstas barbaridades, vaya a Colombia, Cartagena o en México y pregunte por el Palacio de la Inquisición, que es una especie de museo, en la casa donde funcionaba la inquisición, y vea todos los instrumentos de tortura, en vivo .
Crearon, los jerarcas de la iglesia católica, ejércitos de sicarios y asesinos a sueldos, al mando de sacerdotes católicos que los entrenaban en torturas y asesinatos. Se inventaron estos jerarcas delitos como ” brujería”, “endemoniados”, “discípulos de Satán” y otros delitos con los que podían acusar a cualquiera, que no le cayera bien al prelado católico de turno, al obispo , etc. y hacerlos prisioneros y ejecutarlos. Nadie estaba libre, ni aun los señores feudales, los nobles, nadie. En cuanto a los poderes que tenían los nobles o señores feudales sobre los habitantes de su feudo eran absolutos.
Había prácticas crueles y diabólicas que impuso la iglesia católica como eran por ej. el derecho de pernada. Cuando una muchacha virgen quería casarse, los padres debían comunicarlo al señor feudal y éste daba o no el consentimiento, pero si lo daba, la primera noche de bodas, la novia debía ser inaugurada y violada por ese señor feudal, el que después de esa noche de placer o de las que le vinieran en ganas, se la entregaba al novio. El satanismo y la perversión de los jerarcas católicos no conoció límites.
Estaba prohibido bajo pena de muerte en la hoguera, inventar algo y darlo a conocer a la gente, sin consular previamente con las autoridades de la iglesia y éstos autorizaban o no, el que se hiciera público el invento, generalmente decían que no, y prohibían divulgar al autor, su invento o descubrimiento, por sencillo que fuera. Si el invento era importante los sacerdotes consultaban a sus superiores obispos y jerarcas eclesiásticos y éstos, en la mayoría de los casos, prohibían divulgar el descubrimiento o invento.
Así murieron en la hoguera o torturados en otras formas crueles, miles y miles de seres inteligentes y creativos que inventaban cualquier cosa y así durante 1000 largos años la iglesia católica impuso el oscurantismo más absoluto en ese milenio, no hubo progreso de la ciencia, no se inventaron máquinas ni técnicas de producción de ningún tipo y sí la iglesia católica mató a centenares de miles de seres inteligentes que se negaban a seguir siendo brutos.
Oscurantismo, opresión, muerte, injusticia extrema, un satanismo sin límites, durante esos mil años, fueron el producto del dominio del mundo por la iglesia católica romana. Satán, el verdadero inventor de la iglesia católica, se inventó un arma de guerra, eficiente contra la justicia, la equidad, la igualdad y el respeto por los derechos humanos que fue y es, la iglesia católica apostólica y romana.
La perversión de los sucesivos papas y cardenales no conoció límites, hubo casos como el de los Borgia, papas diabólicos, un poco más que el común de ellos, que utilizaban el veneno, los asesinatos a todo nivel, hasta en las cortes reales y dentro de la iglesia.
La hija de un papa, Lucrecia Borgia, se hizo famosa porque mandaba sus esbirros a buscar mancebos o mozos de buen aspecto y los invitaban al palacio de la princesa, los bañaban, les daban una suculenta cena y luego los pasaban a los aposentos de Lucrecia, pasaban una noche de orgía sexual con ella y en la mañana, los esbirros los buscaban, los mataban, los descuartizaban y echaban al rio los pedazos. El rio pasaba al pie del palacio, y la gente del pueblo veía pasar los cadáveres por el rio, pero nadie decía nada por el terror que le tenían al papa.
A veces había denuncias de que un pueblo estaba endemoniado y el obispo de turno, de ese país, ordenaba a los ejércitos al servicio de la iglesia católica que invadieran ese pueblo y ejecutaran a la mayoría de sus habitantes y así las matanzas y el terror eran el pan de cada día.
El carácter anticristiano y anti-Dios o satánico de la iglesia católica, se hizo cada vez más notorio.
Después de ese milenio oscuro y terrible donde hubo millones y millones de muertos, ejecutados de distintas maneras crueles y despiadadas, la iglesia de Roma por el año 1300 perfeccionó y legalizó, más todavía, su dominio político y absoluto creando esa tenebrosa y terrible institución llamada la “santa inquisición”.
Eran tribunales de sacerdotes y prelados católicos con sede en cada país y en cada provincia con poderes absolutos para juzgar, torturar y ejecutar o matar a cualquiera, ante cualquier denuncia y así desfilaban por los tribunales de la inquisición nobles, campesinos, artesanos, mujeres, burgueses y esclavos y gentes de todo tipo que eran torturados y muertos por esos terribles tribunales, presididos por verdaderos monstruos, que eran seleccionados entre los sacerdotes católicos por su crueldad y sadismo. El método de los interrogatorios era la tortura, los sistemas más crueles y despiadados de tortura fueron perfeccionados por la santa inquisición católica.
Visitando, hace años, el palacio de la inquisición en Cartagena, Colombia en un viaje que hice a Sudamérica, vi instrumentos de tortura de todo tipo, desde planchas de concreto horizontales, donde amarraban con cadenas a las víctimas y abajo le ponían carbones al rojo vivo y las víctimas se achicharraban prácticamente.
Los potros enfrente a las grandes mesas y sillas de los inquisidores eran la norma, y la víctima era torturada frente a los inquisidores, el potro era un instrumento de tortura en que la víctima era amarrada de pies y manos y estirada en la mesa; debajo de la espalda ponían pinchos y filos que desgarraban la espalda y con una cuerda amarraban los testículos de los hombres y los estiraban hasta arrancarlos lo mismo con los miembros, piernas y brazos, hasta que confesaba que admiraba y obedecía a Satán, por ej. o cualquier otra aberración que los curas católicos le decían al oído, para que repitiese a los gritos, y cuando habían confesado su carácter demoníaco inventado, eran enviados y arrastrados a la hoguera o a ser descuartizados, hervidos en agua hirviendo o achicharrados en las planchas calientes, fritos en aceite hirviendo y otros sistemas que se inventaron estos monstruos, y decían éstos aberrados que así con el sufrimiento extremo, expulsaban a los demonios del cuerpo de la víctima.- En la mayoría de las denuncias contra una persona, esas denuncias eran anónimas, se torturaba a la víctima delante de los inquisidores que tenían que ser, sacerdotes católicos y en medio de la tortura, como dijimos, les hacían confesar que eran adoradores de Satán, brujos, hechiceros o cualquier otra cosa que se inventaran, los diabólicos y perversos sacerdotes y una vez que confesaban eran muertos por los sistemas, más crueles ya descritos. Las ejecuciones eran en su mayoría ejecutadas delante del pueblo, para sembrar el terror y la obediencia en éste, hacia los sacerdotes y prelados católicos.
Bastaba la menor desobedencia o mala cara que le pusieran a cualquier sacerdote, obispo o jerarca de la iglesia, para que el imprudente fuera denunciado y arrastrado a esos tribunales de la inquisición.
Hubo multitud de casos increíbles de crueldad y sadismo, donde por ejemplo, las mujeres de un pueblo entero eran denunciadas como hechiceras o brujas, el tribunal de la inquisición se instalaba en ese pueblo y empezaban a desfilar las mujeres que iban siendo denunciadas por cualquiera. Cualquier mujer que tenía un enemigo o alguna o alguno que no le caía bien, iba y la denunciaba y ésta era citada, torturada y en la mayoría de los casos muerta.
Hubo casos, que están en los libros de historia, donde esos monstruos dejaron a un pueblo sin mujeres, pues las ejecutaron a todas, acusándolas de brujas o hechiceras, millones de personas en todo el mundo eran torturados y muertos por esos terribles tribunales.
Antes del 1500 DC, Colón llegó a América y la iglesia católica ordenó a los reyes españoles financiar expediciones, para traer riquezas y oro del nuevo mundo. Se vaciaban las cárceles y los peores delincuentes eran embarcados para América. A los condenados a muerte se les daba a elegir, o la muerte, o venir a América, se les prometía libertad a cambio de que trajeran tesoros y riquezas para la iglesia, si venían sin nada, les esperaba la muerte.
Así vinieron al nuevo mundo centenares de barcos con tripulaciones compuestas de delincuentes, asesinos y perversos de todo tipo, al mando de curas, que venían con sus estandartes y cruces a “evangelizar” a los pueblos indígenas, que según ellos, no conocían a Dios.
Esos perversos llegaron a América y asesinaron a millones de habitantes que vivían en grandes civilizaciones, como los incas, los aztecas, los mayas, los patagones, etc.
No nos vamos a extender en las depredaciones, asesinatos en masa y crueldades sin límites, que aplicaron los curas católicos, con los pueblos y civilizaciones de Sudamérica, porque eso está muy documentado y cualquiera lo puede leer en cantidad de publicaciones y libros, lo poco que se ha escrito al respecto, porque los libros de historia, los pocos que permitía las iglesia, eran revisados cuidadosamente por los prelados católicos y el escritor que escribiera algo en contra de la iglesia o la verdadera historia, era muerto y destruido su escrito.
El saqueo, el robo y los embarques de oro y riquezas de Sudamérica hacia España fueron enormes y de España esas montañas de oro y riquezas, eran enviadas a Roma, al Vaticano, en su mayoría, otra parte del tesoro enriquecía las arcas del imperio español y la iglesia de España, y Portugal y les permitía financiar nuevas expediciones a todas partes del mundo, con sacerdotes católicos a la cabeza, al mando de ejércitos de delincuentes, para saquear y “evangelizar” a todos los pueblos del mundo.
La ambición y la rapacidad de la iglesia romana no conocieron límite, a la cabeza del Imperio español cuyos reyes eran fieles siervos de la iglesia, llegaron a todas partes del mundo, saqueando a su paso las riquezas y apoderándose la iglesia de las mejores tierras, del oro y de los grandes negocios comerciales, los cuales, mediante el chantaje, la violencia, la extorsión y el pillaje pasaban a manos de la santa iglesia romana.
Así en nombre de Jesús el Cristo, de María, etc. llegaban a todas partes del mundo, depredando, saqueando, asesinando, torturando y demoliendo los gobiernos, que no eran fieles a la santa iglesia y mediante asesinatos masivos y con una crueldad acostumbrada y sin límites, imponían su poder, su dominio, sus perversas doctrinas y organizaciones político religiosas en todo el orbe: Sudamérica, Norteamérica, Africa, Asia ,Rusia, China, India, Medio Oriente, a todas partes llegó la iglesia de Roma, a imponer su poder y robarse las riquezas.
El dominio y el poder de la iglesia y el imperio español en los siglos 15, 16 y17 no conoció limites, las matanzas organizadas para “evangelizar” infieles fueron en aumento, millones y millones de muertos asesinados por esta organización diabólica y siniestra en todo el mundo que, con la excusa de “evangelizar,” llegaban a los distintos pueblos y reinos de mundo, a robar las riquezas, destruir las sociedades que no se les sometieran y a imponer su poder, apoderándose de tierras y de los grandes negocios comerciales e industriales.
Así, fueron instalando en todo el mundo, los tribunales de la inquisición, el mismo sistema que en Europa, imponían por el terror, el miedo, matanzas de inocentes, de patriotas y de todos los que se oponían a su poder, y su hegemonía absoluta.
Enseña la historia que un sacerdote, llamado Martin Lutero logró sacar unas Biblias de los enormes depósitos del Vaticano, donde la iglesia católica desde el concilio de Nicea, hacia más de mil años, había ordenado recoger las Biblias del mundo y sepultarlas allí.
La Biblia como ya dijimos, fue tenida por orden de la perversa y corrompida iglesia católica, como el libro más delincuencial y prohibido de todos, leerla o poseerla era penado con la muerte, a tanto llegó la saña y crueldad de los sacerdotes que, al que le descubrían una Biblia era muerto él y toda su familia y su casa demolida hasta los cimientos. Todo esto era, porque la Biblia, les denunciaba sus perversiones, sus delitos, sus iniquidades, por eso, esos perversos persiguieron con tanta saña la Biblia.
Al leer la Biblia muchísima gente y darse cuenta de la perversidad y de lo anticristiano y antievangélico de la iglesia, de su evidente satanismo, surgieron con el tiempo, otras organizaciones doctrinarias y religiosas como los protestantes, enemigos acérrimos de ésta organización tenebrosa llamada iglesia romana, que persiguió y buscó siempre y aún hoy día, busca, exterminar a los seres inteligentes, libre pensadores, que discrepan con las ideas absurdas, con el credo como para mongólicos, que siempre impuso ésta organización por la fuerza, el terror y el miedo.
En los países donde se impuso el protestantismo como religión y otras religiones y grupos de personas, fueron surgiendo doctrinas inspiradas en la Biblia, inmediatamente se fue imponiendo la inteligencia, que había estado sepultada perversamente por la iglesia católica por mil y pico de años, mediante la violencia, el terror, el miedo, el espionaje, la denuncia, la inquisición y todas las tramas y maldades que se inventaron los líderes de ésta organización, para tapar la inteligencia de los pueblos e imponer la ignorancia y el absurdo dogmatismo católico, que es como para descerebrados o mongólicos, por el terror , el miedo y las matanzas de millones de seres que protestaron en todo el mundo contra este dominio satánico. Al imponerse la inteligencia, surgió el renacimiento, la ciencia que durante 1200 años había sido proscrita como diabólica, floreció y con ella multitud de inventos.
Surgió la revolución industrial, las máquinas, el saber, la investigación, la tecnología, que durante 12 siglos habían sido condenadas como delitos, por esa organización, florecieron por fin, especialmente en los países, donde se leía la Biblia y habían surgido otras religiones y creencias basadas en el conocimiento de la Biblia. En esos afortunados países surgieron multitud de inventos, que hicieron más fácil y cómoda la vida del hombre.
Los inventos y la revolución industrial, surgieron en países como Inglaterra, los Estados Unidos de Norteamérica, donde el protestantismo y el conocimiento de la Biblia, hizo surgir muchos grupos que luchaban en pro de la inteligencia, la ciencia y la investigación. En los países menos afortunados, donde la iglesia católica conservó su poder, como España, Italia, los países sudamericanos, etc., no hubo ninguna revolución industrial, la iglesia siguió imponiendo por el terror, los asesinatos y toda su barbarie, el oscurantismo dogmático.
La iglesia de Roma no perdió su poder, siguieron conservando sus enormes riquezas y poder económico, tierras, bienes en todo el mundo y con ellas siguieron comprando voluntades, políticos, etc. Repetimos, en todos los países del mundo donde la iglesia perdió fuerza, progresaron enormemente en ciencias, tecnología y creación de riquezas.
Por ej. en Inglaterra, el protestantismo y otras ideas, primero inspiradas en la Biblia y luego otras religiones, que adversaron a la iglesia católica y a sus satánicas ideas de oscurantismo, prohibir inventos y el libre pensamiento, etc., propiciaron que, multitud de hombres inteligentes y creativos, hicieran en poco tiempo inventos de todo tipo, máquinas agrícolas, textiles, de transporte, etc. que hicieron posible la revolución industrial, que comenzó en Inglaterra y se fue extendiendo a todo el mundo.
Las intrigas y las matanzas horrorosas que organizaron y planificaron y llevaron a cabo los líderes de la iglesia contra estos grupos religiosos que fueron surgiendo, templarios, evangélicos, protestantes, etc. fueron miles. Son famosos las maldades y asesinatos en masa, planificados contra los templarios, los hugonotes, los gnósticos, los protestantes.
La iglesia siempre usó y usa, ejércitos de asesinos y el elemento sorpresa, traición, intriga para efectuar asesinatos en masa, ésa es su verdadera ideología y sus métodos infernales, recordemos la matanza de los templarios, en un solo día, martes, mataron por sorpresa a miles de templarios.
Todas estas matanzas y horrores que llevó a cabo la iglesia de Roma y sus ramas, los franciscanos, los de la compañía de Jesús, los del opus dei, etc., en esos siglos del renacimiento y la revolución industrial, en un esfuerzo satánico para frenar el progreso, llenarían mil tomos del tamaño de una Biblia, redactar todos los asesinatos y maldades planificadas y ejecutadas por esos aberrados, no es el objeto de este escrito, eso está documentado, claro que la iglesia ha asesinado multitud de historiadores y escritores que han osado escribir la verdad y han contado algunas de estas historias de horror. Por eso que los libros de historia, cuentan puras mentiras, y muestran una versión de las cosas completamente ajena a la verdad y realidad.
Satán, repetimos, no podía haber inventado un arma de guerra más eficiente que la iglesia romana, para combatir contra Dios en éste mundo.
Son muy sintomáticas y reveladoras las vestimentas de los sacerdotes, que se visten de negro, el color de sus almas, o las de los cardenales o prelados que se visten del color de la sangre que derraman, salvo excepciones , muy contadas de curas que buscan el bien y buscan a Dios, pero que son perseguidos y maltratados y asesinados por la iglesia romana.
Y los cardenales se visten de rojo púrpura, el color de la sangre, que han derramado por torrentes, en éstos últimos años los papas se han dado cuenta de ese detalle y se visten de blanco.
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