Cultura
Pre- Ciguaya.
La etapa
cultural de la arcaica edad de piedra
debió de ser muy anterior a la civilización Taina. Bien como se conservó en toda la isla como un
extracto superpuesto a la nuestra
cultura.
En ella el
primitivismo morador de las cuevas de Haití,
como el de Cuba y las demás Antillas,
que vivía en la Edad Paleolítica
Americana, trabajaba las maderas rusticas sin bruñir, las conchas y las piedras, y pudo ser el hombre histórico de los peñascales realmente
autentico.
Este
pre- taino (I) que portaba el fuego como
atributo principal, que apenas cultivaba
nuestras tierras ubérrimas, y no tenia
industrias ni arte, era esencialmente nómada, guerrero, pescador y extraía los
metales de las minas, sobre todo los casaba de los ríos.
Los
antiguos pobladores de la isla española
trabajaban poco la tierra, escribe Charlevois, (II) pues, no se ha encontrado
ninguna clase de utensilios para la agricultura. El fuego era como su instrumento universal; quemaban las yerbas en
sus sabanas y arrasaba la tierra por donde pasaba. Hacia arder sus
bosques y sólo araba muy ligeramente el
suelo con un palo para plantar allí el
maíz.
Para
hacer el fuego se valió del frote de las piedras que abundaban en la isla. La manera
de cómo esos antiguos moradores de Haití
estaban alejados respondía perfectamente a la simplicidad de una vida
frugal y de una cultura rudimentaria
e inconfundible que se podría calificar de sui géneris.
El propio M.R.
Harrington (III) que en “Cuba Before Columbus” , asegura que los
indios del occidente de la isla mayor carecían
de lenguaje y eran completamente ignorantes, en oposición a los siboneyes
(IV) que se asemejaban a los oriundo
del Xaraguá ( hipótesis formulada
ante por
Bachiller y Morales que se apoyaban en Las Casas, establece, no
obstante, la posibilidad de dos cultura consecutivas en nuestra isla primitiva.
Esta primera cultura anteciguaya debió ser idéntica a la de los siboneyes y Guanajahiles que marca
el sociólogo cubano Fernando Ortiz (V) como la más antigua de dicha isla. Tal cultura fue paleolítica de los evolucionados tainos “la primera cultura
de cuba dice Fernando Ortiz, fue de los siboneyes
y guanajihibes, o sea la cultura paleolítica. Nuestra edad de piedra y
palo, de piedras y maderas rústicas sin
bruñir y de concha y espina que
eran como piedra y púas del mar.
(I) LOS
GRUPOS PRE-AGRICOLAS Y LOS TAINOS En el año 1492 Cristóbal Colón toca
las costas de la isla y descubre en sus habitantes una raza indígena
desconocida llamada taína que en lengua arawaca quiere decir bueno o
noble. Los taínos habitaban esta isla desde el año 1000 D.C. Su piel era de
color marrón con cuerpos fuertes, una nariz ancha y larga, con ojos oscuros y
pelo largo. Los hombres caminaban desnudos y las mujeres vistieron una
"nagua" era un tipo de delantal que cubría desde su cintura hasta al
medio de sus piernas. El taino fue un pueblo sedentario y agricultor. Se
organizaban en unidades tribales que se regían diariamente. La expresión de su
cultura en nuestra isla era la más rica del área del Caribe. Los taínos nos
dejaron una gran herencia social, podernos citar, por ejemplo: varias plantas
domesticadas como la yautía, el tabaco, el ñame, el maní, el maíz, el mapuey y
ni decir la yuca y la elaboración del cazabe, cuyo proceso se mantiene casi
intacto hasta nuestros días. El taino vivió en chozas o bohíos fabricados de
palma. Fue un hábil navegante y buen pescador. Fue un excelente ceramista y
tallador de la piedra, la concha, el hueso y la madera. Constituyó una sociedad
matriarcal-hereditaria sometida a la voluntad de los caciques. Practicaron el
juego de la pelota en el batey y celebraban grandes fiestas o areitos. Los
tainos fueron divididos entre 5 diferentes grupos sociales. Eran los caciques,
los nitaínos, los bohiques, los hombres de medicina y los naborías. El cacique
era el jefe del "yucayeque", una populación de tainos. Fueron
politeístas, aunque albergaban la idea de un Dios creador y fecundador.
Practicaron el Animismo y el Totetismo y rindieron culto a los cemíes mediante
el rito de la cohoba. En estas ceremonias y en sus contiendas bélicas usaron la
decoración corporal pintándose con el jugo de la bija.
(II) Pierre François Xavier de Charlevoix
(29
de octubre de 1682
- 1 de
febrero de 1761)
fue un viajero jesuita
francés e historiador
distinguido como el primer historiador de Nueva
Francia.Nació en San Quintín en la región de Picardía. Descendía
de una línea de nobleza menor. Su padre tenía el cargo de fiscal general
adjunto y sus antepasados habían servido en posiciones de gran confianza y
responsabilidad. A la edad de 16 años, ingresó en la Compañía de Jesús; y, a la edad de 23 años, fue
enviado a Canadá,
donde permaneció por cuatro años como profesor en Quebec. Luego,
regresó a Francia y se convirtió en profesor de letras y viajó a varios países
como misionero
de su sociedad. En 1720-1722, bajo órdenes del Regente, visitó por segunda vez América,
recorrió los Grandes Lagos y descendió hasta
el río
Misisipi.
(III) Harrington publicó un artículo sobre
este trabajo en Antropólogo americano
en 1924, pero su libro sobre el tema, The Ozark
Bluff habitantes, no se publicó hasta 1960. Interpretación de Harrington
del material arqueológico como la representación de una anterior "Ozark
Bluff habitante de" cultura y un después "Top-capa" la cultura
ha sido revisado por los arqueólogos modernos. Investigaciones recientes
indican que Ozark abrigos fueron ocupadas durante el Woodland arcaico, y los
períodos Mississippian , y que estas personas vivían en una gran variedad
de establecimientos, no sólo refugios Bluff. Sin embargo, la investigación
de Harrington mostró la variedad de plantas y animales alimentos
, tanto silvestres como cultivadas, que constituían la dieta de los antiguos
indios en Arkansas. Los huesos de ciervos, osos y animales más pequeños como
el pavo, así como herramientas como lanzas, arcos y flechas, se indica que la
caza era importante, y conserva restos de plantas y herramientas agrícolas
mostraron que el maíz, el frijol, la calabaza, girasol, y otras pequeñas
plantas sembradas se cultiva para la alimentación. Harrington descripciones de
canastas en conserva, ropa y otros objetos de manufactura indígena también
impulsó a Samuel
C. Dellinger , curador del Museo de la Universidad de Arkansas desde 1925
hasta 1960, para excavar refugios Ozark roca durante la década de 1930. De
1919 a 1928, Harrington también dirigió expediciones en Tennessee, Nevada y
Texas para el Museo Nacional del Indígena Americano antes de mudarse a Los
Angeles, California, para convertirse en el Director de Investigación y curador
del Museo después Suroeste. Centró sus investigaciones arqueológicas en Nevada y
California durante el resto de su carrera. En 1956, Harrington fue
concedido un doctorado honorario del Colegio Occidental en Los Ángeles. La
investigación arqueológica de Harrington describe numerosos sitios y objetos y
pistas amueblados al gran profundidad temporal de la vida india en Arkansas.
Si bien su trabajo
añadido objetos de las colecciones del museo que ahora son parte del Museo
Nacional de la Institución Smithsonian del Indio Americano, sus motivos eran la
investigación científica y la expansión del conocimiento
(IV) Siboney
o ciboney ('habitantes de cuevas' en taíno clásico,
lengua arawak de los indígenas
del Caribe) era un pueblo que estaba entre los ocupantes
aborígenes de las Antillas del Mar Caribe.
Cuando los europeos llegaron a América, los
siboney ocupaban territorios en Cuba occidental y en la parte occidental de La
Española (en lo que actualmente se corresponde con Haití). Los
siboney de los tiempos de la conquista europea también son llamados taínos-siboney
e incluso taínos occidentales, y tenían características culturales
diferentes de los siboneyes más antiguos.El término "siboney" puede
resultar confuso porque se ha aplicado a grupos étnicos de diferentes épocas
que tanto culturalmente, como posiblemente lingüísticamente eran diferentes
entre sí. El término se refiere primariamente a los pobladores de principios
del siglo XVI que hablaban una lengua arawak, diferente del taíno clásico del
oriente de Cuba y Occidente de La Española (De las Casas se reiere a ellos como
"taínos ciboney"). Aunque algunos autores como Harrington han usado
el término referirse para los guanajatabeyes
antiguos del extremo occidental de Cuba, que probablemente nisiquiera
hablan una lengua arawak y tenían una cultura material menos compleja de que
los taínos siboney del siglo XVI que habitaban el centro de Cuba.Los
"siboney" históricos del siglo XVI estaban difenciados étnicamente de
los guanajatabeyes del extremo occidental de Cuba como de los taínos clásicos
del extremo oriental. A la llegada de los europeos, los ciboneyes habían sido
parcialmente arrinconados por los taínos y se hallaban confinados al extremo de
la península de Tiburón en la isla de La Española
y en la parte occidental de Cuba.1 Los
ciboneyes de Cuba y La Española eran culturalmente diferentes entre sí. En sólo
un siglo después de la llegada de los europeos todos los ciboneyes se habían
extinguido.
(V) Reconocido a nivel internacional como "el tercer
descubridor de Cuba", por sus valiosos aportes a la identidad y la cultura
nacionales, Don Fernando Ortiz tiene entre sus múltiples facetas, una poco
conocida a nivel público. Hacemos referencia a su labor cultural como
hispanista y dentro de ella como
fundador y director de la institución
"Hispano-Cubana de Cultura", uno de los centros más activos en la
vida intelectual habanera desde la tercera década del siglo XX hasta principios
de los años 50. La labor de "culturación popular", uno de los
propósitos del gran polígrafo cubano, le llevó a Don Fernando Ortiz a fundar
esa institución el 12 de noviembre de 1926, asistido por un grupo de
personalidades
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