viernes, 11 de enero de 2013

ALLÍ MURIÓ PARTE DE LOS MEJORES PELOTEROS DE AQUELLA ÉPOCA

LA CRÓNICA DE LOS MARTES
La tragedia de Río Verde cumple hoy 63 años
ALLÍ MURIÓ PARTE DE LOS MEJORES PELOTEROS DE AQUELLA ÉPOCA 
 http://www.listindiario.com/el-deporte/2011/1/11/173001/print
  • El team “Santiago” (1947-1948), que pereció en el paraje de Río Verde, Yamasá, el domingo 11 de enero de 1948. De pie, desde la izquierda: Aquiles Martínez, Miguel -Boquita- Rodríguez, Ventura -Loro- Escalante, Puchulán Rivera, Alberto -Mimo- Estrella, Bebecito del Villar, Enrique -Mariscal- Lantigua (quien no tomó el avión de regreso, y se salvó) y Papiro Raposo. En cuclillas: Toti Jiménez, Chino Álvarez, Toñito Martínez, Nando Valerio, Pepillo Aybar, Yeyo Hernández, Sancho Tatis y Antonio Devorax. Al frente: Grillo “A”, Papito Lucas y Bombo Ramos.
Cuqui Córdoba
Sobre este tema hemos escrito en varias oportunidades y estamos preparando un libro bien documentado, mientras tanto vamos a recordar brevemente aquel triste episodio donde un equipo completo, el “Santiago” B.B.T., pereció en ese domingo fatídico del 11 de enero de 1948.
Hace 63 años de esa hecatombe.
Recordando. En el mes de diciembre de 1947, se puso en marcha el Campeonato Nacional, diríamos, de Béisbol semi profesional, con la participación de seis conjuntos representativos de diferentes regiones de la República: “Guerra y Marina”, “Papagayo”, “Estrellas de Oriente”, “Estrellas del Sur”, “Escogido Mocano” y “Santiago”. Para la fecha del domingo 11, el día de la tragedia, se anunciaron tres encuentros en la continuación del torneo mencionado, el equipo “Santiago” jugaría contra las “Estrellas del Sur” en Barahona; el “Escogido Mocano” se enfrentaría al team “Papagayo” en La Romana y las “Estrellas de Oriente” se trasladaban a la capital para competir con el “Guerra y Marina”.
De acuerdo a la versión del capitán piloto retirado FAD, Ricardo Antonio Bodden López, el sábado 10 de enero de 1948, la Oficina de Operaciones Aéreas de la Compañía Dominicana de Aviación en el Aeropuerto “General Andrews”, mostraba en la pizarra correspondiente a la lista de vuelos, un aviso señalando que la caseta de comunicaciones del Aeropuerto de Santiago estaba fuera de servicio, debido a que el día anterior, el segundo teniente piloto Reyes Kunhard (Llío), había hecho un vuelo rasante en un avión AT-6 y con la punta del ala, chocó y destruyó la antena.
Santiago no tenía comunicación aérea.
En la lista de vuelos domésticos en la capital, estaba anotado que dos aviones DC-3, viajarían a Barahona, donde las tripulaciones pernoctarían.
Esos dos aviones recogerían uno en Santiago, al equipo de pelota (los jugadores) y el otro a los directivos, periodistas y fanáticos.
La tripulación de ambos aviones estaba compuesta de la siguiente manera: Comandante 1er. Tnte. piloto Felipe Cartagena Portalatín, Copiloto 1er. Tnte. piloto Ramón Peralta, Comandante 1er. Tnte. piloto Ramón Hernando Ramírez, Copiloto 2do. Tnte. piloto Ismael E. Román Carbuccia.
El copiloto Román Carbuccia salió del campamento por un momento en la cercanía del aeropuerto, y cuando dieron la orden de despegue, al no encontrarse a Román, ordenaron al 2do. Tnte. piloto José del Carmen Ramírez Duval que lo sustituyera y se fuera hacia Barahona, donde dormirían.
En la tarde del 11 de enero, después de finalizar el segundo juego de pelota, los dos aviones despegaron, con intervalo de 15 minutos. Ya en el aire los aeroplanos, los tripulantes comenzaron a sentir el mal tiempo que imperaba en la ruta. Cada vez que trataban de comunicarse por radio con el campo de aviación de Santiago, no lo podían hacer, su torre de radio estaba destruida y no podían conocer cuáles eran las condiciones de visibilidad y lluvia en la cercanía del campo.
El Tnte. Cartagena Portalatín, mocano de origen, decidió aterrizar en la entonces Ciudad Trujillo, mientras que Hernando Ramírez determinó viajar hacia Santiago, lo cual no pudo realizar por el mal tiempo, y entonces marchó hacia la capital, en cuyo camino se estrelló en las montañas de Río Verde, muriendo todos los ocupantes, 18 peloteros, piloto, copiloto y 12 pasajeros, dando un total de 32 seres humanos.
Todas las peripecias y conjeturas de la tragedia, con nuestras conclusiones, la haremos saber al publicar el libro que estamos preparando, en cuyo contenido habrá algunas sorpresas, informaciones que no habíamos tenido a mano. La realidad de la Tragedia de Río Verde es que fue muy lamentable, donde se perdió parte de los grandes peloteros dominicanos de aquella época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario