El Rey Escorpión: los orígenes de la monarquía en Egipto
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Los antiguos egipcios tenían una clara visión de su historia. Como consta en el Canon Real de Turín, una lista de reyes escrita sobre papiro en la dinastía XIX del Imperio Nuevo y reiterada por el sacerdote egipcio Manetón en sus escritos del siglo III a.C., Egipto fue creado por los dioses en la noche de los tiempos y después fue gobernado por ellos durante muchos siglos. A esto siguió una sucesión de semidioses, también conocidos como los Seguidores de Horus. Luego llegaron los reyes de Egipto, de los cuales el primero fue Menes, y se fueron sucediendo en un linaje ininterrumpido a lo largo de las generaciones. De modo que en el Canon Real de Turín, así como en otras listas de reyes del mismo período ramésida, Menes aparece tradicionalmente como el primer rey de Egipto.
Manetón clasificó, además, el sistema de dinastías que sigue vigente hoy en día, según el cual Menes
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Sin embargo, la identificación de los primeros reyes de Egipto no resulta tan sencilla como lo arriba expuesto. Los propios antiguos egipcios eran algo ambiguos al tratar sobre los orígenes de la realeza. Aunque las listas de reyes del Imperio Nuevo suelen empezar con Menes, los anales reales (relatos anuales de acontecimientos relevantes) recopilados mil años antes, durante el Imperio Antiguo, incluían como anterior a una línea de dirigentes más antigua. En el fragmento más largo conservado de dichos anales, que se conoce como la Piedra de Palermo, estos primeros reyes ocupaban la primera línea. En la época en que se escribieron los anales se conocía bien poco acerca de estos primeros
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Las excavaciones recientes han reportado enormes avances en nuestra comprensión de los orígenes del antiguo Egipto. A pesar de que Narmer fue, sin duda, una figura fundamental en la historia de Egipto, y de que las generaciones posteriores lo consideraran como el fundador de la primera línea real de la dinastía I, hoy en día está claro que no fue el primer rey de Egipto. La labor arqueológica en el antiguo cementerio real de Abido ha descubierto tumbas que preceden a la de Narmer y cuya arquitectura y contenido las identifican como reales. A resultas de esto, los egiptólogos han ideado el término “dinastía 0” para referirse al grupo de reyes anteriores a la dinastía I.
Desgraciadamente, las inscripciones jeroglíficas primitivas son famosas por la dificultad que
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Si el rey Escorpión fue verdaderamente un rey distinto debió de haber reinado aproximadamente en la misma época que Narmer, aunque no se ha hallado en el cementerio real de Abido ninguna tumba que pueda atribuírsele con toda seguridad. Dado que Heracómpolis está en el extremo sur de Egipto, se ha sugerido que Escorpión podría haber sido un rey local que gobernó la parte meridional del valle del Nilo, mientras que Narmer reinó más al norte. La verdad es que Hieracómpolis fue un importante centro durante los siglos anteriores a la dinastía I, y parece que perdió relevancia frente a Abido, su rival septentrional, hacia las últimas etapas de la unificación egipcia.
En la actualidad, Escorpión sigue apareciendo en muchas de las listas reales de los primeros monarcas, pero su posición en ellas no está bien fundamentada.
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