Las 5 joyas de la arquitectura soviética de los años 20 a los 50
11 de diciembre de 2014
Los mejores ejemplos de la arquitectura soviética se construyeron
durante los primeros 30 años de la existencia de la URSS. Fue en aquella
época cuando en Moscú se construyó la futurista torre de Shújov, el
pomposo hotel Moskvá y los siete rascacielos estalinistas. RBTH recuerda
los edificios más emblemáticos de la época dorada de la arquitectura
soviética
Fuente: AFP / East News
El poder soviético consideraba que la radiodifusión era el
mejor método de propaganda entre la clase poco instruida del país, por lo que
la principal torre de transmisión del país debía tener una apariencia
impresionante.
Los diseños
hiperbólicos de Shújov, que en aquel momento ya gozaban de una gran popularidad
en las ferias internacionales, tenían un aire futurista, como el arte
propagandístico soviético. Estos diseños eran muy apropiados para una
construcción tan “pesada” como una torre de radiodifusión, ya que permitían
crear un edificio de gran tamaño y, al mismo tiempo, no demasiado sobrecargado.
Así apareció la torre de Shújov, una
maravilla de ingeniería y el símbolo de la radio (y más tarde de la televisión)
soviética.
Edificio Tsentrosoyuz (1937, Le Corbusier)
Fuente: Alexánder Polyakov / Ria Novosti
Le Corbusier, el clásico de la arquitectura mundial que creó
el canon moderno de la construcción de edificios de oficinas, quedó maravillado
por el boom de la construcción soviética de los años 30, de modo que se
presentó a un concurso para el proyecto del edificio de la Asociación de
Sociedades de Consumidores.
En este colosal edificio de oficinas de la calle
Miasnítskaia, el arquitecto se ciñó a sus “cinco puntos de una nueva
arquitectura”, según los cuales sigue construyéndose hoy en día la mayoría de
los edificios de oficinas del mundo. Estos principios incluyen el uso de
pilotes de hormigón, terrazas aprovechables para el esparcimiento en lugar de
tejado, la mínima cantidad de paredes y unas enormes ventanas alargadas.
Para el ciudadano soviético esta nueva arquitectura resultó
ser demasiado progresista. A los moscovitas no les gustó este voluminoso
edificio sobre pilotes con su fachada minimalista. El poeta Ósip Mandelstam
escribió con ironía: “A los palacios de cristal sobre patas de pollo / no
entraré ni siquiera en una noche clara”.
Hotel Moskvá (Osvald Stapran, Leonid Savéliev, Alexéi
Schúsev, 1935, reconstruido en 2004)
Fuente: A. Solomónov / Ria Novosti
A principios de los años 20, junto al Kremlin, en el lugar
donde ahora se encuentra el hotel Moskvá, estaba previsto construir el Palacio
del Trabajo: unos enormes cubos de cristal y hormigón unidos por un auditorio
en forma de elipsis. Según el proyecto, el edificio debía tener una apariencia
similar a la nave Enterprise.
Al poco tiempo el proyecto del Palacio del Trabajo se
canceló debido a su alto coste y a su complejidad. En su lugar se decidió
construir un hotel, más tradicional pero con las mismas dimensiones. Bajo la
dirección del arquitecto Schúsev se construyó el hotel Moskvá, en un estilo
pomposo, tradicionalista, que pronto se convirtió en uno de los edificios
principales de los años 30-50. Sus columnas, arcos y balaustradas decorativas
ponían de manifiesto la unión entre la arquitectura soviética y las tradiciones
de la antigüedad.
VDNJ (1935-1954, varios arquitectos bajo la dirección de
Serguéi Chernyshov)
Fuente: AP
Este enorme parque de exposiciones al
norte de Moscú fue creado para que el ciudadano soviético o los turistas
pudieran apreciar en cualquier momento los logros de la agricultura y la
industria del país. De los 70 pabellones del parque, la mitad parecen templos
en estilo imperio. Las columnas, agujas, estatuas y fuentes son los recursos
más tradicionales de la arquitectura del totalitarismo.
Uno de los más impresionantes es el pabellón nº32,
construido en 1939. Primero se llamó “Mashinostroenie”, y tenía la apariencia
de un hangar con tejado de cristal. En cambio, la decoración interior recuerda
más bien a un templo de la civilización mesopotámica en el que, en lugar de
estatuas de dioses y héroes, se veneraba al Mecánico y a la Tractorista. A
finales de los años 50 se unió un nuevo edificio al pabellón con una cúpula de
cristal cuya estructura se parecía a la torre de Shújov.
A partir de entonces, el pabellón pasó a llamarse Kosmos y
en la plaza frente a él se erigió una copia del cohete Vostok, en el que viajó
Gagarin alrededor de la Tierra.
Los rascacielos estalinistas (1952-1957, Lev Rúdnev, Dmitri
Chechulin, Viacheslav Oltarzhevski, Serguéi Chernyshov y otros)
Fuente: Lori / Legion Media
El centro de Moscú está coronado en varias partes por los
famosos rascacielos estalinistas: el
edificio de la Universidad Estatal de Moscú, tres edificios de viviendas, dos
hoteles y el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Inicialmente, se preveía construir un solo rascacielos de
este tipo en Moscú, aunque increíblemente grande.
El proyecto del Palacio de
los Soviets iba a medir 500 metros y estaría coronado por una estatua de Lenin,
pero fue cancelado debido a la guerra: las carcasas metálicas que se habían
reunido para su construcción fueron fundidas para construir defensas
antitanques.
Tras la guerra, el proyecto se dividió en siete edificios
distintos con un estilo similar. Con estos edificios, la arquitectura de la
época estalinista adquirió su estilo definitivo. Esta corriente combinaba las
tendencias mundiales de la construcción monumental (el perfil de los
rascacielos es similar al del Empire State estadounidense, por ejemplo) con el
retorno a las culturas antiguas. Con la ayuda de ornamentos, columnas y de la
propia forma de los rascacielos, los arquitectos resaltaban la continuidad por
parte de la arquitectura de la URSS de las culturas del Antiguo Oriente, India
y China.
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