domingo, 16 de agosto de 2015

Sobre el Dr. Guido Despradel Batista.



Sobre el Dr. Guido Despradel Batista.

 


La ocasión es propicia para hablar del médico-abogado-escritor-antropólogo-periodista-músico- sociólogo-historiador. Uno de los grandes  desconocidos del país y principalmente de su pueblo natal la Concepción de La Vega.
Despradel Batista, sobrino del Comandante Lorenzo Despradel, destacado periodista y escritor, quien fuera secretario particular  del Generalísimo Máximo Gómez,  durante la guerra Libertadora de Cuba, como también su biógrafo, fue un estudiante excelente y desde la presidencia de la ANEU (Asociación Nacional Estudiantes Universitarios),  sostuvo  una  b actitud arraigada y cívica contra toda las dictaduras cuando se iniciaba la era de Trujillo. En una ocasión  se negó  a darle la mano a Trujillo en la antigua casa presidencia de Gazcue, después que fueron llevados  a la presencia del brigadier numerosos estudiantes de la ANEU detenidos en el Parque Independencia  cuando se preparaban  para celebrar un mitin.
Se graduó de médico en 1933, ejerció en La Vega, en donde  fundo junto a Julio Cesar Martínez  en 1936 la revista Renovación y la Sociedad Cultura y  reorganizo  la vieja sociedad Amor al Estudio, cuya biblioteca lleva su nombre.
Como dirigente estudiantil estuvo en Haití para  solidarizarse con los estudiantes haitianos en su lucha contra la dictadura de Borno. Era flautista, conferencista, gran conservador, fácil  escritor de pluma  galena pero sin alardes. Escribió sobre la historia sociológica, agricultura, arqueología, folklore,  y otras ramas.
En 1936 leyó un  ensayo en la sociedad Amante de la Luz de Santiago, que lo perfiló como una de las más sólidas promesas en los estudios sociológicos dominicanos. La conferencia se intitulo –Raíces de nuestro espíritu --, y fue reeditada por  Ediciones Renovación en 1971. También fueron  reeditados  em 1975 su biografía sobre Juan Pablo Duarte y  su trabajo sobre el aporte de la familia Duarte  Diez,  a la Independencia  dominicana, trabajo último que obtuvo un premio en la sociedad Amante de la Luz.
El intelectual e investigador se mantuvo durante años en una posición inquebrantable contra la dictadura, pero la presión  de esta,  resumida en la  frase fatídica de ** te pliega o te muere **, quebró su voluntad y aceptó una curul de diputado. Ejerció en el hospital Padre Billini y fue catedrático de la Universidad de Santo Domingo.
No hubo gesto ni movimiento cultural en La Vega que no contase con el apoyo solidario de Guido. En un momento en que todo  parecía  languidecer definitivamente  bajo la armonía del absolutismo, Guido inició en su pueblo un ciclo de lecturas comentadas. Cuando afuera todo era monólogo. Mantuvo a un grupo de jóvenes  dialogando y debatiendo sobre temas indiscutibles trascendencia  y sentidos.
Su Historia apareció el 16 de julio de 1938, como homenaje suyo al primer  centenario de la fundación de la Trinitaria, la sociedad patriótica que en 1838 coloco el detonante  de  nuestra Independencia.
En La Vega en su inmenso aislamiento, el joven participa en todos los actos artísticos y culturales que matizaban  todavía aquella comunidad que había sido llamada la Atenas Dominicana, laboratorio que fue de escritores  como Don Federico García Godoy y otros muchos artistas, técnicos y escritores.
En ocasión en que se organizó un homenaje al ilustre munícipe e historiador don Manuel Ubaldo Gómez Moya, el gobierno dictatorial pretendió reducir su categoría de reconocimiento a un  grande hombre y hasta amenazó con prohibirlo; pero Guido y los demás organizadores del homenaje a Don Ubaldo se mantuvieron firmes y el acto se celebró colectivo se efectuó sin  permitir ninguna mediatización, posteriormente se imprimió un folleto contentivo de todo lo que se escribió en torno a la personalidad de don Ubaldo, sin  hacerse la menor mención, como era obligatorio  del dictador de turno.
Guido, este  hombre muerto prematuramente, con un universo que descubrir ante sus compueblanos y compatriotas, escribió su Historia de La Vega con  intenso  amor y devoción   y hasta con  sentido críticos  edificante que se advierte en mucho de sus  conceptos sobre la evolución de la comunidad que le vio nacer. En su obra hay  un trabajo muy interesante sobre la usurpación  de los apellidos. Explica,  inclusive, el origen del propio apellido Despradel cuya raíz  estuvo en Haití.  Así explica entre muchos, los apellidos Monción,  La Motta,  Del Orve,  Deschamps, Velazco, etc.
La nueva  edición de la Historia de La Vega, oportunamente  debe ser motivo de  regocijo y de nuevo interés por las cosas  del pasado de parte de todos los veganos. Sobre todos los  veganos ausentes. A veces, los descendientes se olvidan de todo. Olvidar los orígenes no es constructivo. Tal vez  por eso los hebreos no se olvidan ni un momento de su Tabmud ni de la Biblia,  ni los musulmanes se  olvidan  de su Corán. En la historia  están el  alma y el espíritu del hombre. La maldad y la virtud son  la materia prima del hombre y hay  que verificarlas, analizarlas y superarla.
Tomado de la Fuente: Guido Despradel Batista. Obras Tomo II, compilación de Alfredo Rafael Hernández. Archivo General de la Nación. Volumen LXXXVI. Págs. 325-327.( Renovación XLIII:325 Santo Domingo, 10 de octubre de 1978)

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