jueves, 15 de enero de 2015

Por una Sociología del Amor

Por una Sociología del Amor

Aunque muchas otras disciplinas ya lo han abordado históricamente, el amor no se ha convertido en objeto de estudio sociológico hasta prácticamente nuestros días[1]. La Psicología o la Filosofía nos llevan ventaja en este campo. Sin embargo, parece posible crear un espacio propio para el análisis socioantropológico de este fenómeno, que como la gran mayoría tiene un componente y una repercusión fundamentalmente sociocultural.
El normal caos del amor Las nuevas formas de la relación amorosa ¡
En estas últimas fechas nos dejaba Ulrich Beck, sociólogo conocido por el concepto y la teorización sobre la “sociedad del riesgo”, pero que junto con Elisabeth Beck-Gernsheim nos dejó también una fantástica obra sobre, precisamente, el amor. En “El normal caos del amor. Las nuevas formas de la relación amorosa” esta pareja de socióloga y sociólogo alemanes nos ofrecen una sugerente y crítica visión sobre el fenómeno amoroso en sociedades contemporáneas con un texto que seduce hábilmente al lector o lectora:
Se puede querer a muchos y a muchas cosas: a Andalucía, a la abuela, a Goethe, a las medias negras de malla sobre piel blanca, al pan con mantequilla y queso, al brillo provocador de unos ojos atractivos, a los panecillos recién hechos, al juego de las nubes y de las piernas, a Erna, Eva, Paul, Heinz-Dietrich, a todos a la vez o a uno después del otro, de forma desmesurada o callada, con las manos, los dientes, con palabras, miradas y preocupación. Pero el amor sexual (en la forma que sea) es de una fuerza tal que muchas veces tendemos a restringir el universo de las posibilidades de amar a esta unidad de deseo, centelleante y engañosa, de palabra, mano y beso (por mencionar solo unos componentes). (Beck y Beck-Gernsheim, 2001:29)
Lo cierto es que los Beck ya nos ponían en preaviso (el original es del año 90) sobre el camino que iban a tomar las nuevas formas de relaciones entre los seres humanos, las nuevas formas de juntarnos, pero también sepáranos, de buscarnos y encontrarnos, para luego distanciarnos, especialmente refiriéndose a aquellos lazos que establecemos en el nombre del amor.
[i]Su lectura certera y todavía hoy válida sobre el fenómeno puede completarse con las aportaciones del padre de lo líquido, Zygmunt Bauman, quien también tuvo un especial recuerdo para el amor, que como no podía ser de otra manera, también resulta ser líquido( cuando no vaporoso o gaseoso) por su falta de solidez, por sus vaivenes, en estas sociedades (o modernidades) nuevamente líquidas.
Después de todo, la definición romántica del amor –“hasta que la muerte nos separe”- está decididamente pasada de moda, ya que ha trascendido su fecha de vencimiento debido a la reestructuración radical de las estructuras de parentesco de las que dependía y esa idea implica, inevitablemente, la simplificación de las pruebas que esa experiencia debe superar para ser considerada como “amor”. No es que más gente esté a la altura de los estándares del amor en más ocasiones, sino que esos estándares son ahora más bajos: como consecuencia, el conjunto de experiencias definidas con el término “amor” se ha ampliado enormemente. Relaciones de una noche son descriptas por medio de la expresión “hacer el amor”. (2007:19)
Podríamos considerar estos dos textos casi como padres fundacionales de una pretendida sociología del amor, aunque, eso sí, cabe clarificar que esta propuesta de subdisciplina sociológica (todavía no demasiado institucionalizada) parte de otros análisis que vienen ya de lejos y que tienen que ver mucho con el cambio social, el género y los feminismos, o la sociología de la familia, el trabajo o la educación.
En cualquier caso, cierto es que parece necesario un abordaje sociológico riguroso sobre tal fenómeno que ocupa tantos espacios mediáticos, científicos y pseudo-científicos, pero que sin duda, como los Beck y Bauman ya han sabido ver, es un elemento crucial en las trayectorias vitales errantes y dubitativas propias de la vida líquida y en la orientación que toman las acciones de los actores sociales, especialmente para las generaciones nacidas (al menos en el caso español) a partir de finales de los setenta.
En definitiva, hablar del amor desde nuestra pretendida mirada científica debe de superar los planteamientos filosóficos o los discursos ya clásicos, puede que obsoletos, del amor romántico “modelo Disney” que todavía hoy siguen construyendo esas naturalezas de origen social de las generaciones jóvenes. Se trata de abordar realidades sociales que tienen que ver con las vidas de los sujetos, sus valores, sus ideologías y cosmovisiones, sus proyectos, pero también con sus incertidumbres, sus inseguridades: el mito del amor romántico, el sexo, la fidelidad, el cambio en las estructuras familiares, el “ascenso social” de las mujeres, las relaciones igualitarias y las “nuevas masculinidades”, las nuevas formas de sociabilidad en diferentes edades vinculadas con el “mercado del amor”, los speed dating, la mercantilización de lo amoroso y lo sexual, los comportamientos ritualizados en torno al deseo, la monogamia en serie y un largo etc., deberían ser motivo de preocupación sociológica.
Hablar del amor desde la Sociología es un reto tan atrayente o fascinante como el fenómeno en sí mismo y en toda su complejidad. Necesitamos inevitablemente de una mirada amplia que nos abra las puertas de la interdisciplinariedad y nos permita compartir y crear conocimiento de la mano de disciplinas cercanas y otras más distantes, pero sin duda que la Sociología se encuentra frente al reto de dar respuesta precisamente a uno de los fenómenos más universales y por el que más se preocupa la especie humana.
Bauman, Zygmunt (2007). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. Fondo de Cultura Económica de España: Madrid.
Beck, Ulrich y Beck-Gernsheim, Elisabeth (2001). El normal caos del amor. Las nuevas formas de la relación amorosa. Paidós: Barcelona.
[1] Sobre esta cuestión una búsqueda rápida por la red nos permite descubrir ciertas preocupaciones emergentes en este ámbito. Desde el conocimiento científico sociológico actual destacaría la entrevista a  Eva Illouz sobre su libro ¿Por qué duele el amor?  que podemos encontrar reproducida aquí:  http://ssociologos.com/2013/06/05/el-registro-sociologico-acerca-del-amor/ o el artículo de Adriana García Andrade Una lectura del amor desde la sociología: algunas dimensiones de análisis social
http://www.revistasociologica.com.mx/pdf/8005.pdf ambos muy recientes y sugerentes.
[i] Fuente de la imagen: http://www.amazon.es/normal-caos-del-amor-Contextos/dp/8449310911


Acerca de Joan Sanfélix

Sociólogo y Máster en Género y Políticas de Igualdad. Actualmente curso un doctorado sobre estudios de género, donde mi línea de investigación es la identidad masculina. Desde 2008 colaboro como profesor de Sociología en las Aulas de la Tercera Edad de Valencia (FEVATED), y puntualmente imparto talleres, docencia, charlas, etc., sobre masculinidades, nuevas masculinidades y relaciones de género en todo tipo de instituciones. He trabajado en el ámbito profesional y académico en diversas investigaciones vinculadas con diferentes temáticas como la vulnerabilidad y la exclusión social, la sociolingüística, la sociología del trabajo, entre otras. También he sido docente universitario sobre temas de sociología de la educación.

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