Por una Sociología del Amor
Aunque
muchas otras disciplinas ya lo han abordado históricamente, el amor no
se ha convertido en objeto de estudio sociológico hasta prácticamente
nuestros días[1].
La Psicología o la Filosofía nos llevan ventaja en este campo. Sin
embargo, parece posible crear un espacio propio para el análisis
socioantropológico de este fenómeno, que como la gran mayoría tiene un
componente y una repercusión fundamentalmente sociocultural.
En estas
últimas fechas nos dejaba Ulrich Beck, sociólogo conocido por el
concepto y la teorización sobre la “sociedad del riesgo”, pero que junto
con Elisabeth Beck-Gernsheim nos dejó también una fantástica obra
sobre, precisamente, el amor. En “El normal caos del amor. Las nuevas
formas de la relación amorosa” esta pareja de socióloga y sociólogo
alemanes nos ofrecen una sugerente y crítica visión sobre el fenómeno
amoroso en sociedades contemporáneas con un texto que seduce hábilmente
al lector o lectora:
Se puede querer a muchos y a muchas cosas: a Andalucía, a la abuela, a Goethe, a las medias negras de malla sobre piel blanca, al pan con mantequilla y queso, al brillo provocador de unos ojos atractivos, a los panecillos recién hechos, al juego de las nubes y de las piernas, a Erna, Eva, Paul, Heinz-Dietrich, a todos a la vez o a uno después del otro, de forma desmesurada o callada, con las manos, los dientes, con palabras, miradas y preocupación. Pero el amor sexual (en la forma que sea) es de una fuerza tal que muchas veces tendemos a restringir el universo de las posibilidades de amar a esta unidad de deseo, centelleante y engañosa, de palabra, mano y beso (por mencionar solo unos componentes). (Beck y Beck-Gernsheim, 2001:29)
Lo cierto
es que los Beck ya nos ponían en preaviso (el original es del año 90)
sobre el camino que iban a tomar las nuevas formas de relaciones entre
los seres humanos, las nuevas formas de juntarnos, pero también
sepáranos, de buscarnos y encontrarnos, para luego distanciarnos,
especialmente refiriéndose a aquellos lazos que establecemos en el
nombre del amor.
[i]Su
lectura certera y todavía hoy válida sobre el fenómeno puede
completarse con las aportaciones del padre de lo líquido, Zygmunt
Bauman, quien también tuvo un especial recuerdo para el amor, que como
no podía ser de otra manera, también resulta ser líquido( cuando no
vaporoso o gaseoso) por su falta de solidez, por sus vaivenes, en estas
sociedades (o modernidades) nuevamente líquidas.
Después de
todo, la definición romántica del amor –“hasta que la muerte nos
separe”- está decididamente pasada de moda, ya que ha trascendido su
fecha de vencimiento debido a la reestructuración radical de las
estructuras de parentesco de las que dependía y esa idea implica,
inevitablemente, la simplificación de las pruebas que esa experiencia
debe superar para ser considerada como “amor”. No es que más gente esté a
la altura de los estándares del amor en más ocasiones, sino que esos
estándares son ahora más bajos: como consecuencia, el conjunto de
experiencias definidas con el término “amor” se ha ampliado enormemente.
Relaciones de una noche son descriptas por medio de la expresión “hacer
el amor”. (2007:19)
Podríamos
considerar estos dos textos casi como padres fundacionales de una
pretendida sociología del amor, aunque, eso sí, cabe clarificar que esta
propuesta de subdisciplina sociológica (todavía no demasiado
institucionalizada) parte de otros análisis que vienen ya de lejos y que
tienen que ver mucho con el cambio social, el género y los feminismos, o
la sociología de la familia, el trabajo o la educación.
En
cualquier caso, cierto es que parece necesario un abordaje sociológico
riguroso sobre tal fenómeno que ocupa tantos espacios mediáticos,
científicos y pseudo-científicos, pero que sin duda, como los Beck y
Bauman ya han sabido ver, es un elemento crucial en las trayectorias
vitales errantes y dubitativas propias de la vida líquida y en la
orientación que toman las acciones de los actores sociales,
especialmente para las generaciones nacidas (al menos en el caso
español) a partir de finales de los setenta.
En
definitiva, hablar del amor desde nuestra pretendida mirada científica
debe de superar los planteamientos filosóficos o los discursos ya
clásicos, puede que obsoletos, del amor romántico “modelo Disney” que
todavía hoy siguen construyendo esas naturalezas de origen social de las
generaciones jóvenes. Se trata de abordar realidades sociales que
tienen que ver con las vidas de los sujetos, sus valores, sus ideologías
y cosmovisiones, sus proyectos, pero también con sus incertidumbres,
sus inseguridades: el mito del amor romántico, el sexo, la fidelidad, el
cambio en las estructuras familiares, el “ascenso social” de las
mujeres, las relaciones igualitarias y las “nuevas masculinidades”, las
nuevas formas de sociabilidad en diferentes edades vinculadas con el
“mercado del amor”, los speed dating, la mercantilización de lo amoroso y
lo sexual, los comportamientos ritualizados en torno al deseo, la
monogamia en serie y un largo etc., deberían ser motivo de preocupación
sociológica.
Hablar del
amor desde la Sociología es un reto tan atrayente o fascinante como el
fenómeno en sí mismo y en toda su complejidad. Necesitamos
inevitablemente de una mirada amplia que nos abra las puertas de la
interdisciplinariedad y nos permita compartir y crear conocimiento de la
mano de disciplinas cercanas y otras más distantes, pero sin duda que
la Sociología se encuentra frente al reto de dar respuesta precisamente a
uno de los fenómenos más universales y por el que más se preocupa la
especie humana.
Bauman,
Zygmunt (2007). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos
humanos. Fondo de Cultura Económica de España: Madrid.
Beck,
Ulrich y Beck-Gernsheim, Elisabeth (2001). El normal caos del amor. Las
nuevas formas de la relación amorosa. Paidós: Barcelona.
[1]
Sobre esta cuestión una búsqueda rápida por la red nos permite
descubrir ciertas preocupaciones emergentes en este ámbito. Desde el
conocimiento científico sociológico actual destacaría la entrevista a
Eva Illouz sobre su libro ¿Por qué duele el amor? que podemos encontrar reproducida aquí: http://ssociologos.com/2013/06/05/el-registro-sociologico-acerca-del-amor/ o el artículo de Adriana García Andrade Una lectura del amor desde la sociología: algunas dimensiones de análisis socialhttp://www.revistasociologica.com.mx/pdf/8005.pdf ambos muy recientes y sugerentes.
[i] Fuente de la imagen: http://www.amazon.es/normal-caos-del-amor-Contextos/dp/8449310911
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