Destrucción del modelo capitalista o defensa del socialismo
El
nuevo modelo socialista chavista y bolivariano también llamado por la
oposición castrochavista o castro madurista” por su empeño por construir
una economía socialista como una nueva organización social de la
economía basada en los principios éticos socialistas al parecer ha
tenido éxitos sociales en su lucha contra el capitalismo, Rodriguez, M.
Manuel reconoce sus logros en la destrucción de la economía capitalista,
es decir en “la destrucción o demolición de la mayor parte de empresas
privadas” (Ibídem). Incluso
añade que “las relativamente pocas que han podido evadir la demolición
solo han podido sobrevivir sufriendo y aguantando las fuertes medidas y
acciones coercitivas, opresivas y represivas que en su contra realiza
sistemáticamente el gobierno”. ¿A Cuáles medidas coercitivas
posiblemente se refiere? . Veamos:
De
acuerdo con Ellner, Steve “los esfuerzos de Maduro de combatir la
especulación, el acaparamiento, el contrabando y la corrupción, a pesar
de fallas y limitaciones, establecen las credenciales izquierdistas del
gobierno y lo diferencian de los de antes de 1998. La campaña es
apuntalada por una definición de propiedad privada anteriormente
formulada por Chávez que rechaza el concepto de los derechos sagrados y
no condicionados de los propietarios, fundamentado en la ideología
capitalista que data del siglo 18. Al promulgar la Ley de Tierras de
2001 y expropiar empresas inactivas en 2005, Chávez insistió que el
sector privado tiene responsabilidades bien definidas, está sujeto a la
intervención estatal y eventualmente a la expropiación si no cumplían
esas obligaciones. ( Ellner, Steve, La guerra económica en Venezuela: ¿Ha sido Maduro fiel al legado de Chávez? Aporrea, 31-12-2014).
Asimismo;
“En noviembre de 2013 su gobierno inició una campaña contra el
acaparamiento y especulación al multar algunos comercios y obligarlos a
vender sus productos a un menor precio y en algunos casos encarceló a
los gerentes…. Después de las elecciones de
diciembre de 2013, el gobierno estableció nuevos mecanismos para
combatir la “guerra económica”. Hasta entonces, los comercios fueron
sancionados debido a la evasión de impuestos, el no-cumplimiento con el
régimen de precios regulados, y la cobranza de precios exorbitantes para
mercancías importadas con dólares preferenciales. A partir de 2014, la
Ley de Precios Justos creó la Superintendencia Sundde, que limitó el
margen de ganancia para transacciones comerciales a 30 por ciento.
Además, la ley estableció el castigo de prisión en casos de
acaparamiento, especulación y contrabando (de hasta 14 años). Para
mediados de 2014, Sundde anunció que habían inspeccionado más de 4.000
empresas por mes, de las cuales 900 estaban sujetas a sanciones.
Mientras que en algunos casos, Sundde obligó a los comercios a bajar los
precios, en otros tomó posesión de las mercancías y las entregó a los
consejos comunales para venderlas en la comunidad o, en el caso de
medicinas, a los hospitales. En otros casos se aplicó los extremos de la
ley, confiscando las gandolas involucradas en el transporte de
productos de contrabando a Colombia, y encarcelando a los camioneros”.
(Ibídem).
No
hay duda que los empresarios tienen responsabilidad en el decrecimiento
económico, en el estancamiento del producto interno bruto, en la
elevación de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de los
ciudadanos. El resultado, la contracción de la economía al cierre del
2014, es decir de “mediocre
comportamiento macroeconómico”, veamos porque: “el Fondo Monetario
Internacional y la Cepal, que calculan una contracción de 0,5%. También
las divisas sufrieron una merma de 29% en 2013. Pasaron, peligrosamente,
de 29.750 millones de dólares a 21.251 millones. Esto como consecuencia
del alza de las importaciones (52.998 millones de dólares, traemos del
exterior casi todo lo que consumimos), igualmente hubo una caída de la
factura petrolera ya que buena parte de estas exportaciones son
canceladas con bienes o servicios (como es el caso cubano)”. Lepage,
Freddy “El barranco económico de Maduro”, El Nacional, 02-05-2014). Es
de ver que las empresas capitalistas lejos de satisfacer la demanda del
mercado en cantidad y calidad de bienes y servicios para el consumo ha
incurrido en delitos económicos violentando los derechos sociales y
económicos de la sociedad, de allí que el Estado halla apelado al
artículo 112 de la Constitución del república Bolivariana de Venezuela
que limita a la empresa privada por razones “de desarrollo humano,
seguridad, sanidad, protección del ambiente u otras de interés social”.
Pero
cabe preguntarse, si el modelo del socialismo bolivariano en el proceso
de intervención de las empresas privadas (“destrucción o demolición
capitalista”) “poco le ha importado al gobierno sumir a la sociedad
venezolana en la más desastrosa y espantosa crisis económica y social de
nuestra historia, causándole innumerables daños y perjuicios
gravísimos, que dejarán muy serias y graves lesiones políticas y
económicas en la sociedad venezolana, y serias y graves lesiones
espirituales y morales en cada uno de los venezolanos que hemos tenido
la inmensa desgracia de haber sufrido al gobierno
castrochavista-castromadurista, el más aciago, funesto, nefasto,
ominoso y abominable de nuestra historia”. Al respecto es bueno citar
los logros sociales en las Misiones expuesta en el artículo Los milagrosos misterios gozosos en que no cree el monseñor Padrón, para demostrar así, el nivel de bienestar a que la estrategia del colapso económico pretende ahora atacar.
Cuando
de se habla de “desastrosa y espantosa crisis económica y social” se
refiere a la situación que viven las empresas privadas y en
consecuencias los ciudadanos (as), si por un lado la escasez de
divisas producto de “la merma desde el 2013” (21.251 millones de
dólares) y por el otro, la escasez de bienes y la inflación que ha
mermado el poder adquisitivo de los consumidores, obligando a los
ciudadanos (as) a sobrevivir en las inmensas colas para alcanzar los
bienes de primera necesidad, aparte del ataque del contrabando y pese al
aza de las importaciones (52.998 millones de dólares, traemos del
exterior casi todo lo que consumimos) sin verse resultados efectivos en
el bienestar de la sociedad, mejor dicho, “causándole innumerables daños
y perjuicios gravísimos, que dejarán muy serias y graves lesiones
políticas y económicas en la sociedad venezolana, y serias y graves
lesiones espirituales y morales en cada uno de los venezolanos”
(Ibídem).
Volvemos
a preguntarnos, ¿si el modelo socialista es responsable de esos daños y
perjuicios graves, serios morales y espirituales en cada uno de los
venezolanos? Ya hemos afirmado que pese a la crisis económico y social
el Programa del Gobierno de Maduro pretende sostener el gasto social,
optimizarlo e invertir en lo social, mal podría decirse de posibles
daños morales o espirituales, basta revisar el gasto en las misiones
para desmentir este argumento de posibles “lesiones políticas y
económicas” sobre la sociedad, por el contrario ha disminuido el
desempleo, la pobreza social y la extrema pobreza. Entonces; dado el
panorama macroeconómico ante enunciado, ¿Es
posible que el gobierno pueda salir del laberinto económico en que está
sumergido bajo los tres desequilibrios, inflacionario, fiscal y
cambiario? Gráficamente veamos el problema: “Las proyecciones de
económicas de Venezuela para el 2015, según de la unidad de análisis de
nuestro Centro para la Democracia y el Desarrollo de las Américas son:
la economía venezolana decrecerá -0.6%; y con una caída del consumo del
-0.2% la inflación escalaría a no menos del 68%. El déficit fiscal se
ubicaría alrededor del 11% del PIB, con un 7% como mejor escenario”.
(Martinez Nucete, Leopoldo “sin cambio económico, ni Mandrake”, El
Nacional, 16 de noviembre 2014). Este
caballero nos dice que: “El impacto para Venezuela es devastador. Por
un lado las divisas para financiar las importaciones de la economía de
puertos en que vivimos se harán más escasas, y con ello, seguiremos
viendo anaqueles vacíos en todo el país”. (Ibídem).
Como vemos aún es vulnerable el modelo socialista, se debió según
Martínez: “Una posibilidad que tendría Venezuela, de haber tenido un
gobierno responsable los últimos 15 años, sería la de contar con una
economía más diversificada, con un potencial exportador no tradicional;
pero eso no existe ni se construye de la noche a la mañana. Hubo una
posibilidad de promover cambios estructurales en nuestra economía
durante estos años de bonanza, pero no se hizo”.
(Ibídem) Si antes el reto era superar el rentísmo capitalista
petrolero, ahora la tarea es superar “el rentísmo socialista”, en todo
caso estamos antes dilemas económicos, de política económica que tiene
que ver con EL Programa de recuperación del gobierno de Maduro:
“Garantizar y optimizar los recursos para el funcionamiento de la
economía real, relacionado con las divisas y el nuevo sistema” y esto se
logra en “Hacer una amplia alianza productiva con el capital nacional e
internacional en base al Plan de la Patria y el desarrollo de las Zonas
Económicas Especiales, además de Implementar
un nuevo modelo de dirección productiva en las empresas estatales,
nacionalizadas, recuperadas y ocupadas bajo el bloque estatal
socialista. Nuevo modelo de creación de riquezas”.
Debemos estar consciente del proceso de transición al socialismo, por consiguiente de acuerdo con Amparo Grau, María, “En
el año 2001, la Sala Constitucional confirmó que el régimen
socioeconómico del país es el de una economía mixta, en la cual debe
respetarse el papel de la empresa privada al afirmar: A la luz de todos
los principios de ordenación económica contenidos en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, se patentiza el carácter mixto de
la economía venezolana, esto es, un sistema socioeconómico intermedio
entre la economía de libre mercado (en el que el Estado funge como
simple programador de la economía, dependiendo ésta de la oferta y la
demanda de bienes y servicios) y la economía interventora (en la que el
Estado interviene activamente como el “empresario mayor”)(sentencia Nº
117 del 6 de febrero de 2001). Amparo, Grau, María “El inconstitucional modelo económico socialista”. Esto
indica que el gobierno bolivariano en el marco constitucional sigue
apegado a la norma, puesto que al llamar al capital nacional e
internacional en “alianzas productivas” refleja el modelo mixto, en
particular en aquellas zonas económicas especiales.
Fuente Foto: El oikos
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