Manuel Ubaldo Gómez y Moya (1857-1941)
Por Ubaldo Solís
Los
pueblos que rinden respeto, admiración y reconocimiento a sus grades figuras,
serán los primeros en la historia. Herman de Keyserling. Expreso “los pueblos
miden instintivamente su rango por el numero y calibre de las grandes figuras
para la humanidad que han producido”
La
Vega, tiene en el joyel de sus brillantes ejecutorias una preciosa gema cuyos
destellos deslumbrantes iluminó los cielos de esta población en la última mitad
del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX, con este paradigma de la vida
ciudadana que prestigias y la historia nacionales a través del tiempo.
Por
eso las sociedades poseen hombres y mujeres representativos en quienes se
encarna su espíritu. Así cuando estos sobresalientes piensas y actual, la
sociedad existe de un modo positivamente efectivo, eso hizo La Vega, inspirada
en la presencia de Don Manuel Ubaldo Gómez y Moya.
Persona
de una vida abrazada al deber, que siguiendo el norte de la virtud, se vació en
el molde de un justo varón. Haciendo un culto de la Patria. Hospitalario,
generoso, sin pose y ecuánime, miraba a todo el mundo sin distingos. Su
devoción de los principios lo mismo que a toda manifestación de la cultura, no
alcanza a altérale la sencillez y el temperamento hecho a la modestia, que
prefiere pasar inadvertido a reclamar o imponer respeto y honores para sí
Este
ilustre vegano, viene al mundo, el 8 de septiembre de 1887, hijo de Don Manuel
Joaquín Gómez Gratereaux y doña María del Carmen de Moya y Porte. Obligado por
las circunstancias a enfrentar la vida muy a temprana edad, haciéndose hombre
muy prematuramente.
Su
infancia y adolescencia transcurrieron en su pueblo de sus grandes desvelos y
de sus hondos amores, en medio de esa vida sencilla y alegre que respira aromas
de pino y tiene como su eterno compañero al ya lánguido Camu.
Su
maestro de primera letras lo fue Don Salustiano Morillo y después lo fueron;
Cristino Zeno, Juan Eugenio de Medina, José Rivera Dávila, puertorriqueño, José
María y Estaban Vallejo. De manos de estos fieles soldados de la enseñanza, que
hoy duermen el sueño sin glorias de grandes olvidados, recibió toda la
instrucción elemental y secundaria.
Sirvió
de secretario de su padre hasta su graduación de Licenciado en Derecho,
obteniendo el titulo el 26 de mayo del 1900, pero desde el 1888, la Suprema Corte
de Justicia le había concedido el derecho a ejercer en La Vega y otras
provincias del Cibao.
Don
Manuel Ubaldo Gómez y Moya, fue profesor del Colegio Sebastián, fundado por el
gran apóstol el Padre Fantino, de historia, cuyas lecciones público en tres
volúmenes con el título “Resumen de la Historia de Santo Domingo” en 1911, como
historiógrafo se reservo la oportunidad de llevar al libro Estudios e
Investigaciones de hombres y sucesos dominicanos, dejo inconcluso unos apuntes
sobre Veganos Ilustres
A los
31 años de edad se une en matrimonio con la señorita Ana Dolores Meléndez, el 7
de octubre del 1887, procreando el matrimonio Gómez-Meléndez cinco hijos.
Tercio
en la vida pública, no por buscar posiciones, sino solicitado, llevando a cada
una de las posiciones que ocupo la pureza de valor personal en el desempeño de
las funciones que le toco desempeñar como fueron algunas de ellas;
Diputados al Congreso Nacional por dos
ocasiones;
Miembro de la Junta Provincial Directiva de
Estudios de La Vega;
Secretario de Interior y Policía;
Secretario de Instrucción Pública;
Juez de Primera Instancia de La Vega;
desempeñando esta función pública fundó la Gaceta Oficial, órgano de dicho
tribunal,
Gobernador interino,
Por designación del Ayuntamiento de La
Vega, como elemento de Paz en momentos difíciles;
Senador;
Procurador General de la Corte de Apelación
de Santiago;
Juez del mismo Tribunal de 1931 a 1936;
Consultor Jurídico del Ayuntamiento;
Miembro de la Junta de Reclamaciones y de
la Comisión de Reforma de las Leyes de Instrucción;
Presidente de La Corte de Apelación de La
Vega;
Miembro de la Academia Dominicana de la
Historia
Miembro de Honor de la Asociación de
Periodista Veganos
Presidente de Honor de la Sociedad
Cultural, la Progresista y de muchos instituciones más
La labor de Don Manuel Ubaldo Gómez y Moya
en el seno de la sociedad vegana, a más de haber redundados en múltiples y
efectivos beneficios es aún en la actualidad digna de tomarse como el ejemplo
como el más puro y exacto veganismo. En toda las obras de bien y de progreso
dejo sentir el impulso de su colaboración franca e inteligente.
De él
dice, Rufino Martínez, en su obra Diccionario Biográfico-Histórico Dominicano,
1821-1930, Colección Historia y Sociedad No.5, Editora de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo, 1971, Pág.202 “Tronco añoso, semejante a un rezagado
modesto de hombre anacrónicos por su apego a la rectitud, la buena fe y la
vergüenza, desde mediados de la Era de Trujillo, tuvo que recluirse en la
pasividad de su hogar, negándole la jubilación honradamente ganada”
Añadiendo
a seguida el historiador Martínez sobre Manuel Ubaldo Gómez,“ Despreciador
de los opresores del pueblo por principio, por educación, y tradición familiar,
no solicito el favor del tirano Trujillo, que daba a sus aduladores lo
correspondientes a los hombres de merecimientos anteriores a él y de más valer
que él”.
Señalando
también el escritor “La respuesta de Don Ubaldo constituyo el timbre
postrero con que coronó y reafirmó su procera calidad de ciudadano. Mantuvo en
La Vega, con su sola autoridad de hombres austero, una atmósfera moral que como
caso único en la República se sobreponías a la acción disolvente de la política
allí laboriosa por un grupo de veganos. Nadie amó más que él a La Vega, como en
ningún vegano encarnó en más alto grado las que fueron virtudes de esa
colectividad de la República Dominicana”
A Don
Manuel Ubaldo Gómez y Moya, historiógrafo, Jurisconsulto, Escritor, Periodista,
Hombre público que ocupó varios cargos, Ente de Paz y Armonía entre sus
conciudadanos, en La Vega se le quiso, respetó y admiró sus virtudes e
inteligencia innegables. Es por ellos que el 13 septiembre de 1936, a
iniciativa del historiador Vitelio Alfau Duran, su ciudad natal le tributó un
reconocimiento a su vida ejemplar, siendo designado Hijo Preclaro de La Vega, y
dándole en vida su nombre a una calle de las principales calles de la ciudad.
Ubaldo Solís
VEGANISIMO www.lacomunidad.elpais.com/usolis4587
EL SOLITARIO DE LA VEGA www.lacoctelera.com/uval
DESDELAVEGARD www.desdelavegardubsolis.blogspot.com
;
Fuentes;
Rufino
Martínez, en su obra Diccionario Biográfico-Histórico Dominicano, 1821-1930,
Colección Historia y Sociedad No.5, Editora de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo, 1971, Pág.202
Homenaje
de la Concepción de La Vega Real al Lic. Manuel Ubaldo Gómez y Moya, octubre,
1936
Reyna
Alfau, La pieza del Mes, 1982-1984, Museo Nacional de Historia y Geográfica,
Serie Museográfica No. 1,
Primera
Edición 1985, Impresión Amigo del Hogar
Escritos
Sueltos de Guido Despradel Batista
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