El papel de las emociones en las enfermedades de la piel
La piel y el sistema nervioso central están totalmente interrelacionados. Por tanto, no es de extrañar que el estado emocional y mental de una persona pueda tener un impacto en la piel. La ansiedad, el estrés, la depresión y otros problemas emocionales pueden causar, por ejemplo, alteraciones como eczema, acné, rosácea, alopecia, psoriasis o vitíligo o bien agravar o mantener en el tiempo los problemas de piel ya existentes.
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El estrés, por ejemplo, hace que la piel produzca más grasa, lo que puede contribuir a taponar los poros y agravar el acné. El estrés también hace aumentar la respuesta inflamatoria del cuerpo. Quizás una de las relaciones entre estrés y piel que más personas conocen es la aparición de las llamadas “calenturas” en los labios como consecuencia del herpes simple.
Cuando una persona está libre de estrés y ansiedad, los niveles hormonales permanecen equilibrados. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes, las hormonas del estrés, como cortisol y adrenalina, se disparan. En circunstancias normales, el sistema nervioso simpático hace que el cuerpo se recupere y vuelva a su estado normal pero si el estrés o la ansiedad son crónicos, los niveles de estas hormonas permanecen elevados, pudiendo causar diversas enfermedades, incluyendo las enfermedades de la piel.
Dado que este tipo de enfermedades que afectan a la piel son tan visibles, no es raro que produzcan estrés y ansiedad en las personas que las padecen, convirtiéndose en un círculo vicioso en el que los mismos síntomas de le piel causan estrés que, a su vez agrava y mantiene la enfermedad, que se vuelve crónica y puede permanecer incluso si la fuente inicial de estrés que la produjo ha desaparecido.
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Qué puedes hacer
Psicoterapia. Por los motivos mencionados, para tratar un problema crónico de la piel es fundamental acudir a un psicólogo para tratar los problemas emocionales de ansiedad, estrés, depresión, tanto previos a la enfermedad como causados por ella. Por ejemplo, un psicólogo puede enseñarte a pensar de un modo más constructivo (debatir tus creencias irracionales), aprender técnicas para manejar el estrés, ayudarte a resolver posibles traumas emocionales del pasado, etc. Durante una psicoterapia las personas pueden aprender a conocer, expresar y manejar mejor sus emociones en vez de somatizarlas.
Además de acudir a un psicólogo, también hay cosas que puedes hacer para manejar mejor el estrés, como por ejemplo:
1. Meditación mindfulness. Ayuda a controlar la mente y reducir el estrés. Habituarte a practicarla de manera habitual o en los momentos de mayor estrés (por ejemplo, meditar unos minutos durante el trabajo) puede servirte de gran ayuda.
2. Escribir. Escribir sobre tus experiencias te ayuda a entenderlas mejor, procesarlas y superarlas.
3. Hacer ejercicio. Por ejemplo, practicar algún deporte, acudir a un gimnasio, hacer yoga, ejercicios de respiración, nadar, etc.
4. Aprender técnicas de relajación. Este artículo te explica cómo hacerlo: Técnica de relajación paso a paso.
5. Mindfulness y técnicas basadas en mindfulness:
- Qué es el mindfulness
- Cómo el mindfulness puede ayudarte a superar tus problemas emocionales
- El mindfulness puede ayudar a combatir la migraña y el dolor en general
- Cómo el mindfulness puede ayudar a combatir la depresión
- Mindfulness y salud mental
- Mindfulness y experiencias no superadas
- Técnicas para combatir el malestar emocional basadas en la ACT
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