Mujeres
sobresalientes de La Vega
Doña
Elsa Fernández vda. Grullon. Una gran mujer dedicada a la bondad y la caridad
La
vida de los justo está en las manos de Dios (Sab. 3.1), llamada a la morada del Señor, en el seno de su hogar, rodeada
de sus seres queridos junto a su lecho, el viernes 17de marzo del 1995. La Señora Elsa, tuvo siempre cuidado en
hacer su obra de piedad y de bien delante de las gentes, para no llamar la
atención, daba las limosnas ocultamente, como la dice el Señor. Ya
que Dios que ve lo escondido
recompensará.
Elsa
Altagracia Fernández nació el 21 de septiembre de 1917, en la ciudad de la
Concepción de La Vega, donde vivió toda su vida, hija del matrimonio de los
señores Rafael Fernández y Ana Mendoza,
este ejemplar matrimonio procreó unos
siete hijos-as, este hogar una escuela
de humanismo, un hogar un jardín de virtudes, desde muy joven, fue muy piadosa,
laboriosa, servicial y afable.
Contrae
matrimonio, en 1936 con Adriano Grullón
(a) Nano. De cuyo matrimonio nacieron siete hijos e hijas, a quienes les
infundieron el espíritu de fe y bondad.
Doña
Elsa probó con su vida que aún en estos tiempos se puede
y se debe vivir en el espíritu del evangelio. Nos hizo ver que la proposición de Jesús. (El que se
quiere venirse conmigo, que se
niegue a sí mismo y el que pierda su vida por mí, la encontrará. Mt. 16,24-25), es siempre
positiva. Esta sentencia del Rabí de Galilea. Es un resumen de lo que el
Maestro proclama y enseña en Sermón de
la Montaña.
Doña
Elsa fue siempre admirada, por su
apostolado de servicio, que hacía con humildad, sin llamar la atención, con
paz, alegría, siempre tomando el servicio más riguroso y difícil. Entre estos
apostolados podemos citar.
El 1ro. Los Encarcelados, ella inició y
promovió el Voluntariado para la Renovación de Encarcelados en La Vega. Aceptó
ser coordinadora, a condición de no tener
ninguna recompensa humana por ese trabajo, ni salir en los medios de
comunicación. La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas no se imaginan el
heroísmo y la entrega que supone. Todas las miserias humanas van a las
cárceles. Esta bondadosa dama, buscaba abogados amigos, se iba al Palacio de
Justica a defender a los presos pobres de condena injusta o exagerada. Muchos
de ellos cuando lo liberaban iban a su
casa a buscar el dinero del pasaje para irse a sus casas.
2da.
El Amor a los pobres. Otra de las virtudes de esta gran Mujer. Iba por las
casas más pobres de los diferentes barrios
marginados de la ciudad de La
Vega, cuando el Ciclón David, se desplazaba a los refugios de la ciudad
llevándoles alimentos, ropas y medicinas.
3ra.
Su amor hacia los enfermos. Siempre
sacaba tiempo para visitar los enfermos llevándole atención humana y
espiritual, como también llevaba consuelo a las familias que habían perdido a un ser querido.
* El pensamiento de la muerte ayuda mucho a dejar las vanidades del mundo y
vivir la verdad *, * acuérdate de tus postrimerías, y nunca hará algo en
contra de los demás *.
4ta.
Unos de los dones más trascendentes que poseen algunas personas privilegiadas
es el papel de poder reconciliar hogares en discordias. Y este don era uno que adornaba
a Doña Ada, su intervención en los
hogares en conflictos, a los que llevándole luz, paz, concordia, a través del
diálogo con la pareja con comprensión y caridad. Esto le hacía un ser
diferentes con características
excepcionales en una persona.
5ta.
Fue una de las primeras personas que se
involucraron en las comunidades eclesiales de base que se organizaron en La
Vega, la
que fueron introducida en la
ciudad de La Vega, por el hoy Cardenal López Rodríguez, cuando era párroco de
la Iglesia Catedral de La Concepción de La Vega. Fue ella de la primera que ofreció su hogar
para preparar a niños, jóvenes y adultos,
para el bautismo y la primera comunión, y reuniones de familias para leer las palabras de Dios, y
de los problemas del barrio, siendo una gran colaboradora de los primeros Cursillos de Cristiandad.
Hemos
querido escribir algo sobre lo fue una gran mujer, una gran dama, de grandes
virtudes, con sentimientos enorme de
caridad hacia los demás, vivió como
una buena esposa, buena madre y una gran
vecina, llevando una vida normal, nada extraordinario. Dar a conocer datos
sobre la vida de Doña Elsa Fernández de Grullon, que pueda servir de estímulo a
otras personas que no se pueden estancar un la vida, hay que hacer algo en
beneficio de los demás.
Compilación
de Ubaldo Solís
Fuente. Escrito de
Mons. Juan Antonio Flores Santana, *Doña Elsa Fernández vda. Grullon, (todavía hay santo en la tierra), 23 de Marzo
de 1995, publicado en el periódico la Información de Santiago, en marzo de
1995.
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