Conspiración política y la operación Valquiria en el PRD
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Este 20 de julio de 2014 se consumirá
el atentado contra el Partido Revolucionarios Dominicano, fraguado por
un minúsculo sector encabezado por el ingeniero Miguel Vargas, que se
resiste al sueño de ser candidato presidencial y continuar presidiendo
las siglas de una organización cuya imagen política se encuentra muy
deteriorada como consecuencia de la aguda crisis que la sacude desde
finalizada la convención del 2011.
Hay quienes ya comparan, por coincidencia de fecha
y por la naturaleza de su acción, el fallido intento de asesinar
a Adolf Hitler, el 20 de julio de 1944, llevado a cabo por un grupo de
oficiales de la Wehrmacht (Ejército alemán) organizados por el coronel
conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado basado en
la denominada Operación Valquiria, un plan operativo de las reservas del
ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o de
una sublevación de los millones de esclavos que trabajaban en fábricas
alemanas.
Guardando la diferencia, pero manteniedo la
coincidencia de intenciones, el PRD asiste engañado a la encerrona
organizada por el grupo de individuos que oculto en las entrañas del
caballo de Troya, prepara el escenario propicio para asestarle las
heridas mortales a esa entidad política, que maltrecha concurre a una
supuesta convención convenida y negociada por fuerzas externas y
prohijada por estamentos judi-electoral con el objetivo de sacarlo de
competencia para la elecciones de mayo del 2016.
Guido Gómez Mazara, quien le disputa la
presidencia del PRD al ingeniero Miguel Vargas Maldonado, un empresario
de la construcción, es el rayo de luz al final del túnel que lucha en
un terreno entrampado por un sector que hará todo lo indecible para
imponerse aunque sea por encima del cadáver de un agonizante partido
cuyo cuerpo yace mortalmente herido entre las garras de los buitres que
solo esperan que éste muera para devorarlo.
Gómez Mazara cuenta con el respaldo del 85 por
ciento de la militancia del PRD para imponerse cómodamente en esa
convención, que más bien se asemeja a un matadero de bueyes levantado
por carniceros hambrientos de poder y dinero, sobre un vapuleado Vargas
Maldonado cuya imagen política se encuentra muy deteriorada, pero que
cuenta con el respaldo del gobierno y del Partido de la Liberación
Dominicana para que éste continúe al frente del PRD con el propósito de
despejar el camino al continuismo morado.
Poca expectativa de triunfo le aguarda al hijo de
mi ex compañero de partido Maximiliano Gómez (el moreno), quien ya se
impuso en la simpatía de la gran mayoría de los perredeísta, al vencer
en la opinión pública a su adversario que no encuentra la vía de
reconstruir una imagen creíble que le permita ganarse la confianza del
electorado dominicano.
El domingo pasado el país asistió a la farsa más
burda montada por el sector de Vargas Maldonado de una presunta
convención realizada solo en la mente enfermiza de quienes les importa
un bledo la suerte de un partido como el PRD que ha sabido dar cátedra
de democracia desde su fundación en 1939, al anunciarse la culminación
de un evento que no se realizó.
En un acto de desesperación los que conspiran
contra la salud del PRD han maniobrado y han puesto en ejecución
métodos dictatoriales con tal de construir mayoría, y a no lograrlo,
entonces incurren al método de la reducción del padrón en unos 800 mil
votantes, en el que aparecen militantes de otros partidos y personas
fallecidas, así como al temor y el dislocamientos de los centros de
votación con el objetivo de inducir a la abstención forzosa.
En esa locura colectiva, y ante la evidencia al
temor por una aplastante derrota, Vargas Maldonado pacta con José
Francisco Peña Guaba un acuerdo que compromete el 25 por ciento de los
recursos económicos que la Junta Central Electoral le entrega al PRD a
cambio del préstamo del su padrón de inscritos de 105 votantes del
Bloque Institucional Social demócrata para que sufraguen por él en la
convención del domingo, según denunciaron recientemente los señores José
Lugo y José Miguel Guzmán, vicepresidente y secretario general del BIS.
De acuerdo a estos dos dirigentes del BIS, el
pacto también incluye la entrega de la coordinación de los partidos
aliados a Peña guaba para la campaña del 2016 y varias senadurías,
diputaciones, alcaldías y regidurías, y que para tal fin su hijo José
Francisco Peña Taváres, administrador de la Lotería Nacional fue
designado por Vargas Maldonado responsable de la circunscripción número
uno del PRD con la encomienda de ganar allí.
Para demostrar veracidad de su denuncia José Lugo
puso como ejemplo el hecho de que en la mesa numero 31 del municipio de
Azua hay 23 electores inscritos en el padrón del PRD, de los cuales
figuran seis miembros del BIS, incluyéndose él, como parte de ese pacto
de alcance nacional.
Ya la dirigente del sector mayoritario del PRD,
Geanilda Vásquez había denunciado públicamente de que en el reducido
padrón de electores de esa entidad política se habían insertado la
cantidad de 170 mil simpatizantes y miembros del PLD y unos cuatro mil
nombres de personas fallecidas.
De verificarse estas denuncias estamos a la puerta
de una conspiración política de tan alta envergadura como aquella que
parió el 20 de julio de 1944 el movimiento Valquiria para asesinar a
Adolfo Hitler, cuyo propósito, a pesar del tiempo, se transfiere a un
grupo de dominicanos unidos que ha decidido coaligarse para atentar
contra la vida democrática del combatiente PRD.
Por Andrés Gómez Solís
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