La Orden de la Merced y la
Virgen de las Mercedes en la Isla de Santo Domingo.
Fuente; Ramón Lugo Lovatón
Pedro Nolasco, Raymundo
de Peñafort y Don Jaime Rey de Aragón, los tres tuvieron una revelación que la Virgen Santísima se le había aparecido
a cada uno de ellos, con idéntica
revelación, el cual estaban sorprendidos
al comunicarse y coincidir con la misma cosa. Estos motivo a que
Don Jaime ordenó que se fundase la Institución, bajo la invocación de Santa María de la Merced. Esta Orden fundada el 10 de agosto de 1218, ostentaba títulos de
Real y Militar, y fue creada por Don
Jaime de Aragón.
Es el origen de la Orden
de la Merced, que la Iglesia acepta en el campo histórico. De los reinos
de España y de esa Orden
llegaron a la Isla de Santo Domingo aquellos religiosos que propagaron
en esta tierra, la devoción y el culto a la
Virgen de las Mercedes.
El culto que siempre se
ha tributado en la Isla, hasta nuestro días, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, se lo
debemos a la piedad y al celo religiosos
de la Orden de la Merced, por la redención de los cautivos.
La antigüedad de su
culto concurre con la fundación de sus
primeros Conventos en la isla. No hay una fecha exacta de su comienzo en la
ciudad de Santo Domingo. La presencia de Mercedarios en la isla lo sitúan
algunos historiadores y cronistas con la segunda llegada de Colon a La
Española, al encontrar éste destruido el
Fuerte de la Navidad. Se ha escrito también que el primer Convento de la Orden se estableció en la villa de la Isabela, primera ciudad del Nuevo
Mundo, está construida por m disposición
de Cristobal Colón,
Antes de ser
concentrada a la vida monástica la Orden de la Merced, a principio del siglo XVI, sin estar sujeto sin
ningún régimen, existían ya en la isla, algunos mercedarios, sin hacer
vida en común. Ellos profesaban gran
devoción por San Lorenzo, mártir en cuya
festividad, el 10 de agosto, se estableciera la Orden de la Merced
Hacia 1527, el Capitulo
General de la Orden, celebrado en Burgos; la reforma de la Orden en la Isla Española fue decretada para establecer
la vida regular en común. Y así, con el tiempo se establecieron los siguientes
conventos:
-El de la ciudad de Santo Domingo; -El de Santiago de
los Caballeros;-El de la Villa de Compostela de Azua; - El de la Ciudad de la Concepción de La Vega;. El del Santo
Cerro. El de la Villa de Puerto Príncipe; Y fuera de la Isla; El de la Ciudad
de León en Caracas; El de Camagüey, y el de La Habana en la isla de Cuba.
La Iglesia de Nuestra
Señora de las Mercedes fue consagrada por Fray Juan de Galavis, Arzobispo
Metropolitano, el 5 de septiembre del
1734, y en su Convento, de 1615 s
1618, Fray Gabriel Tellez, Tirso de Molina, clásico español,
escribió algunas de sus obras. Este fecundo
escritor dramático de la Merced, nacido en Madrid en 1571, falleció en Soria en
1648, creador del “Burlador de Sevilla”,
“Don Gil de las Garzas Verdes” y otras tantas obras maestras, luego de rememorar en larga crónica los milagros de la Virgen de las Mercedes y la devoción de
este pueblo por ella, escribe respecto a
su consagración como Patrona de la República.
Dice “Intentamos los
recién venidos, conociendo el general
efecto con que seguían todos esta
piadosa verdad y la fe con que abrazaban la inmunidad de su limpia Concepción,
que la ciudad admitiese por Patrona a nuestra Imagen milagrosísima con voto expreso de su inmaculada preservación; y aunque el Presidente Gobernador de aquella
Real Audiencia e Isla lo contradijo y
con él algunos oidores y validos (
tan poderosa fue con ellos la familiaridad del superior de los
contrarios), pudo más el afecto y la devoción
de los restantes, y así la Real Audiencia y el Cabildo o Regimiento de
aquella cristianísima República, con
fiestas y demostraciones regocijadas y otra vez no vistas semejantes, la víspera de su Natividad gozosa
y también su día, vinieron en su procesión
a nuestra iglesia y celebrando el incruento sacrificio ( en que dedicó el nuevo Vicaria General), la
juraron por única Patrona el ya reducido Presidente y sus oidores y
oficiales por su Cancillería, y por su Ciudad, los Regidores
Sobre los milagros de
la Virgen de las Mercedes, se han tejidos innumerables leyendas desde 1495
hasta nuestro días. Se expresan las
gentes de los diferentes estatus sociales de la colectividad dominicana
y de otras naciones en especial de la Haitiana que
tiene un gran veneración por
Nuestra Señora de las
Una de la principales
leyenda sobre los milagros de la Virgen de Las Mercedes, en lo que está relacionado con uno de los
personajes más temidos que
hayan habitado la isla de Santo Domingo,
este extraordinario y singular
figura lo es Toussaint Louverture,
cuando invade la
parte española de la Isla,
en 1801, y su encuentro en la Catedral
Primada de América, y su proclama dicha
a su hermano Paul Louverture, donde le ordena que pase a cuchillos a
toda la población, él cual
consulta con su esposa, y ésta en la habitación
pasa todo el día rezando a las Virgen de Las Mercedes, para que
interceda por la población.
Y cuando en medio de la plaza, todo el sequito de
Louverture, enmudece y grita: “ Elle
etai Notre Dame! Je l ai vue! ( Era
Nuestra Señora! Yo la he visto!
Yo la he Visto!. Al escuchar estas palabras, la esposa de Paul Louverture, corrió a la estancia de sus oraciones, y agradecida
cayó de rodillas ante la imagen de la Virgen de las Mercedes
Toda leyenda constituye
un patrimonio común subyacente que enriquece y da belleza a la historia de
cada país. Las leyendas, toca a lo maravilloso y deslumbra; la tradición, corresponde a los histórico y
cautiva. ¿En dónde termina la leyenda y
comienza la tradición? El primer campo, viola con frecuencia los dominios del
segundo; a veces, lo que m pertenece a la tradición
es tan inverosímil, tan raro y maravilloso, que entra, franca y
caballerosamente en el ámbito de la leyenda.
Todo demuestra esa verdad inconcusa
Las leyendas mayas,
aztecas, y peruanas, constituyen pruebas de que la leyenda es más fuerte en los
pueblos que tienen una historia más intensa, porque éstos poseen un grado
superior de civilización. Pueden
afirmarse que en toda América es imaginativa en sus concepciones, por ser hija de España.
En la conquista del
Nuevo Continente, empresa colosal sin paralelo, surgen epopeyas y hombres,
milagros y sucesos, que apenas caben por
su grandeza en el marco de la historia,
porque escapan a todo lo que pueda
considerarse como verdadero y sucedido, para caer en los límites de lo
fantástico o de lo inverosímil
Así el viaje de Colón y
el Descubrimiento de las Indias Occidentales;
su llegada a Quisqueya donde deja en el Fuerte de la Navidad un puñado de
audaces dignos de la pluma cervantina;
la odisea de México, cuyo imperio conquista Hernán Cortés; la hazaña de Pizarro, que traza una raya sobre
las arena para que trece descamisados se propongan y realicen la conquista del
Perú; Ponce de León buscando en la Florida la Fuente de la Eterna
Juventud; Ojeda luchando con los indígenas en La Española;
Balboa, que sale de
Santo Domingo, en un busque, oculto en un tonel, para descubrir el Mar del Sur; el viaje de Magallanes y
los hombres de Hernando de Soto, Pedro
Alvarado, Nicuesa, Garcilaso de la
Vega, Diego Colón, María de Toledo, Las Casas,
Anacaona, Enriquillo, y un ciento
más, tejen en la aurora de la
historia de nuestra raza en América, una leyenda tras otras, tras
una tradición otra tradición, y
apenas podemos dar crédito a tanta maravilla en los albores de la civilización y del cristianismo en la tierras vírgenes de
América
Virgen de las Mercedes! El recuerdo de tu
leyenda, de tus milagros, y de tus augustas intervenciones desde el
Descubrimiento hasta la creación de la República, y desde 1844 hasta nuestros
días, te ha hecho Nuestra Patrona
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