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Capturando los Sueños
El enigmático mundo del ensueño, aquel país lejano y borroso donde todo es posible, ha permanecido indescifrable desde el principio de los tiempos, y aún así sigue. Chamanes, psiquiatras, charlatanes y científicos han intentado dar una explicación al fenómeno, aunque hasta el momento, toda interpretación ha sido meramente especulativa. Algo tan común y necesario como es el soñar es el misterio milenario que nos acompaña cada noche.
¿Qué son los sueños? ¿Cuál es su cometido? Para Sigmund Freud eran una expresión del subconsciente, la expresión simbólica del titiritero que zarandea nuestro yo. Para Carl Gustav Jung eran un reflejo del inconsciente colectivo, pero sea como fuere, hasta la fecha ningún neurólogo ha podido decirnos con certeza de qué materia están hechos los sueños.
La imaginación visual del ser humano, su capacidad de recrear en el cerebro imágenes a voluntad, es ciertamente limitada. Aún así, durante la fase REM, mientras los ojos se agitan con párpados cerrados, el cerebro es capaz de recrear mundos imposibles con gran realismo, siendo una habilidad similar a la que el subconsciente muestra al generar alucinaciones durante la vigilia en esquizofrénicos y otras patologías. Pero lo que es seguro es que es un arma que está fuera del alcance de nuestra consciencia, y nos vemos expuestos a los antojos de la parte más oscura, críptica y animal de la mente. Sin embargo, hay una vinculación entre la imaginación del artista y la recreación del subconsciente en el sueño, y esta conexión es que los dos artífices utilizan el mismo lienzo cerebral, a pesar que nosotros seamos especialmente torpes con los pinceles.
Recuerdo que hace años, cuando vivía en una casa en la Floresta (una zona boscosa cerca de Barcelona), solía fumar cánnabis antes de ir a acostarme. Me parecía fabulosa la conexión que esta substancia producía entre la mente consciente y la mente inconsciente. Bajo sus efectos, tumbado en la cama y a oscuras, lograba moldear las onírias a mi antojo, aumentando mi capacidad de imaginación visual exponencialmente. Era maravilloso, o lo fue hasta que un día no pude controlar los miedos, y de los deseos y paisajes fantásticos con que jugaba antes de dormirme emergió la oscuridad. Empecé a ver seres y cosas escalofriantes, sin que yo tuviera ningún control sobre la ponzoñosa agua que brotaba de la fuente que se había abierto, y lo más aterrador de todo, fue que no podía cerrar los ojos, porque las imágenes surgían de mi interior.
Los sueños pueden ser asombrosos, premonitorios, terroríficos, pero siempre son extraños. Desde que Abraham soñó premonitoriamente con la esclavitud del pueblo judío en Egipto, el curso de la historia se ha visto terriblemente afectado por los caprichos de Sandman. Todos los grandes profetas (y muchos científicos y hombres de estado) han visto en los sueños señales que les han indicado el rumbo a seguir, y así, una segunda humanidad subconsciente y ofuscada ha tejido disumaladamente nuestro ahora.
¿Por qué hablo de los sueños? Pues porque el otro día, al ver un capítulo de Dr.House llamado “Agujero Negro (black Hole)”, me quedé atónito al ver que en la serie se utilizaba un aparato para ver en una pantalla lo que soñaba un paciente. Me pregunté ¿Eso es posible? ¿Existe alguna investigación séria al respecto? ¿De dónde lo habrán sacado? Investigando por la red he descubierto que sí, realmente se está desarrollando la base en que se inspira el aparato que aparece en House. Yukiyasu Kamitani, un científico japonés del Computational Neuroscience Laboratories de Kyoto, lleva años tratando en descodificar la percepción visual por parte del cerebro. El primer gran éxito que consiguió fue el reproducir las imágenes que el cerebro captaba visualmente, con poca resolución y nitidez, claro, pero que suponía la demostración de que las teorías de Yukiyasu eran correctas.
Posteriormente Yukiyasu Kamitani ha logrado la proyección de patrones más complejos en una pantalla, conseguidos después de un periodo de aprendizaje por parte del software de cómo el sujeto a analizar interpretaba ciertas imágenes. En el futuro, si la cosa sigue así puede que algún día podamos realmente grabar nuestros sueños, y observar nuestros miedos y deseos, o hasta cambiar la dirección del proceso e inyectar irrealidades directamente a nuestra mente.
Un mundo de posibilidades inimaginables se abre ante nosotros, que hace que nos frotemos los ojos, boquieabiertos, y nos pellizquemos preguntándonos si todo esto, no será un sueño.
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