jueves, 9 de junio de 2016

EL TEMPLO SOLAR DE DYEDEFRA (Montaña de Agua de Dyedefra)

EL TEMPLO SOLAR DE DYEDEFRA
(Montaña de Agua de Dyedefra)

DYEDEFRA (O RADEDEF)
FARAÓN DE LA DINASTÍA IV DE EGIPTO
Una de las épocas de la historia de Egipto más conocida por el público general es el de la cuarta dinastía, durante la cual gobernaron los faraones que trascenderían más allá de su tiempo y se convertirían en inmortales gracias a las tres grandes pirámides que ordenaron levantar en Giza en su honor.
Sin embargo, y quizás precisamente por ello, generalmente se cree que fue Kefrén el faraón que sucedió a Keops en el trono del país del Nilo y sin embargo esto no fue así, ya que fue otro hijo suyo, Dyedefra, quien ocupó este honor a su muerte.
De hecho, al igual que su padre, su hermano y su sobrino Micerino, también Dyedefra ordenó construir una pirámide en Abu Rawash, cerca de El Cairo, incluso más grande y con mejores materiales que la de su padre, pero que fue destruida durante la ocupación romana.

Pero por fortuna sí ha pervivido otro importante monumento construido en su época y que además nos da una importante información acerca del cambio religioso que quizás comenzara en esta época y cuyo desencadenante final fuera la llamada "herejía" de Akenatón, que quizás llevó hasta el extremo lo que Dyedefra, quizás sin pretenderlo, había iniciado.
Este monumento se encuentra en la orilla occidental del Nilo, en pleno desierto líbico y es conocido como la "montaña de agua" de Dyedefra o el "templo solar" de Dyedefra, como lo han rebautizado Robert Bauval y Thomas Brophy en un artículo publicado en la Revista española de Arqueología.
•DESCUBRIMIENTO Y ENCLAVE DEL TEMPLO
El templo se halla a 80 kilómetros al suroeste de la carretera entre las localidades de Farafla y Dahkla, en pleno desierto líbico occidental, como se ha apuntado más arriba.
Ya en el año 1835 sir Gardner Wilkinson tenía noticias de su emplazamiento, pero no las dio demasiado crédito ya que pensaba que eran habladurías de los beduinos locales. También W.J Harding fue advertido en 1910 acerca de su existencia pero tampoco hizo demasiado caso o investigó en un lugar erróneo.
No sería hasta el año 2000 cuando Carlo Bergman, un trabajador de una empresa alemana que durante veinte años había explorado el Sáhara en busca de ruinas inéditas, logró localizar el lugar exacto donde se hallaba este santuario.
Actualmente las excavaciones y exploraciones realizadas en este lugar están supervisadas por el Consejo Superior de Antigüedades de Egipto y dirigidas por Rudolph Kuper que coordina dos equipos alemanes, uno del Instituto Arqueológico Alemán y otro del Instituto Heinrich Barth.
•UN LUGAR SAGRADO DESDE TIEMPOS PREHISTÓRICOS
El templo de Dyedefra tiene una apariencia de colina cónica de 30 metros de altura y 60 de longitud. En su lado oriental presenta una terraza natural de 3 metros de alto y 35 de ancho, que presenta inscripciones tanto faraónicas como prehistóricas, lo que hace pensar a los arqueólogos que este lugar ya era considerado sagrado por los antiguos pobladores predinásticos de Egipto.

Entre las inscripciones faraónicas se hallan los sellos reales de Keops y Dyedefra y un jeroglífico que parece denominar al lugar como "montaña de agua de Dyedefra". Igualmente estos textos hablan de las expediciones que ordenaba realizar Keops al desierto líbico en busca de una sustancia llamada mefat que probablemente se empleara para realizar la pintura roja con la que se decoraron algunas de las grandes pirámides y templos egipcios.

Un presunto lugar de observación astronómica, prototipo de otros templos solares.

En su investigación realizada en el año 2008 Robert Bauval y Thomas Brophy examinaron este lugar y sus cercanías y en sus conclusiones publicadas en el artículo publicado este mes en la Revista de Arqueología titulado "El templo del Sol de Dyedefra en el Sáhara" destaca la que afirma que este templo quizá fuera en realidad un observatorio astronómico que se basara en el estudio de las fases equinocciales del sol. Una hipótesis muy del gusto de Bauval en cuanto a la función de los grandes monumentos de Egipto.

Asimismo postulan que este templo quizás fuera imitado por varios faraones de la quinta dinastía para edificar otros templos solares en Abusir y Abu Gurab. Esto no sería sino el reflejo del cambio de percepción religiosa en esta época que consistió en el cambio de identidad divina del faraón por otra en el que pasaba a ser "sólo" hijo de un dios y su portavoz en la Tierra. Igualmente se sustituía el culto a la persona del faraón por el del dios solar Ra.
Por ello en esta época empezaron a proliferar templos y construcciones en honor de este dios. Comenzaba así una época de profundos cambios en Egipto cuyo punto crucial sería algo que ni siquiera sus iniciadores pudieron sospechar, la sustitución de todos los cultos por el de una única entidad representada por el disco solar: Atón. Y las graves consecuencias derivadas de ello. Pero esto, como suele decirse, es otra historia.
Imágenes:
Montaña de Agua de Djedefre - Wikimedia Commons

🌹Perla Tanis🌹

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