LA VERDADERA HISTORIA DE LEONARDO DA VINCI

Alvaro Anula+ | 1 marzo, 2015 | Destacadas, Misterios del Arte, Misterios del Mundo, Noticias | 1 comentario

¿Por qué su obra y su vida sigue fascinando? Desde el “Código da Vinci” a su escritura inversa pasando por sus disecciones y sus obras misteriosas, Leonardo da Vinci se nos aparece como un mago negro del Renacimiento, pero eso está muy lejos de ser verdad. Fue un hombre de un talento excepcional que vivió en una época extraordinaria. Un genio cuya oscuridad le catapultaron a las crónicas reales; un hombre que jamás permitió que la adversidad hundiera su intelecto; un hombre para la eternidad que ilumina nuestra imaginación incluso hoy en día: simplemente Leonardo da Vinci.

Leonardo da Vinci y su amor por la Naturaleza.

Leonardo nació en la Toscana, en un pueblo llamado Vinci, en las cercanías de Florencia. Florencia en aquella época era el centro de Europa, puesto que en ella se estaba fraguando esa corriente artística e intelectual que dominaría en los siglos XV y XVI: el Renacimiento.

 Leonardo nace en unas cirscunstancias un tanto complicadas. Es hijo ilegítimo de  Caterina, hija de un pobre campesino, y de  Piero Fruosino di Antonio, un notario  proveniente de una respetada familia. Sus padres biológicos no se casan entre  ellos, sino que lo hacen con gente de sus respectivas clases. Leonardo crecerá en la  familia de su padre. De haber sido hijo legítimo, Leonardo hubiera heredado las  tierras y la profesión de notario de su padre pero, al ser hijo ilegítimo no podía  ejercer esta profesión. 

De pequeño ya destacaba por sus dotes particulares. Le gustaba construir cosas, era ambidiestro ( manejaba igual de bien la mano derecha y la mano izquierda) y le gustaba el arte, actividad que le ayudaron a potenciar porque no había otra alternativa. Pronto se vio fascinado por la naturaleza y todo lo que la rodeaba. El agua, los animales, las plantas… todo despierta su curiosidad. Años más tarde aseguraría que “La Naturaleza es la mejor maestra”.

“es más noble imitar las cosas de la naturaleza que son de hecho imágenes reales, que imitar lo que se dice con palabras, que son obra del hombre”

La relación de la Naturaleza con Leonardo es de vital importancia porque tuvo gran influencia en el momento de su pensamiento y más tarde en su obra.

El taller de Verrocchio: lo que pasa cuando el alumno supera al maestro.

Siendo aún adolescente, se traslada con su padre a Florencia, donde se le presenta la oportunidad, gracias a su padre, de entrar en la escuela de Andrea Verrocchio, un lugar inmejorable para crecer como artista. El taller de Verrocchio es una auténtica universidad del arte donde Leonardo aprende a dibujar,a pintar, a trabajar el bronce, crear muebles  y banderolas para los desfiles.  Lo que más le llamó la atención fue cómo se colocaba en la  maqueta de la construcción de la cúpula de la catedral de Florencia una bola dorada. Esta  bola tenía 5 metros y era un desafío tecnológico para la época. El artilugio que coloca dicha  esfera en lo más alto de Santa Maria di Fiori crea un gran interés en Leonardo, que a partir  de ahí le gustarán no sólo los retos artísticos, sino que también los retos técnicos.

Las obras del taller de Verrocchio van a parar a las familias florentinas pudientes, sobre  todo a la familia más importante como eran los Médicis, que eran los encargados de  fomentar las obras de arte y sus métodos de aprendizaje.

Con 20 años, Leonardo completa su aprendizaje con  Verrocchio y se registra en el sindicato de pintores de la ciudad, un paso importante para convertirse en artista profesional. Su primera obra fue dibujar un ángel en la obra de su maestro Verrocchio “El Bautismo de Cristo” y es la contribución del joven de Vinci la que más destaca del cuadro. Por primera vez en la Historia, Leonardo crea una figura que no se dirige al espectador frontalmente, introduciendo con ese gesto el movimiento en la pintura. En ese momento Verrocchio se da cuenta que el alumno supera al maestro. Cuenta la leyenda que Verrocchio no quiso volver a tocar los pinceles, indignado de que aquel muchacho supiera más que él.

La envidia de los competidores y la supuesta homosexualidad de Leonardo.

El joven campesino empieza a labrarse un nombre como artista, pero una acusación anónima por poco pone en peligro su prometedora carrera. A la edad de 24 años Leonardo ha pasado de ser un hijo bastardo de un notario a un profesional artístico legítimo a la altura de Botticelli, Ghirlandaio o Rafael. Ya ha terminado cuadros de la talla de “La Anunciación” o el retrato a Ginebra de Benci. Al ser cada vez más popular y tener contacto con los Médicis, la competencia es más feroz y las envidias en arte son una constante. Tal es así que en una ocasión fue detenido por la policía secreta a causa de una denuncia anónima en la que se le acusaba de practicar la sodomía con un joven de 17 años. Es imposible saber si la acusación era cierta o no pero Leonardo se siente humillado y en peligro, pues el castigo oscilaría entre una fuerte multa y la pena capital. Dos meses después de ser detenido, es juzgado pero no se presenta ninguna prueba ni testigo alguno, por lo que la denuncia es retirada rápidamente, aunque el miedo no se lo quita nadie.

Eso indica que desde bien temprano se sospechaba que Leonardo era homosexual y que matuviera relaciones con otros hombres. Probablemente que en el contexto artístico del siglo XV eso sería frecuente, pero en sus cuadernos el artista desdeña el acto del sexo.

“El acto de la copula y los órganos que intervienen en él son tan feos que si no fuera por las caras y los adornos de los autores que los impulsan y las mueven, la raza humana desaparecería”.

A medida que fue madurando se desinteresó totalmente del sexo ya que estaba centrado en su misión como artista y científico. Tras retirar la acusación, Leonardo abre su propio estudio en Florencia, aunque la violencia se adueña de la ciudad renacentista. Un sangriento golpe de Estado planeado por el Papa y un colaborador amenaza con derribar a los Médicis. Al fracasar el golpe de Estado, el Papa ordena al ejército de Nápoles entrar por la fuerza en Florencia. La guerra ahora es una prioridad para todo florentino, incluido Leonardo.

Leonardo da Vinci, un avanzado en el arte de la guerra y en la ingeniería militar.

Nuestro artista empieza a diseñar artefactos para defender las murallas de la ciudad. Comienza a trabajar en un nuevo campo: la ingeniería militar.

Cuando todo apunta a la tragedia, la diplomacia de los Médicis acaba con el conflicto y hace que Florencia se salve, por lo que Leonardo vuelve a tomar los pinceles y en 1480 comienza a pintar “San Jerónimo” en el que plasma al angustiado santo golpeándose con una piedra en medio del desierto. En la actualidad este cuadro se encuentra inacabado en El Vaticano como muchas de sus obras; sin embargo, el estudio de la anatomía que realiza hace que San Jerónimo cobre vida ante nuestros ojos.

Esto ocurre cuando Lorenzo de Médicis envía a los mejores artistas de Florencia a los Estados Pontificios para realizar la nueva Basílica de San Pedro y las estancias de El Vaticano. Esta colaboración formaría parte de esa tregua firmada por los Médicis y el Papa. Aunque son enviados los mejores artistas, Leonardo no entra en ese grupo, pero recibe un encargo de un monasterio a las afueras de Florencia que le mantendrá ocupado. El tema, la adoración de los Reyes Magos.

El joven de Vinci debía de estar desesperado para aceptar tal encargo, ya que tenía que pagar él mismo los materiales y si no acababa el cuadro en 30 meses no le pagarían absolutamente nada. La composición de la obra es tremendamente ambiciosa, pero el pintor supera todas las adversidades y el resultado final es impresionante.

Es una revolución artística, uno percibe que se está inventando un nuevo arte, a pesar de que era muy moderno incluso para él; es por eso que lo dejó sin terminar, o quizá por su frustación de no haber entrado en ese lote de mejores artistas enviados a El Vaticano.

Tras esta etapa en Florencia, Leonardo decide trasladarse a Milán, una de las ciudades-estado italianas más septentrionales y más propensa a ataques extranjeros. Esta ciudad está repleta de fabricaciones de armas y de objetos con fines militares, tecnología que fascina al florentino. Antes de mantener contacto con el hombre más poderoso de Milán, el duque Ludovico Sforza, más conocido como el Moro, Leonardo se da a conocer en Milán como pintor y como ingeniero militar.Mediante una carta, demuestra al duque de Milán que puede crear nuevas armas y fortalezas modernas, además de realizar una estatua ecuestre dedicada al padre del duque, a lo que Ludovico accede.

 Inspirado en los caparazones de las tortugas y adelantándose  cientos de años, Leonardo diseña el antecedente del tanque  moderno. Su exterior está hecho por planchas de metal inclinadas  para desviar el fuego enemigo. Unas pequeñas troneras permiten a  los hombres que están dentro abrir fuego a su vez. El artilugio se  mueve gracias a un sistema de poleas y manivelas que pone en un  funcionamiento sus cuatro ruedas.

También inventó verdaderas máquinas de muerte que diezmarían las tropas enemigas pero no son armas prácticas, sino armas de terror.

Leonardo en la corte de Ludovico el Moro: la estatua ecuestre y “la Última Cena”.

Leonardo se sentía cómodo en la corte de Milán. Realizaba un retrato a la amante de Ludovico el Moro, Cecilia Gallerani ( “La dama y el armiño) en la que dibujaba un armiño para reírse del apellido de la amante del duque, que sonaba igual que el nombre del animal.

También dio rienda suelta a su imaginación en un encargo realizado por los franciscanos para que inmortalizara a la Inmaculada Concepción. En vez de realizar su trabajo, dibujó al Niño bendiciendo a San Juan Bautista y una especie de ángel situado en el interior de una gruta poco iluminada. Es la conocida como la “Opus Magnum” o “La Virgen de las Rocas”, una imagen pertubadora y muy distinta a lo que tenía que pintar.

Ludovico el Moro nombra a Leonardo ingeniero de la corte, siendo el responsable de prácticamente todo, de diseñar las tuberías del palacio, crear los trajes para los espectáculos cortesanos e incluso de crear un escenario giratorio. El duque de Milán, por consiguiente, le permitía hacer todo lo que quería.

La inexpugnable fortaleza del ducado de Milán estaba preparada para evitar todo tipo de ataques, pero Leonardo diseña un puente que puede derrumbarse al paso del enemigo, una ametralladora primitiva y lo más parecido a un lanzallamas.

Finalmente, Ludovico le encarga la creación que tanto ansiaba: realizar una estatua ecuestre dedicada a su padre. El ingeniero le encantan los caballos, dibujando a éstos por todas partes y Sforza quiere que sea el mayor monumento hecho nunca antes. Para ello necesitará toneladas de bronce y contará con un ayudante llamado Giacomo, al que prefiere llamar “Salai” que significa “pequeño diablo”.

Cuando se está presentando la obra de bronce, el ejército francés amenaza con atacar Milán, sacudiendo los cimientos de la dinastía Sforza. Al ejército milanés no le queda más remedio que fundir el bronce de la estatua para crear armas y defenderse del invasor. El sueño de Leonardo queda hecho pedazos.

Pero la estatua ecuestre no era lo único que estaba realizando Leonardo para los Sforza. En el convento de Santa Maria delle Grazie estaba pintando un mural cuyo tema es el de la Última Cena de Cristo con sus apóstoles. Pasaron muchos años hasta que la obra se viera acabada. Este mural estaría en el refectorio del convento junto con retratos de el Moro y de su familia.

El maestro usa los gestos de los apóstoles para traicionar sus emociones y mostrar los movimientos de la mente. En vez de poner a los apóstoles en fila los dividió en cinco grupos: cuatro grupos de tres personas y en medio Jesús. La obra resultó dañada por el agua que se filtraba por las paredes, pero se le acusó de realizar una obra muy pobre.

En el “Código da Vinci” se dice que se representa ni más ni menos que a María Magdalena y que este cuadro cambiaría la concepción del cristianismo. Tradicionalmente se ha plasmado al apóstol san Juan como un joven.

El intento de Leonardo da Vinci por hacer volar al Hombre.

 Con 47 años y el ducado tomado por los franceses, Leonardo junto a Salai abandona  Milán y sus obras, buscando un nuevo mecenas y una nueva casa. Esta vez topa con el  dux de Venecia, al que le ofrece crear un buzo para usarlo por los canales en una guerra  submarina. Se vuelve a adelantar muchos años, pero es otro concepto el que le fascina:  hacer volar al hombre.

Dedica horas a observar a los pájaros con el objeto de descifrar las claves de su vuelo.

 ” El pájaro es un instrumento que funciona de acuerdo a unas leyes matemáticas y  el hombre tiene el poder de reproducir un instrumento como éste con todo su  movimiento”.

Él entendía la forma en la que se movían las alas de las aves y las dibuja al mismo  tiempo. Diseñaba inventos que imitan el vuelo de las aves y puede que atara alas a sus  ayudantes para que intentaran volar, pero descubrir la manera de volar es el mayor  invento al que se enfrenta el florentino.

Uno de sus inventos más famosos es el tornillo aéreo, también conocido como el “helicóptero de Leonardo”. Tenía más de 4’5 m de ancho y cuatro hombres hacían girar unas manivelas para crear la fuerza propulsora. Su enorme peso garantizaba la imposibilidad de que funcionara, pero provocó que pensara para experimentar con un ala articulada que dio como resultado el “ornicóptero de Leonardo” que bate las alas para conseguir volar. En este ornicóptero hay unas alas que deben planear como los pájaros lo hacen gracias a las corrientes de aire.

 Este artilugio podía haber funcionado pero,  desgraciadamente, el dux de Venecia no presta ningún  interés en esta tecnología.

En esta etapa la nobleza de toda la Península Itálica le  encarga retratos pero él ya está cansado de los pinceles,  dejando inacabados muchos de éstos. Sin embargo, el  trabajo de Leonardo da Vinci como retratista siempre  estuvo muy cotizado.

Regreso a Florencia, rivalidad con Miguel Ángel y creación de “La Mona Lisa”.

Después de Venecia, regresa a la ciudad de su juventud, Florencia, donde quiere volver a empezar. Pero por muy famoso que fuera, otro joven se ha hecho con la popularidad de la ciudad. Este joven es Miguel Ángel Buonarroti, cuyo talento es extraordinario.

Eran muy diferentes el uno del otro, creando cierta rivalidad entre ellos. Leonardo era un hombre cortesano y apuesto mientras que Miguel Ángel era un hombre solitario. Un día sus diferencias estallaron en las calles de Florencia.

Leonardo tenía 25 años más que Miguel Ángel y debió de pensar que estaba por delante de cualquier rivalidad lo que hizo aumentar su resentimiento.

En 1502, encuentra un encargo a manos de uno de los hombres más tiranos de toda Italia como era César Borgia, hijo ilegítimo del Papa Alejandro VI y duque de Romagna. César Borgia quería heredar el puesto de su padre y utiliza a Leonardo como ingeniero militar. Pero más tarde interrumpe su colaboración al enterarse que César Borgia ha asesinado a un amigo suyo, por lo que regresa a Florencia en verano de ese año.

Al año siguiente comenzará un retrato que dentro de unos siglos será el cuadro más celebrado de la Historia: la Mona Lisa. Mucho se ha hablado de este retrato, de que si era una mujer embarazada o incluso es un hombre disfrazado de mujer. Lo único cierto sería que es una gran pintura.

Según un biógrafo, la Mona Lisa sería el retrato de Elisa Gioconda, hija de un respetado mercader, pero es algo que no es seguro. Para Leonardo, esta obra siempre estuvo en evolución, su intento de alcanzar la perfección. Nunca entregó el retrato a la persona que se lo encargó y lo conservó hasta el fin de su vida.  Hoy en día se encuentra en el Museo del Louvre recubierto de un cristal antibalas, pues no tiene precio dicha obra.

En 1911 un empleado del Louvre descolgó la Mona Lisa sin que nadie le viera y salió de allí con el cuadro debajo del abrigo. Este ladrón pensaba que el cuadro debía de ser devuelto a Italia, siendo un acto de nacionalismo. A pesar de una búsqueda desesperada del cuadro, la pintura permaneció en paradero desconocido durante más de 2 años hasta que el ladrón se ofreció a devolverlo a Italia a cambio de dinero.

 En 1913, el autor del robo fue detenido en Florencia y el cuadro estaba escondido en  un falso fondo de una maleta en un perfecto estado. El robo de la Mona Lisa  solamente hizo aumentar más la fama de la Mona Lisa.

Uno de sus últimos trabajos será realizar un fresco en el Palazzo Vecchio de  Florencia,  pero es una de sus obras a mayor escala. En el fresco se representa la  victoria  florentina sobre Milán en la batalla de Anghiari. Se conoce la obra completa  por unos  bocetos, pero tras tres años trabajando en ella, la dejó incompleta. Se  piensa que  también tuvo mucho que ver su gran rival de aquella época, Miguel  Ángel, pues  Florencia era demasiado pequeña para los dos y no podían trabajar al  mismo tiempo  en la misma ciudad.

 Leonardo da Vinci y las disecciones de cuerpos humanos.

En 1507 y con el objetivo de alcanzar la perfección artística Leonardo lleva consigo una práctica muy sorprendente científica: la disección de cadáveres humanos. Creía que parar representar al ser humano tenías que entenderlo desde dentro.

Leonardo nunca fue un hombre religioso y no tenía ningún reparo en sajar la carne muerta para dibujar de forma sistemática todos los detalles del cuerpo humano.

” Lo que podría disuadirte es el miedo a pasar las horas nocturnas con la compañía de esos cadáveres despedazados y desollados y horribles de ver.”

Finalmente la curiosidad le lleva al lecho de muerte de un hombre de 100 años. Leonardo espera pacientemente a que el hombre muera para poder investigar la causa de su muerte. El resultado de su autopsia es el primer caso documentado de arteriosclerosis de la Historia y de endurecimiento de las arterias. Llega a esta conclusión tras comparar el sistema circulatorio del viejo con el de un niño.

Sus estudios anatómicos son sorprendentemente precisos pero lo que para Leonardo da  Vinci es ciencia, para otros es algo macabro. Las autoridades de la  Iglesia se enteran de estas autopsias y se dan cuenta de que ha ido  demasiado lejos. El Papa pone fin a sus disecciones de una vez por  todas.

Una pintura del pasado lleva a Leonardo a volver a Milán. “La Virgen  de las Rocas” que dejó inacabada la tenía que finalizar, además de  supervisar la realización de una copia. La copia se terminó de pintar  en 1508 y se encuentra en la National Gallery de Londres.

Los maravillosos cuadernos de Da Vinci y sus últimos días en Francia.

Leonardo poseía unos cuadernos en los que escribía todas las ideas que tenía, sin desechar ninguna por muy alocada que pareciera. Todo lo que leía o escuchaba en la calle lo apuntaba. Hoy en día esos cuadernos están reunidos en los conocidos “Códices”, formados por 20 volúmenes escritos durante su vida con cientos de hojas y donde entremezcla temas de arquitectura, anatomía, botánica, óptica, pintura, geología, ingeniería y fabricación de armas. Lo que llama la atención es la extraña letra de Leonardo ya que escribe al revés y de derecha a izquierda. ¿Es esta la manera de encriptar mensajes a la que se refiere Dan Brown en el “Código Da Vinci”?

Los cuadernos son la muestra de su continuo movimiento e inconformismo, pero no tienen nada que ver con su vida personal.

A medida que envejece, sus pinturas son sustituidas el legado que son sus cuadernos, donde quedan patentes todas sus investigaciones científicas y artísticas. Entre esas hojas llenas de dibujos e inscripciones encontramos la imagen que se cree que es un autorretrato de un Leonardo da Vinci ya anciano.

 Leonardo ha superado ya los 60 años y se encuentra cansado y  ha experimentado un cambio tremendo. Por eso cuando el rey  de Francia Francisco I, gran admirador y coleccionista de la  obra de Leonardo, le invita a él y a sus colaboradores a su corte  de Francia. El rey francés llamaba a la puerta de su estancia  para preguntarle y éste amablemente le contestaba a sus dudas.

Pero en Francia, Leonardo sufre un ataque de apoplejía que le  paraliza la mano derecha y le deja temblorosa la mano  izquierda. Gracias a la bondad del rey, Leonardo tiene pocas  obligaciones, siendo Salai que le acompaña desde los 10 años y Francesco Melzi, otro leal acompañante que le acompañan hasta el final de sus días.

Pocos días después de cumplir 67 años, en abril de 1519, el maestro llama a un notario para dar testamento. Según la leyenda, Leonardo da Vinci sin ser religioso, vuelve los ojos hacia Dios y abrió su corazón a la religión confesando sus pecados.

Se ha dicho que Leonardo da Vinci murió en brazos del rey Francisco I. Sea cierto o no, demuestra que los franceses le adoraban.

“Igual que un día bien empleado procura un sueño feliz; una vida bien empleada procura una muerte feliz”.

En su testamento, Leonardo da Vinci planea su propio funeral, algo que no es necesariamente atípico, pero sí es cierto que creó varias misas en su honor; también escribió que fueran el diácono y el subdiácono los encargados de llevar su cuerpo a la tumba.

Tras la muerte de Leonardo, los cuadernos y sus obras pasaron a manos de sus ayudantes. Con el paso de los siglos acabarían engrosando las mejores colecciones de arte de todo el mundo. No es imposible que en cualquier parte haya bocetos, dibujos o incluso pinturas originales de Leonardo. Es muy probable que exista un oculto tesoro en cualquier lugar.

Casi 500 años después de su muerte, Bill Gates compró por 300 millones de dólares uno de los veinte cuadernos de Leonardo que se conservan, el Códice Leicester. Desde entonces, ha sido expuesto en muchas ciudades del mundo. En 2006 un estudio de sus cuadernos y dibujos arrojó nuevas y asombrosas pistas forenses del maestros. Parece ser que dejó huellas dactilares en sus cuadernos. El análisis de esas huellas podrían hacer en un futuro proporcionarnos mayor información sobre su procedencia, su familia y su propia persona.

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