FRANCISCO DOMÍNGUEZ CHARRO, famoso escritor dominicano. Una calle del sector Mirador Sur lleva su nombre.
Francisco Domínguez Charro nació en San Pedro de Macorís el 22 de agosto de 1910. Compañero de Pedro Mir y Carmen Natalia, con quienes compartió los primeros años de edad escolar en su ciudad natal. En carta escrita en 1939 desde su lecho de enfermo a Carlos Curiel, hace referencia a su amistad y cariño por Pedro Mir, y al impacto que le produjo la visita a San Pedro de Macorís de Domingo Moreno Jimenes. En esa carta se refiere también a lo que el poeta postumista significó para él: "Yo tenía un periódico en sociedad con otro, y Pedro Mir y yo fuimos a entrevistar a Mirita de Peña (una santiaguera encantadora) y a Pirula Guerra, otra mujer bella. Él escribía las entrevistas con una elocuencia ética. Yo me asombraba. Después empezó a escribir sonetos clásicos perfectos. Yo también empecé a escribir sonetos y tenía unos veinte. Pero con la llegada de Moreno hubo una terrible tempestad que dio al traste con la sonetería de temas griegos y títulos en latín. Nació la inquietud versolibrista. Pedro Mir la despreció. Pero yo sabía que en él dormía un gran poeta".
Los efectos de esa "terrible tempestad" no desaparecían en la obra poética de Francisco Domínguez Charro. América en genitura épica lo demuestra. Refiriéndose a esta obra, Marcio Veloz Maggiolo (Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo) dice: "Domínguez Charro pretende proyectar la América hacia confines jamás soñados. Devolverle a la misma su esplendor perdido; lanzarla contra los demás mundos, haciendo de ella una mole aplastante y poderosa que haga posible su reconocimiento y que evite su explotación". "América en genitura épica ‑agrega‑ plantea el problema formal de una poesía narrativa; influido notablemente por la posición americanista de Moreno, Domínguez Charro pretende una poesía capaz de abarcar el mundo europeo, y quiere una América igual para todos, sin fronteras". Tierra y ámbar es la obra más importante de este poeta. En ella la vida marina de su ciudad natal y los afanes de sus hombres, aparecen en forma constante junto a una nostalgia que dará un ámbito popular a su poesía. En ella hay predominio de la intuición sobre el rigor formal. Se nota el gran poeta que no llegó a encontrarse a sí mismo por la circunstancia de su muerte prematura, ocurrida el 15 de septiembre de 1943. De temperamento inquieto, apasionado, Francisco Domínguez Charro trató el tema social y la poesía erótica con hermosura, tristeza evocadora, y sorprendentes hallazgos expresivos.
Publicó en la revista de "Los Nuevos", aunque no perteneció a este grupo. Tampoco fue postumista. Héctor Incháustegui Cabral da a conocer en la Revista ¡Ahora! (No. 568, septiembre 1974), un interesante trabajo sobre este poeta titulado "Francisco Domínguez Charro y la trigueñez". De este estudio extraemos lo siguiente: "Domínguez Charro, sobre todo en este poema [se refiere a la "Canción del pescador"], es uno de los pocos poetas dominicanos que canta cosas del mar, de la navegación, con un alarde de conocimientos que no encontramos en otros". La mayor parte de la obra poética de Domínguez Charro permanece inédita o perdida. .
Texto: encaribe
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