¿A qué recuerdan los trenes de Hungría? Sí, a una Europa que no puede volver
J.G.
Jueves, 03 de septiembre del 2015 -
20:49
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- Los viajeros denuncian una "trampa" de las autoridades húngaras, que, según ellos, han tratado de trasladarlos con engaños a un campamento de refugiados.
- "¡Máteme, máteme, prefiero morir que ir a su campamento!", dijo un iraquí a la policía, frente a las cámaras, delante del tren detenido en la pequeña estación de Bicske.
El ansia de una vida mejor, de llegar a la tierra prometida alemana puede con todo. Hasta hace que los pequeños se peguen o lloren porque no ven a sus madres, perdidas entre la multitid.
Son también los refugiados engañados, conducidos como corderos a un refugio y no a su destino.
Los viajeros denunciaron en las últimas 24 horas esta "trampa" de las autoridades húngaras que, según ellos, quieren trasladarlos a un campamento de refugiados. Ellos no quieren. Todo ello recuerda a otra época henchida de xenofobia y de odio, de violencia y de muerte, la de un nazismo del que todos renegamos, pero que a veces parece más cercano de lo que parece.
Las imágenes de estos dáis recuerdan y mucho (con todas las diferencias obvias) a esas imágenes que creímos nunca más íbamos a volver. Hay que permanecer siempre vigilantes para que la democracia, la humanidad y el derecho internacional y la Declaración de Derechos Humanos se cumpla.
"Máteme, prefiero eso a ir a un campo de refugiados"
"¡Máteme, máteme, prefiero morir que ir a su campamento!", dijo un iraquí a la policía, frente a las cámaras, delante del tren detenido en la pequeña estación de Bicske, a unos cuarenta kilómetros de Budapest, la capital húngara."'Auxilio!", "¡Germany!", "¡No camp!": otros inmigrantes, en su mayoría sirios, también exigieron poder continuar el trayecto, previsto hasta la frontera austriaca.
Del tren a un campo de refugiados engañados y obligados
Pero al llegar a Bicske, tras diez kilómetros, el tren se inmovilizó y la policía emprendió la tarea de sacarlos, según la agencia de prensa oficial MTI, y obligarlos a subir a autobuses con destino a un campamento de refugiados local.La cadena británica de televisión Sky News difundió imágenes de policías con cascos que trataban de llevarse a una mujer que gritaba, acostada sobre las vías, con su niño en los brazos.
La situación se calmó en la tarde, y los numerosos policías antidisturbios se limitaban a rodear el tren.
El calor ha provocado la intervención de los socorristas
A causa del calor, algunos viajeros tuvieron malestares y fueron atendidos por socorristas de la Cruz Roja, mientras los niños lloraban, constataron periodistas de la AFP.Algunos inmigrantes rechazaron las botellas de agua que les ofrecían las fuerzas del orden y botaron el contenido.
La detención súbita del tren en Bicske, localidad que alberga uno de los principales campamentos de refugiados húngaro, fue calificada por un benévolo que se autoasumió como portavoz de los migrantes, de "trampa" tendida por las autoridades.
El tren había salido de la estación de Keleti Budapest, reabierta en la mañana después de dos días de cierre a causa de la oleada de inmigrantes que buscan llegar al oeste de Europa.
Frente a la amplitud del fenómeno, Hungría, uno de los principales países de tránsito de migrantes en Europa central, suspendió el martes hasta nueva orden los enlaces ferroviarios internacionales.
El tren debía llevar a los pasajeros a solo unos kilómetros de la frontera austriaca. La compañía nacional austriaca ÖBB había anunciado que estaba dispuesta a aumentar sus capacidades para llevar a los migrantes desde Sopron hasta Viena.
Unos 2.000 refugiados se encontraban el jueves todavía en la estación de Keleti, según un cálculo del Alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR).
Otro tren abandonó la estación llevando a bordo una centenar de migrantes, así como policías con cascos, oficialmente con destino a la ciudad de Györ, situada a medio camino entre Budapest y Viena, cerca de la frontera eslovaca.
La impaciencia crecía entre los inmigrantes que esperaban en la estación.
"Gasté 700 euros el lunes en billetes de tren con destino a Munich con mi familia, nos estafaron", dice un padre de familia sirio.
El primer ministro conservador húngaro "Viktor Orban me hace pensar en (Bashar al Asad. Dejé Siria porque tenía temor de que la policía me detuviera, y aquí tengo la misma sensación", aseguró por su parte Bassel, estudiante de medicina originario de Damasco.
Orban había declarado en Bruselas que la crisis migratoria no es "un problema europeo sino alemán".
"Nadie quiere quedarse en Hungría, Eslovaquia, Estonia, Polonia. Todos desean ir a Alemania. Nuestra tarea es solo registrarlos y los registramos", dijo Orban, para quien el flujo masivo de migrantes amenaza la "raíces cristianas" de Europa.
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