Red de conservación de la Biodiversidad
en República Dominicana
en República Dominicana
La Reserva Científica Loma Quita Espuela
Caminando entre las nubes
A
quince minutos al norte de la ciudad de San Francisco de Macorís se
encuentra un área protegida conocida localmente, pero de importancia
capital para la provincia de Duarte y de María Trinidad Sánchez: la
Reserva Científica Loma Quita Espuela. Esta Reserva, además de albergar
especies endémicas tanto de flora como de fauna, es cuna de más de 60
ríos que abastecen a las poblaciones de Nagua, Salcedo y San Francisco.Su cima, a 985 metros sobre el nivel del mar, es el pico más alto de la Cordillera Septentrional y posee una vegetación de bosque nublado primario. Un bosque húmedo saturado de vapor de agua y repleto de árboles centenarios cubiertos de musgos, helechos, líquenes y bromelias. Pasear entre las raíces de estos árboles, pisando la alfombra de hojas del suelo, caminando a través de una bóveda vegetal, escuchando el canto de aves y ranas es una experiencia excepcional.
Esfuerzo de conservación compartido
Gracias al trabajo realizado desde hace prácticamente 25 años por la Fundación Loma Quita Espuela (FLQE), una de la organizaciones socias de la red, usted puede disfrutar de esta experiencia inolvidable. La FLQE es la encargada junto al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA) de cogestionar esta reserva científica. Esto llevan haciendo sus fundadores desde hace dos décadas, al implementar proyectos para sensibilizar a la población local de su importancia.
Gracias a un proyecto apoyado por el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF), la FLQE ha formado una red de jóvenes provenientes de las 31 comunidades de la zona de amortiguamiento de la reserva. Estos jóvenes, siguieron un proceso de capacitación y ahora conocen la importancia de la reserva, tanto por la abundancia de sus fuentes de agua como de las especies que alberga y sensibilizan a otros jóvenes a través de charlas en escuelas. Son conscientes de la riqueza que custodian y se convierten en los primeros protectores de la reserva.
A
lo largo de estos años, la Fundación ha estado promoviendo pequeños
proyectos productivos de agricultura sostenible y de iniciativas eco
turísticas que proporcionan alternativas económicas a las comunidades
que viven en la zona de amortiguamiento de la reserva. Una parte de
estas comunidades está siendo objeto de un estudio piloto que la
Fundación está realizando para tener un censo claro de la población que
vive o trabaja las tierras tanto en la zona de amortiguamiento como
dentro de la reserva.Este estudio permitirá tener una fotografía más clara de quiénes son los pobladores del área y de cuál su situación catastral. Esto permitirá delinear intervenciones más acertadas y proponer acuerdos de contrapartida para que estas familias abandonen definitivamente los trabajos agrícolas que realizan dentro de la propia reserva.
Por otro lado, la FLQE tendrá disponible dentro de poco un mapa geo-referenciado en el que se visibilizará la evolución de la recuperación de la cobertura boscosa de la reserva en los últimos 20 años.
Disfrutando del ecoturismo
Hoy en día este área protegida cuenta con infraestructuras para acoger a los visitantes que quieren deleitarse con la riqueza paisajística y vivir una experiencia única de paseo entre las nubes. En su estancia en la reserva podrá observar especies exclusivas de plantas, como el “palo de vela” (Tabebuia ricardii), escuchar el canto de aves y anfibios que sólo se encuentran en nuestra isla, sentir la brisa que mece las palmas manacla (Prestoaea montana) o disfrutar de la comida criolla y de un refrescante chapuzón bien merecido en alguno de los balnearios naturales de la reserva.
El Rancho Don Lulú, propiedad de una familia que vive en la zona de amortiguamiento, dispone de infraestructuras para grupos y familias a partir de 1,100 pesos por persona en pensión completa. Un grupo de mujeres de Los Guineos manejan un restaurante típico, también en la zona de amortiguamiento.
Las
caminatas se realizan a través de dos senderos interpretativos: el
sendero de la nubes que conduce a la cima de la Loma Quita Espuela. Un
paseo de más de 2 horas de ascensión por diferentes bosques - de
recuperación, de transición y nublado-. Recorrido reservado para los más
valientes, aunque el esfuerzo realmente merece la pena. El sendero
Montecito Don Sorón transcurre por la zona de amortiguamiento aunque
también permite apreciar la biodiversidad de la zona y disfrutar de las aguas cristalinas de diferentes ríos que nacen en la reserva.Gracias a los experimentados guías locales podrá explorar los bosques comprendiendo y disfrutando los procesos ecológicos de esta joya de la naturaleza. Antes de visitar la reserva, pónganse en contacto con Isabel Salcedo, encargada de ecoturismo de la FLQE, quien se encargará de hacer las gestiones necesarias para que su experiencia resulte inolvidable.
Para contactar con Isabel Salcedo: 809-253-5589
Dejamos en sus manos un pequeño adelanto de la experienca de encontrarse en la cima de un bosque nublado. ¡Qué disfruten!
Si desean informaciones complementarias sobre los servicios ecoturísticos de la Reserva Científica, lean el siguiente documento elaborado por la FLQE.
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