El debate ideológico sobre la privatización de la educación
La
privatización es un paradigma muy presente y muy debatido en la
internacionalización de las políticas educativas. Para algunos, la
privatización permite paliar la ineficiencia de las escuelas públicas y
responsabilizar a los actores de la educación. Para otros, la
privatización de la educación no es sino un proceso más para reforzar
las desigualdades sociales. Analizaremos los principales debates
internacionales alrededor de la privatización.
En la
mayoría de los países de la OCDE, históricamente, la educación ha estado
marcada por un monopolio del Estado y una gestión estandarizada y
neo-corporativista basada en la alianza entre el Estado central y los
sindicatos de docentes. El poder público, durante mucho tiempo excluido
de la esfera educativa dominada por los actores privados religiosos,
logró durante el siglo XIX hacerse con un papel central en el desarrollo
de los primeros sistemas escolares gracias a la creación de los
Estados-Nación y a la difusión de la filosofía de la Ilustración. (Mons,
2007).
Sin
embargo, a lo largo de todo el siglo XX, este monopolio del Estado sobre
la escolarización ha sido cuestionado por eminentes personajes como
Milton Friedman (1912-2006), premio Nobel de economía, uno de los
economistas contemporáneos más influyentes. Ardiente defensor del
liberalismo económico y uno de los fundadores de la corriente
monetarista, preconizaba el abandono de la intervención del Estado en la
política monetaria, así como en el ámbito educativo. En un artículo
publicado en el Washington Post en 1995, propuso que se
reestructurara radicalmente un importante segmento del sistema educativo
a través de la privatización. La lucrativa industria privada de la
enseñanza tendría entonces que desarrollar una amplia gama de
oportunidades de aprendizaje y ello estimularía una competencia eficaz
frente a las escuelas públicas. Así, el Estado debería por ejemplo
establecer un sistema de vouchers que permitiera a los padres
escoger libremente las escuelas para sus hijos. Y nada debería
obstaculizar la libertad de las empresas para experimentar o innovar
(Friedman, 1995).
La
educación pública se encuentra en el cruce entre dos derechos legítimos
pero no forzosamente conciliables: (1) el derecho de toda sociedad
democrática a dotar a las generaciones futuras de conocimientos y
valores comunes, y (2) el derecho de las familias a decidir las
influencias a las que sus hijos estarán expuestos. Por tanto, entre los
beneficios que se espera obtener de la educación en los niveles público
(colectividad) y privado (familia) puede aparecer una incompatibilidad
(tensión).
La educación como nuevo mercado
La educación como nuevo mercado
No es una
casualidad que la educación constituya uno de los objetivos prioritarios
de los apóstoles de la economía de mercado. En efecto, la escuela, gran
mercado del siglo XXI, parece estar desde algunos años en el punto de
mira del sector privado. Los miles de millones de dólares que se gastan
anualmente los Estados y las familias en educación despiertan la
codicia. Se trata de un mercado garantizado e inagotable.
La
privatización de la enseñanza constituye también una estrategia de
diversificación para los inversores en período de crisis económica.
Después de los transportes, el sector de las telecomunicaciones, el
correo, la salud –totalmente (o en parte) privatizados desde principios
de los años 80 (período marcado por el thatcherismo y el reaganismo) el
gigantesco mercado de la enseñanza despierta su apetito. La masificación
de la escuela y ese ascensor social tan estropeado han provocado la
carrera de algunas familias hacia la excelencia escolar, que, en ciertos
contextos, pasa obligatoriamente por el sector privado. En período de
crisis, la educación se convierte en la única esperanza de algunos
grupos sociales para aspirar a la inserción social. Sin embargo, hay que
subrayar que los objetos que despiertan la codicia de los inversores no
son los mismos en el Norte que en el Sur. En el Norte, no se cuestiona
realmente el papel del Estado en una enseñanza pública obligatoria de
calidad. En el Sur, la codicia abarca todos los sectores (primario,
secundario y superior).
Sin
embargo, este considerable mercado educativo potencial sólo puede
conquistarse una vez se han cumplido una serie de requisitos previos:
- La disminución de la calidad de las escuelas públicas;
- La inseguridad o el rechazo de algunas familias hacia la idea de que sus hijos se mezclen en el colegio con niños procedentes de medios sociales que consideran indeseables;
- El desarrollo de la educación permanente a través de políticas públicas o de las empresas (subvenciones de formación continua);
- La homogeneización de los contenidos de la instrucción, que permite dar una mayor salida a los programas informáticos (extensión de los estándares educativos):
- La posibilidad de convalidar directamente los conocimientos ya adquiridos, por ejemplo a través de la certificación privada de los saberes (tarjetas de competencias, normas ISO);
- La pérdida de poder del Estado, en particular en los países en desarrollo.
La
privatización modifica totalmente la visión que la sociedad tiene de la
escolarización. Cambia la manera en la que se proporciona, organiza y
gestiona. Se transforman los programas escolares, igual que cambia la
manera de evaluar y juzgar los resultados de los alumnos, de los
docentes y de los establecimientos escolares.
Señalemos
no obstante que, pese a tratarse de un proceso generalizado, la
participación del sector privado varía en función de los contextos
nacionales y de los niveles del sistema educativo afectados, tal y como
lo demuestra la tabla siguiente:
Tabla 3. Participación del sector privado por nivel de educación
Comparativa de las lógicas subyacentes a la enseñanza pública y privada: la difuminación de las fronteras
Las
lógicas de la enseñanza pública y privada divergen tanto en lo que
respecta a las finalidades como a los modos de regulación. La tabla
siguiente permite identificar las principales diferencias
Tabla 4. Comparativa entre enseñanza pública y privada
Pública | Privada (lucrativa) | |
Finalidades | Universalidad, igualdad de oportunidades y educación cívica | Satisfacción familiar y/o religiosa y beneficio |
Estatus | Control por parte de los poderes públicos (los políticos elegidos) | Control por parte de grupos privados |
Organización | Externa : autoridades políticas y administrativas | Interna : administración de la escuela y de los padres |
Control de las prestaciones | Externa : autoridades políticas y administrativas | Interna : administración de la escuela y de los representantes de los padres (clientes) |
Se rinden cuentas a… (accountability) | Opinión pública Evaluación externa |
Familias Mercado monetario |
Sin
embargo, pese a que se manifiestan importantes diferencias entre ambos
sectores, preferimos insistir en el hecho de que los límites entre la
enseñanza pública y la privada son cada vez menos claros. Es lo que
hemos intentado destacar en la tabla siguiente.
Tabla 5. Difuminación de las fronteras entre los sectores público y privado
Estatus / Gestión | |||
Privado | Público | ||
Financiación | Público | Cheque-educación para los padres (vouchers) |
Delegación de gestión a operadores privados (escuelas concertadas)Escuelas públicas tradicionalesPrivadoEscuelas privadas con ánimo de lucro
Escuela a domicilio (home schooling)Apadrinamiento de las escuelas públicas por parte del sector privado
Utilización de manuales escolares o de programas informáticos diseñados por el sector privado
Gastos de escolaridad en las escuelas públicas
Desarrollo de las tutorías privadas para los alumnos que asisten a la escuela pública
Presentada
siempre como una solución eficaz a las deficiencias percibidas en la
enseñanza pública, la privatización en la educación es una realidad a
menudo camuflada.
Ball y Youdell (2007) distinguen la privatización endógena de la privatización exógena.
La privatización endógena se manifiesta por la importación de métodos de gestión, de valores, de conceptos nacidos en la empresa privada, abriendo así el sector público al espíritu de la empresa privada y conformándolo más a su estilo de funcionamiento. Las diferentes formas de privatización endógena preparan a menudo el camino a formas más explícitas de privatización de la educación. La privatización exógena abre algunos servicios educativos a una participación creciente del sector privado o utiliza el sector privado para concebir y gestionar algunos aspectos de la enseñanza pública.
La privatización endógena se manifiesta por la importación de métodos de gestión, de valores, de conceptos nacidos en la empresa privada, abriendo así el sector público al espíritu de la empresa privada y conformándolo más a su estilo de funcionamiento. Las diferentes formas de privatización endógena preparan a menudo el camino a formas más explícitas de privatización de la educación. La privatización exógena abre algunos servicios educativos a una participación creciente del sector privado o utiliza el sector privado para concebir y gestionar algunos aspectos de la enseñanza pública.
La
difuminación de las fronteras entre lo público y lo privado adopta
modalidades muy sutiles. Como los jóvenes son una salida importante,
actual y en potencia, para los bienes de consumo, basta con que se
reduzca el financiamiento público de los establecimientos escolares (o
que sea insuficiente con respecto a las necesidades) para que (si la
legislación lo permite) las firmas comerciales penetren en ellos con el
pretexto de venir en ayuda del sector público, atendiendo a las
peticiones de las familias en materia de educación. Proponen financiar
una parte de los gastos en equipamiento, material y manuales escolares a
cambio de actividades publicitarias. La enseñanza pública se vuelve
patrocinada. En los países anglosajones, y especialmente en los Estados
Unidos, la presencia de la publicidad y del patrocinio en las escuelas
públicas se ha banalizado enormemente.
En lo que
respecta a la producción directa de servicios de enseñanza, numerosas
escuelas privadas se organizan según el concepto de “franquicia”,
controlando así los segmentos más lucrativos del mercado escolar. Las
escuelas Positivo en Brasil, que reúnen 500 000 alumnos, o escuelas
internacionales de idiomas presentes bajo la misma marca en todo el
mundo son una ilustración concreta de la expansión de la privatización
de la enseñanza.
Las
escuelas franquiciadas que utilizan un material pedagógico estandarizado
tienen el viento en popa; se instala cierta macdonaldización de la
enseñanza, con considerables beneficios en juego.
El proceso
de comercialización o de coca-colización conlleva que “los consumidores
niños y los jóvenes consumidores”, a través de las escuelas, sean el
objetivo de los productos y las marcas de las empresas comerciales. La
venta a los alumnos se efectúa a través de máquinas expendedoras, pero
también a través de la elaboración de identidades de marcas y de la
fidelización a estas marcas, por ejemplo a través de los carteles o los
logos colocados en las escuelas, o del apadrinamiento o las promociones
de equipamientos. Algunas empresas producen también materiales que
acompañan a los programas de estudios, y administran páginas web
“educativas” (Ball & Youdell, 2007).
En los
Estados Unidos, cada vez más escuelas públicas adoptan el modelo de
negocio de Google con la venta de espacios publicitarios dentro de su
recinto para paliar el déficit crónico de financiación (DeMitchell &
Fossey, 2009).
La
competencia entre los sectores privado y público, avivada por las
elecciones de los padres y de los estudiantes y acompañada por una
financiación proporcional al número de alumnos, introduce prácticas
abiertas, pero también ocultas, de selección de los que obtienen mejores
resultados.
Estos procesos pueden tener como consecuencia una segregación y una
homogeneización de las poblaciones escolares. Disparidades entre las
categorías socio-económicas pueden aparecer, agravarse, y tener
importantes efectos sobre la igualdad en el acceso a la educación.
Pese a
cierta democratización, el sector privado sigue siendo elitista en el
reclutamiento de los alumnos, incluso en Francia donde se beneficia de
importantes subvenciones estatales. (Langouët, 2002)
En algunos
sistemas, la privatización surgió tras una serie de acciones
deliberadas por parte de los poderes públicos, pero en otros es el
resultado de cambios imprevistos y de la pasividad de los poderes
públicos frente a esos cambios. Se pueden identificar cuatro grandes
modos de privatización (Bray, 1996, Srivastava & Walford, 2007):
- La transferencia voluntaria de la propiedad y, consecuentemente, la toma de control de las escuelas públicas existentes por parte del sector privado es tal vez la forma más impactante de privatización. Semejante medida es especialmente radical cuando implica la transformación de instituciones públicas sin ánimo de lucro en instituciones con un enfoque comercial;
- Un segundo modo es el movimiento de péndola entre sectores sin necesidad de redibujar las instituciones existentes. Esta forma de privatización se hace a través de un cambio más evolutivo que viene a modificar el equilibrio preexistente. Así, el número y el tamaño de las escuelas públicas podría mantenerse constante, pero paralelamente el número y el tamaño de las escuelas privadas podría ser autorizado o empujado a crecer para responder a una demanda adicional;
- El tercer modo pasa por un aumento directo o indirecto (bajada de impuestos) de la financiación pública para las escuelas privadas. Los gobiernos pueden reforzar el sector privado dando una ayuda financiera y otras formas de apoyo. Algunos gobiernos establecen sistemas de bonos (vouchers) con los cuales las familias pueden escoger enviar a sus hijos a escuelas privadas;
- Finalmente, puede aumentar la financiación y/o el control de las escuelas públicas por parte del sector privado. En esta forma de privatización, las escuelas se mantienen nominalmente como propiedad del gobierno, pero aumenta la proporción de financiación y/o de control por parte de instituciones privadas. Por otra parte, los gobiernos de algunos países del Sur han experimentado graves crisis financieras que han obligado a los padres y a las comunidades a aumentar sus contribuciones financieras a las escuelas públicas, para colmar sus lagunas. En otros países, la salud financiera de los gobiernos se ha mantenido fuerte, pero, por razones ideológicas, las autoridades han pedido a los directores de las escuelas que sean más sensibles a la lógica del mercado.
En algunos
países, la mayoría de las escuelas privadas son una solución de
recambio para la élite frente a las escuelas públicas. Sin embargo, en
otros contextos, la mayoría de las escuelas privadas pueden representar
una “segunda oportunidad” para las personas que no han logrado obtener
una plaza en las muy selectivas escuelas públicas. Estas escuelas
privadas son generalmente más caras para los alumnos y sus padres, pero
no siempre es así.
Bibliografía:
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