DON FEDERICO GERARDINO MALDONADO.
Don Federico Gerardino Maldonado, quien fue honrado con una extensa calle del ensanche Piantini, no sólo fue un emprendedor hombre de negocios que suplió a la naciente corporación de electricidad del país los primeros estrictos para la instalación de sus redes. También impulsó decididamente el arte, los deportes, la educación.
Fundó instituciones sociales y culturales, ofreció sus aportes a causas caritativas y apoyó con entusiasmo a médicos recién graduados sin recursos para iniciar el desarrollo de sus especialidades
Procedente de familia humilde de Puerto Rico, llegó al país desde Ponce, donde nació el 15 de julio de 1898, hijo de Mariano Gerardino y Julia Maldonado de Gerardino.
Cuando ya eran notables sus progresos económicos en el país, procuraba colocación aquí a sus paisanos desempleados. Este gesto de mereció un resonado homenaje de gratitud de la sociedad puertorriqueña, cuando aún el día.
Siempre decía que más vale dar que pedir y que tu mano derecha nunca sepa lo que hace la izquierda, recuerdan las tres hijas que le sobreviven ( al momento de esta entrevista ), Sonia, Oriette y Bienvenida Estela, quienes conservan intactos detalles de la vida del esforzado y próspero empresario, arrancado a la vida tras un infarto el 26 de diciembre de 1953.
Fueron precisamente personas sencillas ayudadas por Gerardino, guardianes de los potreros que entonces eran los terrenos donde hoy se le recuerda por medio de una villa, los que sugirieron para el ese reconocimiento.
Juan José y Federico Gerardino eran dos de 10 hermanos, dedicados a un negocio de electricidad en San Juan Puerto Rico. Cuando técnicos norteamericanos comenzar los trabajos de la compañía eléctrica Dominicana, Federico se independizó y decidió venir al país en 1923, en un hidroavión que arribó a San Pedro de Macorís. Instaló en la avenida España la casa Gerardino y aunque empezó vendiendo artículos de electricidad, después fue el representante de las más afamadas marcas universales de electrodomésticos
Debido a su crecimiento, la empresa fue trasladada luego a las calles arzobispo Meriño y Conde. En esta última dirección estuvo abierta al público hasta hace alrededor de 25 años.
Pese a su juventud y elemental formación profesional, Federico Gerardino poseía especial habilidad para los negocios. A los anteriores agregó el de bienes raíces. Adquiría y vendía casas y solares y así fue como compró a la familia Morales Piantini , los terrenos donde hoy tiene una calle.
En actitud generosa, contribuyó al progreso de sus empleados. Les preparaba y capacitaba en los negocios, inculcando les habilidades y destrezas propias para que fueran exitosos, ayudándolos a independizarse.
Prueba de este nombre desprendimiento son las compañías fundadas por quienes fueron subalterno suyos entre las que citan a Electricidad Comercial, ferretería Victoria y Julián Elías cxa
El nombre de Federico Gerardino , cuyo apellido aparecen correctamente escrito como GERALDINO, en los rótulos que identifica la calle, figura entre los fundadores del instituto Oncológico y es probable que estuviera alguna vez en la facultad de medicina de la Universidad de Santo Domingo, pues cada año premiaba al más aventajado egresado de la carrera instalándole su consultorio.
Religiosas y sacerdotes de diferentes órdenes recibieron de él ,invariable cooperación.
Su sensibilidad se manifestaba también en el arte. Era el protector de la afamado humorista Don Paco Escribano, al que le importó la estación de radio de Villa Duarte por la que el comediante trasmitía su programa acaba tarde y auspiciaba sus presentaciones frecuentes en el teatro Julia que era propiedad de Gerardino.
El teatro "Julia", popular centro del arte de aquella época lo construyó Gerardito en la avenida Duarte, donde hoy está Plaza Lama y lo bautizó así en un horno de su madre, no de la progenitora del dictador, como se ha pensado.
Cuando mataron a Trujillo, se le tuvo que cambiar el nombre al teatro, porque las turbas lo iban a incendiar debido a esa falsa apreciación. Entonces para protegerlo, se le llamo "Estela" en honor a su segunda esposa, Estela Román Ricardo.
Fue el principal teatro de esos tiempos, si no el primero. Allí el patrocinó entre otras, las actuaciones de Eduardo y Rosa Elena Brito, de los Bufos Cubanos, Alberto Beltrán y ahí debutó Monina Solá.
Don Federico Gerardino fue de los fundadores del Santo Domingo Country Club, el casino de Guibia y el Club de la Juventud. Durante algunos años se dedicó a la masonería.
En una ocasión, Gerardino recibió una carta de el "Jefe" ,prohibiéndole ofrecer ayuda a los pobres que los sábados se congregaban en su negocio, a los que vio un día que paso por el lugar. Le escribió ordenándole entregar esas donaciones a la policía. El cumplió con el "Benefactor" pero no descontinúo su obra de bien.
La calle que lleva su nombre está localizada en lo que fueron predios que era el vino dedicó al ganado, la calle que lleva el nombre de la altruista y humanitario comerciante, se denominó así por la noble iniciativa de Ciprián, el alcalde pedáneo que cuidaba la tierra en los bajos de lo que es hoy la Gustavo Mejía Ricart.
En aquel entonces la calle le llamaban "Primera" y a la Gustavo Mejía Ricart que la traviesa , le llamaban el callejón de "Mister Rogers".
La Federico Gerardino se extiende desde la avenida 27 de Febrero hasta la Haim- López Penha, abarcando los ensanches Piantini, Paraíso y Yolanda Morales.
Texto: Angela Peña para el periódico HOY
Don Federico Gerardino Maldonado, quien fue honrado con una extensa calle del ensanche Piantini, no sólo fue un emprendedor hombre de negocios que suplió a la naciente corporación de electricidad del país los primeros estrictos para la instalación de sus redes. También impulsó decididamente el arte, los deportes, la educación.
Fundó instituciones sociales y culturales, ofreció sus aportes a causas caritativas y apoyó con entusiasmo a médicos recién graduados sin recursos para iniciar el desarrollo de sus especialidades
Procedente de familia humilde de Puerto Rico, llegó al país desde Ponce, donde nació el 15 de julio de 1898, hijo de Mariano Gerardino y Julia Maldonado de Gerardino.
Cuando ya eran notables sus progresos económicos en el país, procuraba colocación aquí a sus paisanos desempleados. Este gesto de mereció un resonado homenaje de gratitud de la sociedad puertorriqueña, cuando aún el día.
Siempre decía que más vale dar que pedir y que tu mano derecha nunca sepa lo que hace la izquierda, recuerdan las tres hijas que le sobreviven ( al momento de esta entrevista ), Sonia, Oriette y Bienvenida Estela, quienes conservan intactos detalles de la vida del esforzado y próspero empresario, arrancado a la vida tras un infarto el 26 de diciembre de 1953.
Fueron precisamente personas sencillas ayudadas por Gerardino, guardianes de los potreros que entonces eran los terrenos donde hoy se le recuerda por medio de una villa, los que sugirieron para el ese reconocimiento.
Juan José y Federico Gerardino eran dos de 10 hermanos, dedicados a un negocio de electricidad en San Juan Puerto Rico. Cuando técnicos norteamericanos comenzar los trabajos de la compañía eléctrica Dominicana, Federico se independizó y decidió venir al país en 1923, en un hidroavión que arribó a San Pedro de Macorís. Instaló en la avenida España la casa Gerardino y aunque empezó vendiendo artículos de electricidad, después fue el representante de las más afamadas marcas universales de electrodomésticos
Debido a su crecimiento, la empresa fue trasladada luego a las calles arzobispo Meriño y Conde. En esta última dirección estuvo abierta al público hasta hace alrededor de 25 años.
Pese a su juventud y elemental formación profesional, Federico Gerardino poseía especial habilidad para los negocios. A los anteriores agregó el de bienes raíces. Adquiría y vendía casas y solares y así fue como compró a la familia Morales Piantini , los terrenos donde hoy tiene una calle.
En actitud generosa, contribuyó al progreso de sus empleados. Les preparaba y capacitaba en los negocios, inculcando les habilidades y destrezas propias para que fueran exitosos, ayudándolos a independizarse.
Prueba de este nombre desprendimiento son las compañías fundadas por quienes fueron subalterno suyos entre las que citan a Electricidad Comercial, ferretería Victoria y Julián Elías cxa
El nombre de Federico Gerardino , cuyo apellido aparecen correctamente escrito como GERALDINO, en los rótulos que identifica la calle, figura entre los fundadores del instituto Oncológico y es probable que estuviera alguna vez en la facultad de medicina de la Universidad de Santo Domingo, pues cada año premiaba al más aventajado egresado de la carrera instalándole su consultorio.
Religiosas y sacerdotes de diferentes órdenes recibieron de él ,invariable cooperación.
Su sensibilidad se manifestaba también en el arte. Era el protector de la afamado humorista Don Paco Escribano, al que le importó la estación de radio de Villa Duarte por la que el comediante trasmitía su programa acaba tarde y auspiciaba sus presentaciones frecuentes en el teatro Julia que era propiedad de Gerardino.
El teatro "Julia", popular centro del arte de aquella época lo construyó Gerardito en la avenida Duarte, donde hoy está Plaza Lama y lo bautizó así en un horno de su madre, no de la progenitora del dictador, como se ha pensado.
Cuando mataron a Trujillo, se le tuvo que cambiar el nombre al teatro, porque las turbas lo iban a incendiar debido a esa falsa apreciación. Entonces para protegerlo, se le llamo "Estela" en honor a su segunda esposa, Estela Román Ricardo.
Fue el principal teatro de esos tiempos, si no el primero. Allí el patrocinó entre otras, las actuaciones de Eduardo y Rosa Elena Brito, de los Bufos Cubanos, Alberto Beltrán y ahí debutó Monina Solá.
Don Federico Gerardino fue de los fundadores del Santo Domingo Country Club, el casino de Guibia y el Club de la Juventud. Durante algunos años se dedicó a la masonería.
En una ocasión, Gerardino recibió una carta de el "Jefe" ,prohibiéndole ofrecer ayuda a los pobres que los sábados se congregaban en su negocio, a los que vio un día que paso por el lugar. Le escribió ordenándole entregar esas donaciones a la policía. El cumplió con el "Benefactor" pero no descontinúo su obra de bien.
La calle que lleva su nombre está localizada en lo que fueron predios que era el vino dedicó al ganado, la calle que lleva el nombre de la altruista y humanitario comerciante, se denominó así por la noble iniciativa de Ciprián, el alcalde pedáneo que cuidaba la tierra en los bajos de lo que es hoy la Gustavo Mejía Ricart.
En aquel entonces la calle le llamaban "Primera" y a la Gustavo Mejía Ricart que la traviesa , le llamaban el callejón de "Mister Rogers".
La Federico Gerardino se extiende desde la avenida 27 de Febrero hasta la Haim- López Penha, abarcando los ensanches Piantini, Paraíso y Yolanda Morales.
Texto: Angela Peña para el periódico HOY
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