Decadencia del Ferrocarril y del Puerto de Sánchez.
Decadencia
del Ferrocarril y del Puerto de Sánchez.
Fuente:
Licda. Mercedes Mata Olivo, Prof. Dulce
María Olivo. Prof. Graciela Paredes R.
Integrantes de la Comisión de Historia. Obra SANCHEZ,
Cien años de vida Municipal, Editorial
del Nordeste. Sánchez, RD, 21 de
Junio de 1986. Cap. V. pps.59-64
Causas.
El
Ferrocarril Sánchez- Samaná, primero en
el país, que habías surgido como una
necesidad prioritaria para el
transporte de los productos
agropecuarios del Cibao Central, y
de otras ciudades aldeanas, y de
igual manera suplir el comercio
cibaeño de todas las provisiones y mercancías que de distintos países se traían por el puerto local.
Esta magna obra que constituía el
Ferrocarril, ligado íntimamente con el puerto, convirtiendo el pueblo de
Sánchez un lugar reconocido en muchas naciones, más que
Santo Domingo en la capital de la República, comenzó a descender sus
niveles de importación, cuya causas fundamental es la modernización del
automóvil, en especial los vehículos de cargas, que harían más fácil y rápido
el transporte de los productos agropecuarios.
Y en natural el avance de la tecnología del vehiculo de
motor, trajera como consecuencia la construcción de la carretera Duarte,
inaugurada en 1920, que comunicó a Santo
Domingo capital de la República con Santiago corazón del Cibao Central, unas de
las causas por el cual el Ferrocarril
comenzara a desaparecer.
Otras de las causas fue el acenso al poder de Rafael Leónidas
Trujillo Molina, al poder en 1930, es
sin lugar a duda la consecuencia más eficiente de la decadencia del
ferrocarril. Trayendo este régimen la
alta tarifa de las aduanas, motivo
por el cual los Británicos se sintieran hostigados por las medidas
impositivas en su contra. Incluso ya no era
el ferrocarril un negocio que dejará
márgenes de beneficios amplios; así mismo los grandes comerciantes
notaban que muchos de los productos agropecuarios
que traían del Cibao, y que eran
transportados al extranjeros por el Puerto de
Sánchez, estaban utilizando como trampolín el Puerto de Santo Domingo.
Esta
merma económica provoca que
los comerciantes, paulatinamente, se comenzaran a cerrar sus negocios, y
a emigrar hacia otras ciudades, que ofrecieran
seguridad y beneficios en los mismos. En cuantos a los bancos
comerciales,
éstos comenzaron a quebrar, no teniendo solvencia para realizar las
diversas transacciones comerciales cerraron sus puertas a principio
de la década del 1930.
Sánchez iba lentamente, con paso
firme, hacia la decadencia de su ferrocarril y puerto, los camiones de cargas, la
construcción de carreteras y caminos, los bajos precios del barril de petróleo
y otras circunstancias desfavorables, para esos años, hicieron cambiar el medio
de transporte de vía férrea, por el
transporte automotriz. El modernismo había influido para convertir lo
productivo en improductivo.
Hasta que el 27 de agosto de
1939, los británicos escoceses, desesperados por las escasa productividad del
ferrocarril, deciden venderlo al gobierno de Trujillo, por la suma de $50,000.00,
cantidad de dinero inferior, si se compara con los costos del equipo del
ferrocarril y sus instalaciones en
Sánchez, y en las estaciones, rieles,
vagones, grúas, locomotoras, y otros objetos de propiedad de la compañía.
En el 1940, el gobierno de Rafael
L. Trujillo Molina, unifica las empresas del Ferrocarril Central Dominicano
(línea Santiago-Puerto Plata), con el
Ferrocarril La Vega-Sánchez, formando un solo consorcio denominando
Ferrocarriles Unidos Dominicanos (FUD). No
existía en ese tiempo ninguna
empresa de capital extranjero, ya que Trujillo se había encargado de
nacionalizarlas todas, recibiendo el apoyo de gran parte de la Nación.
Sin embargo, la nacionalización
del Ferrocarril La Vega-Sánchez, en vez
de obrar positivamente, transformaría a Sánchez, tantas veces calificado
como una ciudad rica y alegre, en donde
se bailaba al son de la “Danza de los
millones”, en un lugar que convertiría
en una ciudad muy opuesta a la que por tanto años se había dado a conocer.
Hasta el año 1960, la actividad económica fue decreciendo,
por las carreteras, calles y caminos que al final del siglo XIX, y principio del siglo XX, no existían ni
eran necesarios, puesto que ese
lapso de tiempo, la única solución viable al transporte de persona y cosas
contemplado, era el ferrocarril, y que
estaba sustituido en lo adelante, por la carretera. , puede decirse que le
resta importancia al ferrocarril, porque
ya la actividad estaba prácticamente en desuso.
En 1970, el ferrocarril Sánchez
La Vega, no funcionaba. Sólo estaba
operando tres autovías también llamado “coches”, los cuales tenían capacidad para transportar 50 personas cada
uno. Es lógico que esta única actividad no compensara los gastos que
ocasionaba al gobierno dominicano su mantenimiento, por lo que se hizo necesario cerrar sus puertas, definitivamente
en el año de 1975.
Sánchez se encuentra sumido en un
estado semidormido, producto de la decadencia del ferrocarril y del puerto.
Este, que había sido un municipio de los más prósperos del país, hasta
el año de 1940, añora con tristeza la reconstrucción del ferrocarril. Sus habitantes, casas y
calles ´perecieran contagiados de una enfermedad común: el atraso.
Es cuando comienza la
declinación, la perdida de los pilares que soportaban el desarrollo y el florecimiento.
Ya en la década de los 80 del
siglo XX, en 1986, cuando se cumplió el
centenario del Municipio Sánchez, y del Ferrocarril, ya no quedan más que recuerdos, ni la ruinas aún quedan , la
sustracciones de los rieles han contribuido fuertemente en la desaparición de
lo que fue esta magna obra.
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