A UN AÑO DE MAYO 2016
Las elecciones en RD después de Trujillo, 55 años de votaciones, triunfos y derrotas
FUE EL 20 DE DICIEMBRE DE 1962 CUANDO LOS DOMINICANOS VIERON REALIZAR LAS PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS
|
Compartir este artículo
A raíz del ajusticiamiento del dictador Rafael
Leonidas Trujillo el 30 de mayo de 1961, la República Dominicana vivió
un período de turbulencia e inestabilidad política donde diversos grupos
propugnaban porque se instaurara un régimen democrático en la nación.
Se sucedieron al menos seis gobiernos efímeros uno tras otro, de 40 y 50
días, hasta culminar con el Consejo de Estado, encabezado por Joaquín
Balaguer, cuyas operaciones se iniciaron el primero de enero de 1962.
Fue el 20 de diciembre de 1962 cuando los dominicanos vieron realizar las primeras elecciones democráticas, las cuales se desarrollan bajo un escenario donde interactuaron varias organizaciones políticas.
En ese proceso resultó electo el fallecido profesor Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien se convirtió en el primer presidente que tuvo la nación elegido por el voto popular tras la caída de Trujillo. Bosch tuvo como principal contendor al doctor Viriato Fiallo, de la Unión Cívica Nacional (UCN), quien fue derrotado abrumadoramente en lo que se podría decir un tiempo record, a juicio del historiador Daniel Pou Suazo.
Aunque para Pou Suazo, Viriato Fiallo era un estandarte del antitrujillismo carecía de un discurso que le diera cabida a la reforma que necesitaba la sociedad dominicana, discurso este que fue encarnado por el profesor Bosch, quien logra calar en el sentir del pueblo dominicano.
“Un discurso muy pedagógico, un discurso donde se le explicaba a gente cómo en una sociedad los estamentos interactuaban y determinaban formas de poder que también confluían con el modelo económico del momento”, sostiene.
En este escenario también interactuaron varias organizaciones que, aunque no tenían una connotación en términos políticos, sí tenían incidencia. Entre ellas estaban el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), cuyo máximo dirigente era el doctor Alfonso Moreno Martínez y Josefina Padilla, viuda Sánchez, quien fue la primera mujer candidata a la vicepresidencia de la República. También participó el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, una organización que encarnaba las inquietudes de la juventud, que tenía una incidencia muy alta en los sectores de las capas media de la sociedad y que dentro de su discurso mantenía postulados que habían sido levantados por el Movimiento de Liberación Dominicana, organización que gestó el desembarco de 1959, en Constanza, Maimón y Estero Hondo.
En ese contexto, dice Pou Suazo, se comienza a configurar el escenario político del país, generándose una bipolaridad entre sectores conservadores que pretendían mantener una situación similar en términos de lo que eran las relaciones de producción y las relaciones sociales, similares a las del régimen de Trujillo, sustituyendo al tirano por una oligarquía tradicional, sobretodo terrateniente sin cambiar los vínculos de las relaciones que se producían a lo interno de la sociedad.
Período 62-66
El politólogo Pou Suazo entiende que los procesos electorales de 1962 se producen en circunstancias muy particulares: primero habían varias tendencias de pensamientos fundamentales, una que abogaba por la erradicación de Trujillo y sus remanentes del escenario nacional y otra que enarbolaba Bosch en el PRD, donde proponía una conciliación con los remanentes del trujillismo en base a una política de borrón y cuenta nueva, y otra posición, que era la desaparición de todo lo que eran símbolos del trujillismo, pero para instaurar un régimen que no tuviera las grandes diferencias en términos de vínculos del poder, que era la que enarbolaba el doctor Viariato Fiallo.
Bosch asumió el poder el 27 de febrero de 1963, pero siete meses más tarde, el 25 de septiembre de ese mismo año es derrocado, un hecho provocado por el descontento de algunos sectores de la vida nacional por las políticas sociales y económicas que el gobernante decidió aplicar, sobretodo la repartición de tierra a los campesinos, afectando considerablemente a los terratenientes.
Después del golpe de Estado al profesor Bosch el país el país se dividió y volvió a ser escenario de una situación política de tensión y, al igual que en el 1961, el poder fue asumido por gobiernos de corto tiempo. Se incrementaron las protestas populares y mientras un grupo exigía la vuelta al poder de Juan Bosch el otro hacía ingentes esfuerzos para que eso no sucediera.
Las elecciones de 1962 fueron anuladas luego del Golpe y se creó una Junta Civil, a la que también se le llamó "Triunvirato", cuyo líder principal era Donald Reid Cabral. Este Gobierno suscitó el rechazo de la mayoría de la población, por lo que nunca logró que fuera legitimizado.
Esa situación provocó que los diversos grupos que apostaban a la vuelta de Bosch al poder se lanzaran a las calles escenificando las más turbulentas protestas que desencadenaron en la Revolución de Abril de 1965, la cual estalló el 24 de ese mes en el Puente Duarte. Cuatro días más tarde se produjo la intervención norteamericana con la llegada de 42 mil marines. Fue la segunda intervención de esa naturaleza por parte de los norteamericanos, la primera fue en 1916.
El Triunvirato también fue dirigido por el doctor Emilio de los Santos, un abogado conservador, que decidió renunciar cuando se produce la ejecución de los integrantes del movimiento 14 de Junio, encabezado por Manolo Tavárez Justo, hecho registrado el 21 de diciembre de 1963 en Las Manaclas, San José de las Matas.
“Toda esta situación de inestabilidad y sobresalto político logra ser reconfigurada después de la guerra de abril de 1965, por la intervención norteamericana y la avenencia de sectores de la vida nacional que, de manera implícita llegaron a consensuar con los representantes políticos de Estados Unidos la instalación de un gobierno con visos democráticos, pero sobretodo un gobiernos que respondiera a los intereses de la estrategia norteamericana en ese momento”, dice Pou Suazo.
El poder fue asumido por Joaquín Balaguer en 1966, donde permaneció por tres períodos consecutivos, hasta 1978, en la llamada “Era de los 12 Años”, un período marcado por la represión y la persecución de los principales líderes políticos de izquierda, registrándose al menos tres mil muertes de personas contrarias al gobierno.
Pou Suazo dijo que Balaguer fue implantado en el poder porque Estados Unidos lo consideró como la figura idónea, porque era capaz de liderar sectores que todavía tenía un peso político en la vida nacional, por su militancia con el trujillismo y estaba dispuesto a realizar la agenda que tenía esa nación para el Caribe en ese momento. El Gobierno de transición de 1965 lo encabezó José Rafael Molina Ureña.
“Entonces, después de ese trauma posterior a la guerra, Balaguer logra neutralizar a los políticos de la izquierda y en 1975 empieza a producirse una fisura dentro de las fuerzas del balaguerismo. Empiezan sectores militares que querían tener espacio de autonomía que se contradecían con Balaguer”, dijo, tras señalar que eso provocó una renuncia del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas (hoy Ministerio de Defensa) generando una crisis que provocó que el propio Balaguer asumiera el mando en su persona de todo lo que era el aparato militar.
Los problemas generados en el entorno del Gobierno balaguerista, a lo que se agrega el hecho de que ya Estados Unidos empezaba a deshacerse de todas las dictaduras de América Latina provoca un cambio en República Dominicana, y se llama a elecciones en 1978, las cuales fueron apoyadas por los norteamericanos. En este proceso resultó electo Antonio Guzmán, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
“Para el PRD tomar el poder con Antonio Guzmán a la cabeza, tuvo que desplazarse a hacer presencia en el Congreso Nacional el jefe del Comando Sur de las fuerzas norteamericana en ese momento y prácticamente rodear la isla con portaaviones y una fuerza de desembarco de acción rápida, por si era necesario neutralizar las FFAA dominicanas que no estaban por aceptar el triunfo del PRD y la destitución de los mandos militares tradicionales hasta ese momento”, detalla el politólogo.
Grandes líderes pero sin la banda presidencial
En el accionar político dominicano se han producido procesos políticos cuyos integrantes más relevantes han perdido las elecciones. Entre estos se pueden citar el mismo Viriato Fiallo, Juan Bosch, que aunque ganó en el primer intento, fue derrocado a los siete meses. Para las siguientes elecciones que aspiró perdió. Lo mismo pasó con José Francisco Peña Gómez, que aunque en reiteradas ocasiones intentó llegar al poder, siendo el líder de masas más importante que ha tenido el país, nunca logró gobernar los destinos de la nación.
Su último intento fue en las elecciones de medio término del año 1996, donde resultó electo Leonel Fernández. Aquí Peña Gómez acudió a las urnas aquejado de un cáncer que ya le habían diagnosticado, y que finalmente acabó con su vida.
Sin embargo, para Pou Suazo, en la historia política dominicana que va desde la noche del 30 de mayo de 1931 hasta hoy el gran perdedor de toda esta trayectoria política es el pueblo dominicano, el que ha puesto la mayor cantidad de vida, obteniendo muy pocos beneficios, luchando todavía en pleno siglo XXI por el respeto al Estado social y democrático de derecho, por el respeto a tener educación, por el respeto a vivir dignamente, por el respeto a que se le reconozca el derecho a tener salud, como mandan los protocolos de los organismos internacionales.
“O sea, el pueblo dominicano ha puesto demasiado, ha aportado muchas vidas y mucha sangre. Lamentablemente el pueblo dominicano no ha sido el beneficiario de todo el supuesto progreso y crecimiento económico que debería haber experimentado. Ha habido crecimiento económico asimétrico, excluyente, lo que ha hecho que en RD cada vez más pequeños grupos se enriquezcan a niveles impensables, y hayan acumulado fortuna espuria sin que haya ningún tipo de consecuencias. O sea, bajo un régimen de impunidad, de cohabitación y complicidades que deterioran la imagen del pueblo dominicano”, consideró.
Para recordar
Durante el proceso electoral de 1962 un sector de la iglesia católica tildaba al profesor Juan Bosch de comunista, por lo que el político emplazó al padre Láutico García y le dijo que si demostraban que él era comunista se retiraba de las elecciones, siendo el principal candidato en ese entonces.
En 1974 el “Acuerdo de Santiago” se retira del proceso electoral. El acuerdo de Santiago era una conformación de grupos políticos encabezados por el PRD que desafiaron y exigieron condiciones para que Balaguer celebrara elecciones limpias y transparentes. En vista de la negativa de Balaguer, de crear las condiciones para que las elecciones fueran dentro de un marco de transparencia el Acuerdo de Santiago se retira antes de las elecciones y Balaguer solo concita el apoyo de un partido fantasma que era el partido del contraalmirante retirado Luis Homero Lajara Burgos, el único que asistió a la contienda electoral.
Otro hecho que dentro del contexto electoral marcó una pauta fue el fraude del cual fue víctima el profesor Juan Bosch en las elecciones de 1990, que a juicio de Pou Suazo fue un fraude técnico elaborado a partir del centro de informática de la Junta Central Electoral (JCE) y que encrespó la situación política “a tal punto que en el país si no es por la ecuanimidad del profesor Juan Bosch se hubiera presentado un levantamiento armado”.
Tras las elecciones de 1994, los principales candidatos, José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, tuvieron que llegar a un acuerdo para realizar unas elecciones a medio tiempo, con dos años de anticipación, medica que le fue condicionada a Balaguer porque se entendía que hubo un fraude.
A juicio de Pou Suazo esa situación se produce en un escenario donde ya el gobierno de Balaguer presentaba una fragilidad que incluía a los propios grupos donde se sostenía el PRSC.
Explica que si no se llegaba a ese acuerdo, se podría haber generado un enfrentamiento armado parecido al de 1965. En esas elecciones de medio término, celebradas en 1996, resultó electo Leonel Fernández.
Para los comicios del 2000 se disputaron la presidencia el ingeniero agrónomo Hipólito Mejía y Danilo Medina, resultando ganador el primero. En el 2004 Leonel Fernández vuelve a aspirar y le gana los comicios a Mejía, quien optó por repostularse a la presidencia tras una modificación a la Constitución. Fernández se mantuvo en el poder ocho años consecutivos, hasta el 2012.
Ya para los comicios de 2012 acuden como candidatos Miguel Vargas, por el PRD, y Danilo Medina por el PLD, resultando ganador éste último, quien el próximo 20 de mayo cumplirá tres años de haber sido electo.
Actualmente en el Congreso Nacional se discute un proyecto de ley para modificar la Constitución de la República que permitiría la reelección, medida que fue aprobada por el Comité Político del PLD el pasado 19 de abril con el objetivo de que Medina sea reelecto.
El cambio
Al referirse a la política actual, Pou Suazo entiende que hay señales positivas. “Nos encontramos en una situación de que hay partidos políticos, que si bien no presentan una crisis que podría llevarlos a zozobrar dentro del sistema político, pero sí presentan una crisis en cierta medida de legitimidad con relación a la población, o sea, cada vez y, en la medida que va subiendo las nuevas generaciones de electores, vemos que hay más votantes racionales, más votantes que cuestionan la necesidad de un programa nacional de estrategia que permita el desarrollo, la inclusión y cada vez más los resortes de manipulación con que estos partidos políticos han venido manejando en RD las relaciones sociales, que se traducen en relaciones de poder, esas relaciones de poder se traducen muchas veces en relaciones de instrumentalización del ciudadano”, dijo.
Sostiene que en la medida en que esto va pasando el pueblo dominicano va asumiendo un sentido más crítico y cada vez se expresa con mayor propiedad y tiene la capacidad de hacer propuesta que le permitan una participación más directa en la construcción de los destinos del país y de su propio futuro.
“Y hemos visto que el pueblo dominicano cuando se empodera de un tema sabe llevarlo hasta las últimas consecuencias. La consigna del cuatro por ciento para la educación, que es parte de una visión estratégica importante para el desarrollo de RD, fue asumida por prácticamente todos los sectores de la vida nacional y hoy en día mal que bien se está llevando hacia adelante”, enfatizó.
No obstante, considera que a pesar de ese empoderamiento de los votantes el sistema político es excluyente, comenzando por la Ley Electoral, donde las minorías no tienen derecho a tener ningún tipo de representación.
Fue el 20 de diciembre de 1962 cuando los dominicanos vieron realizar las primeras elecciones democráticas, las cuales se desarrollan bajo un escenario donde interactuaron varias organizaciones políticas.
En ese proceso resultó electo el fallecido profesor Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien se convirtió en el primer presidente que tuvo la nación elegido por el voto popular tras la caída de Trujillo. Bosch tuvo como principal contendor al doctor Viriato Fiallo, de la Unión Cívica Nacional (UCN), quien fue derrotado abrumadoramente en lo que se podría decir un tiempo record, a juicio del historiador Daniel Pou Suazo.
Aunque para Pou Suazo, Viriato Fiallo era un estandarte del antitrujillismo carecía de un discurso que le diera cabida a la reforma que necesitaba la sociedad dominicana, discurso este que fue encarnado por el profesor Bosch, quien logra calar en el sentir del pueblo dominicano.
“Un discurso muy pedagógico, un discurso donde se le explicaba a gente cómo en una sociedad los estamentos interactuaban y determinaban formas de poder que también confluían con el modelo económico del momento”, sostiene.
En este escenario también interactuaron varias organizaciones que, aunque no tenían una connotación en términos políticos, sí tenían incidencia. Entre ellas estaban el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), cuyo máximo dirigente era el doctor Alfonso Moreno Martínez y Josefina Padilla, viuda Sánchez, quien fue la primera mujer candidata a la vicepresidencia de la República. También participó el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, una organización que encarnaba las inquietudes de la juventud, que tenía una incidencia muy alta en los sectores de las capas media de la sociedad y que dentro de su discurso mantenía postulados que habían sido levantados por el Movimiento de Liberación Dominicana, organización que gestó el desembarco de 1959, en Constanza, Maimón y Estero Hondo.
En ese contexto, dice Pou Suazo, se comienza a configurar el escenario político del país, generándose una bipolaridad entre sectores conservadores que pretendían mantener una situación similar en términos de lo que eran las relaciones de producción y las relaciones sociales, similares a las del régimen de Trujillo, sustituyendo al tirano por una oligarquía tradicional, sobretodo terrateniente sin cambiar los vínculos de las relaciones que se producían a lo interno de la sociedad.
Período 62-66
El politólogo Pou Suazo entiende que los procesos electorales de 1962 se producen en circunstancias muy particulares: primero habían varias tendencias de pensamientos fundamentales, una que abogaba por la erradicación de Trujillo y sus remanentes del escenario nacional y otra que enarbolaba Bosch en el PRD, donde proponía una conciliación con los remanentes del trujillismo en base a una política de borrón y cuenta nueva, y otra posición, que era la desaparición de todo lo que eran símbolos del trujillismo, pero para instaurar un régimen que no tuviera las grandes diferencias en términos de vínculos del poder, que era la que enarbolaba el doctor Viariato Fiallo.
Bosch asumió el poder el 27 de febrero de 1963, pero siete meses más tarde, el 25 de septiembre de ese mismo año es derrocado, un hecho provocado por el descontento de algunos sectores de la vida nacional por las políticas sociales y económicas que el gobernante decidió aplicar, sobretodo la repartición de tierra a los campesinos, afectando considerablemente a los terratenientes.
Después del golpe de Estado al profesor Bosch el país el país se dividió y volvió a ser escenario de una situación política de tensión y, al igual que en el 1961, el poder fue asumido por gobiernos de corto tiempo. Se incrementaron las protestas populares y mientras un grupo exigía la vuelta al poder de Juan Bosch el otro hacía ingentes esfuerzos para que eso no sucediera.
Las elecciones de 1962 fueron anuladas luego del Golpe y se creó una Junta Civil, a la que también se le llamó "Triunvirato", cuyo líder principal era Donald Reid Cabral. Este Gobierno suscitó el rechazo de la mayoría de la población, por lo que nunca logró que fuera legitimizado.
Esa situación provocó que los diversos grupos que apostaban a la vuelta de Bosch al poder se lanzaran a las calles escenificando las más turbulentas protestas que desencadenaron en la Revolución de Abril de 1965, la cual estalló el 24 de ese mes en el Puente Duarte. Cuatro días más tarde se produjo la intervención norteamericana con la llegada de 42 mil marines. Fue la segunda intervención de esa naturaleza por parte de los norteamericanos, la primera fue en 1916.
El Triunvirato también fue dirigido por el doctor Emilio de los Santos, un abogado conservador, que decidió renunciar cuando se produce la ejecución de los integrantes del movimiento 14 de Junio, encabezado por Manolo Tavárez Justo, hecho registrado el 21 de diciembre de 1963 en Las Manaclas, San José de las Matas.
“Toda esta situación de inestabilidad y sobresalto político logra ser reconfigurada después de la guerra de abril de 1965, por la intervención norteamericana y la avenencia de sectores de la vida nacional que, de manera implícita llegaron a consensuar con los representantes políticos de Estados Unidos la instalación de un gobierno con visos democráticos, pero sobretodo un gobiernos que respondiera a los intereses de la estrategia norteamericana en ese momento”, dice Pou Suazo.
El poder fue asumido por Joaquín Balaguer en 1966, donde permaneció por tres períodos consecutivos, hasta 1978, en la llamada “Era de los 12 Años”, un período marcado por la represión y la persecución de los principales líderes políticos de izquierda, registrándose al menos tres mil muertes de personas contrarias al gobierno.
Pou Suazo dijo que Balaguer fue implantado en el poder porque Estados Unidos lo consideró como la figura idónea, porque era capaz de liderar sectores que todavía tenía un peso político en la vida nacional, por su militancia con el trujillismo y estaba dispuesto a realizar la agenda que tenía esa nación para el Caribe en ese momento. El Gobierno de transición de 1965 lo encabezó José Rafael Molina Ureña.
“Entonces, después de ese trauma posterior a la guerra, Balaguer logra neutralizar a los políticos de la izquierda y en 1975 empieza a producirse una fisura dentro de las fuerzas del balaguerismo. Empiezan sectores militares que querían tener espacio de autonomía que se contradecían con Balaguer”, dijo, tras señalar que eso provocó una renuncia del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas (hoy Ministerio de Defensa) generando una crisis que provocó que el propio Balaguer asumiera el mando en su persona de todo lo que era el aparato militar.
Los problemas generados en el entorno del Gobierno balaguerista, a lo que se agrega el hecho de que ya Estados Unidos empezaba a deshacerse de todas las dictaduras de América Latina provoca un cambio en República Dominicana, y se llama a elecciones en 1978, las cuales fueron apoyadas por los norteamericanos. En este proceso resultó electo Antonio Guzmán, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
“Para el PRD tomar el poder con Antonio Guzmán a la cabeza, tuvo que desplazarse a hacer presencia en el Congreso Nacional el jefe del Comando Sur de las fuerzas norteamericana en ese momento y prácticamente rodear la isla con portaaviones y una fuerza de desembarco de acción rápida, por si era necesario neutralizar las FFAA dominicanas que no estaban por aceptar el triunfo del PRD y la destitución de los mandos militares tradicionales hasta ese momento”, detalla el politólogo.
Grandes líderes pero sin la banda presidencial
En el accionar político dominicano se han producido procesos políticos cuyos integrantes más relevantes han perdido las elecciones. Entre estos se pueden citar el mismo Viriato Fiallo, Juan Bosch, que aunque ganó en el primer intento, fue derrocado a los siete meses. Para las siguientes elecciones que aspiró perdió. Lo mismo pasó con José Francisco Peña Gómez, que aunque en reiteradas ocasiones intentó llegar al poder, siendo el líder de masas más importante que ha tenido el país, nunca logró gobernar los destinos de la nación.
Su último intento fue en las elecciones de medio término del año 1996, donde resultó electo Leonel Fernández. Aquí Peña Gómez acudió a las urnas aquejado de un cáncer que ya le habían diagnosticado, y que finalmente acabó con su vida.
Sin embargo, para Pou Suazo, en la historia política dominicana que va desde la noche del 30 de mayo de 1931 hasta hoy el gran perdedor de toda esta trayectoria política es el pueblo dominicano, el que ha puesto la mayor cantidad de vida, obteniendo muy pocos beneficios, luchando todavía en pleno siglo XXI por el respeto al Estado social y democrático de derecho, por el respeto a tener educación, por el respeto a vivir dignamente, por el respeto a que se le reconozca el derecho a tener salud, como mandan los protocolos de los organismos internacionales.
“O sea, el pueblo dominicano ha puesto demasiado, ha aportado muchas vidas y mucha sangre. Lamentablemente el pueblo dominicano no ha sido el beneficiario de todo el supuesto progreso y crecimiento económico que debería haber experimentado. Ha habido crecimiento económico asimétrico, excluyente, lo que ha hecho que en RD cada vez más pequeños grupos se enriquezcan a niveles impensables, y hayan acumulado fortuna espuria sin que haya ningún tipo de consecuencias. O sea, bajo un régimen de impunidad, de cohabitación y complicidades que deterioran la imagen del pueblo dominicano”, consideró.
Para recordar
Durante el proceso electoral de 1962 un sector de la iglesia católica tildaba al profesor Juan Bosch de comunista, por lo que el político emplazó al padre Láutico García y le dijo que si demostraban que él era comunista se retiraba de las elecciones, siendo el principal candidato en ese entonces.
En 1974 el “Acuerdo de Santiago” se retira del proceso electoral. El acuerdo de Santiago era una conformación de grupos políticos encabezados por el PRD que desafiaron y exigieron condiciones para que Balaguer celebrara elecciones limpias y transparentes. En vista de la negativa de Balaguer, de crear las condiciones para que las elecciones fueran dentro de un marco de transparencia el Acuerdo de Santiago se retira antes de las elecciones y Balaguer solo concita el apoyo de un partido fantasma que era el partido del contraalmirante retirado Luis Homero Lajara Burgos, el único que asistió a la contienda electoral.
Otro hecho que dentro del contexto electoral marcó una pauta fue el fraude del cual fue víctima el profesor Juan Bosch en las elecciones de 1990, que a juicio de Pou Suazo fue un fraude técnico elaborado a partir del centro de informática de la Junta Central Electoral (JCE) y que encrespó la situación política “a tal punto que en el país si no es por la ecuanimidad del profesor Juan Bosch se hubiera presentado un levantamiento armado”.
Tras las elecciones de 1994, los principales candidatos, José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, tuvieron que llegar a un acuerdo para realizar unas elecciones a medio tiempo, con dos años de anticipación, medica que le fue condicionada a Balaguer porque se entendía que hubo un fraude.
A juicio de Pou Suazo esa situación se produce en un escenario donde ya el gobierno de Balaguer presentaba una fragilidad que incluía a los propios grupos donde se sostenía el PRSC.
Explica que si no se llegaba a ese acuerdo, se podría haber generado un enfrentamiento armado parecido al de 1965. En esas elecciones de medio término, celebradas en 1996, resultó electo Leonel Fernández.
Para los comicios del 2000 se disputaron la presidencia el ingeniero agrónomo Hipólito Mejía y Danilo Medina, resultando ganador el primero. En el 2004 Leonel Fernández vuelve a aspirar y le gana los comicios a Mejía, quien optó por repostularse a la presidencia tras una modificación a la Constitución. Fernández se mantuvo en el poder ocho años consecutivos, hasta el 2012.
Ya para los comicios de 2012 acuden como candidatos Miguel Vargas, por el PRD, y Danilo Medina por el PLD, resultando ganador éste último, quien el próximo 20 de mayo cumplirá tres años de haber sido electo.
Actualmente en el Congreso Nacional se discute un proyecto de ley para modificar la Constitución de la República que permitiría la reelección, medida que fue aprobada por el Comité Político del PLD el pasado 19 de abril con el objetivo de que Medina sea reelecto.
El cambio
Al referirse a la política actual, Pou Suazo entiende que hay señales positivas. “Nos encontramos en una situación de que hay partidos políticos, que si bien no presentan una crisis que podría llevarlos a zozobrar dentro del sistema político, pero sí presentan una crisis en cierta medida de legitimidad con relación a la población, o sea, cada vez y, en la medida que va subiendo las nuevas generaciones de electores, vemos que hay más votantes racionales, más votantes que cuestionan la necesidad de un programa nacional de estrategia que permita el desarrollo, la inclusión y cada vez más los resortes de manipulación con que estos partidos políticos han venido manejando en RD las relaciones sociales, que se traducen en relaciones de poder, esas relaciones de poder se traducen muchas veces en relaciones de instrumentalización del ciudadano”, dijo.
Sostiene que en la medida en que esto va pasando el pueblo dominicano va asumiendo un sentido más crítico y cada vez se expresa con mayor propiedad y tiene la capacidad de hacer propuesta que le permitan una participación más directa en la construcción de los destinos del país y de su propio futuro.
“Y hemos visto que el pueblo dominicano cuando se empodera de un tema sabe llevarlo hasta las últimas consecuencias. La consigna del cuatro por ciento para la educación, que es parte de una visión estratégica importante para el desarrollo de RD, fue asumida por prácticamente todos los sectores de la vida nacional y hoy en día mal que bien se está llevando hacia adelante”, enfatizó.
No obstante, considera que a pesar de ese empoderamiento de los votantes el sistema político es excluyente, comenzando por la Ley Electoral, donde las minorías no tienen derecho a tener ningún tipo de representación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario