El misterioso anillo árabe encontrado en un mercado vikingo
A finales de siglo XIX un equipo arqueológico encontró unmisterioso anillo árabe en
la excavación del centro comercial de Birka, considerada la primera
ciudad sueca, un centro urbano situado en la isla de Björko, en el lago
Mälaren, a 45 minutos en barco desde Estocolmo.
No parece que fuera descabellado el hallazgo en un tumba datada hacia el 950 DC de este curioso anillo en Birka, una población intrínsecamente conectada con el mar Báltico que fue un centro neurálgico en época vikinga, entre el 793 y el 1066 de nuestra era.
Pero lo que realmente confirma este anillo, que se creía que incluía una piedra de amatista de color violeta, es la relación comercial entre la civilización vikinga y el mundo islámico. En realidad la piedra preciosa no era tal; un escáner electrónico realizado por el biofísico Sebastian Wärmländer, de la Universidad de Estocolmo, determinó que era en realidad cristal coloreado, un material mucho más raro en aquella época.
Este investigador es uno de los que firman un artículo publicado a finales de febrero en la revista Scanning. La piedra de cristal incluye una inscripción en su parte superior en la que se puede leer “para Alá” o “a Alá”, en cúfico, una antigua escritura árabe. Los escandinavos ya comerciaban lujosos objetos de cristal de Egipto y Mesopotamia desde por lo menos 3.400 años atrás.
Las fuentes históricas dataron ya hace al menos 1.000 años estos contactos comerciales entre la cultura escandinava y la islámica, aunque estos contactos se considera que se remontan al menos un milenio atrás.
Este anillo de plata no parece que tuviera mucho uso y es posible que fuera elaborado por un artesano de la plata árabe. Quizás no tuvo ningún dueño hasta que llegó a territorio vikingo, donde es seguro que le fuera regalado a una mujer, que fue enterrada al final de sus días con él.
La pieza es única, puesto que hasta la fecha no se ha encontrado en ninguna excavación arqueológica un anillo de procedencia árabe con una inscripción. Actualmente se conserva en el Museo de Historia Sueca de Estocolmo.
Vía: DailyMail
No parece que fuera descabellado el hallazgo en un tumba datada hacia el 950 DC de este curioso anillo en Birka, una población intrínsecamente conectada con el mar Báltico que fue un centro neurálgico en época vikinga, entre el 793 y el 1066 de nuestra era.
Pero lo que realmente confirma este anillo, que se creía que incluía una piedra de amatista de color violeta, es la relación comercial entre la civilización vikinga y el mundo islámico. En realidad la piedra preciosa no era tal; un escáner electrónico realizado por el biofísico Sebastian Wärmländer, de la Universidad de Estocolmo, determinó que era en realidad cristal coloreado, un material mucho más raro en aquella época.
Este investigador es uno de los que firman un artículo publicado a finales de febrero en la revista Scanning. La piedra de cristal incluye una inscripción en su parte superior en la que se puede leer “para Alá” o “a Alá”, en cúfico, una antigua escritura árabe. Los escandinavos ya comerciaban lujosos objetos de cristal de Egipto y Mesopotamia desde por lo menos 3.400 años atrás.
Las fuentes históricas dataron ya hace al menos 1.000 años estos contactos comerciales entre la cultura escandinava y la islámica, aunque estos contactos se considera que se remontan al menos un milenio atrás.
Este anillo de plata no parece que tuviera mucho uso y es posible que fuera elaborado por un artesano de la plata árabe. Quizás no tuvo ningún dueño hasta que llegó a territorio vikingo, donde es seguro que le fuera regalado a una mujer, que fue enterrada al final de sus días con él.
La pieza es única, puesto que hasta la fecha no se ha encontrado en ninguna excavación arqueológica un anillo de procedencia árabe con una inscripción. Actualmente se conserva en el Museo de Historia Sueca de Estocolmo.
Vía: DailyMail
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