Con
esta guagua Chevrolet Canadiense del año 1946 empezó a operar lo que
poco tiempo después se convirtió en la Línea Bernardette, la empresa de
transporte de pasajeros más importante que recorría toda la región
noroeste hasta la frontera con Haití, partiendo desde la ciudad de
Santiago de los Caballeros, en diferentes turnos que empezaban en horas
de la madrugada .
En esa época se importaban los chasiss, y las carrocerías eran construidas en madera, por carpinteros artesanos locales, y se forraban con planchas de zinc galvanizado.
Poco tiempo después de las sanciones económicas que impuso la Organización de Estados Americanos ( 1960 ) a nuestro país por el atentado a la vida del presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, los precios de los repuestos y combustibles aumentaron considerablemente, y en algunos casos como el de los neumáticos, se duplicaron, lo que motivó que los costos operacionales alcanzaran niveles insostenibles , motivo por el cual los negocios de transporte de pasajeros que hasta el momento habían sido muy rentables terminaron desapareciendo y fueron sustituidos por carros conducidos por sus dueños. Años más tarde , corregidas las distorsiones que provocaron las salidas del mercado de las empresas de transporte de pasajeros, empezaron a surgir otras , con autobuses modernos, como Metro y Caribe Tour, que terminaron posicionándose como líderes del sector.
El fundador y propietario de la conocida empresa de guaguas Línea Bernardette en la Ciudad de Santiago y la región noroeste lo fue el señor Rafael Núñez Cabral, y luego de su fallecimiento en el año 1957 quedaron al frente de la administración sus hijos Luis Rafael , Orlando y Germán Núñez Hernández .
La casa donde vivió la familia Núñez Hernández estaba situada al lado de donde operaban las oficinas , el taller de reparaciones , y los garajes de las guaguas, en la calle antigua Julia Molina, hoy Independencia , entre las calles, Cuba y Sabana Larga, a media cuadra del parque de los Chachases , lugar este último de relevancia histórica, donde se han escenificado sucesos de extraordinaria importancia , como la negociación y rendición de las tropas españolas en la guerra de la restauración , donde emocionado el Gral. Gregorio Luperón entre otras palabras, dijo, hoy es un día feliz para las armas dominicanas, parándose de inmediato un oficial que estaba detenido, para decir …. Y para las armas de su majestad también, dándose a seguidas estos dos paladines un fuerte abrazo, quedando este hecho registrado como uno de los momentos más memorables de esta guerra.
Otras negocios de transporte de pasajeros que utilizaban guaguas de igual capacidad y diseño similar a las que pertenecían a la flota de la Línea Bernardette , como Cheita y Ana Disi que cubrían la ruta Santiago hasta la hoy Ciudad de Santo Domingo, también desaparecieron entre finales de la década de los años 50 y principios de los años sesenta del siglo pasado.
Cortesía de Gérman Núñez, para Historia Dominicana en Gráficas
En esa época se importaban los chasiss, y las carrocerías eran construidas en madera, por carpinteros artesanos locales, y se forraban con planchas de zinc galvanizado.
Poco tiempo después de las sanciones económicas que impuso la Organización de Estados Americanos ( 1960 ) a nuestro país por el atentado a la vida del presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, los precios de los repuestos y combustibles aumentaron considerablemente, y en algunos casos como el de los neumáticos, se duplicaron, lo que motivó que los costos operacionales alcanzaran niveles insostenibles , motivo por el cual los negocios de transporte de pasajeros que hasta el momento habían sido muy rentables terminaron desapareciendo y fueron sustituidos por carros conducidos por sus dueños. Años más tarde , corregidas las distorsiones que provocaron las salidas del mercado de las empresas de transporte de pasajeros, empezaron a surgir otras , con autobuses modernos, como Metro y Caribe Tour, que terminaron posicionándose como líderes del sector.
El fundador y propietario de la conocida empresa de guaguas Línea Bernardette en la Ciudad de Santiago y la región noroeste lo fue el señor Rafael Núñez Cabral, y luego de su fallecimiento en el año 1957 quedaron al frente de la administración sus hijos Luis Rafael , Orlando y Germán Núñez Hernández .
La casa donde vivió la familia Núñez Hernández estaba situada al lado de donde operaban las oficinas , el taller de reparaciones , y los garajes de las guaguas, en la calle antigua Julia Molina, hoy Independencia , entre las calles, Cuba y Sabana Larga, a media cuadra del parque de los Chachases , lugar este último de relevancia histórica, donde se han escenificado sucesos de extraordinaria importancia , como la negociación y rendición de las tropas españolas en la guerra de la restauración , donde emocionado el Gral. Gregorio Luperón entre otras palabras, dijo, hoy es un día feliz para las armas dominicanas, parándose de inmediato un oficial que estaba detenido, para decir …. Y para las armas de su majestad también, dándose a seguidas estos dos paladines un fuerte abrazo, quedando este hecho registrado como uno de los momentos más memorables de esta guerra.
Otras negocios de transporte de pasajeros que utilizaban guaguas de igual capacidad y diseño similar a las que pertenecían a la flota de la Línea Bernardette , como Cheita y Ana Disi que cubrían la ruta Santiago hasta la hoy Ciudad de Santo Domingo, también desaparecieron entre finales de la década de los años 50 y principios de los años sesenta del siglo pasado.
Cortesía de Gérman Núñez, para Historia Dominicana en Gráficas
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