Santo Domingo, R.D.- De
Palma Sola al campus central de la UASD. Del viernes 28 de diciembre de
1962 al martes 23 de abril del 2013. Sólo hay cambio de escenario, de
personajes y de fechas, pero la trama al menos se parece demasiado. El
general y el coronel fueron sacrificados por su propia gente.
El
general Miguel F. Rodríguez Reyes, que se decía sería nombrado
Secretario de las Fuerzas Armadas por el electo Presidente Juan Bosch,
fue enviado a provocar a los supuestos “bandidos, delincuentes, ateos,
brujos y hechiceros” que lideraban ”los mellizos” liboristas de Palma
Sola, para que se produjera la confusión y así encontrar y justificar la
forma de eliminar al oficial.
Aquello
fue planeado por el Consejo de Estado de los cívicos, por la cúpula de
la iglesia católica, con el consejero Monseñor Eliseo Pérez Sánchez a la
cabeza, y por los asesores yanquis en el país. El general resultó
muerto y se produjo una horrible matanza de campesinos harapientos,
descalzos e indefensos, “el día de los inocentes”, que celebra la
iglesia católica. Eso se pretendió repetir en la UASD el pasado martes
23, víspera de un aniversario más del inicio de la Guerra Patria de
Abril de 1965.
Al
coronel Julián Suárez Cordero lo sacrificaron los poderosos intereses
internos que se mueven en la Policía. Los grupos en disputa por la
jefatura muchas veces han creado graves crisis y situaciones
“incontrolables”.
El
troglodista jefe policial José Armando Polanco Gómez se ha apresurado a
buscar unos culpables de la lamentable muerte del coronel Suárez; pero
ha apuntado mal. En una burda manipulación ha acusado a dirigentes
estudiantiles para luego tratar de buscar la prueba, señalando que la
policía ha encontrado piezas ligadas al crimen: “una peluca, un par de
tenis, suéteres, un tirapiedras” y otras ridiculeces.
Pero
el jefe policial debe responder varias interrogantes muy serias. Ya ha
tenido que admitir que la policía “no tiene video que incrimine al
acusado”, y añade el relacionador público que: “pero tenemos pruebas…”,
cuando en realidad tratan de fabricar esas pruebas allanando locales
estudiantiles en la UASD. Polanco Gómez debería explicar cómo es posible
que, según sus declaraciones, la policía supiera que “existía un plan
para matar a un periodista, un camarógrafo o un policía…”, y que sin
embargo, no tomara las medidas correspondientes. ¿El supuesto policía
que figuraba entre los escogidos no podía ser ese coronel? ¿Cómo
explicar que un oficial de un alto rango estuviese solo en ese lugar,
cuando ya los policías habían inundado el campus con bombas lacrimógenas
y estaban disparando sus armas?
¿Cómo
es posible que, según las gráficas, el coronel Suárez durara unos 15
minutos sin ser atendido ni socorrido por los agentes? ¿Por qué lo
dejaron desangrar sin llegar donde él, mientras el estudiante asesinado
hace poco no pudo ser socorrido por sus compañeros, porque los policías
llegaron inmediatamente? ¿Cómo explicar que la policía no haya dicho con
qué tipo de arma mataron al coronel Suárez? Será el único muerto en
forma violenta que la policía ha sepultado sin hacerle los estudios
correspondientes, pues se ha limitado a decir que fue baleado
“presumiblemente con un fusil”.Eso significa que también escogerán un
arma y la presentarán como usada para matar al coronel Suárez Cordero.
Entonces,
el jefe de la policía debe explicar quiénes eran los que portaban
fusiles, ya que no eran los estudiantes. Debe explicar, también, la
actitud de un grupo de policías que penetró a la UASD durante las
movilizaciones, y miembros de la seguridad universitaria tuvieron que
decirles que salieran. ¿Por qué el coronel no fue llevado rápidamente al
hospital policial que se encuentra a sólo unas cuadras de donde cayó,
sino a otro centro médico? ¿Cómo es posible que en 15 minutos no
apareciera una ambulancia, sino que tiraron al herido en la parte
trasera de una camioneta? ¿Cuáles son las pruebas que tiene la policía
para incriminar tan rápido a unos estudiantes, a uno de los cuales
mantuvo secuestrado, igual que a su compañera, durante 72 horas?
Evidentemente,
que se trata de la repetición del caso “Palma Sola”, 51 años después.
Se hace necesario que se constituya una comisión totalmente
independiente de la policía para que investigue tan sospechosa muerte.
Sarcásticamente, José Armando Polanco Gómez dice que “lo mataron sus
hijos de la Uasd, a quienes tanto defendía”. Esa es una forma de cerrar
el caso y buscar supuestos culpables y luego fabricarles las “pruebas”.
Esa sospechosa muerte debe ser investigada hasta las últimas
consecuencias. No pensamos que haya nadie tan estúpido como para creer
en esos cuentos de camino mal fabricados.
Jorge Puello (El Men)
Fernando Hernández
Vocero Nacional del MPD
28 de abril del 2013.
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