El discurrir de los meses consolida la reiterada promesa de Medina de no optar por la búsqueda de una reelección, que implicaría una previa reforma a la Constitución. Por consiguiente, crece la posibilidad de que el candidato presidencial sea Fernández, quien preside el PLD, la principal estructura política de poder en la actualidad después de la división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), un centro académico que busca influir en el pensamiento social, sobre todo de la clase dominante.
Observadores de la política vernácula pregonan que “en el PLD el horno no está para galleticas” mientras los politólogos –muchos con claras simpatías por determinados partidos– se muestran sorprendidos de la forma en que afloran algunos conflictos internos en la organización que fundó el profesor Juan Bosch en 1973.
Cientos de comunicadores sociales que operan como “bocinas” al servicio del PLD y el Gobierno –en un amplio catálogo que incluye a diplomáticos– contribuyen a que la opinión pública olvide con mayor rapidez los conflictos surgidos en el seno de la organización oficialista.
En 2014, por ejemplo, se conoció la denuncia del gobernador del Barahona, Pedro Peña Rubio, en el sentido de que el ministro de Industria y Comercio, José del Castillo Saviñón, estaría utilizando su cargo en esa dependencia que carece de representación en la provincia, para crear más de 1,000 empleos, con el sólo propósito de allanar el camino a una candidatura al Senado.
El funcionario negó la acusación, pero el PLD y el Poder Ejecutivo guardaron silencio.
Otro conflicto entre dirigentes del PLD desencadenó en el asesinato del regidor de Bayaguana Renato Castillo, un crimen que las autoridades imputan a su compañero de partido y alcalde del municipio, Nelson Osvaldo Sosa Marte (Opi).
También refleja una lucha interna descarnada dentro del PLD la denuncia ante la opinión pública y la Procuraduría General de la senadora por Dajabón, Sonia Mateo Espinosa, contra el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olgo Fernández, quien el empresario Kilderes Taveras, a Paco Fernández, Nicanor Jiménez y Ramón Osvaldo Álvarez, estaría orquestando un atentado criminal en su contra.
“A nivel municipal el PLD no funciona, cada síndico hace lo que le da la gana. Ahí nada más (a los dirigentes) les interesan los empleos. Eso hay que reformarlo, eso no sirve. Ahora mismo no hay ningún danilista aspirando a la alcaldía del Distrito, porque a ellos no les interesa. El Congreso les interesa a los danilistas porque van a salir del poder”. (José La Luz, miembro del Comité Central del PLD)La situación llevó a la cúpula del PLD en Dajabón a realizar una rueda de prensa y organizar una caminata para “desagraviar” públicamente a los dirigentes políticos citados por la senadora Mateo Espinosa en su denuncia.
También por San Juan de la Maguana, Félix Bautista, secretario de Organización del PLD y un dirigente acostumbrado a operar una verdadera “maquinaria electoral” al servicio del expresidente Leonel Fernández, expresó el malestar en la poderosa estructura partidaria al decir que las acusaciones por “hechos graves de corrupción y lavado” de activos sometidas en su contra por el procurador general, Francisco Domínguez Brito, responden a un plan para dañarlo.
Bautista se declaró “víctima de una persecución política” de Domínguez Brito en una supuesta retaliación por negarse a apoyar sus aspiraciones políticas dentro del PLD, para –según denunció- repetir en el Senado y para acompañar a Medina en calidad de vicepresidente.
El legislador denunció en el Senado que “(…) Domínguez Brito ha entendido que yo he sido un obstáculo para sus aspiraciones dentro del Partido de la Liberación Dominicana y ahí radica entonces la persecución política y su vehemencia de perseguirme permanentemente. No importa que se violé la ley.”
Luego, el periodista Rafael Núñez, ex secretario de prensa de la Presidencia y hombre del entorno de Fernández, denunció que Domínguez Brito perseguía al senador Bautista con el propósito de dañar la figura del exgobernante y fortalecer su figura política como posible candidato presidencial.
Pero para el comunicador José La Luz, miembro del Comité Central del PLD, las votaciones de 2016 no replantean un problema entre la corriente del presidente Medina y la de Fernández: “Los dos tienen objetivos políticos diferentes. Leonel lo que quiere es retornar a la Presidencia y Danilo, en esta coyuntura, quiere controlar el Congreso Nacional porque, como va a salir del poder, no quiere arriesgarse a que le modifiquen la Constitución”.
“Mi percepción es que Danilo va a hacer un esfuerzo por controlar la Cámara de Diputados y el Senado y Leonel va a hacer u n esfuerzo por alcanzar la Presidencia de la República, ellos no chocan en sus aspiraciones”, insiste.
La Luz mantiene la tesis de que Fernández cometió un error al delegar o permitir que el senador Félix Bautista asumiera su representación en el proceso previo al último congreso interno del PLD. Sostiene que el senador por Barahona, Eddy Mateo Vásquez, se sumó a la corriente del exgobernante para crear obstáculos que buscaban evitar que el ministro de Comercio, Del Castillo Saviñón, pasara a formar parte del Comité Central.
Sostiene que el presidente Medina vio la maniobra contra Catillo Saviñón como una agresión a su gente en el PLD. “Danilo reaccionó, utilizó el Gobierno y aplastó a la fuerza de Leonel. De hecho, el único dirigente que salió electo que no era funcionario fui yo, de los primeros diez, los otros nueve miembros del Comité Político eran del entorno de Danilo y todos funcionarios públicos, todos”.
El comunicador y dirigente del PLD asegura además que en el caso del Comité Político todos los miembros que se sumaron respondían a la corriente de Medina, con excepción del ex procurador general Rhadamés Jiménez.
“Danilo lo dejó pasar porque Radhamés Jiménez participó en la defensa de los dirigentes del PLD que estuvieron involucrados en el caso PEME que eran de Danilo: Simón Lizardo, Luis Inchausti…”, sostiene La Luz.
El proceso interno
El vocero del PLD, Héctor Olivo, se limita a hablar de “la complejidad del proceso” interno que vivirá el partido para escoger a sus candidatos, mientras el comunicador José La Luz insiste en que los intereses de Medina y Fernández no se enfrentarán en las primarias internas de este año, porque ambos líderes buscan objetivos políticos diferentes en las votaciones de mayo de 2016.
Medina y Fernández se disputan, en forma soterrada, el control de una organización que lleva cuatro períodos de gobierno y que se vislumbra como la que alcanzará la supremacía dentro del sistema político dominicano a partir de las votaciones de 2016, cuando pase a ocupar para el futuro la casilla número 1 en la boleta electoral que ahora corresponde al PRD.
Conforme los resultados de la Junta Central Electoral (JCE), en 2012 el PLD logró, sin aliados, 37.41% (1,251,782 votos) y el PRD 42.11% (1,409,201 sufragios). La expulsión o salida voluntaria de los perredeístas que conformaron el denominado Partido Revolucionario Moderno (PRM) contribuirá a la supremacía del PLD, aunque los perremeistas podrían restarle posiciones en el Congreso Nacional y los gobiernos municipales.
Héctor Olivo recuerda que PLD tiene bastante experiencia en la organización de sus procesos internos. Explica que el Comité Central tiene a su cargo la presentación de los candidatos a los puestos electivos, para lo cual se guía sobre todo por encuestas, aunque puede realizar primarias en determinadas demarcaciones.
Sostiene que el Comité Central designa una Comisión Nacional Electoral encabezada por un miembro del Comité Político y la integran además los titulares de las secretarias de Asuntos Electorales (Danilo Díaz) y de Organización (en esta ocasión el senador Félix Bautista, sometido a un proceso judicial por presunta corrupción y lavado de activos).
Olivo recuerda que en para el proceso interno de 2010, como Bautista aspiraba la senaduría por la provincia San Juan, declinó la función en la Comisión Electoral en Guaroa Guzmán.
La Comisión Electoral queda integrada además por cuatro miembros del Comité Central. “El Comité Político debe convocar al Comité Central y éste fijar la fecha de la asamblea para escoger a los precandidatos para presentárselo a la base del partido”, dice.
“Son los miembros del Comité Central, mediante el voto universal, individual y secreto, quienes escogen los precandidatos con las dos terceras parte de la matrícula, compuesta por 635 miembros”, sostiene Olivo.
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