UNA DE LAS MOLESTIAS MÁS FRECUENTES
7 grandes remedios caseros para acabar con el dolor de garganta (y sin medicamentos)
Estamos
en pleno otoño y ello debería bastar para que nos preocupásemos por los
pertinaces constipados, la molesta mucosidad y los pesadísimos dolores
de garganta de cada año. No obstante, el buen tiempo que se ha podido
disfrutar en la gran parte del país durante las dos últimas semanas ha
provocado que nos olvidemos de esas grandes contrapartidas del otoño,
que volverá con más fuerza que nunca tarde o temprano. Y con él, uno de
los dolores más molestos, el de garganta, que no sólo nos incordia
durante las 24 horas del día, estemos en el trabajo, en casa o
durmiendo, sino que
nos quita las ganas de hablar y de comer.
El
dolor de garganta suele ser el primer síntoma de que hemos cogido un
buen resfriado, aunque también puede serlo de otras dolencias más
preocupantes, por lo que si la fiebre empieza a subir o empezamos a
sentir dolor en las articulaciones, debemos acudir al médico. Hasta
entonces, podemos intentar atajar la enfermedad por nuestra propia mano,
y seguir alguno de los consejos que exponemos a continuación, que
aliviará los síntomas y nos ayudará a seguir adelante en nuestro día a
día. La mejor y probablemente única receta infalible es
descansar hasta que nos encontremos plenamente recuperados,
pero si no podemos permitirnos faltar al trabajo, a clase o dejar de
lado nuestras obligaciones diarias, podemos probar con lo siguiente.
Un remedio clásico pero realmente útil (e incluso, corroborado por un
estudio publicado en 2005 por el
American Journal of Preventive
Medicine). Hacer gárgaras varias veces al día con agua tibia con sal
permite que esta absorba el agua de las células de la membrana mucosa,
que se encuentran inflamadas durante el constipado. La cantidad
recomendada es la de
media cucharada de sal por cada vaso de agua; si el sabor es desagradable, podemos recurrir a la miel, otro alimento beneficioso para la garganta.
Debemos
tener cuidado, puesto que si hacemos gárgaras más de tres veces al día
podemos terminar resecando las membranas mucosas, lo que conseguiría el
efecto opuesto al esperado. Y, por supuesto, nada de tragar: con medio
minuto es más que suficiente.
Aunque
existen muchos caramelos que podemos adquirir en las farmacias y que
tienen la misión de aliviar los síntomas del catarro, cualquier pastilla
o alimento destinado a ser chupado puede paliar el dolor, especialmente
aquellos que contengan ingredientes refrescantes como el eucalipto o la
menta. La razón es que los caramelos
estimulan la producción de saliva, que contribuye a aliviar el dolor de la garganta al tragarse.
Hay
dos razones por las que la botella de agua se convierte en nuestro
mejor aliado durante un constipado. Por una parte, nos ayuda a
hidratarnos, algo esencial si queremos que la enfermedad desaparezca
cuanto antes (por la misma razón, deberíamos prescindir de bebidas
deshidratantes o diuréticas como el café o el alcohol). Por otra, los
líquidos
humedecen las membranas mucosas, por lo que la sensación de dolor desciende sensiblemente, especialmente en el caso de las bebidas calientes.
- Toma una cucharada de miel
La miel es
un excelente antiséptico,
es decir, ayuda a combatir las enfermedades infecciosas destruyendo los
microbios que las causan. Además, contribuye a eliminar la tos, por lo
que tomar una o dos cucharadas lentamente, dejando que la miel repose en
la parte posterior de nuestra boca, puede ser una importante defensa
contra el dolor de garganta. Debemos tener presente, no obstante, que
los niños menores de un año no pueden tomar dicho alimento, puesto que
puede estar contaminado con la bacteria
Clostridium botulinum que provoca la aparición de
botulismo entre los bebés.
El vapor de agua ayuda a acabar con nuestras mucosidades. (Corbis)
- Pégate una ducha caliente
Debido
a que lo más dañino para nuestra garganta es la sequedad del ambiente,
debemos intentar humedecerla todo lo posible, ya sea gracias a un
humidificador
–especialmente útil en invierno, cuando la humedad del ambiente
desciende– o al vapor de una buena ducha con agua caliente. También
puedes abrir el interruptor del agua caliente y quedarte sentado en el
cuarto de baño aspirando el vapor formado, si no deseas tomar un baño, o
agregar hierbas y aceites esenciales al agua.
Cualquier
caldo caliente es beneficioso para tu garganta, pero los médicos
recomiendan particularmente la sopa de pollo, así como la de vegetales o
la de carne de vaca, al mismo tiempo que desaconsejan la de tomate,
excesivamente ácida, o las que contienen lácteos, que
aumentan la producción de mucosidad. La sopa caliente proporcionará alivio a las gargantas doloridas y una buena cantidad de sodio a nuestro organismo.
- Ponte una compresa caliente en la garganta
La
sabiduría popular señala que las prendas de seda en la garganta pueden
aliviar el dolor en la misma. Sin ir tan lejos, unos buenos paños
calientes pueden mejorar la circulación en la garganta y a que esta
pierda parte de su inflamación. Es fácil y sencillo: basta con humedecer
un trapo con agua caliente (¡no demasiado!), escurrirlo y colocarlo
sobre nuestra garganta para que empiece a funcionar. El calor
ensancha los vasos sanguíneos y ayuda a la relajación de los músculos.
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