viernes, 19 de diciembre de 2014

COTUY: ENTRÉ AL PUEBLO CASI DE BRUCES

COTUY: ENTRÉ AL PUEBLO CASI DE BRUCES…
¡Que el ave vuele libre en el árbol; --y el ciervo salte libre en su bosque;-- y el hombre ande libre en la humanidad!
Hay horas en que me parece que una nube muy espesa sigue mis pasos, proyectándose sobre mi cabeza y haciendo la noche en torno mío; una Noche tan negra que no deja penetrar hasta mí ni la luz de una estrella… y todo… hasta mis pasos, tiene el sonido de una azada sonando en el fondo de una tumba… y en el corazón de esa tiniebla mi alma canta un Canto Misterioso, que tiene el esplendor de una Aurora.
Cotuy, en aquel pueblo donde aprendí a llorar mi regreso siempre ha sido latente y por una razón de causa mayor siempre estoy allá aun en mis ausencias. Los pensantes se han ido del pueblo, porque allí no hay espacio para los cerebros pensantes, salvo algunas excepciones. Mi visita relámpago me llevó a la Presa de Hatillo.
En aquel lugar vi la estación de invierno gris. Algunos parroquianos como siempre, fumando mariguana e ingiriendo bebidas alcohólicas ante la sorpresa de mis hijos, Daniel y Daniela. Es una zona protegida y tiene varios puestos militares para cuidar el área, especialmente, el Muro que tiene un largo trayecto. En la Caseta de chequeo había un guardia con los pantalones por las rodillas y una prostituta, porque no puede ser de otra estirpe, practicándole el Fellatio a plena luz del día. Agarré a mis hijos y me largué de ahí ante la mirada indiferente de todos los parroquianos que visitan ese lugar.
La carretera no tiene mantenimiento. Los políticos la utilizan como carne de Cañón para sus canonjías. El trayecto que va de la gobernación hasta la Presa de Hatillo es una favela macabra donde los cordones de pobreza se manifiestan a cada paso y donde la vida se hace más pordiosera gracias a la propaganda que le dieron a la pesca en el rio Yuna los entorchados del desparpajo de una contaminación que también es política e inexistente.
Es un espectáculo dantesco, triste, que desgarra los sentimientos más nobles en la Provincia más rica de la República. Es un bochorno que la misma área de la gobernación no está asfaltada. La Gobernadora que viene de buena estirpe, parece que no le importa el ornamento del entorno de la gobernación. Es una vergüenza. Una fachada macabra que ni aun en la época de Trujillo era tan deprimente.
Un pueblo que no tiene salubridad pública. Las aguas negras pasan por los barrios más necesitados del pueblo sin que eso sea una meta para resolverse por parte de las autoridades y el Patronato por no mencionar el otro nombre. En Cotuy no hay acueducto adecuado ni un sistema de Sanidad eficiente. Siendo la Provincia Sánchez Ramírez, Rica, no tienen oficinas de telecomunicaciones ni mucho menos los ciudadanos de la misma tienen una oficina donde poder pagar sus impuestos que se queden en el pueblo, sino que caen siempre en la Provincia Duarte. ¿Acaso no les da vergüenza?
Cuando vino la situación de que pasara por el Senado y la Cámara de Diputados la votación para otorgarle el derecho al voto los dominicanos Cotuisanos en el Exterior, ni Félix Vázquez, ni Rafael Molina (para entonces diputado) ni Cristian Paredes votaron a favor de esa conquista que gracias a otros, los cotuisanos de hoy ya no tienen que viajar para ejercer el voto en el sufragio de su patria. ¿Acaso no le da vergüenza? ¡A mí eso me abochorna!
Lo vergonzante de todos estos es que las vías de comunicación del pueblo están en un estado catastrófico. Ya sabemos que el hombre vivo se ahoga sin aire: los pueblos se ahogan sin vías de comunicación. Cotuy da lástima. Se encuentra sin autoridades competentes y el pueblo tiene miedo de tomar el toro por los cuernos. El puente sobre el Rio Yuna se desploma y todos esos políticos desfachatados solamente se burlan de la dignidad de sus moradores. El diputado Marino Hernández utilizó como bandera política la reconstrucción del Puente sobre el Rio Yuna antes de ser diputado. Este demagogo no ha dicho ni ji a favor de solucionar ese problema. Dice el legendario, Mejo que lo mejor que le puede pasar al puente es que cuando caiga aplaste a Marino Hernández a su paso a Villa La Mata, donde nació. Las sombras tienen sus poemas, el espíritu sus conmociones, la compasión sus lágrimas, y los pueblos sus malos hijos. Cotuy es un Cementerio de políticos vivos y seguidores que son borregos. La basura da hasta los cogotes y el Calcetín Municipal Dominicano encabezado por un inoperante llamado Johnny (Juancito) Jones ni pone un plan de emergencia para resolver esta situación que afecta la salud de toda la población.
Hace tiempo que el vuelo de su Águila dejó de ser. Todos los políticos ahora están formando Comités Ad Hoc para ellos representar el 5% de la partida económica que Barrick Gold tiene que desembolsar a la Provincia, para ellos hacer sus canonjías económicas y hacerle creer a la población que están realizando trabajos a favor de la comunicad cuando todo el mundo conoce que lo que buscan es engrosar sus bolsillos. Mil millones de pesos tienen que entregarle el gobierno al pueblo de Cotuy y no al grupito de siempre. Aflige verdaderamente pensar en los tormentos que roen las almas malas. Y hay muchas en ese pueblo de nuestros amores. ¿Acaso desconocen los cotuisanos que los políticos son unos negociantes y que no los representan para nada? ¿Acaso piensan ustedes que luego de veinte y tantos de años representando un pueblo sin hacer nada por él harán algo por el mismo? Así como está Cotuy lleno de basura y las calles llena de huecos. Así son las promesas de los políticos: ¡HUECAS!
Es tiempo de sacudir a los sordomudos de los pueblos. Esos vivos nacen muertos, --los sordomudos políticos—y la enseñanza los revela a la vida, y fructifica en ellos la obra de la paciencia y la bondad mezquina. Camaleones de conceptos y sólo pescan cuando el rio está revuelto.
Todo se consigue con unos cuantos hombres buenos y en Cotuy todavía quedan algunos hombres buenos. A la maldad se la castiga con dejar que se enseñe. Es tiempo de que Cotuy comience su reforma moral, espiritual y social. No es de cotuisanos vivir, como el chacal en la jaula, dándole vueltas al odio. Triste pueblo sería el que tuviera el odio por sostén.
Cuando ya iba saliendo de las opacidades de ese pueblo tan viejo como el dolor del hombre, solamente recordé: ¡milagroso premio que alcanza siempre el obrar bien!
Danielito mi hijo les envía un recado cordial a todos mis lectores y autoridades cotuisanas. Dice que limpien el pueblo que está muy sucio. «Fui a la Presa de Hatillo y vi los caballos junto a Danielita mi hermanita y cosas que niños no deberían ver. Pasamos por donde Juana Rodríguez viuda Suárez y la saludamos. Y me sentí bien cuando mi Papi fue a buscarme a Cotuy que está muy feo.»
«Los resentimientos tienen otro modo de exponerse: se combate; no se asesina.»
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©Daniel Efraín Raimundo
Santo Domingo de Guzmán, Capital Primada de América, jueves, 18 de diciembre de 2014

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