viernes, 21 de noviembre de 2014

Boaventura de Sousa Santos: “En el mundo la democracia está al borde del caos”

Boaventura de Sousa Santos: “En el mundo la democracia está al borde del caos”

Boaventura de Sousa Santos. Doctor en Sociología en la Universidad de Yale. Especialista en derechos humanos y democracia. El sociólogo portugués se muestra decepcionado del gobierno del presidente Ollanta Humala. No se encuentra esperanzado respecto a la realización de la COP 20 que tendrá a Lima como sede en los próximos meses. Dice que Venezuela vive una democracia de baja intensidad y que a Maduro le falta carisma. 
Boaventura de Sousa Santos
¿El gobierno de Humala le parece de izquierda, derecha o tiene alguna otra definición? 
Es una gran desilusión. Recuerdo cuando se estaba preparando este candidato y había una emoción en los movimientos sociales que podían encontrar un amigo en la presidencia. Como lo fue Lula en Brasil, donde había una gran expectativa de inclusión. Lo que me parece, según observo, es que ninguna expectativa se realizó.
¿Lo dice por Cajamarca?
Lo digo por Cajamarca y toda la explotación de los recursos naturales. Se tiene una legislación paralizada. Y lo digo por la Alianza del Pacífico. Esto es un intento de neutralizar otro tipo de regionalización más post neoliberal en comparación a lo que está ocurriendo con otros países. Me refiero a Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador.
¿Se puede concebir un gobierno de izquierda con una política extractivista? ¿O están divorciados per se?
Este es el dilema. Tú ves al extractivismo sustentado por gobiernos conservadores y progresistas. Sabemos que el ciclo del boom de los recursos naturales no dura más de 10 años. Lo que pasa en el continente es que el modelo extractivista coloniza a gobiernos conservadores como Colombia y progresistas como Brasil.
Lima va a ser sede de la COP 20 en los próximos en meses, ¿le genera expectativas? 
No. 
¿Por qué?
Porque hay una colonización total de las transnacionales en estos procesos de las Naciones Unidas. Lo hemos visto ya en Rio +20, que fue una prueba grande de que las transnacionales están interesadas en relajar la protección ambiental. Se están desacreditando la evaluaciones de impacto ambiental. Por ejemplo, en Ecuador el presidente Correa tuvo que ceder con la reserva de Yasuni.
Pareciera que eso de “ceder” se replica en varios gobiernos. Incluso los que entran con una retórica de “inclusión”. ¿Se le viene a la mente alguno que haya logrado no “ceder”? 
(Silencio). Los gobiernos, cedan o no, dependerá de la resistencia popular. No es el gobierno que por iniciativa propia pueda tener éxito. Las empresas que operan acá, son las mismas que operan en Canadá. Pero allá aceptan las reglas que no quieren aceptar acá. 
¿Hace falta más legislación? 
Debemos fortalecer al Estado. 
¿Cómo se consigue eso si tenemos a un ministro que quiere desaparecer los EIA en la exploración sísmica? 
Perú en ese aspecto se está transformando en una caricatura de lo que tenemos en el continente. La debilidad del Estado aparece cuando los estudios ambientales los hacen las propias empresas. 
¿Se puede hablar de que en Latinoamérica hay un bloque consolidado de gobiernos de izquierda? Porque Unasur desde su creación tuvo más disidencias y conflictos que otra cosa.
No hay un bloque consolidado, pero hay una tradición. Mariátegui fue el primero en hablar de que el pecado original de América Latina fue el ser criada sin el indio y contra el indio. Pero él es una excepción total, incluso dentro de la izquierda. La propia izquierda es muy racista. 
Más allá de los procesos electorales, ¿cree que la democracia está arraigada en Latinoamérica? 
En el mundo la democracia está al borde del caos. 
¿Le parece que en Venezuela hay democracia? 
Esa pregunta es un poco… 
¿Vale preguntarlo no? 
Absolutamente. Obvio que digo que sí es una democracia. Maduro fue elegido democráticamente.
¿Y su gobierno tiene prácticas democráticas? 
No tengo ninguna razón para aplicar a Venezuela un criterio más duro que otros países. Sabemos que al imperialismo norteamericano no le gusta Venezuela y que la ha desestabilizado. Pero es una democracia, de baja intensidad quizás. 
Siendo ambos de izquierda, uno no ve el mismo nivel de tolerancia entre Maduro y José Mujica, por ejemplo.
Son condiciones totalmente distintas. En Venezuela salían de un líder carismático.
¿Es la falta de carisma el principal defecto de Maduro? 
Chávez estaba completando un proceso para el que necesitaba quedarse un tiempo más. No por siempre, pero el carisma de Chávez era importante. 
¿Cuán importante es para la democracia la rotación de poderes? 
La rotación es sumamente importante. Hay muchas cosas que se tienen que cambiar para la democracia. Una es la financiación privada de los partidos políticos. En muchos países eso está destruyendo la política. 
¿El Estado debería hacerlo? 
Absolutamente. Ese debe ser el costo de la democracia. 
¿Cómo hacemos eso en el Perú si tenemos 18 partidos nacionales y cientos de movimientos regionales y locales?
Se debe buscar la forma de evitar la fragmentación. Esto puede terminar beneficiando a los grandes partidos. Se deben crear mayorías consolidadas, coherentes ideológicamente. Por ejemplo, en Brasil hoy en día el PT (Partido de los Trabajadores) está aliado con los partidos más conservadores. 
¿Cuán importante es para un país una Ley Antitrust? Esto de poner un límite a los monopolios y oligopolios. 
Es muy importante y el primer país que lo identificó fue los Estados Unidos. Pero hubo intentos recientes en Ecuador con la regulación de la comunicación, igual en Argentina. Hay una crisis total de esta regulación porque hubo lobbies de los monopolios que destruyeron las posibilidades antitrust. 
Brasil, China, India, Sudáfrica y Rusia crearon una alternativa al Banco Mundial (Nuevo Banco de Desarrollo -NBD-). ¿Qué expectativas le genera eso? 
Tengo alguna esperanza. No es una iniciativa para cambiar el modelo, pero tiene una virtud. Es una respuesta a la decadencia del capitalismo occidental. Hasta ahora los ejes dominantes han sido Estados Unidos y Europa. Ambos están en nítida decadencia. Están muy preocupados con este NBD, porque eso puede tener consecuencias enormes para el dólar. Esto porque los negocios entre estos países pueden ser en las monedas nacionales. 
¿O sea que el dólar,  que casi ha perdominado desde los Acuedos de Bretton Woods (1944), podría bajar del pedestal?
Exactamente. El dólar va dejando de ser la moneda internacional de reserva. Te digo más, la crisis de Europa es una resistencia del dólar al euro. China decidió poner sus reservas en euros, Sadam Hussein hizo lo mismo con sus reservas petroleras. Eso es una gran amenaza para EE.UU.
¿Qué reflexión le genera que en Perú existan universidades con fines de lucro? Es decir, aquellas que rentabilizan con la pensión de sus alumnos.
Es una desgracia a mi juicio. Eso fue herencia de gobiernos conservadores, acá fue Fujimori; Henrique Cardoso en Brasil, Pinochet lo hizo en condiciones de dictadura. Se quiso desacreditar a la universidad pública. Buscaron transformar la educación en un negocio. 
¿Es sostenible la gratuidad de la universidad pública? 
Así debería ser. Es sostenible porque los gobiernos dicen que no hay plata, pero, por ejemplo, en Brasil hubo plata para la Copa del Mundo. Había un estadio en Manaos donde el equipo de fútbol no llevaba más de 800 personas pero hicieron uno para miles. Es decir, hay plata para una cosa y no para la otra.
Entrevista de larepublica.pe

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