ALEJANDRO VI
ALEJANDRO VI (Roderic de Borja) italianizado su apellido que aún causa escalofríos en Italia, Borgia.
666 era el número del diablo; la marca de la bestia; En la Biblia, el Libro del Apocalipsis declara, de forma críptica, que el 666 "corresponde a un ser humano", relacionado con la Bestia, una criatura que hace una breve aparición en el último tercio de la visión apocalíptica. El autor reta al lector a descifrar el simbolismo de este número, un reto que ha inspirado desde entonces a toda clase de místicos.
Duranto mucho tiempo 666 gobernó el inframundo perverso hasta que fue sustituido por 214, la marca no superada hasta la fecha, de ALEJANDRO VI BORGIA ( * Játiva 1-1-1431– + Roma 18-8-1503).
214 es el número de su Papado cuando aposentó sus posaderas valencianas en el trono romano.
Trasformó el Vaticano en un burdel sumió a Roma en una corrupción generalizada; fue el Papa del sacrilegio, la simonía, el perjurio, el asesinato, el adulterio, el incesto y todos los crímenes mas inimaginables. No hay palabras para describir su pontificado.
El Papa valenciano asaltó el trono de San Pedro como luego harían Woyjtila y Bergoglio sus sucesores pues Alejandro VI es su guía, mentor y profeta.
Woyjtila el bárbaro polaco se encaramó al gobierno de la Iglesia cuando el Papa Luciani, el de la dulce sonrisa, fue asesinado de forma silenciosa. Bergoglio tras un golpe de estado "y tras haber encerrado al Papa Ratzinger en un convento donde le tiene prisionero. Borgia logró su objetivo tras haber hecho un pacto con el diablo y mediante el ejercicio de la simonía.
El bárbaro polaco se dedicaba a viajar por los cuatro continentes y estaba mas tiempo en el avión que en el altar, los cónclaves o el confesionario; Bergoglio convirtió la sede romana en un teatro constante donde ejecutaba sus singulares óperas bufas pero ninguno de estos dos malos Papas fueron comparables a Borgia; éste convirtió el Vaticano en un prostíbulo.
La primera operación magistral que realizó fue convencer a los Reyes
Católicos para expulsar a los judíos abundantísimos en Valencia y de
esta manera su familia se apoderó de muchas tierras de los pobres
desgraciados sin pagar un ducado; por si fuera poco acogió en Roma a los
deportados a cambio de que pagasen un impuesto especial y anual por su
permanencia.
Una vez que sangró a los judíos decidió hacer lo propio con el turco y se las ingenió para acoger al príncipe otomano Díem hermano del sultán quien le pagó 40.000 ducados anuales para que estando bajo su custodia no enrredara por el trono de Constantinopla. Luego acabó con el a cambio de 400.000 ducados; el infortunado príncipe Díem como el Papa Luciani apareció muerto en "extrañas circunstancias" fiel a su carácter regional levantino incluso cargó los gastos del funeral al Sultán.
En un gesto inaudito en el gobierno de la Iglesia nombró cardenal a su propio hijo y a otros 13 de su palo.
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Bos albanus in portu ('El buey albano en el puerto'), cita que se ha interpretado por los hechos de que fue obispo-cardenal de Albano y Porto, y a que en el escudo de armas de su familia, los Borgia, aparece un buey.
Seductor y adúltero empedernido no respetó jamás los votos de castidad; su lujuria dejó boquiabiertos a los romanos que eran especialistas en la materia hasta tal punto que su leyenda perdura en tales tierras y aún hoy en dia siguiendo su estela vienen por miles a Benidorm.
La carrera criminal del Papa valenciano comienza con 70 años de edad; su desmedida avaricia le hizo protagonista de espantosos envenenamientos.
No fueron, desde luego, los valencianos, afincados en Italia, un ejemplo de buenas costumbres. Es verdad que el Papa Alejandro VI procreó sin cesar cuantos hijos le reclamaba su apetito sexual; que su hijo César, sifilítico como una gran parte de la población de aquella época, fue un guerrero odiado por sus enemigos, y que su comportamiento sin escrúpulos hizo que Maquiavelo pensara en él como modelo de su “Príncipe”; y que Lucrecia, hermana de César, fuera tenida por mujer lúbrica y acusada de mantener relaciones inconfesables con su padre.
Promiscuo y lascivo tuvo una gran descendencia -entre otras- con la dami italiana Vannozza Cattanei; también tuvo de concubina a Alejandra Farnesio
666 era el número del diablo; la marca de la bestia; En la Biblia, el Libro del Apocalipsis declara, de forma críptica, que el 666 "corresponde a un ser humano", relacionado con la Bestia, una criatura que hace una breve aparición en el último tercio de la visión apocalíptica. El autor reta al lector a descifrar el simbolismo de este número, un reto que ha inspirado desde entonces a toda clase de místicos.
Duranto mucho tiempo 666 gobernó el inframundo perverso hasta que fue sustituido por 214, la marca no superada hasta la fecha, de ALEJANDRO VI BORGIA ( * Játiva 1-1-1431– + Roma 18-8-1503).
214 es el número de su Papado cuando aposentó sus posaderas valencianas en el trono romano.
Trasformó el Vaticano en un burdel sumió a Roma en una corrupción generalizada; fue el Papa del sacrilegio, la simonía, el perjurio, el asesinato, el adulterio, el incesto y todos los crímenes mas inimaginables. No hay palabras para describir su pontificado.
El Papa valenciano asaltó el trono de San Pedro como luego harían Woyjtila y Bergoglio sus sucesores pues Alejandro VI es su guía, mentor y profeta.
Woyjtila el bárbaro polaco se encaramó al gobierno de la Iglesia cuando el Papa Luciani, el de la dulce sonrisa, fue asesinado de forma silenciosa. Bergoglio tras un golpe de estado "y tras haber encerrado al Papa Ratzinger en un convento donde le tiene prisionero. Borgia logró su objetivo tras haber hecho un pacto con el diablo y mediante el ejercicio de la simonía.
El bárbaro polaco se dedicaba a viajar por los cuatro continentes y estaba mas tiempo en el avión que en el altar, los cónclaves o el confesionario; Bergoglio convirtió la sede romana en un teatro constante donde ejecutaba sus singulares óperas bufas pero ninguno de estos dos malos Papas fueron comparables a Borgia; éste convirtió el Vaticano en un prostíbulo.
Una vez que sangró a los judíos decidió hacer lo propio con el turco y se las ingenió para acoger al príncipe otomano Díem hermano del sultán quien le pagó 40.000 ducados anuales para que estando bajo su custodia no enrredara por el trono de Constantinopla. Luego acabó con el a cambio de 400.000 ducados; el infortunado príncipe Díem como el Papa Luciani apareció muerto en "extrañas circunstancias" fiel a su carácter regional levantino incluso cargó los gastos del funeral al Sultán.
En un gesto inaudito en el gobierno de la Iglesia nombró cardenal a su propio hijo y a otros 13 de su palo.
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Bos albanus in portu ('El buey albano en el puerto'), cita que se ha interpretado por los hechos de que fue obispo-cardenal de Albano y Porto, y a que en el escudo de armas de su familia, los Borgia, aparece un buey.
Seductor y adúltero empedernido no respetó jamás los votos de castidad; su lujuria dejó boquiabiertos a los romanos que eran especialistas en la materia hasta tal punto que su leyenda perdura en tales tierras y aún hoy en dia siguiendo su estela vienen por miles a Benidorm.
La carrera criminal del Papa valenciano comienza con 70 años de edad; su desmedida avaricia le hizo protagonista de espantosos envenenamientos.
No fueron, desde luego, los valencianos, afincados en Italia, un ejemplo de buenas costumbres. Es verdad que el Papa Alejandro VI procreó sin cesar cuantos hijos le reclamaba su apetito sexual; que su hijo César, sifilítico como una gran parte de la población de aquella época, fue un guerrero odiado por sus enemigos, y que su comportamiento sin escrúpulos hizo que Maquiavelo pensara en él como modelo de su “Príncipe”; y que Lucrecia, hermana de César, fuera tenida por mujer lúbrica y acusada de mantener relaciones inconfesables con su padre.
Promiscuo y lascivo tuvo una gran descendencia -entre otras- con la dami italiana Vannozza Cattanei; también tuvo de concubina a Alejandra Farnesio
- Comentario por Mariano Juan González Martínez Hace 11 horas
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RECOMENDARLES LA VISITA AL PALACIO DE LOS BORJA EN GANDIA.
El Palacio Ducal de los Borja de Gandia, declarado Bien de Interés Cultural desde 1964, es uno de los edificio civiles más representativos del patrimonio histórico valenciano. Situado en pleno centro histórico, junto a la Colegiata de Santa María y el Ayuntamiento, ha sido testigo del devenir de la historia de la capital de la Safor desde prácticamente su nacimiento.
Su austeridad exterior contrasta con su sorprendente interior que sus sucesivos habitantes han ido transformando a lo largo de la historia, convirtiendo al Palacio Ducal en contenedor de todo un abanico de diferentes estilos artísticos que van del siglo XV hasta el XIX.
De sus estancias, cabe destacar el Salón de Coronas, construido en el siglo XVI por San Francisco de Borja, el Oratorio del Santo, con añadidos neogóticos del siglo XIX, y la impresionante Galería Dorada, construida a principios del siglo XVIII para conmemorar la canonización del cuarto duque de Gandia.
Principal monumento de la ciudad de Gandia, el Palacio Ducal de los Borja se convierte, tras los recientes trabajos de restauración, en una parada obligada para el visitante.
Información de visitas y horarios
Horario
De lunes a sábado, de 10:0h a 13.30h y de 15:00h a 18:30h (27 Octubre-31 Marzo).
De lunes a sábado, de 10:0h a 13.30h y de 16:00h a 19.30h (31 Marzo-27 Octubre).
- Los domingos y festivos de 10:00 h a 13:30 h.
Visitas
1. Visitas Guiadas
De lunes a sábado: Mañanas: 11h y 12h. Tardes 16h y 17h. (27 Octubre-31 Marzo)
De lunes a sábado: Mañanas: 11h y 12h. Tardes 17h y 18h. (31 Marzo-27 Octubre)
- Domingos y festivos: Mañanas: 11h y 12h.
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