ORO Y JADE EN MESOAMÉRICA (2a de tres partes)
El jade era considerado un elemento análogo al cielo y el mar primordial, fuentes primigenias de vida en las que habitaban los dioses creadores en su dualidad celeste y acuática. Las piedras de jade poseían además connotaciones de permanencia, humedad y fertilidad, renovación y renacimiento, aliento y esencia vital, y junto con los caracoles marinos y las conchas, los minerales de cualidades metálicas y los cristales ígneos reflejantes, simbolizaban los umbrales de comunicación esencial entre los tres niveles del cosmos. Las vetas más apreciadas del jade y las piedras verdes, así como las secciones más ricas de las distintas especies de concha y caracol, eran seleccionadas para la elaboración de objetos preciosos, entre los que se incluían los destinados al uso funerario, como las máscaras de mosaico.
IMAGEN: La máscara funeraria de mosaico de jade de K’inich Janaab’ Pakal lo muestra con los atributos del dios K’awiil, deidad del linaje divino. Máscara funeraria de K’inich Janaab’ Pakal después de la restauración de 2002.
Foto: Martirene Alcántara
Este post es un fragmento tomado del artículo “K’inich Janaab’ Pakal, dios del maíz y árbol del mundo”, de la autora Sofía Martínez del Campo Lanz. El artículo está publicado íntegramente en la edición regular de Arqueología Mexicana, núm. 102, titulada Coyolxauhqui. La diosa de la Luna.
El jade era considerado un elemento análogo al cielo y el mar primordial, fuentes primigenias de vida en las que habitaban los dioses creadores en su dualidad celeste y acuática. Las piedras de jade poseían además connotaciones de permanencia, humedad y fertilidad, renovación y renacimiento, aliento y esencia vital, y junto con los caracoles marinos y las conchas, los minerales de cualidades metálicas y los cristales ígneos reflejantes, simbolizaban los umbrales de comunicación esencial entre los tres niveles del cosmos. Las vetas más apreciadas del jade y las piedras verdes, así como las secciones más ricas de las distintas especies de concha y caracol, eran seleccionadas para la elaboración de objetos preciosos, entre los que se incluían los destinados al uso funerario, como las máscaras de mosaico.
IMAGEN: La máscara funeraria de mosaico de jade de K’inich Janaab’ Pakal lo muestra con los atributos del dios K’awiil, deidad del linaje divino. Máscara funeraria de K’inich Janaab’ Pakal después de la restauración de 2002.
Foto: Martirene Alcántara
Este post es un fragmento tomado del artículo “K’inich Janaab’ Pakal, dios del maíz y árbol del mundo”, de la autora Sofía Martínez del Campo Lanz. El artículo está publicado íntegramente en la edición regular de Arqueología Mexicana, núm. 102, titulada Coyolxauhqui. La diosa de la Luna.
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