La Revolución Haitiana transformó toda la isla
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En el amplio mundo de relatar la historia, parecía que la interpretación de la misma estaba para ser hecha únicamente dentro de las fronteras en donde sucedían los acontecimientos. La isla sufrió cambios infinitos, manejados frecuentemente entre las potencias europeas. Nuestro territorio pasó de una mano a la otra sin que los habitantes del Santo Domingo Español supieran cuál bandera izar o cuál idioma hablar. En principio de la colonización, el nuevo continente era una gran mesa servida con platos exquisitos y hambrientos comensales.
El usufructo de esta etapa duró aproximadamente 300 años, tiempo suficiente para borrar fronteras, culturas, sistemas de vida, la imagen urbana de las ciudades y prácticamente todo rastro de vida, historia y una huella humana de miles de años. Los mismos que nos colonizaron evolucionaron y crearon principios con que manejar los cambios socio-económicos para darle respuesta a una nueva sociedad.
Está claro que lo que fue válido en Francia a través de la Revolución Francesa, en las colonias resultó ser un desastre económico, al suprimir el régimen esclavista y estos acontecimientos provocaron las revoluciones.
En año de 1743, el 20 de mayo, nació en la hacienda del Conde de Breda, en los alrededores de Cabo Frances, un hijo de un esclavo Hyppolite Gaou, de padres africanos sin ninguna condición particular. Su nombre era Francois Dominique Toussaint “Loverture”, apodo que pronto se convirtió en un apellido en la historia. Este apodo significaba “la abertura”. La mayor parte de su juventud la pasó como un esclavo más, pasando diferentes trabajos, entre ellos mozo de cuadra, siendo más tarde promovido a cochero.
Su amo, Baillon de Liberta, en esos momentos era un joven muy flaco. Lo llamaban “El bastón que corre”. Llegó a ser un gran jinete, condición que en su futuro sería muy importante. Se casó con una mujer libre llamada Susane, con la que tuvo dos hijos, Isaac y Placide, y formó familia, la cual lo acompañaría durante toda su vida, aun en las situaciones de peligro de su vida política.
Su amo Baillon de Libertad se interesó en su formación y en un hecho poco usual le permitió aprender a leer y escribir. Con estos dos dones pudo penetrar en lo que sucedía a su alrededor y leer el pensamiento de una sociedad en movimiento. Su vida comenzó a cambiar y su horizonte no era la vida de esclavo. La negación al sistema lo orientó a tomar un rumbo diferente. Debía ver nuevos horizontes que hubieran roto con el sistema, como “Los negros cimarrones”.
La respuesta fue la fuga a la montaña, riesgo que nunca había provocado el precio a pagar por desafiar el sistema. Nadie podía sospechar que en el negro manso, apacible y silencioso, se ocultaba el genio político y militar que habría de escalar y dominar los acontecimientos que se gestaban en la colonia. Su primera participación fue la preparación de la Gran Insurrección de los Negros de 1791. Durante la matanza de los hacendados regresó a la casa donde se había formado, para salvar a sus antiguos amos, gesto que se fue desvaneciendo según su lucha lo convertía en una nueva visión de la vida. Ya no tenia que agradecer nada a sus adversarios: las metas justificaban los medios.
Su búsqueda de participar y comenzar a tener una formación profesional en la milicia.
La oportunidad se le presentó con el grupo para militar de Biassou, jefe de los esclavos rebeldes, en donde desempeñó la función de curandero, puesto que ya se había destacado por su conocimiento sobre las yerbas medicinales.
En esa posición estuvo poco tiempo. Cuando el grupo decide pactar con los españoles, esto sucedió en 1793 y ya para ese momento Toussaint era su primer lugar teniente.
Los rasgos de su personalidad de líder hacen que se independice del grupo y forme un pequeño ejército con el cual inicia una campaña para los españoles, conquistando toda una parte importante de la región norte de Saint Domingue, llamada Guárico. Su instrucción militar le le fue iniciada por los españoles, quienes veían en él un defensor del gobierno español y un conquistador de regiones perdidas para los españoles.
La política pronto invadió la vida de Toussaint. Comenzaron los honores, se le condecoró con la medalla de oro y además se le concedió el nombramiento de teniente-general de los ejércitos del rey de España. Nada llega solo y las envidias de los compañeros son muchas veces producidas para ver la reacción del líder. En este caso tenemos la envidia de Jean -Francois y de Biassou, que llegaron al extremo de una conspiración para eliminar físicamente a Toussaint.
Estos episodios, cada vez más frecuentes, fueron transformando al guerrero y comenzó a sentir las brisas de la política: El poder se conquista en la guerra y se ejerce en la paz.
Un acontecimiento no previsto sucedió cuando el delegado de Francia, Sonthonax, pronunció un vibrante discurso, el 29 de agosto de 1793, ofreciendo la libertad de los negros en un momento crítico que se perdía la colonia si no apoyaban a la Francia Republicana.
La interpretación del discurso de Sonthonax por parte de Toussaint.
De dicho discurso, Toussaint interpretó que era el momento para cambiar de bando, que era más creíble la voz de Francia que la de España.
Se reportó ante la autoridad de la colonia, ofreciendo su participación para ayudar a salvar la misma. Sabía que no era el momento de negociar sino después de la victoria.
En ese momento se rompió el equilibrio de las fuerzas que estaban en lucha. Pronto se vio el resultado de la acción y nombres de poblaciones como Hincha, Las Caobas, Bánica, San Rafael y La Atalaya, que habían sido reconquistadas con la ayuda de los batallones de negros. Pronto la acción también alcanzó a los colonos blancos franceses y sus aliados los ingleses y los mulatos que ocupaban territorios en la costa sur de Saint Domingue.
De nuevo los nombramientos y los honores no se hicieron esperar. Sus triunfos militares lo elevaron al grado de general de brigada y poco después ascendido a general de división y cuando derrotó a los ingleses le otorgaron el título máximo de General en Jefe de los Ejércitos de Saint Domingue.
Se había cerrado el ciclo y en un tiempo corto estaba ahora en posición de ejercer el poder político que podía hacer girar las estructuras sociales en una forma permanente, que era lo que siempre había buscado.
Muy dentro de su mente, los Derechos del Hombre que había logrado la Revolución Francesa, no estaban completos, pues el color de los hombres establecía grados diferentes, como el negro al cual el pertenecía.
Toussaint Louverture y la sociedad haitiana, durante su férreo mandato en los años de 1800.
La imagen representa al general Toussaint Louverture en ardua campaña de guerra.
Toussaint Louverture en Santo Domingo durante la toma de posesión de la ciudad.
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