Horas antes de abandonar la Casa Blanca para empezar sus vacaciones de verano, el presidente Barack Obama ha querido advertir a los estadounidenses de que la operación militar contra Estado Islámico en Irak va para largo y de que el Ejército seguirá proporcionando asistencia a las fuerzas iraquíes y kurdas. Además, claro está, de la ayuda humanitaria para los refugiados, en su mayoría procedente de Francia y Reino Unido.

"Este problema no se va a resolver en cuestión de semanas. Va a hacer falta algo de tiempo", reconoció ante los periodistas en su primera rueda de prensa tras ordenar ataques aéreos selectivos contra las posiciones del Estado Islámico, cuyo avance en Irak, dijo, ha sorprendido por su velocidad.  Tranquilizando a la opinion pública americana, muy cansada de intervenciones en el extranjero, el presidente también volvió a repetir que no enviará tropas terrestres.

El mensaje fue interpretado de inmediato como una confirmación de que la campaña en el norte de Irak podría alargarse durante meses, tal y como venían recomendando en las últimas horas analistas y consejeros militares, quienes consideran poco probable que se logre contener el avance del Estado Islámico sin bombardeos continuados o tropas sobre el terreno.
Obama abandonó la Casa Blanca en helicóptero tras su comparecencia (Reuters)Obama abandonó la Casa Blanca en helicóptero tras su comparecencia (Reuters)
Obama informó de que los bombardeos han alcanzado posiciones de los yihadistas en Erbil (norte de Irak) y dijo que el siguiente paso será crear un corredor humanitario para la población civil que se ha visto obligada a desplazarse a las montañas Sinjar, donde se han refugiado unos 15.000 yazidíes para escapar del avance de los milicianos. Acosados por los milicianos, los refugiados se mantienen encaramados a las montañas y pueden resistir gracias a la ayuda humanitaria lanzada desde el aire. Pero es una solución a corto plazo y el Ejército estadonidense estudia ahora cómo sacarlos de ahí.
"No vamos a darnos un calendario concreto. Vamos a permanecer vigilantes", confirmó Obama, haciendo además un nuevo llamamiento al actual Gobierno iraquí, envuelto en interminables peleas de clanes y etnias, para que deje atrás sus diferencias y afronte la amenaza islámica con una sola voz. "Todas las comunidades iraquíes se encuentran amenazadas por estos bárbaros terroristas”.
Finalmente, Obama ha vuelto a marcar distancias con la última intervención estadounidense en Irak, asegurando que no tiene intención de "arrastrar a Estados Unidos a una nueva guerra". "Las tropas de combate no van a regresar porque Estados Unidos no puede garantizar una solución militar a la crisis principal que existe en este país", ha repetido, insistiendo en que la única solución depende de los líderes iraquíes. "Solo los iraquíes pueden garantizar la seguridad y la estabilidad".
Obama, ante los medios de comunicación (Reuters)Obama, ante los medios de comunicación (Reuters)
 En su breve intervención, el presidente ha confirmado también que los ataques aéreos han conseguido destruir parte del armamento del Estado Islámico, gran parte del cual tiene procedencia estadounidense, ya que fue arrebatado a las tropas regulares iraquíes (armadas por Washington) durante la toma de Mosul a principios de verano.  Se trata de armas y equipos podrían haber sido utilizadas contra un eventual asedio de la capital kurda, Erbil.

El presidente hizo estos comentarios justo antes de abordar el helicóptero para iniciar sus vacaciones de verano en Massachusetts. Anteriormente, en una entrevista con el New York Times, había dejado dicho que EEUU nunca va a permitir que  los milicianos islamistas "creen un califato en Siria e Irak”. “Pero sólo podemos hacerlo si sabemos que tenemos aliados sobre el terreno capaces de llenar el vacío”, dijo.

La principal razón por la cual lanzar el ataque, enfatizó, es evitar que se repita lo que sucedió en Libia en 2012, donde Obama reconoció que “subestimó” el caos en que caería el país tras el fin de la intervención militar occidental, basada precisamente en ataques aéreos. “Es una lección que aprendí y que ahora aplico cada vez que me hago la pregunta: ¿deberíamos intervenir militarmente? (...) ¿Tendremos una respuesta al día siguiente?”, dijo Obama, que no obstante ve diferencias entre la situación de Libia y la de Irak. 
Pese a la intervención presidencial, la preocupación sobre lo que sucede en Irak va en aumento, ya que según confirma la CNN los islamistas están a treinta minutos en coche de Erbil.