El papa Francisco en Corea del Sur
Muchos se han sorprendido de esa visita del Papa Francisco a
la lejana Corea del Sur. ¿Qué interés puede tener la Iglesia en esa zona
del mundo? No sé si mis lectores se percatan de la expansión que está
teniendo el cristianismo (cristianos católicos, evangélicos y ortodoxos)
en lugares que hace pocas décadas se consideraban inalcanzables. Justin
Long, uno de los editores asociados de la World Christian Encyclopedia,
explica en la Revista Charisma sobre esta expansión misionera cristiana
producida por un fenómeno seductor nuevo del mensaje de Jesús de
Nazareth.
Long explica que hay países como Nepal que en 1960 tenía 25
cristianos contando todas las denominaciones y hoy son 100,000, con
7,000 católicos.
Esa expansión incluye países como China, Burkina Faso, Singapur,
India, Vietnam, Benín, Rusia, Bangladesh y Corea del Sur. Este último
país de 50 millones de habitantes cuenta con un 41 % de cristianos (o
sea 19 millones), entre los cuales 5.4 millones son católicos, o sea 10%
de la totalidad de habitantes.
El Papa Francisco participó el sábado 16 de agosto en la
beatificación de 124 mártires pertenecientes a la primera generación de
católicos que dieron testimonio de su Fe con sus vidas, en diferentes
persecuciones entre los años 1791 y 1888.
Parece que aquella frase de Tertuliano, aquel Padre de la Iglesia que
vivió entre el siglo II y III de nuestra Era, se cumple a cabalidad:
“La sangre de los mártires fue semilla de nuevos cristianos”.
Ese fue el testimonio viviente de un millón de fieles que se hizo
presente en la ceremonia de beatificación en la céntrica Plaza
Guanghwamun de Seúl, en un país donde anualmente la Iglesia Católica
bautiza 25,000 niños y 100,000 adultos que provienen en su mayoría de
religiones orientales y del agnosticismo. En la Misa del día 15 en el
Estadio de la Copa Mundial de Fútbol de Daejeon, Francisco expresó ante
50,000 fieles su esperanza de que los jóvenes puedan combatir el encanto
del materialismo que ahoga los auténticos valores espirituales y
culturales, así como el espíritu de competencia desenfrenada que genera
egoísmo.
En la tarde se reunió con 6,000 jóvenes representantes del continente
en la Tierra Santa de Salmoe en el Oeste del país con motivo de la
Jornada de la Juventud Asiática. ¿ No se merecía Corea del Sur una
visita cariñosa de Francisco para premiar su respuesta generosa al
Evangelio de Jesús?
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