La Ciudad de La Vega Modelo de Arquitectura Republicana que Desaparece.
RESIDENCIA DE LA FAMILIA DIAZ MOYA, MUY CONOCIDA POR QUE ES LA CUEVA DEL GRUPO DE CARNAVAL LAS FIERAS.
RESIDENCIA DONDE VIVIO ZOILO GARCIA
EDICICIO DEL CASINO CENTRAL,
PALACIO DEL AYUNTAMIENTO DE LA CIUDAD DE LA CONCEPCION DE LA VEGA
LA
CASA DE LA CULTURA, ANTIGUO PALACIO CONSITORIAL, ES EL CENTRO DE LAS
ACTIVIADES CULTURALES DE ESTA CIUDAD, REGENTEADA POR EL AYUNTAMIENTO
MUNICIPAL DE AQUI
LA CATEDRAL DE LA INMACULADA CONCEPCION DE LA VEGA, SIMBOLO DE LA RELIGIOSIDAD DE ESTA LOCALIDAD
EDIFICIO DEL HOTEL ROYAL PALACE, UNA DE LAS EDIFICACIONES DE MAYOR RELAVANCIA EN LA VEGA, A PRI NCIPIO DEL SIGLO XX.
La
actual ciudad de La Vega fundada por los sobrevivientes de La
Concepción, antigua fundación española, obra del Descubridor y
Conquistador Cristóbal Colón, que desapareciera en 1562 a consecuencia
de un devastador movimiento telúrico que azotó toda las regiones Central
y Norte de la isla, cambiando así el rumbo de aquellos históricos
acontecimientos que se iniciaron a partir de la epopeya del
descubrimiento
Informaciones
de diferentes épocas dan cuenta de que la ciudad actual, segunda de
las fundaciones correspondientes a La Vega, levantada alrededor de un
antigua ermita dedicada al culto de San Sebastián, que estuviera
situada al otro lada del Río de donde estuviera la ciudad de la
Concepción, no llegara a adquirir la importancia estrategia ni el valor
arquitectónico y urbanístico de aquella
El
abandono paulatino de los pobladores de la Concepción desde mucho
antes del terremoto y su traslado a otras localidades de la isla y
fuera de ella, en gran medida a consecuencia de la decadencia económica y
el estancamiento general de la colonia, así como la incertidumbre que
se apodera del ánimo de aquellos colonizadores que decidieron quedarse
al frente de sus intereses, no obstante los estremecedores
acontecimientos causados, por la naturaleza, fueron más que suficiente
para que la nueva ciudad careciera de edificaciones de calidad
similares a las de la mayorías de las fundaciones erigidas en el nuevo
mundo.
Ni
siquiera el templo principal de la nueva ciudad, ni el santuario
erigido en honor a Nuestra Señora de Las Mercedes en lo alto del
Santo Cerro, originalmente construido de madera y más luego reemplazado
por una pequeña y sencilla capilla, fueron objeto de mayores
pretensiones
El
profesor Erwin W. Palm en su obra “Los Monumentos Arquitectónicos de la
Española” dice sobre esta situación lo siguiente: “ La ciudad que
fines del siglo XV prometía tanto que el testamento apócrifo de
Cristóbal Colón pudo presumir la voluntad del Descubridor de grabar en
mármol la memoria de su gran empresa precisamente en la iglesia de La
Concepción de La Vega, en 1528, en definitiva tiene fortaleza e iglesia
de piedra y un Monasterio de San Francisco de Piedra e casa de Cabildo
y otros veinticinco edificios de piedra muy bueno…… no hay agora
(ahora) veinte vecinos. La Vida se ha retirado de la ciudad. A Las
Casas le parece soñar cuando, con el bullicio de los años pasados aún
en la retina, contempla ahora La Vega Real abandonada
De
esta forma debe haber transcurrido el resto del siglo XVI, todo el
siglo XVII, de tan ingratos recuerdos en la historia de La Española y
parte del siglo XVIII. Con el apogeo que toma la colonia de Santo
Domingo en el siglo XVIII, resurgen nuevamente las poblaciones del
interior, entre las cuales se encuentra la de La Vega. No obstante
continuar siendo sus edificaciones de madera, y por supuesto carentes de
diseño arquitectónico de valor alguno. Todavía a finales del siglo
XVIII, La Vega sigue siendo una simple y modesta ciudad sin las
pretensiones de su predecesora
El
escritor norteamericano Samuel Hazard en su extraordinaria obra “
Santo Domingo, su pasado y presente”, publicada en la ciudad de New York
en 1873, y reeditada en 1974 por la Sociedad Dominicana de
Bibliófilos, en la que refería a nuestra isla la conceptúa como “
victima del infortunio”, refiere de La Vega entre otras cosas lo
siguiente: “ Esta constituida de manera ordenada; las calles se cruzan
en ángulo recto, y en el centro de la ciudad se halla la
acostumbrada plaza, cerca de la cual está el único edificio de
importancia en el lugar, la iglesia. Las casas son generalmente de
madera, aunque son mucho mejor que la mayoría de las demás ciudades,
siendo algunas de ellas de una solidez muy respetable…”
Es
a finales del siglo XIX, que se transforma definitivamente la ciudad
de La Vega. Es durante el llamado período del romanticismo que la
histórica ciudad del Camú se transforma de lo que prácticamente podría
considerase una sencilla comunidad en una ciudad con características
definidas, dotada de manzanas rectangulares, como apunta Hazard, y bien
proporcionadas, parque con glorietas y una diversidad de edificaciones
entre3 la que se encuentran las primeras construidas de mampostería,
hasta entonces inexistentes en la ciudad.
El establecimiento en le Cibao de la Compañía Escocesa de Ferrocarril Santiago-Samaná, (Nota.
U. Solís U., el proyecto del Ferrocarril Samaná- Santiago, nunca se
dio, este solamente llegó, y fue se consolido el proyecto Sánchez-La
Vega, el proyecto de una de las mentes más progresistas que haya
tenido la República Dominicana, de todos los tiempos hasta el día de
hoy, y nos referimos a Don Gregorio Riva, a quien la Nación Dominicana
le debe mucho y aún la Región del Cibao en especial la Ciudad de La
Vega.). Trae a La Vega cierto progreso a la vez que conecta con las
corrientes artísticas y culturales cada vez más florecientes en la
Europa romántica de finales del siglo XIX y comienzo del XX,
La
comunicación con el puesto de Sánchez, abierta por el ferrocarril en
el año de 1886 pone a La Vega en contacto con los estilos
arquitectónicos europeos, así como con los patrones de construcción de
aquellos tiempos, tantos del viejo mundo como de Norteamérica,
permitiendo además la oportunidad de conocer y ponerse en contacto con
los nuevos materiales que procedían de ambos lugares
Con
la llegada de varias empresas extranjeras a la región, y la afluencia
de materiales industrializados al mercado local, como madera
procesada, acero, cemento, planchas lisas y acanaladas de zinc para
cubiertas y otros más, por la cual se desarrolla una actividad
constructora similar a las de otras ciudades importantes de la
República.
La
arquitectura republicana, denominación adquirida por las edificaciones
que del período que se inicia con la Independencia de la República a
mediado de siglo XIX, entre los cuales florecieron los estilos
neoclásicos y victoriano, se desarrolla con singular apogeo, llegando
en cierto modo a llamar a atención de todo el país que, en aquellos
tiempos se debatía entre levantamientos políticos y guerras
revolucionarias.
El
eclecticismo de la arquitectura republicana vegana es tan
característico que, según expresa el arquitecto Pedro Gamundy en su
trabajo sobre la Tipología Arquitectónica Dominicana, es casi
imposible establecer un orden por estilos
Al
igual que en otras ciudades del país los veganos se apoderaron de
otros estilos arquitectónicos de aquellos momentos, tales como el Art.
Nouveau, Art. Deco, El Pradera, este último proveniente de las llanuras
del Medio-Oeste de los Estados Unidos donde el gran maestro Frank
Lloyd Whight, uno de los padres de la arquitectura contemporáneo fuera
su líder, y el estilo Bungalow, que floreciera junto al Pradera en
los comienzos del siglo XX
La
radicación en La Vega a principio del siglo XX del arquitecto
Italiano Alfredo J. Scaroina contribuyó de manera notable al
mejoramiento del perfil urbanístico de la ciudad. Entre sus principales
obras estuvo la del Mercado de La Vega, demolido penosamente y
sustituido por una inhóspita plaza.
Similar
a lo sucedido a todas las demás ciudades dl país, el progreso, en
su más funesta expresión , continua haciendo estragos en la mayoría de
las edificaciones que dieron identidad y categoría a la ciudad
Olímpica, dándole paso a una serie de nuevas edificaciones que, a
diferencia de las sustituidas, carecen de estilo arquitectónico alguno,
y más bien constituyen, a darle a esa esta ciudad el sello de
uniformidad e impersonalidad que caracteriza a todas las demás ciudades
importantes de la República
Paralelamente
con estas devastaciones se han estado efectuando recientemente unas
pseudo restauraciones de fachadas en la que predominan la eliminación
del recubrimiento de los ladrillos que están construidas , de igual
manera que se hiciera en el interior del Santuario del Santo Cerro,
contradiciendo la naturaleza de los estilos arquitectónicos en que
están inspiradas estas edificaciones
La
Vega está llamada a jugar un papel estelar en el desarrollo económico
de nuestro país. Esperamos que todos los veganos, vinculado al progreso,
no solo en el orden económico sino en el social y cultural, se ponga a
tono con el clamor nacional, contribuyendo, por un lado al rescate de
la antigua Concepción y por otro a la revalorización de la zona
antigua de la ciudad , de forma que junta a todas las demás ciudades
importantes de la República Dominicana reciba la admiración y el
respecto de cuantos la visiten
Fuente, consultada.
Manuel del Monte Urraca, colección Vega Vieja, Vol.III, pps 15al 20
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