martes, 1 de abril de 2014

La Resistencia Indígena de Santo Domingo frente a la Conquista.

La Resistencia Indígena de Santo Domingo frente a la Conquista.
















Fuente: Fátima Portorreal. Boletín Museo del Hombre Dominicano. Año XXVII. Núm. 28. Año 200. Santo Domingo. Pág. 97 y sig.

Las investigaciones etnohistóricas han establecido que la Isla estaba poblada por tres Etnias muy similares; Taina, Ciguayos y Macorijes. Se diferenciaban cada una por las lenguas y uno que otro aspecto de índole sociocultural. Las etnias ciguayos y macorijes poblaron  toda la parte norte y nordeste de la isla, se caracterizaron por ser grupos muy belicosos y guerreros; sus estructuras sociales y culturales eran similares a los  de los  grupos  tainos en razón de que se estaba  operando un proceso de asimilación.

Los tainos  ocuparon  toda la zona sur, suroeste de la isla, hablaban  la lengua  común y se distinguieron especialmente por ser  el grupo de mayor esplendor alcanzó e toda el área del Caribe. De acuerdo con los planteamientos de Francisco Moscoso los grupos ciguayos macorijes se formaron posiblemente de la segmentaciones de la etnia taína, que  en determinado momento de su desarrollo comenzaron a sub-dividirse, a tal punto que muchos de estos linajes se fueron introduciendo al interior  de la Isla hasta formar grupos autónomos e independientes, que quizás se asociaron a migrante  caribes.

Otras investigaciones, en desacuerdo con estos planteamientos, han sugerido que los grupos ciguayos y macorijes son grupos que migraron de las regiones suramericanas se mezclaron con grupos caribes y en un determinado proceso de desarrollo histórico comenzaron a tainizarse y a perder características caribes, debido al excesivo contacto que tenían con los grupos  tainos de la isla.  Independientemente de sus  posibles orígenes, entiendo que los aborígenes de La Española estaban atravesando un amplio proceso de integración sociocultural, política y económica.

El cacicazgo  como etapa más avanzada de la sociedad tribal impulsa un proceso de centralización y con  ello, la construcción d un Estado Despótico  y Tributario. Socialmente  se organiza en base de las relaciones parentales entre sus miembros y a relaciones comunales de  producción, peor dichas relaciones  estaban en un proceso de rompimiento, lo que  daría lugar al nacimiento de una forma originaria de clases  en  Estado Incipiente.

Según  apunta  Moscoso “las relaciones de parentesco montadas sobre  reclamos de prestigios de unos  clanes en relación con otros, fueron  una de la causas sociales internas que abrieron camino a la diferenciación tribal al igual que a la distinción dentro de seno mismo de los clanes”. (Moscoso, Tribus y Clanes en el Caribe Antiguo. Pág. 301) Durante este proceso surgieron iguales fuerzas productivas que comenzaron a ser  manejadas por clanes que se sobreponían en prestigio, lo que generó luchas  tribales a favor de la centralización: el cacicazgo había hecho su aparición, por  lo que las incursiones armadas contra las tribus más débiles eran  hecho concreto.

En el 1496  encaminándose el adelantado Bartolomé Colón al cacicazgo de Jaragua se entero que. A orilla  del río Naiba el cacique Beuchio Anacauchoa se hallaban en armas contra los ribereños y se  propinan someterlos a su obediencia como había hecho con otros reyezuelos de la isla”. (Mártir, Décadas del  Nuevo Mundo, Tomo I. pág. 153,)

La oposición caciquil. Desde los inicios del descubrimiento se desarrollo en la isla una fuerte oposición  contra  el conquistador, lo que generó una serie de medidas que tenian  por finalidad contrarrestar y destruir el poderío español. La jerarquía caciquil se enfrascó  en una violenta lucha de resistencia y cada uno de los caciques, con excepción  de Guacanagarix, se  enfrentó de manera particular contra el conquistador, por lo que cabe suponer que las  diferencias intercaciquiles no permitieron la elaboración  de un esquema de  lucha en base a la unidad caciquil.

Si bien es cierto que se estaba operando un proceso de homogenización y centralización, también es cierto que dichos proceso no llegaron a la culminación de lo se  deduce que la lucha no  estuvo definida en torno a un esquema  único, sino que  cada cacicazgo desarrollo de manera individual su plan de lucha. A pesar de que cada cacicazgo definió la resistencia de manera individual, en la mayoría de  los casos se mostraron inclinados a la cooperación  y la solidaridad con los demás  caciques.

Según narran los cronistas “habían circulado en toda la isla  rumores acerca de la licenciosa  conducta de los  españoles, los que inspiraron contra esto hasta la aversión de las tribus que  jamás los habían vistos ni sufrido  sus excesos” (Las Casas. Historia  de Indias. Tomo I. pág. 400).  Guacanagarix fue el único cacique de La Española que  no ofreció resistencia al poder español, por lo que su conducta fue considerada por los otros caciques  como una traición. Según apunta Las Casas, Bohechio le mató a unas de sus esposas y Caonabo se llevó otra cautiva.

Para Las Casas “ el rey Guacanagarix ofendía y violaba mucho la ley natural, era  traidor y destructor  a su Patria y pecaba mortalmente ayudando y manteniendo, favoreciendo y  conservando a los cristianos  y por  consiguiente todos los reyes,  señores y toda la gente de aquellos reinos  justa y lícitamente lo perseguían y le tenían  justa  guerra. (Washington Irving. Vida y viajes  de Cristóbal Colón. Pág. 304.).  De  acuerdo con  estos planteamientos. Guacanagarix actuó de manera traidora contra los suyos, por lo que  se ha  de suponer que su actitud fue de desconsideración, pero,  a nuestro entender, su conducta obedecía al hecho de que estaba sosteniendo fuertes contradicciones a nivel intertribal a causa de querer someter posiblemente a otro cacicazgo bajo su dominio o por disputa de poder  con otros caciques de mayor  poderío, es decir  que su alianza con Colón fue vista  por él como un  refuerzo en su lucha.

Las medidas tomadas  por los cacicazgos frente a la conquista.
En lo que respecta a las medidas asumidas por los cacicazgos, cabe  señalar las siguientes:
1-     Medida de orden económico: la vuelta a la recolección y el abandono de los sembradíos fueron mecanismos que  adoptaron las comunidades de las regiones centrales de La Española con el fin de obligar a los cristianos a dejar la  isla  por  hambre: el resultado fue la hambruna y la muerte de muchos aborígenes.
2-    Medidas de tipo militar: entre estas se destacan enfrentamientos armados, conformación de red  de espionaje, emboscadas, falso ataques, destrucción y quema de fortalezas y las humaredas con gases nocivos.
3-    Medidas de solidaridad: la conducta desenfrenada de los españoles provocó que muchas  tribus se unificaran para  contrarrestar a tan poderoso enemigo. En algunos casos su ayuda  fue tan desinteresada que grandes  poblaciones se vieron exterminadas, tal es el caso del cacique Mayobanex,  que sucumbió junto  a su pueblo por  prestar ayuda al cacique Guarionex
4-    Medidas autodestructivas;  se refieren a los tipos  de resistencia que se fundamentaron en el acto impulsivo  o voluntario de provocarse la muerte. Entre  ellos  se destacan los  suicidios colectivos, los abortos provocados, los envenenamientos masivos y los ahorcamientos.

Desestructuración  caciquil.
Con el descubrimiento colombino las  luchas intercaciquiles quedaron frenadas, todo el cacicazgo se estremeció y el poderío que representaban los caciques se vio aplastado por la fuerza del conquistador de tal modo que las diferencias intercaciquiles no  servían ya  de primer orden.  Se desarticularon sus estructuras sociales y el hombre blanco a quien concebían como poseedor de la inmoralidad se internaba en la isla con su espada, caballo, mastines  hambrientos causando muerte, dolor y desolación. La repuesta no se  hizo esperar y la resistencia afloró la isla.

La lucha se intensifico. Primero fue Caonabo y luego cada uno de los caciques de la española, el final fue trágico par todo.  El poderío caciquil sucumbía. La resistencia se convertiría en el único mecanismo de supervivencia de tal  forma que abandonaron los  sembradíos, huyeron hacia los montes, quemando y arrasaron  fortalezas y cada uno en su tierra y distrito mato a cuanto cristiano pudiera encontrar..

De esta manera el indígena, pacifico cobarde, al que  podía someterse si el mayor esfuerzo, luchaba hasta  morir. Los combates en su mayoría se desarrollaban cuerpo a cuerpo y solo en determinadas situaciones atacaban  desde lejanas distancias. Para ir a la guerra se pintaban  el cuerpo con una sustancia negra y roja que extraían del sumo de la jagua o del fruto de la bija. Para  sus ataques utilizaban el arco  y las flechas, las macanas, las hachas de piedra, propulsores de dardos y lanza  de madera.

En lo que respecta  a sus planes de guerra Las Casas apunta “mandaban los indios a sus espías a que contaran el número de cristianos que se encontraban en la fortaleza; y  a sus regreso valiéndose de grano de maíz que traían en sus manos, señalaban la cifra de cristianos que ocupaban dicha fortaleza. De esta manera el indígena valoraba la posibilidad de una acometida”. En  la mayor parte de los casos, el indígena arremetía contra la fortaleza, porque de acuerdo a sus  valorizaciones el triunfo  estaba determinado por la cantidad de hombres que se llevaba al combate. De modo que en base a sus propios esquemas  de lucha, valores  políticos, culturales e ideológicos el aborigen de la española se enfrentó  al conquistador

 Bibliografía.
1-Pedro Martyr de Angleria. Décadas del Nuevo Mundo. Nueva edición Buenos  Aires  Argentina. 1944.
2-Juan Gil y Consuelo Valera. Cartas de particulares a Colón y relaciones  Coetáneas. Ediciones Alianza Universidad de Madrid. 1927.
3-Fray Bartolomé de Las Casas. Historia de las Indias. M. Aguilar editor. Madrid. 1927.
4 -Consuelo Valera. Cristóbal Colon. Texto y documentos completos Editorial Alianza Universidad de Madrid. 1982.
5-Fray Bartolomé de Las Casas. Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Edición de André Sain-lu,  Cátedra, S.A. Madrid. 1982
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12-Roberto Cassa. Los tainos de la española. Editora UASD. Sto Dgo. Rep. Dom. 1974
13-Lewis H. Morgan. La Sociedad Primitiva. Cuadernos Culturales. Ediciones  Librería y Distribuidora Allende, SA. México
14-Francisco Moscoso. Tribu y clase en el Caribe antiguo. Ediciones de la Universidad Central del Este. Rep. Dom. 1986
15-Josefina Oliva De Coll. La resistencia indígena ante la conquista. Siglo XXI editores, SA. México, 1976, 2da Edición.








  


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