jueves, 6 de marzo de 2014

Apolodoro de Damasco: Foro de Trajano

 Apolodoro de Damasco: Foro de Trajano
Apolodoro de Damasco: Foro de Trajano http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/perc20a.html
107-113. Espacio del foro: 280 x 200 m.
Roma


El ingeniero y arquitecto militar de Trajano, Apolodoro de Damasco, realizó la obra arquitectónica más relevante y admirada de Roma: el mayor y último de los foros imperiales. Es posible que ya Domiciano hubiese querido unir las dos áreas monumentales de la ciudad separadas por las colinas del Quirinal y el Capitolio; esta unión se hizo en tiempos de Trajano.

Apolodoro de Damasco: Foro de Trajano
Éste hizo derribar todas las construcciones entre el Quirinal y el Campidoglio, que separaban las dos zonas monumentales de los Foros y del Campo de Marte, y en esta posición clave mandó construir un nuevo centro cívico, el gran conjunto del Foro Trajano, con el mercado en la ladera del Quirinal. En el Opio hizo construir las termas de Trajano, y junto al Foro reconstruyó la casa de las Vestales. Las obras de excavación de los contrafuertes de las colinas fueron tan impresionantes que una inscripción en la base de la columna Trajana nos lo recuerda: nos dice que la altura de la columna es la de la excavación que se realizó.

Se logró con ello la obtención de un espacio de considerables dimensiones que permitió la creación del nuevo foro, así como enlazar todo el sector de los foros imperiales con el Campo de Marte, a través de dos tortuosas calles que flanqueaban el muro que lo delimitaba.

El foro se articulaba en tres espacios sucesivos que parecen repetir la estructura de los campamentos militares romanos: una gran plaza ampliada con exedras laterales; una basílica (Ulpia), dispuesta transversalmente y prolongada por dos grandes exedras o hemiciclos en los lados cortos, que repetían las de la plaza; y un espacio porticado donde se ubicaba la columna flanqueada por dos edificios: las bibliotecas latina y griega. Parece que el conjunto se coronaba con un templo que construyó Adriano, dedicado a Trajano, pero que ya estaba previsto en el proyecto de Apolodoro. La basílica estaba sobrealzada respecto la plaza.

El foro estaba rodeado, en todo su perímetro, por un muro, y se insertaba como unidad autónoma en relación a los demás monumentos, también cerrados, del área central de Roma. Se accedía a la plaza por una entrada con un muro convexo, ordenada como un arco honorífico coronado por la cuadriga triunfal de Trajano. El centro lo presidía su estatua ecuestre, y los pórticos que flanqueaban la plaza estaban decorados con ciclos que se referían a las victorias militares del emperador y estatuas de los pueblos vencidos.

Todo el complejo del foro es una celebración de las victorias sobre los dacios y, por tanto, la sublimación de la potencia militar del Imperio que Trajano dirige eficazmente. Lo que se explica en los relieves de su columna es justamente el funcionamiento preciso de la potente maquinaria de guerra que era el ejército romano.

Los mercados se construyeron antes que el foro, según la fecha de los ladrillos de la construcción. El complejo de los mercados aguantaba y a la vez escondía la pendiente del Quirinal en la fachada que daba al centro monumental de Roma. La construcción en terrazas permitió aprovechar totalmente el espacio.

Básicamente está formado por dos grandes terrazas separadas por la via Biberatica, flanqueada por tabernae. Las diversas salas y habitaciones se relacionan y comunican a través de calles y escalinatas internas, de gran desnivel. Destaca en el conjunto una gran sala de dos pisos de altura, que tiene el centro cubierto con una bóveda de crucería que se apoya sobre grandes ménsulas de travertino; se trata de una de las cubiertas más excepcionales entre las conservadas en la arquitectura romana.

"En este momento, en tanto que el Imperio está en la cúspide de su prosperidad, Roma alcanza su mayor desarrollo, y una organización física que parece coherente y definitiva. En los grandes edificios públicos, hechos con la colaboración de los mejores artistas del imperio, se respeta el equilibrio entre estructuras arquitectónicas y ornamentos esculpidos o pintados, como en los modelos griegos. En algunos monumentos conmemorativos -el ara Pacis de Augusto, los arcos de triunfo, las columnas honoríficas de Trajano y de Antonino Pío- los frisos escultóricos en relieve tienen una importancia determinante, y narran una historia repleta de significados. Pero cada conjunto representa una escena propia e independiente, con un equilibrio cerrado en sí mismo; la ciudad es el conjunto de estos ambientes separados, y en sí misma no está cerrada ni equilibrada; cubre un espacio del territorio, adoptando la forma natural del terreno, y aleja el campo." (Benevolo, L., ob. cit., pág 149)

Bibliografía

El arte de construir en Roma (1998). Madrid. Centro de Estudios y Experimentación Obras Públicas. 340 p.
El arte romano (1985). Barcelona. Ed. Destino. 346 p.
Benevolo, Leonardo (1977), El arte y la ciudad antigua. Diseño de la ciudad -2. Barcelona. Gustavo Gili. 257 p.
Bianchi Bandinelli, R, y Giuliano, A. ((1971), Roma, fin del arte antiguo. Madrid. Aguilar. 461 p.
García Bellido, A. (1990), Arte romano. Madrid. CSIC. 4ª ed. 838 p.
Robertson, D.S. (1988), Arquitectura griega y romana. Madrid. Ed. Cátedra. Col. Arte. Grandes temas 3. 4ª ed. 384 p.
Ward-Perkins, John B. (1990), Arquitectura romana. Madrid. Aguilar. Col. Historia Universal de la Arquitectura. 208 p.

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