jueves, 12 de septiembre de 2013

La Orden de la Merced y la Virgen de las Mercedes en la Isla de Santo Domingo


La Orden de la Merced y la Virgen de las Mercedes en la Isla de Santo Domingo.
Fuente; Ramón Lugo Lovatón
Pedro Nolasco, Raymundo de Peñafort y Don Jaime Rey de Aragón, los tres tuvieron una revelación  que la Virgen Santísima se le había aparecido a  cada uno de ellos, con idéntica revelación, el cual  estaban sorprendidos al comunicarse  y coincidir con  la misma cosa. Estos motivo a  que  Don Jaime ordenó que se fundase la Institución, bajo la invocación  de Santa María de la Merced. Esta Orden  fundada  el 10 de agosto de 1218, ostentaba títulos de Real y Militar, y fue creada  por Don Jaime de Aragón.
Es el origen  de la Orden  de la Merced, que la Iglesia acepta en el campo histórico. De los reinos de  España y  de esa Orden  llegaron a la Isla de Santo Domingo aquellos religiosos que propagaron en esta tierra, la devoción y el culto a la  Virgen de las Mercedes.
El culto que siempre se ha tributado en la Isla, hasta nuestro días, bajo la advocación  de Nuestra Señora de las Mercedes, se lo debemos  a la piedad y al celo religiosos de la Orden  de la Merced, por  la redención de los cautivos.
La antigüedad de su culto concurre con la fundación de  sus primeros Conventos en la isla. No hay una fecha exacta de su comienzo en la ciudad de Santo Domingo. La presencia de Mercedarios en la isla lo sitúan algunos historiadores y cronistas con la segunda llegada de Colon a La Española,  al encontrar éste destruido el Fuerte de la Navidad. Se ha escrito también que el primer Convento  de la Orden se estableció en la villa  de la Isabela, primera ciudad del Nuevo Mundo, está construida por m disposición  de Cristobal Colón,
Antes de ser concentrada a la vida monástica la Orden de la Merced,  a principio del siglo XVI,  sin estar sujeto  sin  ningún régimen, existían ya en la isla, algunos mercedarios, sin hacer vida en común. Ellos profesaban  gran devoción por San Lorenzo, mártir en cuya  festividad, el 10 de agosto, se estableciera  la Orden de la Merced
Hacia 1527, el Capitulo General de la Orden, celebrado en Burgos; la reforma de la Orden en la  Isla Española fue decretada para establecer la vida regular en común. Y así, con el tiempo se establecieron los siguientes conventos:
-El de la  ciudad de Santo Domingo; -El de Santiago de los Caballeros;-El de la Villa de Compostela de Azua; - El de la Ciudad  de la Concepción de La Vega;. El del Santo Cerro. El de la Villa de Puerto Príncipe; Y fuera de la Isla; El de la Ciudad de León en Caracas; El de Camagüey, y el de La Habana en  la isla de Cuba.
La Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes fue consagrada por Fray Juan de Galavis, Arzobispo Metropolitano, el 5 de  septiembre del 1734, y  en su Convento, de 1615 s 1618,  Fray Gabriel  Tellez, Tirso de Molina, clásico español, escribió  algunas de sus obras. Este fecundo escritor dramático de la Merced, nacido en Madrid en 1571, falleció en Soria en 1648, creador  del “Burlador de Sevilla”, “Don Gil de las Garzas Verdes” y otras tantas obras maestras, luego de  rememorar en larga crónica los milagros  de la Virgen de las Mercedes y la devoción de este pueblo por ella,  escribe respecto a su consagración como Patrona de la República.
Dice “Intentamos los recién   venidos, conociendo el general efecto con que seguían todos  esta piadosa verdad y la fe con que abrazaban la inmunidad de su limpia Concepción, que la ciudad admitiese por Patrona a nuestra Imagen milagrosísima con  voto expreso de su inmaculada preservación;  y aunque el Presidente Gobernador de aquella Real Audiencia e Isla  lo contradijo y con él  algunos oidores y validos ( tan  poderosa fue  con ellos la familiaridad del superior de los contrarios), pudo más el afecto y la devoción  de los restantes, y así la Real Audiencia y el Cabildo o Regimiento de aquella cristianísima  República, con fiestas y demostraciones regocijadas y otra vez no vistas  semejantes, la víspera de su Natividad gozosa y también su día, vinieron en su procesión  a nuestra iglesia y celebrando el incruento sacrificio ( en  que dedicó el nuevo Vicaria General), la juraron por única Patrona  el  ya reducido Presidente y sus oidores y oficiales por su Cancillería, y por su Ciudad, los Regidores
Sobre los milagros de la Virgen de las Mercedes, se han tejidos innu
merables leyendas desde 1495 hasta nuestro días. Se  expresan  las  gentes de los diferentes estatus sociales de la colectividad dominicana y de otras naciones  en  especial de la Haitiana  que  tiene un  gran veneración por Nuestra Señora de las
Una de la principales leyenda sobre los milagros de la Virgen de Las Mercedes, en lo  que está relacionado con uno de los personajes  más temidos  que  hayan habitado la isla de Santo Domingo,  este extraordinario y singular  figura lo es Toussaint Louverture,   cuando  invade  la  parte española de la  Isla, en  1801, y su encuentro en la Catedral Primada de América,  y su proclama dicha a su hermano Paul Louverture, donde le ordena que pase a  cuchillos a  toda la población,  él cual consulta con su esposa, y ésta en la habitación  pasa todo el día rezando a las Virgen de Las Mercedes, para que interceda  por la población.
Y cuando   en medio de la plaza, todo el sequito de Louverture,  enmudece y grita: “ Elle etai Notre Dame! Je l ai vue! ( Era  Nuestra Señora! Yo la  he visto! Yo la he Visto!. Al escuchar estas palabras, la esposa de Paul Louverture,  corrió a la estancia de sus oraciones, y  agradecida  cayó de rodillas ante la imagen de la Virgen de las Mercedes
Toda leyenda constituye un patrimonio  común subyacente  que enriquece y da belleza a la historia de cada país. Las leyendas, toca a lo maravilloso y deslumbra;  la tradición, corresponde a los histórico y cautiva. ¿En  dónde termina la leyenda y comienza la tradición? El primer campo, viola con frecuencia los dominios del segundo;  a veces, lo  que m pertenece a la  tradición  es tan inverosímil, tan raro y maravilloso, que entra, franca y caballerosamente en el ámbito de la leyenda.  Todo  demuestra esa verdad  inconcusa  
Las leyendas mayas, aztecas, y peruanas, constituyen pruebas de que la leyenda es más fuerte en los pueblos que tienen una historia más intensa, porque éstos poseen un grado superior de civilización. Pueden  afirmarse que en toda América es imaginativa en  sus concepciones, por ser hija de España.
En la conquista del Nuevo Continente, empresa colosal sin paralelo, surgen epopeyas y hombres, milagros y sucesos, que apenas caben  por su grandeza  en el marco de la historia, porque escapan a  todo lo que pueda considerarse como verdadero y sucedido, para caer en los límites de lo fantástico o de lo inverosímil
Así el viaje de Colón y el Descubrimiento de las Indias Occidentales;  su llegada a Quisqueya donde deja  en el Fuerte de la Navidad un puñado de audaces dignos de la pluma cervantina;  la odisea de México, cuyo imperio conquista Hernán Cortés; la  hazaña de Pizarro, que traza una raya sobre las arena para que trece descamisados se propongan y realicen la conquista del Perú;  Ponce de León buscando  en la Florida la Fuente de la Eterna Juventud;  Ojeda luchando  con los indígenas en La Española;
Balboa, que sale de Santo Domingo, en un busque, oculto en un tonel, para
descubrir  el Mar del Sur; el viaje de Magallanes y los  hombres de Hernando de Soto, Pedro Alvarado, Nicuesa, Garcilaso  de la Vega,  Diego Colón,  María de Toledo,  Las Casas,  Anacaona,  Enriquillo,  y un ciento  más, tejen  en la aurora de la historia de nuestra raza en América, una leyenda tras otras,   tras  una tradición   otra tradición, y apenas podemos dar crédito a tanta maravilla en los albores de la civilización  y del cristianismo en la tierras vírgenes de América
 Virgen de las Mercedes! El recuerdo de tu leyenda, de  tus milagros,  y de tus augustas intervenciones desde el Descubrimiento hasta la creación de la República, y desde 1844 hasta nuestros días, te ha hecho Nuestra Patrona

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