Los ataques aéreos israelíes sobre Siria intentan provocar la ampliación del conflicto incluso hasta Irán
Una vez más, Israel está filtrando información sobre presuntos ataques aéreos que afirma haber llevado a cabo contra Siria a lo largo de la frontera sirio-libanesa. De acuerdo con fuentes de la CNN en el artículo "EE.UU. cree que Israel ha llevado a cabo un ataque aéreo en Siria", han informado que:
Estados Unidos cree que Israel ha llevado a cabo un ataque aéreo en Siria, han dicho dos funcionarios estadounidenses a CNN. Los israelíes siempre han dicho que atacarían contra todos los objetivo que demostraran ser transferencias de todo tipo de armas a Hezbolá y a otros grupos terroristas, así como contra cualquier esfuerzo para el contrabando de armas de Siria hacia el Líbano que pudiera amenazar a Israel.
Este fue el mismo endeble pretexto utilizado en un supuesto anterior ataque israelí en territorio sirio a principios de este año. En realidad, los "otros grupos terroristas" que Israel afirma que le preocupan son de hecho financiados y dirigidos por los EEUU, Israel y Arabia Saudí como parte de una conspiración documentada hace muchos años para derrocar a las naciones de Irán y Siria.
Reportado por el ganador del Premio Pulitzer, el periodista Seymour Hersh en su artículo de 2007 en el New Yorker, "La redirección", dijo:
"Para debilitar a Irán, que es predominantemente chiíta, la Administración Bush ha decidido, en efecto, reconfigurar sus prioridades en Oriente Medio. En el Líbano, la Administración ha cooperado con el gobierno de Arabia Saudita, que es sunita, en operaciones clandestinas que pretenden debilitar a Hezbolá, la organización chií que está respaldada por Irán. Los EEUU también han participado en operaciones clandestinas destinadas a Irán y a su aliado Siria. Un subproducto de estas actividades ha sido el fortalecimiento de los grupos extremistas sunitas que propugnan una visión militante del Islam y son hostiles a Estados Unidos y simpatizantes de Al Qaeda".
Sobre Israel dijo específicamente:
"El cambio de política ha traído a Arabia Saudita e Israel a un nuevo abrazo estratégico, en gran parte debido a que ambos países consideran a Irán como una amenaza existencial. Ellos han participado en conversaciones directas, y los saudíes, que creen que una mayor estabilidad en Israel y Palestina dará a Irán menos influencia en la región, se han involucrado más en las negociaciones árabe-israelíes".
Además, los funcionarios saudíes mencionaron el cuidadoso papel de equilibrio que su nación debe jugar con el fin de ocultar su papel en el apoyo a las ambiciones de EEUU e Israel en la región:
"Los saudíes dijeron que en opinión de su país, estaban tomando un riesgo político al unirse a los EEUU en desafiar a Irán. Bandar ya se ve en el mundo árabe como estar demasiado cerca de la Administración Bush. "Tenemos dos pesadillas", me dijo el ex diplomático. "Que Irán adquiera la bomba y que los Estados Unidos ataquen a Irán. Prefiero que los israelíes ataquen a los iraníes, porque así les podríamos culpar a ellos. Pero si Estados Unidos lo hace, se nos puede culpar a nosotros.""
Esto, de hecho, revela la verdadera naturaleza de los ataques, el resultado de que los EE.UU., Arabia Saudita, Israel y en su defecto sus proxies dentro de Siria y la desesperada necesidad de llevar acabo una intervención militar para salvarlos, dejando intacto lo que les queda de legitimidad y la negación plausible que los EE.UU. tienen a nivel mundial, y la que Arabia Saudita tiene por todo el mundo musulmán.
Lo que el ataque de Israel significa realmente.
La explicación de Israel de por qué atacó la vecina Siria es débil en el mejor de los casos, teniendo en cuenta su larga y documentada relación con el armamento y financiación de "grupos terroristas" a los que teme que puedan llegar las armas sirias En realidad, la presión ejercida sobre las fronteras de Siria por parte de Israel y su socio en Turquía, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, en el norte, es parte de un plan documentado para aliviar la presión sobre los terroristas armados y financiados por Occidente, Israel, Arabia y Qatar, que actualmente están colapsando dentro de Siria.
El think-tank americano sobre política exterior, el Brookings Institution - que tiene planes idénticos diseñados para el cambio de régimen en Libia, así como en Siria e Irán - dijo esto específicamente en su informe titulado "Evaluación de las opciones de cambio de régimen."
Brookings describe cómo los esfuerzos israelíes en el sur de Siria, junto con el suministro de Turquía de grandes cantidades de armas y tropas a lo largo de su frontera hacia el norte, podrían ayudar al cambio violento de régimen en Siria:
"Además, los servicios de inteligencia de Israel tienen un gran conocimiento de Siria, así como activos dentro del régimen sirio que podrían ser utilizados para socavar la base de poder del régimen y presionar para la eliminación de Asad. Israel podría apostar fuerzas sobre o cerca de los Altos del Golán y, al hacerlo, podría desviar las fuerzas del régimen de luchar contra la oposición.
Esta postura puede conjurar los temores del régimen de Asad de una guerra con varios frentes, sobre todo si Turquía está dispuesta a hacer lo mismo en su frontera y si se está alimentando a la oposición siria constantemente con armas y entrenamiento. Tal movilización tal vez podría convencer a los líderes militares de Siria para que derrocasen a Asad con el fin de preservarse a sí mismos. Sus defensores argumentan que esta presión adicional podría inclinar la balanza en contra de Asad en Siria, si otras fuerzas estuvieran alineadas".
Por supuesto, los ataques aéreos dentro de Siria van más allá de "posicionamientos", e indican tal vez un nivel de desesperación en el que Occidente parece haber elegido a su principal villano, Israel, para que gradualmente "intervenga" tal como lo habían planeado en cuanto a atacar a Irán - también documentado por Brookings en un informe titulado, "¿Cual es el camino a Persia?". En lo que respecta a Irán, en el informe de Brookings se indica específicamente:
"Israel parece haber hecho extensiva la planificación y la práctica de dicho ataque ya, y sus aviones se basan probablemente ya lo más cerca a Irán como sea posible. Como tal, Israel podría ser capaz de iniciar el ataque en cuestión de semanas o incluso días, dependiendo de las condiciones meteorológicas y de inteligencia que necesiten. Además, dado que Israel tendría mucho menos de una necesidad (o interés) en la obtención de apoyo regional para la operación, Jerusalén probablemente se sentiría menos motivado a esperar a una provocación de Irán antes de atacar.
En resumen, Israel podría moverse muy rápido para poner en práctica esta opción si los líderes israelíes y americanos quisieran que sucediera. Sin embargo, como se señaló en el capítulo anterior, los mismos ataques aéreos son realmente sólo el comienzo de esta política. Una vez más, los iraníes sin duda reconstruirían sus instalaciones nucleares y probablemente tomarían represalias contra Israel. Podrían tomar también represalias en contra de los Estados Unidos (lo que podría crear un pretexto para ataques aéreos estadounidenses o incluso para una invasión)."
Y en esta declaración podemos ver mas allá de la postura de Israel, un tanto irracional y beligerante en su breve historia, así como sus más recientes actos de agresión no provocados contra Siria. El papel de Israel es jugar al "chico malo". Como cabeza de lanza regional para los intereses corporativos-financieros occidentales, proporciona un "pie en la puerta" a cualquiera de los muchos conflictos deseados de Occidente. Al bombardear Siria, espera provocar un conflicto más amplio - una intervención que Occidente ha deseado y planeado, ya desde que empezó el conflicto violento en Siria en 2011.
Para Siria y sus aliados el objetivo ahora debe ser el de disuadir a Israel de mas agresión y evitar un conflicto mas amplio a toda costa. Si las fuerzas terroristas cómplices de la OTAN son tan débiles como parecen - incapaces de ganancias tácticas o estratégicas, y limitándose a ataques terroristas desesperados, es sólo una cuestión de tiempo antes de que la campaña de la OTAN se detenga. Como se mencionó antes, un fracaso por parte de la OTAN será el principio del fin para ellos, y para los intereses occidentales que han estado utilizándola como una herramienta para lograr la hegemonía geopolítica.
Israel debe esperarse que cometa actos cada vez más desesperados para provocar a Siria e Irán - mientras su liderazgo representa directamente intereses financieros en el exterior, no el pueblo de Israel, ni sus mejores intereses (incluyendo la paz e incluso su supervivencia). El pueblo de Israel tiene que darse cuenta de que sus líderes no los representan a ellos ni a sus intereses y son capaces, están dispuestos e incluso ansiosos de dar su vida y su fortuna al servicio de los intereses corporativos y financieros extranjeros y la hegemonía global.
Fuente: Land Destroyer
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