Existen distintas versiones acerca de por qué el 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
En
España, tradicionalmente se lo asocia con el recuerdo del incendio de la
fábrica textil Cotton, en Nueva York en el año 1908, en la que murieron
129 obreras, encerradas por el patrón mientras se desarrollaba una
huelga.
Otras versiones dicen que en realidad el 8 de marzo conmemora una huelga de obreras textiles neoyorkinas en 1857.
La
decisión de realizar una jornada internacional para plantear las
reivindicaciones de las trabajadoras fue tomada en la Segunda
Conferencia de Mujeres Socialistas realizada en agosto de 1910 en la
ciudad dinamarquesa de Copenhague. La propuesta fue de la revolucionaria
alemana Clara Zetkin y señalaba “En unión organizaciones de clase,
partidos políticos y sindicatos proletarios en cada país, las mujeres
socialistas del mundo celebrarán cada año un Día de la Mujer. Su
objetivo principal será obtener el derecho a voto de la mujer. Esta
demanda debe ser levantada dentro del contexto global de los asuntos
concernientes a las mujeres de acuerdo a los principios socialistas. El
Día de la Mujer debe tener un carácter internacional y deber ser
preparado cuidadosamente.”…
Existían
antecedentes de esta jornada en las movilizaciones que realizaba el
Partido Socialista Norteamericano uniendo las reivindicaciones de las
trabajadoras (reducción de horas de trabajo, mejores condiciones en los
talleres, etc.) con el derecho al voto de la mujer. Con el correr de los
años, se sumó a estas reivindicaciones el rechazo a la guerra
imperialista que se aproximaba. El primer “Women’s Day” del que hay
registro en Norteamérica es de 1908, y se organizó, hasta 1914, el
último día de febrero.
Según
algunos, esta misma Conferencia de Copenhague estableció que esa fecha
fuera el 8 de marzo en recuerdo de las luchas de las textiles de Nueva
York; según otros no fue así, y dan como argumento que los años
posteriores, 1911, 1912 y 1913, la celebración no se hizo un 8 de marzo.
Efectivamente,
el primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Europa se
celebra el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.
En Rusia fue celebrado por primera vez en 1913, bajo la denominación de
Día Internacional de las Obreras. Se produce una fuerte represión de la
policía zarista y algunas de las organizadoras son deportadas a Siberia.
Esta manifestación se realiza bajo las banderas del movimiento
pacifista en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Ya
para 1914 y 1915 la fecha elegida fue el 8 de marzo, y se realizaron
actos en Alemania, Suecia, Francia y Dinamarca. En esos años la
actividad se centra en protestas contra la guerra, el militarismo y el
derecho al sufragio.
El día internacional de la obrera
El
23 de febrero de 1917, que corresponde en el calendario ruso de esa
época a nuestro 8 de marzo, miles de mujeres salieron a la calle contra
la miseria que provocaba la política del zarismo y para que se termine
la guerra imperialista, en el marco de una gran oleada revolucionaria.
Cuatro días después caía el zar, hecho que pasó a la historia como la
Revolución de Febrero.
Según
la Historia “oficial” del Partido Comunista de la URSS, ese 23 de
febrero de 1917 “los trabajadores celebraron la Jornada Internacional de
la Obrera (Jornada Internacional de la Mujer)”, con una marcha de
obreros de Petrogrado a los que se sumaron las mujeres. Otras fuentes
indican que “la revolución tuvo principio en las filas del pan, delante
de las panaderías. La empezaron mujeres del pueblo” (Documentos del
Progreso, N° 6, 15 de octubre 1919).
En
1921, en la Segunda Conferencia de las mujeres comunistas realizada en
Moscú en el marco de la Tercera Internacional, los partidos comunistas
deciden estabilizar el 8 de marzo como “Jornada internacional de la
obrera”, en homenaje a las obreras de Petrogrado.
Durante toda la década del 20 y del 30, los partidos comunistas dieron este sentido al 8 de marzo.
Muchos
años después, en 1975, las Naciones Unidas tomaron esa fecha, 8 de
marzo, y la proclamaron como Día Internacional de la Mujer. Le sacaron
el carácter de reivindicación de las trabajadoras, dejando solo las
cuestiones de género, y en los fundamentos de su resolución no se hace
la menor mención a los hechos protagonizados por las mujeres rusas en la
Revolución de Febrero.
Para
este breve repaso agreguemos que últimamente distintas investigadoras
plantean que la huelga de la Cotton del 8 de marzo de 1908 no existió,
ya que ese día era domingo, y que no se puede precisar que la huelga de
las tejedoras neoyorkinas de 1857 fuera un 8 de marzo.
Que
el incendio, que sí ocurrió, fue el de la Triangle Shirstway Company,
la más grande fabricante de blusas de Nueva York, el 25 de marzo de
1911, donde murieron 147 obreras debido a que la patronal mantenía las
puertas de salida cerradas con candado.
Más
allá de cuál sea el verdadero origen de esta fecha, este debate lo que
muestra es el silenciamiento que se ha hecho en los últimos años del rol
del movimiento de mujeres comunistas en la lucha por los derechos de
las mujeres, en primer lugar las trabajadoras, y de las mujeres en
general.
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