miércoles, 16 de enero de 2013

El Nacionalismo Literario de Federico García Godoy


El Nacionalismo Literario de Federico García Godoy


El Nacionalismo Literario de Federico García Godoy

El Nacionalismo Literario de Federico García GodoyTiene como fundamento esencial los ensayos de exposición histórica mediante los cuales este publicista, exalta el concepto patria, como las obras, novelas históricas denominada la trilogía; RUFINITO, Santo Domingo, 1908, ALMA DOMINICANA, Santo Domingo,1911, y GUANUMA, Santo Domingo, 1914Sobre la primera, Rufinito, dice Pedro Henrique Ureña, en una carta publicada en su obra “Horas de Estudio”, dirigiéndose a García Godoy. “La interpretación viva del pasado, el conjuro que saca a la historia de los laboratorios eruditos y la lleva a través del arte, a comunicarse de nuevo con el espíritu público, a penas ha sido ensayada en América, y en Santo Domingo es usted el primero que sin desviarse por el camino de la tradición popular, sin acudir a la deformación novelística nos da la historia viva. No diré que su obra pueda llegar directamente al pueblo; pero si creo que debe agitar el espíritu de las clases dirigentes que no menos necesitan de enseñanza, en ciertos órdenes, que en otros las clases inferiores”A raíz de la publicación de la segunda obra del escritor vegano, Pedro Henríquez Ureña, expresa “obra como Alma Dominicana, segundo libro de novela histórica de García Godoy, sirve para difundir un concepto sintéticos y superior de la historia nacional, son las más útiles en nuestros países”Con Rufinito, Alma Dominicana y Guanuma, Federico García Godoy, inspirándose en un ideal histórico- nacionalista tan alentador como fecundo, exalta nuestras grandezas y orienta las generaciones del futuro hacia el culto de la Patria.Rufinito, representa un elemento sempiterno del alma popular dominicana. Su tragedia es la resultante de su propio método de vida, aunque sea pueril exigirle reflexión ni mucho menos interés patriótico a un tipo de esa naturaleza en una época de tantas indecisiones en algunos seres carentes de energía volitiva, y de tantos problemas superiores a las fuerzas de los paladines que, al construir los cimientos de la República, tuvieron por recompensa, cuan do no, por suerte, las rutas del ostracismo, las gradas del patíbulo victimando criatura amasadas con la levadura del honorPerico Antúnez, protagonista de Alma Dominicana, representa la dominicanidad en acción patriótica. Como su padre Juan Antúnez, hombre que siente olor a sangre cuando un haitiano le pasa a menor de cien metros de distancias, prototipo de serenidad y bizarría. Con el mismo vigor con que, abate al toro más bravío o domina al potro más cerril, se enfrenta al soldado que esgrime la tizona del Cid. Y su mano es como garra de águila rasgando una blanca epidermis en busca de una entraña roja. Hombre a quien “ no se le puede toser muy cerca de la cara”, se ofrenda en ara de la patria en protesta contra el ultraje españolFondo Ortíz, el hombre fuerte de Guanuma, se exponente de prestancia varonil. Rico, valiente y poseído de una joven personalidad, no admite la existencia de problemas irresolubles. A falta de cultura es todo intuición. El insti8nto no le da en él beligerancia al razonamiento. Se arriesga porque confía en si mismo y porque ama al patrio suelo. En misión secreta del Presidente Salcedo, le sorprende el rosicler señoreado un abismo o domeñando un a cumbre, para que el polvo de los astros lo encuentre disfrazado de campesino andrajoso en pleno campamento del marqués de las carrerasEn Rufinito, Alma Dominicana, y Guanuma, García Godoy, da la sensación de un pintor trazando a pinceladas geniales el curso trazado a pinceladas geniales en cuso trágicos de la historia nacionalNuestra historia, grávida de pasiones y salpica de heroísmo, ejerce en García Godoy la poderosa influencia que convertida en nacionalismo literario resulta para José Enrique Rodó en su juicio de El Mirador de Próspero, estandarte de americanidadFuente.Armando Cordero, obra Estudios para la Historia de la Filosofía en Santo Domingo, impresora, Arte y Cine, Rep. Dominicana, 1956m Págs.180 a 183

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