San Benito y el baile de la comarca

TRADICIONES DOMINICANAS

San Benito y el baile de la comarca

EN GUAYABAL, AZUA, TIENE LUGAR ESTA CEREMONIA CON BAILE, MÚSICA, ORACIONES, COMIDAS Y PROCESIONES

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Xiomarita Pérez

Guayabal, Azua

El mes de marzo está consagrado a una de las manifestaciones de la religiosidad popular más bellas que se practica en esta comunidad y en la que participan niños, jóvenes y adultos: la veneración a San Benito.

Desde el 3 de marzo comienzan los preparativos de esta ceremonia que incluye la decoración del calvario, comida, música y baile.

La comarca es un complejo donde varios elementos confluyen y giran alrededor de San Benito. Consiste en una novena que al concluir, a ritmo de toques de palos y música interpretada por el perico ripiao en la fiesta de los devotos, levantan los santos del altar, los bailan y luego salen a darles un paseo que incluye lugares sagrados, como el Gajo de la Cruz, que está en la loma Gajo Alto, a unos 1,000 metros de altura y de donde se divisa el poblado.

Un grupo sube en penitencia para orar por los fieles cristianos, por el que cree y no cree, “pidiéndole al Señor Jesús y a nuestra Madre Santísima por la paz de los cristianos”.

Allí estarán por una hora u hora y media más o menos y luego se reinicia el recorrido por algunas casas de los miembros devotos de la cofradía para terminar en el calvario, que es la enramada donde permanecen los santos.

¡Levanten los santos y vámonos,
Vamos al calvario ¡ay vámonos!
Digan Dios te salve y vámonos
Levanten los santos y vámonos 

Son cánticos de alabanza que interpretan los devotos de San Benito y los santos amigos cuando bajan de la loma Gajo Alto, en esta comunidad lejana de la Capital, pero muy cerca del cielo.

Amalfi Montilla, por herencia, es la dueña del santo y es la responsable de que todo marche bien durante esos días donde se integran devotos que veneran esa tradición y que cumplen promesas. Antes, la responsable de la fiesta era María Altagracia Mata Romero (Tagó).

Decoración
La ermita está adornada con banderas multicolores.

Pertenecen a los abanderados, que son personas que traen pañuelos y los donan al altar por su salud. Las colocan en el techo con sus respectivos nombres y solo las bajaban en la fiesta del Espíritu Santo, dice Johnny Herrera, hijo del acordeonista Nieves Cuello, que murió hace varios años y que fue sustituido por el músico Porfirio Valenzuela, alias Vida, que toca, además de la comarca, el baile de las flores y en otros entornos carabiné, mangulina, pambiche y guaracha.

La música y baile de la comarca se toca con güira, tambora, acordeón y marimba y por el contenido de las letras de sus cánticos orientadas a la virgen, la coreografía del baile y los pasos y movimientos del cuerpo de las parejas, podría considerarse que tiene elementos hispánicos. 

¡Viva Dios, viva María y viva el Espíritu Santo
Ángeles y serafines dicen santo, santo, santo
Aaaa, aaaa, aaaa
Una, una, una y una
Una, una y otra vez
Yo te estoy llamando como la primera vez 

Según Hermógenes Ramírez, propietario del hotel Comedor Nuevo Amanecer, en Padre Las Casas, cuando estaba pequeño lo obligaban a bailar los santos, tomándolos en sus manos.

“Era la fiesta más grande y venía gente de todo el país”, dice.

Félix Morillo, uno de los organizadores, de 73 años, dice que desde que tiene uso de razón está participando en la comarca, al igual que doña Lela Morillo, que es parte vital de esta celebración.

Una fiesta tradicional de santos amigos
Cuentan algunos lugareños de la comunidad que la efigie de San Benito la trajo de Venezuela un amigo de Tagó, “porque con ese era que sonaba todos los días”.

Antes de traerlo, el baile se hacía el 13 de junio con San Antonio y Nieve trajo el Espíritu Santo del Batey de San Juan de la Maguana, por lo que esta celebración es de santos amigos, donde también bailan a San Martín y San Gregorio.

Según el Atlas de Tradiciones Venezolanas, “en Venezuela San Benito es objeto de una de las más firmes devociones cristianas que se festejan durante los últimos meses del año”.

“Este culto de carácter religioso- profano se ha ido difundiendo en tres estados del país, adquiriendo particularidades propias en cada región”.