GENTILICIOS DOMINCANOS
TOPONIMIA
Fuente: Emilio Rodríguez Demorizi, en
la obra “Seudónimos Dominicanos”,
Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, 1956
Toponimia, es el conjunto de los nombres propios de lugar de un
país o una región
El
primitivo nombre de la isla es de Quisqueya,
y su gentilicio el de
Quisqueyanos, ha pasado desapercibido en la literatura, la poesía y
la oratoria, hay que señalar que el
nombre de Quisqueyanos es como comienza nuestro Himno Nacional, siendo nuestro
nombre poético.
Pero
nuestra toponia es interesante, revela
en sus comienzos, las preferencias afectiva de Colón, el sentido de gratitud,
con la designación de los nombre a
diferentes lugares de la isla de quisqueya;
a la isla le dio el nombre de La
Española, en homenaje a España; a la primera ciudad le llamó Isabela, por la
Reina Isabel; a La Vega Real, por la
Vega de Granada, así como otras que
figuran en su diario y cartas.
Algunos
toponimios dominicanos: Masipedro es
contratación de Maese Pedro; Antoncí de Antonio Cid; Diego de Ocampo,
recuerda al negro alzado de ese nombre, famoso en 1547; Martín García, viene del rico terrateniente de ese
nombre radicado en ese lugar,
a quien la inquisición condeno por
blasfemia; Juandolio, es Juan de
Olio, propietario del lugar; La Loma de
Aldonza, recuerda a Doña Adonza; Juana Núñez, antiguo nombre de Salcedo (hoy
Hnas Mirabal), la antigua propietaria de
ese lugar.
Otros:
Isabel de Torres, de una vecina de Puerto Plata, en 1605; San Antonio de Monte
Plata, fundada en 1605, nombrada así en honor de Antonio Osorio, el
despoblador; con los pobladores de las ciudades
de Monte Cristy y Puerto Plata, destruida por Osorio, se formó el Pueblo
de Monte Plata, y con los de Bayajá y la Yaguana, Bayaguana; Santa Bárbara
de Samaná en honor de la reina Doña Bárbara de Braganza; Nuestra Señora del Pilar de Sabana de la Mar,
por la Infanta Pilar.
También,
Cambelén por el francés Chamberlain; Villalpando, en azua recuerda al Capitán de ese nombre vencedor de Lemba y de los negros
fugitivos por la región, hacia 1540; San
Pedro de Macorís, por Pedro Santana y algunas historiadores que fue en honor al Padre Pedro Carrasco;
La Cruz de Isalgué, paraje entre Moca y Santiago, recuerda al cubano Alfonso Isalgué; Pedro Sánchez,
sección del Seibo, por el cotuisano de ese nombre propietario del lugar; Peña
el antiguo Tamboril, debe su nombre al prócer General Jerónimo de Peña, no a Peña
y Reynoso, como se ha dicho; Sabana de Verón en
Higuey, por el francés Bertrán Verón; El Peñón de la Vieja Rufina, por
dona Rufina del Castillo, esposa del
Baltasar Martínez e hija del
Maestre de Campo don Pablo del Castillo;
Así
mismo como: La Piedra de Mundaray, por
Pedro Mundaray y Báez; Villa Velázquez, en Macorís, por Gregorio Velázquez; Arroyo
Moreno, (Higuey), por el padre Moreno;
El Llano de Zambo, por un anciano del lugar llamado así.
El
origen de los nombres, de la antigua
ciudad de Santo Domingo, también es digno de conocerse: Santo Domingo
viene de Domingo Colón, padre del Almirante; La Puerta de San Diego, se llama así en honor al Príncipe Don Diego;
El Hospital de San Nicolás, el más antigua de América, por su fundador Nicolás
de Ovando; La Puerta del Conde, por haber
abierto, en 1655, el Conde de Peñalba; Galindo, por el Alcalde Mayor Galindo Quiñones; La Calle de San Pedro, hoy Arzobispo Portes,
por Pedro Santana; Villa Francisca, por Francisca Velázquez, esposa de Manuel de Jesús Galván; El Colegio de San
Fernando, por el rey Fernando VII; Gascue, por el Contador Gascue y Olaiz ( en Santo Domingo en
1754-1780)
El
Colegio de San Buenaventura, por Buenaventura Báez; El desaparecido Parque
Pulún, por haber sido construido por el General Lorenzo Martí hijo, alias Pulún, cuando fue gobernador de la
provincia.
El
Parque Regalado, en Puerto Plata, se llama así porque fue regalado por el
progresista don Ricardo Limardo (Bubul),
como se dice, sino en honor del Padre González Regalado
Muñoz.
En
nuestra toponimia hay nombre de diversa procedencia; indígenas; Los Españoles
y los derivados de estos, criollos o
dominicanos, franceses (de la era de Francia) los haitianos ( de la era de Haití).
Para
el mejor conocimiento de la toponimia indígena véase la obra
de Emiliano Tejera,” Las Palabras Indígenas de Santo Domingo y Nómina de
Parajes de la República Dominicana, C.T. 1951, 280 pp (Publicación de la
Dirección General de Estadística)
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